Anécdotas gimnasieras: gasolina, sangre y sudor

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Sekhmet

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4 Jul 2009
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#1 Estaba yo en una máquina de piernas del gimnasio, poniendo el culo duro cuando se me acercó un megalodón real. Un bicho de carnes secas y sin alma quería echarme de ahí, de mi sitio. Impregnado ya de mi sudor y de mi perfume.

Y me dice: ¿Te queda mucho?

Le respondo que sí, aunque en realidad no, pero por joder.

Hago 4 series de 10 por cada pierna, y luego 3 series de 12, en total unas 320 repeticiones calculo yo.

Al cabo de un rato me viene y me dice: Oye, que esa máquina la necesito yo más que tú.

Le miro las piernas:

shaq_o%C2%B4neal_shaquille_fichado_boston_celtics_gigante_verde_caricatura_humor_futbol_cuerdo_atacando.jpg

Le pido mil perdones: tienes razón, perdona, vaya piernas de mierda, no me había dado cuenta, perdón, perdón. Y me fui suplicando que algún día pudiera perdonarme
 
Esto ocurrió hace unos añitos ya.

Había un chaval en un gimnasio al que solía ir que era un motivadísimo de la vida, sin ser gran cosa se creía un Dorian Yates y nos llamaba a todos cada vez que iba a hacer por primera vez una serie con un peso que no había hecho nunca, (no sé si me estoy explicando bien, si él cómo maximo había levantado X en un ejercicio, nos llamaba a todos si alguna vez iba a levantar X+Y por primera vez).

Pues un día llega y nos dice a todos que va a hacer pecho en banca con dos mancuernas de 40 kg. y que vayamos a verlo, el tio venía motivadísimo y traía la B.S.O. de Conan en el móvil, que enchufó a un altavoz bluetooth para que sonase en toda la sala.

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Empieza la canción con un señor hablando y él cierra los ojos, se sienta en el banco y sus palmeros se preparan cada uno a un lado con la mancuerna lista para dársela. La canción llega a la parte de las trompetas ahí en plan CHAAAAAN CHAAAAAN y los tambores replicando. Todo el mundo en silencio mirando como el notas se tumba muy despacio en el banco y extiende los brazos hacia arriba. Empiezan a sonar los violines CHIIIIN CHIIIIIN TIROTIRORIIIIII. El tio motivadísimos que coge las dos mancuernas, sus palmeros se retiran un poco y baja por primera vez los brazos, cuando se dispone a subir para hacer la primera serie le llaman al móvil, se corta la BSO de Conan y empieza a sonar esto:

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Total que todo el gimnasio empieza a descojonarse, el tio se pone nervioso y se le caen las mancuernas al suelo. Se levanta hecho una furia diciendo que qué coño pasa aquí y resulta que uno de sus colegas le habia puesto ese tono de llamada y le había llamado al móvil justo en ese momento. El motivado de la vida casi le pega pero todos en plan venga hombre que era broma, inténtalo de nuevo y él que no, que le han jodido la concentración y que se ha hecho daño al caerse las mancuernas y se fue del gimnasio encabronado para volver ya la semana siguiente más calmado.

Ese día no pude terminar de entrenar de la risa que me dio, pero era mi día de pierna así que tampoco pasa nada.
 
A mí nunca nadie me ijo nada, ni para bien ni para mal. Me he encontrado con el típico acaparador de maquinitas, que suele ser el mismo que te ve y te dice que tiene para rato y tal. Lo máximo que me ha pasado es estar haciendo sientaladillas y sin pedirlo ponérseme un tío detrás a apollarme.
 
