Uncle Meat
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- 10 Sep 2005
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¿Tienes en tu casa unos discos viejos que le regaló el butanero a tu madre y no sabes qué hacer con ellos? Pues fíjate bien en qué ejemplares tienes, porque pueden valer un dinerillo.
No es que sea un experto en estas lides, pero siempre me han atraído todas estas cosas y creo que estaría bien recopilar aquí algo de información; ya que prácticamente todo lo que se puede encontrar en internet sobre este tema del coleccionismo musical está en inglés.
The Beatles: White Album
¿Y qué mejor forma de abrir fuego que con la primera edición del disco más grande de todos los tiempos?
Todos sabemos -es un decir- que los Beatles, aparte de ser, junto a Zappa y Ray Davies, los mejores compositores del Siglo XX, inventaron muchas cosas; pero no sé si también todos hemos reparado en lo que hicieron con el White Album. Y es que tuvieron la idea de editar cada ejemplar de este genial álbum con un numero de serie correlativo y, obviamente, diferente. Los fans, al comprar el disco, no se estaban llevando a sus casas una copia del Doble Blanco; se estaban llevando UN EJEMPLAR ÚNICO. Ya sé que esto es una absoluta pollada -al igual que tantas otras cosas que nos hacen vibrar o quitar el sueño-, pero el caso es que hay gente que mataría a su puñetera madre por tener uno de esos tempranos ejemplares, uno de esos con un número bajito y tal. El ejemplar que aparece en la foto de arriba, se vendió no hace mucho en eBay por la friolera de 19.201 libras esterlinas -haced cuentas-. Y es que no todo el mundo puede permitirse tener el número 0000005 del White Album, ¿estamos? Si tenemos en mente que los primeros cuatro ejemplares numerados debieron quedarse para los mismísimos Beatles, no creo que resulte demasiado descabellado pensar que ese number five es un pedazo de historia como un templo. ¿O no?
Pues esto es el coleccionismo, señores; buscar, rapiñar, pasarse años en mercadillos de segunda mano, gastarse auténticos pastones en fetiches y efecinquear en eBay hasta que se cae el dedo.
Terminaré añadiendo que, como resulta lógico, las ediciones posteriores de este disco ya no venían numeradas y uno tenía que conformarse con tener una copia más, del montón, de esta magna obra -como es mi triste caso-.
The Beatles: Yesterday And Today
Y, bueno, después de comentar un poco lo de esa pieza única, pasamos al santo grial del coleccionismo beatle: Yesterday and Today.
La Portada del Carnicero vio la luz, aunque muy poca, en los USA en 1966, poco antes de la publicación oficial de Revolver. No se sabe muy bien cómo fue aquello, pero algún directivo de Capitol -la filial de EMI Parlophone en Estados Unidos- dio el visto bueno a la portada para que pocas horas después otro ejecutivo, tal vez más gordo, decidiera retirar aquello de la venta lo antes posible, en plan autosecuestro de ejemplares. ¿Quién había sido el insensato que había permitido el lanzamiento de una portada tan horrorosa? Aquello no se podía consentir. Además, hacía demasiado poco tiempo que Lennon había soltado aquello de que los Beatles eran más famosos que Jesucristo y la Capitol tenía que velar más que nunca por la imagen de sus muchachos; eso de que aparecieran en una portada revueltos en sangre, muñones y vísceras, cual psicópatas, no ayudaba mucho, que digamos.
Hay muchas historias raras sobre la gestación de la Butcher Cover; la más esperpéntica, a mi juicio, es que fue una especie de venganza por parte de Lennon contra la mencionada filial de USA. Según los partidarios de esta teoría, el músico estaba hasta los cojones de que los americanos no respetaran el diseño original de sus discos y de sus portadas; que hicieran y deshicieran a su antojo, metiendo singles aquí y quitando canciones de allá... Es más, el propio Yesterday and Today ya incluía nada menos que tres temas que pertenecían al futuro Revolver. Lennon tenía que sublevarse y resarcirse de alguna forma. ¿¿??
