PERVERTMAN
The Definitive LOLaster
- Registro
- 9 Jun 2003
- Mensajes
- 9.755
- Reacciones
- 36
Anoche, de mañana, volvía al barrio con los colegas después de una noche de farra, farla y taladradas varias.
De pronto, muy cerca de casa, al parar en un semáforo vimos a unos subseres de aspecto simiesco aproximarse lentamente en manada, bamboleándose, haciendo gestos chulescos con manos y brazos. Iban ataviados con bandanas y pañuelos varios, camisetas de baloncesto, colgantes y cadenas, al mismo tiempo que proferían una extraña jerga ininteligible.
Cuando estuvieron más cerca ya no tuvimos ninguna duda: eran tres niñatos que no tendrían más de 16 años que iban por ahí andando como si hubieran pasado tres días montando a caballo y rapeando como si fueran un ripio absurdo de eminem. Tres jóvenes procedentes de macacolandia que iban de Latin Kings y que no llegaban ni a Burger Kings.
Cuando pasaron por el paso del cebra del semáforo en el que estábamos parados, no sin antes mirarnos como si el barrio fuera suyo, estuvimos más que tentados de pisar el acelerador y machacar sus jodidas cabezas de australopithecus contra el jodido asfalto.
Al final nos contuvimos y sólo nos partimos la polla de ellos y les dijimos de subnormales para arriba, mientras los aprendices de simio simplemente aceleraban el paso y se perdían en la jungla urbana.
Esta ha sido la crónica de un fugaz momento en una ciudad española, cada vez más indistinguible de cualquier barrio del Bronx. A mi me da lo mismo y me importa tres cojones. La especie humana merece morir de todos modos, sean Ñetas de Lima o domingueros de Móstoles.
Para reyes me pido el Grand Theft Auto: nuclear armaggeddon
Yeah, panas.
PD: Ta tarde triunfo, jijiji
De pronto, muy cerca de casa, al parar en un semáforo vimos a unos subseres de aspecto simiesco aproximarse lentamente en manada, bamboleándose, haciendo gestos chulescos con manos y brazos. Iban ataviados con bandanas y pañuelos varios, camisetas de baloncesto, colgantes y cadenas, al mismo tiempo que proferían una extraña jerga ininteligible.
Cuando estuvieron más cerca ya no tuvimos ninguna duda: eran tres niñatos que no tendrían más de 16 años que iban por ahí andando como si hubieran pasado tres días montando a caballo y rapeando como si fueran un ripio absurdo de eminem. Tres jóvenes procedentes de macacolandia que iban de Latin Kings y que no llegaban ni a Burger Kings.
Cuando pasaron por el paso del cebra del semáforo en el que estábamos parados, no sin antes mirarnos como si el barrio fuera suyo, estuvimos más que tentados de pisar el acelerador y machacar sus jodidas cabezas de australopithecus contra el jodido asfalto.
Al final nos contuvimos y sólo nos partimos la polla de ellos y les dijimos de subnormales para arriba, mientras los aprendices de simio simplemente aceleraban el paso y se perdían en la jungla urbana.
Esta ha sido la crónica de un fugaz momento en una ciudad española, cada vez más indistinguible de cualquier barrio del Bronx. A mi me da lo mismo y me importa tres cojones. La especie humana merece morir de todos modos, sean Ñetas de Lima o domingueros de Móstoles.
Para reyes me pido el Grand Theft Auto: nuclear armaggeddon

Yeah, panas.
PD: Ta tarde triunfo, jijiji