Creo que una vez conté en el mancuerchat la historia del chaval que se ponía pesas en los pies para aplanárselos porque le venía bien para su geometría sentadillera. Pues resulta que la criatura es entrenador titulado por el órgano de mis huevos al viento y cada vez que me ve tiene alguna pega. Hubo una época en la que se plantaba al lado de la máquina de remo y me gritaba «ojo el pecho, OJO EL PECHOOO», pero en cuanto veía que le iban a quitar el rack (su hábitat natural) se piraba, así que tampoco me importaba mucho. Pero es que ahora le ha dado por no dejarme hacer sentad1lla a mí. Se le ha metido en la cabeza que bajar hasta abajo es malo para yo qué sé qué y cada vez que me ve se le llevan los demonios.

Pero no ves que así te vas a hacer daño. Y además no levantas un cagao, si te quedases un poco más arriba podrías cargar mucho más.

—Pero es que entonces es media sentadilla y estoy haciendo otra cosa.

—Ya estamos. Pues ve a corregir a (inserte aquí nombre del tipo que le dio el título) también si te parece.

Acabo mis series de mierda mientras lo mando a paseo y luego le hablo del tiempo y se le pasa. Últimamente he cambiado el horario y gracias a lol no me molesta nadie. Jate que hasta lo echo de menos. Era como el «a la de tres».

Eso sí, ahora a quien me da instrucciones de mierda le digo que no acepto consejos de gente a la que no conozco y aquí paz y después gloria. Voy aprendiendo.

Luego he tenido un par de movidas con sendos nazis de mierda que han acabado en roja y expulsión de uno y cambio de gimnasio del otro. Pero esas no son divertidas.

En el vestuario femenino también abunda el LOL. Al ser un jiln de barrio se nutren principalmente de opositores a la madera y señoras que van a socializar. Cuando te pilla una de estas por banda es imposible escapar. Hace no mucho, a principios de verano, una vieja en pelotas me empezó a hablar de sus infecciones vaginales buscando camaradería y comprensión. Que fíjate que ya no me voy a poder poner ese vestido. Que si la lista de espera del médico. Todo esto con las tetas por los suelos mientras apoyaba una pierna en el banco y se untaba aceite corporal por las mantecas. Lo mejor de todo fue cuando apareció una conocida suya en escena, que debía de ser enfermera, y la agarró (literalmente) del brazo para contarle lo mismo que a mí y pedirle consejo.

—A ver... ¿tienes crema para las alergias? ¿Corticoides, talquistina...?
Tengo para los hongos de los pies.

La reacción de la otra fue como cuando Rajoy rechazó aquella pregunta de un periodista de la BBC. No sé cómo acabó porque me fui antes de que me lo pegase.

También tengo la de aquella vez que me cambié de gimnasio porque las bicis de spinning se desmontaban solas a mitad de sesión. Era como una ruleta rusa. Hacía que te metieras de verdad en la escalada, pensando que podría ser la última. Me encontré a un antiguo compañero por el barrio y me dijo que un señor acabó rompiéndose un tobillo y que poco después habían cerrado por reformas. Resultó ser un traspaso.
 
Última edición:
Cuando iba al gimnasio soviético de Castejón y me tocaba prensa, por no coger (¿sabéis que había escrito coger con j? así de cateto y de subnormal soy) todos los discos y mancuernas y joder al resto, pedía amablemente a alguien que se subiera encima y, en las mejores ocasiones, conseguí levantar 12 veces a dos chicas y unos cuantos discos.
 
Creo que una vez conté en el mancuerchat la historia del chaval que se ponía pesas en los pies para aplanárselos porque le venía bien para su geometría sentadillera. Pues resulta que la criatura es entrenador titulado por el órgano de mis huevos al viento y cada vez que me ve tiene alguna pega. Hubo una época en la que se plantaba al lado de la máquina de remo y me gritaba «ojo el pecho, OJO EL PECHOOO», pero en cuanto veía que le iban a quitar el rack (su hábitat natural) se piraba, así que tampoco me importaba mucho. Pero es que ahora le ha dado por no dejarme hacer sentad1lla a mí. Se le ha metido en la cabeza que bajar hasta abajo es malo para yo qué sé qué y cada vez que me ve se le llevan los demonios.