Sea lo que fuere, el caso es que los ejemplares fueron pronto retirados y la Capitol se encontró en aquel momento con la tesitura de tener miles y miles de portadas, que habían costado un dinero, dadas por inservibles y destinadas al cubo de la basura. Pero entonces a uno de aquellos avispados empresarios, que no podían asimilar tamaño derroche, se le alumbró la bombilla -es frecuente en este tipo de buitres rendir mejor cuando están bajo presión- y concibió la brillantísima idea de tapar aquella portada tan fea con el simple añadido de un parche adherido con pegamento barato. El resultado fue lo que hoy es conocido como La Portada Del Segundo Estado -o algo parecido-.
La cosa es que unos parches quedaron mejor pegados que otros y, claro, lo suyo, para cualquier fan que se precie, es tratar de despegar el puto añadido ese, como sea. Si tienes suerte y logras deshacerte del parche, sin que la portada quede hecha unos zorros, tendrás la conocida como Portada del tercer Estado -la cual, como es obvio, se cotiza mejor que la de El Segundo-.
Pero aquí no acaba el asunto. El principal capitoste de la Capitol, el presidente Alan Livingston, como quien no quiere la cosa, guardó cuidadosamente en un armario -según él, ni se dio cuenta, fue un despiste- una caja con ejemplares originales ¡durante más de veinte años! ¿Qué pasa, que no miraba nunca en el jodido armario? El caso es que fue su hijo, Peter, quien los descubrió al mundo y, como es natural, se puso las botas: los primeros ejemplares los vendió a algunos coleccionistas por el módico precio de 1.000/2.000 dólares; los siguientes han alcanzado los 25.000. El muchacho incluso convenció a su padre para que firmara un acta notarial en la que se manifestase fehacientemente que aquellos eran los ejemplares genuinos e inmaculados, los míticos vinilos con la Butcher Cover.
La portada de marras también ha sido comercializada incluso sin llevar dentro el disco; y se ha cotizado bastante bien. Por otro lado, tenemos el mundillo de las réplicas; varias empresas japonesas se han dedicado desde hace años a lanzar al mercado absolutos calcos, cuidando hasta el más mínimo detalle.
No es fácil encontrar hoy en día una simple réplica de este disco que te salga por menos de 30 euros.
Por siempre, Beatles.
The Rolling Stones: Sticky Fingers
Ahora paso a comentar un disco bastante más asequible y localizable, pero que no deja de ser una pieza de colección -de hecho, es una de las más clásicas y recurrentes-.
Me estoy refiriendo, claro está, a la primera edición de Sticky Fingers, "El de la portada con la crem.allera de verdad".
Los Stones estrenaron sello discográfico a lo grande, encargando nada menos que a Andy Warhol el diseño del anagrama stoniano -"El de la lengua"- y el de su flamante disco, Sticky Fingers. La verdad es que la portada es un puntazo; el paquete de Mick en primer plano y una auténtica crem.allera que, al abrirla, deja al descubierto una imagen de una especie de velados matojos de pelos extraños. Estéticamente fue, y sigue siendo, un triunfo. Pero el caso es que la funcionalidad de la portada dejaba bastante que desear: la jodida crem.allera, de metal, era un peligro para el frágil vinilo interior; de tanto subirla y bajarla, la inmensa mayoría de portadas se jodían; había que cubrirla con una buena funda si no querías que, por acción del peso, al ponerla junto a otros discos en el estante, terminase por dañarse a sí misma o a la portada adyacente. Tal vez por esto existen muy pocas, relativamente hablando, portadas y vinilos que hayan llegado en perfecto estado hasta nuestros días. También hay que añadir que el primer prensaje no fue muy bueno, así que creo que hay que irse al de las matrices A1/B3 para obtener el mejor ejemplar en su edición original británica...
Porque si queremos el mejor de los mejores prensajes, nos tenemos que ir al japonés. Los LPs japoneses se cotizan muy alto. No sólo son los mejores prensajes del mundo, los más resistentes, también suelen llevar unos extras -posters, booklets, etc.- que los hacen muy atractivos.
La primera edición de este disco suele diferenciarse a simple vista por el label -en español, galleta-; con esa especie de sellos estampados que lleva. Aunque la referencia fundamental para localizar un disco en el tiempo es el número de las matrices -esos números y letras que hay grabados sobre el vinilo, junto al label-.
