Hay gorrillas y gorrillas oiga, no todo son muertos de hambre. Debemos distinguir entre:
El gorrilla institucional: Este va con traje gastado como de policia municipal, el cual al aparcarte te da un ticket como de una asociación de minusválidos -no sé de que tipo, porque algunos corren los 100 metros en 10 segundos- al tiempo que baja la vista y dice, con voz entrecortada "Son 3 euros". Cuando uno duda de si el sitio es correcto el tipo suelta "Bueno, por mí bien, pero yo no me fiaria", con lo que uno no sabe si pedir que le devuelvan los 3 euros o meterle una hostia. Suele habitar en municipios costeros (especialmente los gobernados por el PSOE)
El pseudogorrilla: Aparece cuando el gorrilla institucional se va a casa. Es el típico borrachuzo de barrio el cual, ataviado con una gorra de marinero o bedel de los de antes, te busca un sitio apañao y por una propinilla extra se encarga de que nadie se acerque a tu coche. La mejor relación calidad precio
El yonqui: El lenguaje soez y la auséncia de gorra delatan a este ejemplar. Suele habitar en polígonos industriales en los que se encuentran discotecas y demás, acercandose a sus clientes de forma amenazante con lo que el resto del pasaje se escuda en el conductor en el momento en que el yonqui pide sus 50 céntimos para aparcar y "vigilar" el coche. Entrecomillo vigilar porque muchas veces vuelves a tu automóvil y encuentras que tu radio-cd y las 4 ruedas han desaparecido junto con el yonqui.
Estas son, claro está, las especies de autóctonas. Los desgraciados de toda la vida. Así pues, me uno al grito anti-rumano/subsahariano pues, mientras un solo mendigo español esté sin esquina donde pedir, no podemos permitir este intrusismo en la picaresca española.
La semana que viene: "Como evitar a gorrillas y aparcacoches"