Pero no ves que así te vas a hacer daño. Y además no levantas un cagao, si te quedases un poco más arriba podrías cargar mucho más.

—Pero es que entonces es media sentadilla y estoy haciendo otra cosa.

—Ya estamos. Pues ve a corregir a (inserte aquí nombre del tipo que le dio el título) también si te parece.

Acabo mis series de mierda mientras lo mando a paseo y luego le hablo del tiempo y se le pasa. Últimamente he cambiado el horario y gracias a lol no me molesta nadie. Jate que hasta lo echo de menos. Era como el «a la de tres».

Eso sí, ahora a quien me da instrucciones de mierda le digo que no acepto consejos de gente a la que no conozco y aquí paz y después gloria. Voy aprendiendo.

Luego he tenido un par de movidas con sendos nazis de mierda que han acabado en roja y expulsión de uno y cambio de gimnasio del otro. Pero esas no son divertidas.

En el vestuario femenino también abunda el LOL. Al ser un jiln de barrio se nutren principalmente de opositores a la madera y señoras que van a socializar. Cuando te pilla una de estas por banda es imposible escapar. Hace no mucho, a principios de verano, una vieja en pelotas me empezó a hablar de sus infecciones vaginales buscando camaradería y comprensión. Que fíjate que ya no me voy a poder poner ese vestido. Que si la lista de espera del médico. Todo esto con las tetas por los suelos mientras apoyaba una pierna en el banco y se untaba aceite corporal por las mantecas. Lo mejor de todo fue cuando apareció una conocida suya en escena, que debía de ser enfermera, y la agarró (literalmente) del brazo para contarle lo mismo que a mí y pedirle consejo.

—A ver... ¿tienes crema para las alergias? ¿Corticoides, talquistina...?
Tengo para los hongos de los pies.

La reacción de la otra fue como cuando Rajoy rechazó aquella pregunta de un periodista de la BBC. No sé cómo acabó porque me fui antes de que me lo pegase.

También tengo la de aquella vez que me cambié de gimnasio porque las bicis de spinning se desmontaban solas a mitad de sesión. Era como una ruleta rusa. Hacía que te metieras de verdad en la escalada, pensando que podría ser la última. Me encontré a un antiguo compañero por el barrio y me dijo que un señor acabó rompiéndose un tobillo y que poco después habían cerrado por reformas. Resultó ser un traspaso.

¿Y no ha pensado qué quizás esté enamorado de usted?

Una situación en un gimnasio que me hizo mucho LOL fue esta.

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Una vez le pedí a un cani de gimnasio que me grabara mientras hacía peso muerto para ver si lo hacía bien. Pensé que sería buena idea porque el tío siempre me miraba con lascivia y que no tendría inconveniente.


Pues le di mi móvil y el chaval majísimo, con sus miradas de siempre, me grabó y yo le noté raro. Pero pensé que estaría impresionado por mi alto desarrollo y perfeccionamiento de la técnica.

Cuando vi el vídeo, me fui al vestidor rápidamente y me cambié sin decir ni mu a nadie. Salí disparada de ahí jurando que no volvería a pasar hambre.

En el vídeo se veían TODAS mis bragas cuando me agachaba. Unas bragas de flores así:

braguita-de-bikini-de-flores-lurex-bibana.jpg


Pero de mi talla, claro.
 
No me volvió a mirar con lascivia, EVIDENTEMENTE.
 
Estaba yo, cuando aún iba al gym(donde voy a ver pollas) del pueblo, tranquilamente hablando con otro parroquiano del fin de semana y de como la Jessi se había metido a follar con el cadenas en el baño de la discoteca de moda, cuando entraron. Tres chavalitos de 15 años, no habían visto una pesa en su vida y venían a apuntarse.
Les coge los datos el monitor y les enseña la zona de máquinas, cuando va a recomendarles una serie de ejercicios para que vayan introduciéndose le corta el jefecillo del trío, el cual tenía una pinta similar a esta:

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"Nah tranquilo, ya he estado en más gimnasios y he traído mi tabla."