Pero este disco no es sólo célebre -obviando, claro está, su valor musical- por su portada original; la edición española es también todo un clásico, y a veces hasta puede cotizarse bastante más alto que la británica. También obra de Warhol, la spanish cover es, para muchos, incluso más atractiva y más morbosa que la de la crem.allera. Recordemos que era el año 1971 y que La Reserva Espiritual de Europa no podía consentir una portada paquetuda, así que los Stones se vieron obligados, si querían editar su disco en España, a buscarse otra cosa por ahí. Pero la concesión de la portada diferente no fue la única que hicieron los Stones a Paquito; también hubo que prescindir en el vinilo de la explícitamente drogainómana Sister Morphine para, tras un corte de unos 50 segundos de silencio, meter un cover en directo de Berry: Let It Rock. Creo que la cosa tiene los suficientes ingredientes para considerarse una pieza de colección.
Hay quien dice que la edición española original de 1971 lleva el anagrama en blanco y de un tamaño más grande. Otros dicen que ésta se corresponde con la de 1975. Yo no lo sé; tal vez coincidieran en el tiempo y se les acabó la tinta roja a los de la imprenta.
Y, bueno, para terminar con este mítico disco, nos vamos a ir ahora a una autentica rareza: un escasísimo prensaje promocional, en ¡MONO! Esto ya sí sale por una pasta.
Los discos promocionales suelen distinguirse a simple vista por tener el label de color blanco -aunque esto tampoco se puede generalizar-. Las compañías discográficas solían pasarles estas copias a las emisoras de radio y a los DJs de turno.
Existe el disco promocional por excelencia de los Stones pero, como no se trata de una copia de Sticky Fingers, lo dejaré para otro día.
The Kinks: Are The Village Green Preservation Society, edición USA
Ahora vamos a abordar el hermoso tema de atribuirle a un artículo, a sabiendas, determinadas propiedades que son totalmente falsas, con la sana intención de sacarle mucho más partido del que realmente merece:
https://cgi.ebay.es/THE-KINKS-Are-t...ms=65:1|66:2|39:1|240:1318|301:1|293:1|294:50
Este notas no sólo tiene los santos cojones de decir que eso se trata de un primera edición USA; en su afán por superarse a sí mismo, y superar también el pellizco de euros, va más allá y señala la fecha de lanzamiento del disco un año antes de que se prensara por vez primera . El caso es que le he enviado un mensaje en el que le expongo detalladamente que nasti, que esa no es la primera edición de ese LP; pero el hombre me responde que, bueno, tal vez tengo razón, pero que él ha visto a otros vendedores describir ese mismo artículo de igual forma y que él no va a ser menos -esto no es literal, pero es exactamente lo que me ha querido decir-.
Servidor, en su papel de paladín del coleccionismo comme il fault, hasta le ha enviado una foto de la verdadera primera edición:
¿Es el label el mismo? ¿A que no?...
Como parece ser que el hombre no es de los que se dejan convencer a la primera, hasta me he permitido el detalle de enviarle un enlace a una página donde se exponen detalladamente los diferentes labels empleados por la Warner en sus distintas etapas de existencia.
https://www.bsnpubs.com/warner/reprise/reprise6200.html
Creo que ahí se ve clarísimamente que el label que se corresponde con esa edición -el del período que va de 1.966 a 1.970- no se corresponde con el del disco que este hombre está intentando vender como un primer prensaje. Ni que decir tiene que al final el tío se ha hecho el completo longui.
Y es que hay mucho listo por el mundo, y uno tiene que informarse bien antes de soltar la pasta, ¿estamos?
The Rolling Stones y las ediciones DECCA de los años 60.
Bueno, ahora voy a comentar un poco el tema de los labels de los discos de los Stones con la DECCA; algo lioso para coleccionistas novatos.
