Estás utilizando un navegador obsoleto. Puede que este u otros sitios no se muestren correctamente. Debes actualizarlo o utilizar un navegador alternativo.
La situación empieza con un músico ambulante que se pone justo al lado de mi asiento a cantar a toda pastilla.
No me gusta. Me incómoda.
Pero naturalmente a él le suda la polla y no deja de cantar una canción pegadiza en donde mayormente escucho "I believe I can fly, I believe I can touch the...