Saca una servilleta con unos garabatos ininteligibles.

El monitor se aguantó la risa y dijo "vosotros mismos". Ni cortos, ni perezosos se fueron al banco, colocaron la barra, cargaron 40kg a cada lado y lo que sucedió a continuación os sorprenderá.

Así, pero la pesa sacándola entre los tres, que seguro que alguno acabó herniado para la eternidad
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Se escuchó el "¡¡¡Juan, Juan, Juan!!!" (el nombre del monitor) por todo el gimnasio.

No volvieron.
 
Creo que una vez conté en el mancuerchat la historia del chaval que se ponía pesas en los pies para aplanárselos porque le venía bien para su geometría sentadillera. Pues resulta que la criatura es entrenador titulado por el órgano de mis huevos al viento y cada vez que me ve tiene alguna pega. Hubo una época en la que se plantaba al lado de la máquina de remo y me gritaba «ojo el pecho, OJO EL PECHOOO», pero en cuanto veía que le iban a quitar el rack (su hábitat natural) se piraba, así que tampoco me importaba mucho. Pero es que ahora le ha dado por no dejarme hacer sentad1lla a mí. Se le ha metido en la cabeza que bajar hasta abajo es malo para yo qué sé qué y cada vez que me ve se le llevan los demonios.

Pero no ves que así te vas a hacer daño. Y además no levantas un cagao, si te quedases un poco más arriba podrías cargar mucho más.

—Pero es que entonces es media sentadilla y estoy haciendo otra cosa.

—Ya estamos. Pues ve a corregir a (inserte aquí nombre del tipo que le dio el título) también si te parece.

Acabo mis series de mierda mientras lo mando a paseo y luego le hablo del tiempo y se le pasa. Últimamente he cambiado el horario y gracias a lol no me molesta nadie. Jate que hasta lo echo de menos. Era como el «a la de tres».

Eso sí, ahora a quien me da instrucciones de mierda le digo que no acepto consejos de gente a la que no conozco y aquí paz y después gloria. Voy aprendiendo.

Luego he tenido un par de movidas con sendos nazis de mierda que han acabado en roja y expulsión de uno y cambio de gimnasio del otro. Pero esas no son divertidas.

En el vestuario femenino también abunda el LOL. Al ser un jiln de barrio se nutren principalmente de opositores a la madera y señoras que van a socializar. Cuando te pilla una de estas por banda es imposible escapar. Hace no mucho, a principios de verano, una vieja en pelotas me empezó a hablar de sus infecciones vaginales buscando camaradería y comprensión. Que fíjate que ya no me voy a poder poner ese vestido. Que si la lista de espera del médico. Todo esto con las tetas por los suelos mientras apoyaba una pierna en el banco y se untaba aceite corporal por las mantecas. Lo mejor de todo fue cuando apareció una conocida suya en escena, que debía de ser enfermera, y la agarró (literalmente) del brazo para contarle lo mismo que a mí y pedirle consejo.

—A ver... ¿tienes crema para las alergias? ¿Corticoides, talquistina...?
Tengo para los hongos de los pies.

La reacción de la otra fue como cuando Rajoy rechazó aquella pregunta de un periodista de la BBC. No sé cómo acabó porque me fui antes de que me lo pegase.

También tengo la de aquella vez que me cambié de gimnasio porque las bicis de spinning se desmontaban solas a mitad de sesión. Era como una ruleta rusa. Hacía que te metieras de verdad en la escalada, pensando que podría ser la última. Me encontré a un antiguo compañero por el barrio y me dijo que un señor acabó rompiéndose un tobillo y que poco después habían cerrado por reformas. Resultó ser un traspaso.
Clásicos clasiquísimos, los cansinos que vienen a corregirte la técnica sin haber hecho el ejercicio en su vida y las chapas siderales.