UNBOXED RED LABEL. El palabro "unboxed" hace referencia al logo de DECCA sin enmarcar -típico de sus ediciones en los años 60-, y aparece como consecuencia de la necesidad de diferenciarlo del logo enmarcado -"boxed"- que sacó la compañía a finales de la década -concretamente, en 1969-; es decir, "unboxed" es un adjetivo ad hoc que viene a decirnos que el vinilo en cuestión se trata de una primera edición original; o sea, que si veis un disco editado antes del 69 con el logo de DECCA enmarcado, ya se trataría de una reedición -que se cotiza peor-. El adjetivo "red" hace referencia a que se trata de una grabación monoaural.
UNBOXED BLUE LABEL. Lo mismo que el anterior, sólo que ahora se trata de una grabación en estéreo. Las grabaciones en estéreo de por aquel entonces suelen ser más raras y se ven bastante menos -ergo salen más caras-.
En el año 1967 a la DECCA le dio por sacar un label de color diferente, también "unboxed", para las grabaciones mono. Esto se presta a confusiones, ya que la compañía siguió utilizando el de color rojo hasta 1969 -hablando de los Stones, hasta Let It Bleed-; con todo, este label no es de una reedición, es completamente original.
Y este es el correspondiente a las grabaciones en estéreo; ahora en color verde. Seguimos en el año 1967.
BOXED RED LABEL. En el mismo año de 1969, aparecieron en el mercado las versiones de Let It Bleed tanto con el "unboxed red label" como con el flamante "boxed red label" -con el logo de DECCA enmarcado-. Este disco fue el último de los Stones que la DECCA editó en sonido monoaural, al menos en su primera edición -después editaría muchísimos más con sonido mono, incluso lo sigue haciendo a día de hoy, pero ya obviamente se tratan de reediciones-. La versión original en mono de Let It Bleed, la de 1969, en buenas condiciones e incluyendo el póster que llevaba, se cotiza hoy en día a más de 300 euros.
BOXED BLUE LABEL. Exactamente lo mismo que sucedía con la versión del disco en estéreo: los dos tipos de label, compartiendo espacio y tiempo.
DÉCADA DE LOS 80, EN ADELANTE. El label empleado por DECCA hasta los últimos coletazos del vinilo.
Resumiendo:
UNBOXED ------ Hasta 1969
BOXED --------- De 1969, en adelante.
Si alguien quiere colar un boxed label como primera edición para un disco editado antes del 69, FAKE TOTAL.
Próximamente, más cosillas.
No es que sea un experto en estas lides, pero siempre me han atraído todas estas cosas y creo que estaría bien recopilar aquí algo de información; ya que prácticamente todo lo que se puede encontrar en internet sobre este tema del coleccionismo musical está en inglés.
The Beatles: White Album
¿Y qué mejor forma de abrir fuego que con la primera edición del disco más grande de todos los tiempos?
Todos sabemos -es un decir- que los Beatles, aparte de ser, junto a Zappa y Ray Davies, los mejores compositores del Siglo XX, inventaron muchas cosas; pero no sé si también todos hemos reparado en lo que hicieron con el White Album. Y es que tuvieron la idea de editar cada ejemplar de este genial álbum con un numero de serie correlativo y, obviamente, diferente. Los fans, al comprar el disco, no se estaban llevando a sus casas una copia del Doble Blanco; se estaban llevando UN EJEMPLAR ÚNICO. Ya sé que esto es una absoluta pollada -al igual que tantas otras cosas que nos hacen vibrar o quitar el sueño-, pero el caso es que hay gente que mataría a su puñetera madre por tener uno de esos tempranos ejemplares, uno de esos con un número bajito y tal. El ejemplar que aparece en la foto de arriba, se vendió no hace mucho en eBay por la friolera de 19.201 libras esterlinas -haced cuentas-. Y es que no todo el mundo puede permitirse tener el número 0000005 del White Album, ¿estamos? Si tenemos en mente que los primeros cuatro ejemplares numerados debieron quedarse para los mismísimos Beatles, no creo que resulte demasiado descabellado pensar que ese number five es un pedazo de historia como un templo. ¿O no?
Pues esto es el coleccionismo, señores; buscar, rapiñar, pasarse años en mercadillos de segunda mano, gastarse auténticos pastones en fetiches y efecinquear en eBay hasta que se cae el dedo.
