... cuando lo has repetido cientos de veces y tragado millones de historias para conseguir tu dosis acabas viendo que el sexo no es sexo, son pajas asistidas, y la seducción que antes te entretenía se torna un teatro creado por dos adictos a las caricias de mercadillo..... te sorprenderías de lo bajo que puede caer un adicto que necesita su dosis.