-¿Qué ejercicio estás haciendo?
-Remo con barra, horizontal, a 90 grados.
-Ah, pues no deberías hacerlo así, lo estás haciendo mal.
-¿Ah?
-Deberías ponerte así (el tipo me hace una demostración, con la espalda a 45 grados más o menos, más vertical) y sin que la barra toque el suelo.
-Pero si me pongo así ya no es remo horizontal, ya no es remo a 90 grados.
-cani_tatuado.exe has crashed.

Y con las sentad¡llas y el "premoh, no vajes tantoh" ya he perdido la cuenta. Normalmente trato de ser amable con este tipo de gente porque la mayoría, aunque no tenga ni zorra, lo hacen con buena voluntad. Con los que vienen a dar la turra sí que no tengo paciencia, les corto el rollo rápido. Los últimos fueron una maruja contándome lo mala de boca que ha sido siempre su hija, que de pequeñita no quería comer de nada, y un @Mencey hablándome de de tomar zumo de limón en ayunas para desintoxicar, algo de escuchar a nuestro cuerpo y que el veganismo evitar el cáncer.
 
Pues así recientes, me quisieron echar de un gimnasio.

No asesoro profesionalmente a nadie, pero sí que tengo algunos amigos de toda la vida a los que oriento ocasionalmente y de vez en cuando comparto un entreno con ellos. A veces nos reunimos tres o cuatro o todos los que se quieran apuntar, evidentemente sin pagar nada, y cuando somos demasiados nos repartimos en grupos para entrenar cosas distintas o ir en órdenes diferentes. Pues no hace mucho en el gimnasio de uno se ellos se me comunicó que iba contra las normas del centro ofrecer servicios de entrenamiento personal y que además habían recibido quejas porque ocupábamos máquinas.

Lo malo es que no es la primera vez. Los gimnasios se parecen cada vez más a una discoteca.
 
Última edición por un moderador:
Pues así recientes, me quisieron echar de un gimnasio.

No asesoro profesionalmente a nadie, pero sí que tengo algunos amigos de toda la vida a los que oriento ocasionalmente y de vez en cuando comparto un entreno con ellos. A veces nos reunimos tres o cuatro o todos los que se quieran apuntar, evidentemente sin pagar nada, y cuando somos demasiados nos repartimos en grupos para entrenar cosas distintas o ir en órdenes diferentes. Pues no hace mucho en el gimnasio de uno se ellos se me comunicó que iba contra las normas del centro ofrecer servicios de entrenamiento personal y que además habían recibido quejas porque ocupábamos máquinas.

Lo malo es que no es la primera vez. Los gimnasios se parecen cada vez más a una discoteca.

Me ha pasado igual en los museos y otros sitios turísiticos, si vas con alguien no puedes explicarle un cuadro o la historia de un edificio si no eres un guía autorizado, me parece una gitanada. En gimnasios me parece más normal porque puedes dar un mal consejo y joderle algo a alguien que cargue demasiado peso y tenga una mala postura, que entonces la responsabilidad puede recaer sobre el gimnasio y no sobre ti.

Luego está eso que dices de ocupar máquinas, a mí sí que me ha pasado lo de estar en una máquina y venir un monitor a decirme que me tenía que ir porque había un usuario del gimnasio que la necesitaba, yo le dije que se esperase, que estaba yo primero y él me dijo que no, porque este usuario había contratado una sesión de entrenamiento personalizado y tenía preferencia en las máquinas. Obviamente lo primero que hice fue darme de baja.

Al parecer hay gente que paga la cuota del gimnasio y luego además paga a un entrenador del propio gimnasio para que esté a su lado mientras entrena y le vaya motivando gritándole cosas. :53:
 
Me ha pasado igual en los museos y otros sitios turísiticos, si vas con alguien no puedes explicarle un cuadro o la historia de un edificio si no eres un guía autorizado, me parece una gitanada. En gimnasios me parece más normal porque puedes dar un mal consejo y joderle algo a alguien que cargue demasiado peso y tenga una mala postura, que entonces la responsabilidad puede recaer sobre el gimnasio y no sobre ti.