Terminaré añadiendo que, como resulta lógico, las ediciones posteriores de este disco ya no venían numeradas y uno tenía que conformarse con tener una copia más, del montón, de esta magna obra -como es mi triste caso-.
The Beatles: Yesterday And Today
Y, bueno, después de comentar un poco lo de esa pieza única, pasamos al santo grial del coleccionismo beatle: Yesterday and Today.
La Portada del Carnicero vio la luz, aunque muy poca, en los USA en 1966, poco antes de la publicación oficial de Revolver. No se sabe muy bien cómo fue aquello, pero algún directivo de Capitol -la filial de EMI Parlophone en Estados Unidos- dio el visto bueno a la portada para que pocas horas después otro ejecutivo, tal vez más gordo, decidiera retirar aquello de la venta lo antes posible, en plan autosecuestro de ejemplares. ¿Quién había sido el insensato que había permitido el lanzamiento de una portada tan horrorosa? Aquello no se podía consentir. Además, hacía demasiado poco tiempo que Lennon había soltado aquello de que los Beatles eran más famosos que Jesucristo y la Capitol tenía que velar más que nunca por la imagen de sus muchachos; eso de que aparecieran en una portada revueltos en sangre, muñones y vísceras, cual psicópatas, no ayudaba mucho, que digamos.
Hay muchas historias raras sobre la gestación de la Butcher Cover; la más esperpéntica, a mi juicio, es que fue una especie de venganza por parte de Lennon contra la mencionada filial de USA. Según los partidarios de esta teoría, el músico estaba hasta los cojones de que los americanos no respetaran el diseño original de sus discos y de sus portadas; que hicieran y deshicieran a su antojo, metiendo singles aquí y quitando canciones de allá... Es más, el propio Yesterday and Today ya incluía nada menos que tres temas que pertenecían al futuro Revolver. Lennon tenía que sublevarse y resarcirse de alguna forma. ¿¿??
Sea lo que fuere, el caso es que los ejemplares fueron pronto retirados y la Capitol se encontró en aquel momento con la tesitura de tener miles y miles de portadas, que habían costado un dinero, dadas por inservibles y destinadas al cubo de la basura. Pero entonces a uno de aquellos avispados empresarios, que no podían asimilar tamaño derroche, se le alumbró la bombilla -es frecuente en este tipo de buitres rendir mejor cuando están bajo presión- y concibió la brillantísima idea de tapar aquella portada tan fea con el simple añadido de un parche adherido con pegamento barato. El resultado fue lo que hoy es conocido como La Portada Del Segundo Estado -o algo parecido-.
La cosa es que unos parches quedaron mejor pegados que otros y, claro, lo suyo, para cualquier fan que se precie, es tratar de despegar el puto añadido ese, como sea. Si tienes suerte y logras deshacerte del parche, sin que la portada quede hecha unos zorros, tendrás la conocida como Portada del tercer Estado -la cual, como es obvio, se cotiza mejor que la de El Segundo-.
Pero aquí no acaba el asunto. El principal capitoste de la Capitol, el presidente Alan Livingston, como quien no quiere la cosa, guardó cuidadosamente en un armario -según él, ni se dio cuenta, fue un despiste- una caja con ejemplares originales ¡durante más de veinte años! ¿Qué pasa, que no miraba nunca en el jodido armario? El caso es que fue su hijo, Peter, quien los descubrió al mundo y, como es natural, se puso las botas: los primeros ejemplares los vendió a algunos coleccionistas por el módico precio de 1.000/2.000 dólares; los siguientes han alcanzado los 25.000. El muchacho incluso convenció a su padre para que firmara un acta notarial en la que se manifestase fehacientemente que aquellos eran los ejemplares genuinos e inmaculados, los míticos vinilos con la Butcher Cover.
La portada de marras también ha sido comercializada incluso sin llevar dentro el disco; y se ha cotizado bastante bien. Por otro lado, tenemos el mundillo de las réplicas; varias empresas japonesas se han dedicado desde hace años a lanzar al mercado absolutos calcos, cuidando hasta el más mínimo detalle.
No es fácil encontrar hoy en día una simple réplica de este disco que te salga por menos de 30 euros.
Por siempre, Beatles.
