Estás utilizando un navegador obsoleto. Puede que este u otros sitios no se muestren correctamente. Debes actualizarlo o utilizar un navegador alternativo.
Cada dia me entran más ganas de ponerme un cinturón bomba desos como los de los moracos e inmolarme en una reunión de feminacis. Creo que seria el final más noble que Wetamir podria tener.
Bar Rafaeli suena a tugurio grasiento de barrio poligonero donde una señora lúgubre y oronda que desprende un olor ocre sirve con desgana trifásicos, pinchos de tortilla y gintonics de Larios a una clientela de lectores de Marca, camioneros, maderos, taxistas amargados, jubilados seniles...