Luego está eso que dices de ocupar máquinas, a mí sí que me ha pasado lo de estar en una máquina y venir un monitor a decirme que me tenía que ir porque había un usuario del gimnasio que la necesitaba, yo le dije que se esperase, que estaba yo primero y él me dijo que no, porque este usuario había contratado una sesión de entrenamiento personalizado y tenía preferencia en las máquinas. Obviamente lo primero que hice fue darme de baja.

Al parecer hay gente que paga la cuota del gimnasio y luego además paga a un entrenador del propio gimnasio para que esté a su lado mientras entrena y le vaya motivando gritándole cosas. :53:

Sí, hasta cierto punto es comprensible, lo que pasa es que yo no estaba entrenando a nadie, también estaba entrenando yo. Con ellos, no a ellos. Somos amigos y entrenamos todos juntos.

La excusa de ocupar máquinas me parece ridícula, porque nunca hemos tenido problemas en esperar o turnarnos con quien sea o invitarlo a que se uniera a nosotros e ir alternando. Me parece lamentable que se llame la atención a gente que paga religiosamente su cuota como todos los demás por hacer lo que se supone que se debe hacer en un gimnasio, que es entrenar. Sobre todo si quien lo hace son monitores que la única preocupación que tienen (cuando no estamos nosotros, claro) es ligar con usuarias, el aire acondicionado y estar de charlita.
 
Última edición por un moderador:
Me parece lamentable que se llame la atención a gente que paga religiosamente su cuota como todos los demás por hacer lo que se supone que se debe hacer en un gimnasio, que es entrenar.

Por esto mismo dejé de ir yo a gimnasios masificados (ahora entreno en mi garaje), se nos llegó a llamar la atención porque "acaparabamos demasiados discos", vamos, que tirabamos en sentadilla con 120kg y no había discos suficientes.

Nuestra respuesta: "Compra más material" no sentó bien y comenzó una larga contienda en la cual hasta llegaban a quitar el aire acondicionado si sólo estábamos entrenando nosotros en verano. :lol:
 
Por esto mismo dejé de ir yo a gimnasios masificados (ahora entreno en mi garaje), se nos llegó a llamar la atención porque "acaparabamos demasiados discos", vamos, que tirabamos en sentadilla con 120kg y no había discos suficientes.

Nuestra respuesta: "Compra más material" no sentó bien y comenzó una larga contienda en la cual hasta llegaban a quitar el aire acondicionado si sólo estábamos entrenando nosotros en verano. :lol:

Sí, correcto. Era un McFit. También quisieron echarme de un DIR porque no me correspondía con el perfil de cliente target de la política de la empresa, y eso es literal.

Es curioso, porque en sitios cochambrosos y dejados de la mano de Dios se respeta el ambiente de trabajo y nunca he tenido ningún problema. Es más, me han invitado a ir con cuanta más gente mejor.
 
Luego está eso que dices de ocupar máquinas, a mí sí que me ha pasado lo de estar en una máquina y venir un monitor a decirme que me tenía que ir porque había un usuario del gimnasio que la necesitaba, yo le dije que se esperase, que estaba yo primero y él me dijo que no, porque este usuario había contratado una sesión de entrenamiento personalizado y tenía preferencia en las máquinas. Obviamente lo primero que hice fue darme de baja.
Pues aparte de darte de baja, y aunque suene a abuelo cascarrabias, quizás tendrías que haber pedido que lo hicieran inmediatamente, que te devolvieran el dinero y una hoja de reclamaciones. Pero qué puto asco.

En mi gimnasio no hay usuarios de primera y de segunda, pero sí un cani cuarentón profundamente imbécil que debe creer que paga más que los demás o algo, porque siempre está bufando y maldiciendo por lo bajo porque la máquina que le toca está ocupada y tiene que esperar 5 minutos, porque otra persona está usando las mancuernas que necesita, etc. Nadie lo aguanta y por ser tan gilipollas consigue el efecto contrario. La gente se estira en el aparato de turno cuando se percata del asunto para putearlo.