The Rolling Stones: Sticky Fingers
Ahora paso a comentar un disco bastante más asequible y localizable, pero que no deja de ser una pieza de colección -de hecho, es una de las más clásicas y recurrentes-.
Me estoy refiriendo, claro está, a la primera edición de Sticky Fingers, "El de la portada con la crem.allera de verdad".
Los Stones estrenaron sello discográfico a lo grande, encargando nada menos que a Andy Warhol el diseño del anagrama stoniano -"El de la lengua"- y el de su flamante disco, Sticky Fingers. La verdad es que la portada es un puntazo; el paquete de Mick en primer plano y una auténtica crem.allera que, al abrirla, deja al descubierto una imagen de una especie de velados matojos de pelos extraños. Estéticamente fue, y sigue siendo, un triunfo. Pero el caso es que la funcionalidad de la portada dejaba bastante que desear: la jodida crem.allera, de metal, era un peligro para el frágil vinilo interior; de tanto subirla y bajarla, la inmensa mayoría de portadas se jodían; había que cubrirla con una buena funda si no querías que, por acción del peso, al ponerla junto a otros discos en el estante, terminase por dañarse a sí misma o a la portada adyacente. Tal vez por esto existen muy pocas, relativamente hablando, portadas y vinilos que hayan llegado en perfecto estado hasta nuestros días. También hay que añadir que el primer prensaje no fue muy bueno, así que creo que hay que irse al de las matrices A1/B3 para obtener el mejor ejemplar en su edición original británica...
Porque si queremos el mejor de los mejores prensajes, nos tenemos que ir al japonés. Los LPs japoneses se cotizan muy alto. No sólo son los mejores prensajes del mundo, los más resistentes, también suelen llevar unos extras -posters, booklets, etc.- que los hacen muy atractivos.
La primera edición de este disco suele diferenciarse a simple vista por el label -en español, galleta-; con esa especie de sellos estampados que lleva. Aunque la referencia fundamental para localizar un disco en el tiempo es el número de las matrices -esos números y letras que hay grabados sobre el vinilo, junto al label-.
Pero este disco no es sólo célebre -obviando, claro está, su valor musical- por su portada original; la edición española es también todo un clásico, y a veces hasta puede cotizarse bastante más alto que la británica. También obra de Warhol, la spanish cover es, para muchos, incluso más atractiva y más morbosa que la de la crem.allera. Recordemos que era el año 1971 y que La Reserva Espiritual de Europa no podía consentir una portada paquetuda, así que los Stones se vieron obligados, si querían editar su disco en España, a buscarse otra cosa por ahí. Pero la concesión de la portada diferente no fue la única que hicieron los Stones a Paquito; también hubo que prescindir en el vinilo de la explícitamente drogainómana Sister Morphine para, tras un corte de unos 50 segundos de silencio, meter un cover en directo de Berry: Let It Rock. Creo que la cosa tiene los suficientes ingredientes para considerarse una pieza de colección.
Hay quien dice que la edición española original de 1971 lleva el anagrama en blanco y de un tamaño más grande. Otros dicen que ésta se corresponde con la de 1975. Yo no lo sé; tal vez coincidieran en el tiempo y se les acabó la tinta roja a los de la imprenta.
Y, bueno, para terminar con este mítico disco, nos vamos a ir ahora a una autentica rareza: un escasísimo prensaje promocional, en ¡MONO! Esto ya sí sale por una pasta.
Los discos promocionales suelen distinguirse a simple vista por tener el label de color blanco -aunque esto tampoco se puede generalizar-. Las compañías discográficas solían pasarles estas copias a las emisoras de radio y a los DJs de turno.
Existe el disco promocional por excelencia de los Stones pero, como no se trata de una copia de Sticky Fingers, lo dejaré para otro día.
