Un poco más tarde de la salida de "The Cry of Love", "Rainbow Bridge" y "War Heroes", ya por el año 74, apareció "Loose Ends", un album publicado por el manager M. Jeffery. Salvo "The Stars That Play with Laughing Sam's Dice", es un popurrí de outtakes y jams, que no fue publicado en los US al considerar Reprise (Warner) que el material era inferior, y del que incluso el anteriormente mencionado ingeniero Jansen "renegó" aparecer en los créditos, usando seudónimo.
Como nota curiosa, decir que las ediciones de UK, Francia y Japón llevaron cada una una portada distinta:
Ponemos un ejemplo con "Burning Desire", primera canción de la cara 2:
Con éste comenzaba una serie de polémicos y macarrónicos lanzamientos, a cual más controvertido. Después de la muerte del manager Jeffery en el 73, en 1975 se contrató al productor Alan Douglas para que evaluase todo el material póstumo no publicado todavía.
Como resultado salían "Crash Landing" y "Midnight Lightning".
La polémica surge cuando se descubre que Douglas ha utilizado músicos de sesión, completamente ajenos a Hendrix, para "pisar" líneas de bajo, guitarra o batería originales de Mitchell, Miles o Cox. La voz y la guitarra de Hendix permanecieron inalterados.
Pronto quedó claro que ésto se hacía porque las grabaciones originales estaban hechas como demos, y Douglas se vio obligado a hacer "trampa" para dar el acabado final.
Para más escarnio, el tío se puso en los créditos como "co-autor" de cinco de los ocho temas del Crash Landing, "hazaña" que no se atrevió a repetir en "Midnight Lightning", aunque sí que repitió el truco de pisar con los mismos músicos de de estudio las grabaciones que no fueran de Hendrix.
Como rareza, Crash Landing incluye una extraña canción, que Douglas dio en llamar "Captain Coconut" y que no era otra cosa que tres piezas que no tenían que ver, mezcladas por Jansen para usarla en la película "Rainbow Bridge". Douglas la encontró en una caja fuerte en el 75, le puso el nombre más ridículo que se le ocurrió, y lo empaquetó en el álbum al final de la cara 2.
Después de ésto, según los más puristas fans de Jimi, a este Douglas solo le quedaban dos cosas por hacer en su vida: hacer un remix de Hendrix con los de Barrio Sésamo, y profanar su tumba, sacar los restos y cagarles en el pecho.
No obstante otros apreciaron su labor de llevar a la luz grabaciones que de otro modo habrían permanecido fuera del alcance de las nuevas generaciones en los 80 y los 90.