La excusa de ocupar máquinas me parece ridícula
A mí no me parece ridícula, es que directamente no la entiendo. Uno paga la cuota mensual del gimnasio para acceder a él y ocupar (usar) el equipamiento que hay dentro, ¿no? ¿Qué cojones significa eso de "quejas por ocupar máquinas"? ¿Estar mucho tiempo en una? ¿Usar varias al mismo tiempo? Alguna vez he visto a algún pavo haciendo un circuito y pretendiendo que 6 o 7 máquinas estén exclusivamente a su disposición durante tres cuartos de hora. En casos así, que no sé si es el tuyo, quizás pueda medio entenderse, pero vamos, que esa es la gracia de ir a un gimnasio, usar los trastos que allí están.
 
Última edición por un moderador:
A mí no me parece ridícula, es que directamente no la entiendo. Uno paga la cuota mensual del gimnasio para acceder a él y ocupar (usar) el equipamiento que hay dentro, ¿no? ¿Qué cojones significa eso de "quejas por ocupar máquinas"? ¿Estar mucho tiempo en una? ¿Usar varias al mismo tiempo?

Quitarle el sitio a la gente para que use el whatsapp, consulte su facebook o se haga selfies.
 
¿Y no ha pensado qué quizás esté enamorado de usted?

Una situación en un gimnasio que me hizo mucho LOL fue esta.

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Lol.

Lo del enamoramiento no creo. Me esfuerzo mucho por parecer bollera y además hace tiempo que sólo voy con pantalones de futbito y camisetas de propaganda del Gobierno de Aragón por razones que listo más abajo.


Una vez le pedí a un cani de gimnasio que me grabara mientras hacía peso muerto para ver si lo hacía bien. Pensé que sería buena idea porque el tío siempre me miraba con lascivia y que no tendría inconveniente.

A mí una vez en el gimnasio de las bicis rotas me grabaron pero destrangis, pensando que no me daría cuenta. El tío colocó el móvil encima de un biberón de esos que llevan las mariconas con la papilla de edulcorantes y soja. Tendría 18 años entonces y no dije nada por vergüenza. Dejé de llevar mallas desde ese día y hasta hoy. Me lo llegan a hacer ahora y les meto la barra por el culo con discos y todo.


Clásicos clasiquísimos, los cansinos que vienen a corregirte la técnica sin haber hecho el ejercicio en su vida y las chapas siderales.

Pensaba que a los onvres esas cosas no os pasaban. Eso es que no estamos lo suficientemente petaos como para dar miedo y que no se nos acerque ni cristo.

Lo de la nutrición es otro lol. Gente que está todavía más cuerpoescombro que yo tomando bcaas de esos que no valen para nada salvo que estés preparando un mister lolympia y comiendo por cinco. Luego que si la bulimia.

También me acuerdo del día en el que un entrenadorzuelo que tienen a sueldo para cubrir las horas valle volvió de luna de miel y dijo que había estado a huevos cocidos y arroz blanco. Se habían ido a China un mes y el tío comiendo de supermercado porque no se fiaba de las macros. Casi lo reviento ahí mismo.
 
El año pasado estaba yo saliendo del gimnasio con un cabreo tremendo porque tenía que estudiar. Salía de ahí con ganas de morirme sobre las 6 de la tarde, sin ánimo de nada y sabiendo que en casa me esperaban 4 torres de apuntes.

