Sinopsis: Un abogado transforma su cuerpo y hace un voto de silencio, que no será roto hasta que encuentre a los asesinos de su mujer e hija y lleve a cabo su venganza.
Dirigida por un señor llamado Isaac Florentine, me la calcé ayer en Netflix sin esperar nada de nada. De hecho la peli empieza y dices "coño no llega a cutre pero por los pelos". El guión es de lo más típico y el planteamiento de la historia sin novedad. Los primeros 20 minutos de película no te estás suicidando pero realmente piensas "Buah, ñordo a babor".
Peeeeeeeero, resulta que cuando la peli arranca de verdad con el asesinato de la familia de Banderas, tanto el personaje como la propia peli se tornan más interesantes a cada minuto que pasa. El "descubrimiento" de lo que quiere hacer tras bajar a los infiernos del autopurgatorio, el libro de Marco Aurelio tan bien hilado y el definitivo voto de silencio que cierra el círculo con lo que dice el personaje en off al principio de la historia terminan molando, y mucho.
Como antagonista está Karl Urban, que cuando aparece piensas "joder qué gordo está", y luego resulta que no, que está el tío hecho un armario empotrado. Y además aparece Paz Vega (no tenía ni idea que salía en la peli), que sale... cómo decirlo... rara. No lo hace mal, pero está rara rara físicamente. Incluso dudé en la primera escena de si era ella.
Y después de un par de escenas chulas de hostias, todo desemboca en una pelea final muy bien coreografiada, sorprendentemente bien para lo que se podía esperar. Y ahí radica que esta peli tenga hilo propio, en que lo que parecía un mierdón descomunal con muchas posibilidades de ni terminar de verla, me haya parecido que se gana incluso algo más del aprobado raspado.
Un 6.