paradox
Veterano
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Aun recuerdo aquel momento en el que el Dr bajó a mi amigo Tuiti el canario ( siempre y constatemente perseguido por el gato Silvestre ) hasta los pies.
Mi colega todavía emocionado nos mostraba toda su virilidad anticipada en la calle , visiblemente alterado y con una voz entrecortada , de su boca salian frases incoherentes.
Más tarde pasé por el quirófano para corregir el poco acierto urológico del Dr.
Todos miraban como jodidos maniacos , con ojos de pseudo prostitutas filipinas de 11 años. Yo me mantuve en mi sitio, como siempre , el mar de la tranquilidad inundaba mis venas , aquel día le robé a la luna uno de sus mayores encantos.
Mi colega todavía emocionado nos mostraba toda su virilidad anticipada en la calle , visiblemente alterado y con una voz entrecortada , de su boca salian frases incoherentes.
Más tarde pasé por el quirófano para corregir el poco acierto urológico del Dr.
Todos miraban como jodidos maniacos , con ojos de pseudo prostitutas filipinas de 11 años. Yo me mantuve en mi sitio, como siempre , el mar de la tranquilidad inundaba mis venas , aquel día le robé a la luna uno de sus mayores encantos.