Total, que salgo de mi gimnasio y me siento en las escaleras. Yo estaba filosofando en mi cabeza y ahí yo con mi lío mental, que si lo dejo todo, que si me mato, que si me dejo viva, en fin. Que pasan dos moros (era el mes de ramadán), que venían cada tarde a saludar a sus amigos del gimnasio porque claro, entrenar no podían. Yo seguía sentada en la escalera, pero sin estorbar el paso. El moro con su camiseta Nike ultra XXXXXL como si fuera un jugador de la NBA me dice que si me aparto de malas formas. Le digo que tiene espacio para pasar y me empiezan a mirar como si fueran putos blancos con derechos y me dicen que van a entrar a hablar con el dueño, que estoy estorbando.

Yo me levanté. En la mano, llevaba una botella de agua fría medio vacía. Sin pensarlo, casi por instinto, moví la muñeca y empapé a los moros, echándoles el agua que quedaba en la botella sobre la camiseta Nike. Ellos, también por instinto, me dieron un empujón, pero al ver que habían tocado a una mujer me pidieron perdón.

Agua fría en un día calurosísimo de ramadán. Me amo.
 
Pensaba que a los onvres esas cosas no os pasaban. Eso es que no estamos lo suficientemente petaos como para dar miedo y que no se nos acerque ni cristo.
Bueno, tú estás tísica y yo soy un puto gordo. Si a eso le sumas hacer ejercicios básicos con peso libre que el shurmano medio estándar no ha visto ni en vídeos de Youtube, entrenar 5x5 en vez del mítico/típico 4x10, etc., pues tienes el cóctel completo para que se acerquen a dar el coñazo. Ahora, que he ido metiendo discos en la sentad¡illa y en el peso muerto, ya no me dan tanto la turra, la verdad. No tanto porque yo mueva grandes marcas sino porque son, el 90%, unos patas de canario.

Agua fría en un día calurosísimo de ramadán. Me amo.
:lol:
 
Última edición por un moderador:
En mi ginlasio conozco a toda la gente con la que coincido horariamente, y si no directamente, sí de vista o referencias. En su tiempo sí vino un subnormal (que además debió ser un cliente ocasional porque no lo volví a ver) que me quiso corregir (mal, claro) no sé qué y le dije que me dejaría aconsejar por alguien que supiera más que yo, no aquel a quien había visto hacer TODOS los ejercicios mal técnicamente y que, en todo caso, cuando moviese el peso que yo que me avisara. Estaba cerca el dueño del gins, con el que yo entrenaba a diario, y se empezó a descojonar allí mismo junto con otros dos o tres parroquianos habituales.

Hará un par de años otro que también estaba de paso que sacaba entradas de día (era un feriante rumano o búlgaro o algo así, no es coña) sin venir a cuento me retó con bastante mala baba (yo estaba bromeando con mis compañeros, la cosa no iba con él ni de lejos porque además ni lo conocía) y acepté y lo cité para hacer al día a hacer sientadillas debiendo él repetir el peso con el que yo tirara. Balbució no sé qué pero el caso es que no lo volví a ver hasta pasados bastantes días y se hizo el loco.

En cuanto a mí no corrijo a nadie salvo que tenga mucha confianza, sea alguien mayor que vea positivamente que se puede hacer daño o situaciones muy muy puntuales. Y si está cerca el dueño, se lo dijo por lo bajini para que lo vea y lo haga él, que es quien debe. Además no tengo nivel como para ir más allá de pequeños consejos ocasionales a quien los merece y aprecia.

Edito: Una vez haciendo sientadillas se me rompieron las mallas y se me quedaron los huevos colganderos. Por supuesto acabé la serie. Aluego el dueño del gins me dejó unos pantalones de deporte. Estaban limpios :sad:.
 
Última edición:
Estoy buscando un Gymlasio en La Herradura (Granada-Africa) y resulta que cierran a las 22:00h: asi no hay manera de hipertrofiar.
 
A ver si voy a ser el único que va a un hipermegagim baratón porque está subvencionado por el ayuntamiento, donde sólo 4 vamos a hacer deporte de verdad. Lo peor es que no se puede seguir un plan serio porque hay demasiada gente y no puedes hacer siempre lo que te toca. Pero bueno, que sale a leuro diario y tiene pisci.
 
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