The Kinks: Are The Village Green Preservation Society, edición USA
Ahora vamos a abordar el hermoso tema de atribuirle a un artículo, a sabiendas, determinadas propiedades que son totalmente falsas, con la sana intención de sacarle mucho más partido del que realmente merece:
https://cgi.ebay.es/THE-KINKS-Are-t...ms=65:1|66:2|39:1|240:1318|301:1|293:1|294:50
Este notas no sólo tiene los santos cojones de decir que eso se trata de un primera edición USA; en su afán por superarse a sí mismo, y superar también el pellizco de euros, va más allá y señala la fecha de lanzamiento del disco un año antes de que se prensara por vez primera . El caso es que le he enviado un mensaje en el que le expongo detalladamente que nasti, que esa no es la primera edición de ese LP; pero el hombre me responde que, bueno, tal vez tengo razón, pero que él ha visto a otros vendedores describir ese mismo artículo de igual forma y que él no va a ser menos -esto no es literal, pero es exactamente lo que me ha querido decir-.
Servidor, en su papel de paladín del coleccionismo comme il fault, hasta le ha enviado una foto de la verdadera primera edición:
¿Es el label el mismo? ¿A que no?...
Como parece ser que el hombre no es de los que se dejan convencer a la primera, hasta me he permitido el detalle de enviarle un enlace a una página donde se exponen detalladamente los diferentes labels empleados por la Warner en sus distintas etapas de existencia.
https://www.bsnpubs.com/warner/reprise/reprise6200.html
Creo que ahí se ve clarísimamente que el label que se corresponde con esa edición -el del período que va de 1.966 a 1.970- no se corresponde con el del disco que este hombre está intentando vender como un primer prensaje. Ni que decir tiene que al final el tío se ha hecho el completo longui.
Y es que hay mucho listo por el mundo, y uno tiene que informarse bien antes de soltar la pasta, ¿estamos?
The Rolling Stones y las ediciones DECCA de los años 60.
Bueno, ahora voy a comentar un poco el tema de los labels de los discos de los Stones con la DECCA; algo lioso para coleccionistas novatos.
UNBOXED RED LABEL. El palabro "unboxed" hace referencia al logo de DECCA sin enmarcar -típico de sus ediciones en los años 60-, y aparece como consecuencia de la necesidad de diferenciarlo del logo enmarcado -"boxed"- que sacó la compañía a finales de la década -concretamente, en 1969-; es decir, "unboxed" es un adjetivo ad hoc que viene a decirnos que el vinilo en cuestión se trata de una primera edición original; o sea, que si veis un disco editado antes del 69 con el logo de DECCA enmarcado, ya se trataría de una reedición -que se cotiza peor-. El adjetivo "red" hace referencia a que se trata de una grabación monoaural.
UNBOXED BLUE LABEL. Lo mismo que el anterior, sólo que ahora se trata de una grabación en estéreo. Las grabaciones en estéreo de por aquel entonces suelen ser más raras y se ven bastante menos -ergo salen más caras-.
En el año 1967 a la DECCA le dio por sacar un label de color diferente, también "unboxed", para las grabaciones mono. Esto se presta a confusiones, ya que la compañía siguió utilizando el de color rojo hasta 1969 -hablando de los Stones, hasta Let It Bleed-; con todo, este label no es de una reedición, es completamente original.
Y este es el correspondiente a las grabaciones en estéreo; ahora en color verde. Seguimos en el año 1967.
BOXED RED LABEL. En el mismo año de 1969, aparecieron en el mercado las versiones de Let It Bleed tanto con el "unboxed red label" como con el flamante "boxed red label" -con el logo de DECCA enmarcado-. Este disco fue el último de los Stones que la DECCA editó en sonido monoaural, al menos en su primera edición -después editaría muchísimos más con sonido mono, incluso lo sigue haciendo a día de hoy, pero ya obviamente se tratan de reediciones-. La versión original en mono de Let It Bleed, la de 1969, en buenas condiciones e incluyendo el póster que llevaba, se cotiza hoy en día a más de 300 euros.
BOXED BLUE LABEL. Exactamente lo mismo que sucedía con la versión del disco en estéreo: los dos tipos de label, compartiendo espacio y tiempo.
DÉCADA DE LOS 80, EN ADELANTE. El label empleado por DECCA hasta los últimos coletazos del vinilo.
Resumiendo:
UNBOXED ------ Hasta 1969
BOXED --------- De 1969, en adelante.
Si alguien quiere colar un boxed label como primera edición para un disco editado antes del 69, FAKE TOTAL.
Próximamente, más cosillas.