Bailén, 199 años.

Catullus

RangoVeterano
Registro
7 Mar 2007
Mensajes
1.238
Reacciones
0
Hoy día 19 de julio han pasado ya 199 años desde que tuviera lugar aquella gloriosa batalla en la que aplastamos al ejército invasor francés.
Veamos una pequeña reseña acerca de la batalla, extraída de la wikipedia, la cual podrá darnos una somera idea de lo que fue.

Batalla de la Guerra de la Independencia Española, que supuso la primera derrota en la historia del potentísimo ejército napoleónico, la Grande Armée. Tuvo lugar el 19 de julio de 1808 junto a la ciudad jienense de Bailén. Enfrentó a un ejército francés de unos 21.000 soldados al mando del general Dupont con otro español ligeramente más numeroso (unos 24.000) al mando del general Castaños. El ejército francés fue derrotado y hecho prisionero, en lo que supuso la primera derrota militar de Napoleón. En esta batalla se distinguió el futuro Libertador de Argentina, Chile y Perú, José de San Martín, por entonces ya veterano oficial de carrera del ejército español.

El general Dupont, tras su victoria en la batalla de Puente Alcolea y tras tomar y saquear Córdoba, se preocupó al saber que el general Castaños estaba organizando un ejército que podía cortarle su comunicación con Madrid, y dejarle sin bases apropiadas para mantener su avance entre poblaciones hostiles, por lo que abandonó Córdoba y se recogió al amparo de Andújar, donde estableció su cuartel general.

f_bailen.jpg


Por su parte, Castaños puso en pie su ejército tomando como base los antiguos cuerpos militares, a los que se sumaron reclutas de las Juntas Provinciales de Andalucía. Desde su cuartel general en Utrera se dirigió a Sierra Morena para cortar las comunicaciones con el centro de la Península a las tropas francesas en Andalucía.

El general Castaños, en una serie de osadas maniobras, desplazó su ejército de día y de noche, cambiando constantemente de dirección, de manera que las tropas francesas no pudiesen estar seguras de sus intenciones, mientras él se mantenía perfectamente al corriente de los movimientos franceses a través de los paisanos. Ante ello, el general Dupont, envió parte importante de sus fuerzas a La Carolina, con la intención de proteger el paso hacia Madrid de un posible ataque de Castaños, lo que le hubiese supuesto la incomunicación que tanto temía. Pero éste había realizado todos sus movimientos precisamente con la intención de forzar a Dupont a dividir sus fuerzas; se cumplía así la primera condición que Castaños había imaginado como necesaria para la victoria española.

Dupont, desde Andújar, no se atrevió a plantear una batalla a las fuerzas de Castaños, y prefirió retroceder, buscando enlazar con las otras tropas francesas mandadas por los generales Vedel y Dufour, que venían en su ayuda y que estaban ya casi en el límite de la provincia. Al dirigirse con esa intención a Bailén el 18 de julio, se encontró con las tropas de Castaños que en esos momentos salían de la ciudad, y allí mismo se entabló la batalla.

nap.jpg


El hecho de que el enfrentamiento tuviese lugar a las mismas puertas de Bailén pudo ser decisivo para la victoria española: la población local apoyó en todo cuanto pudo a sus tropas; la ayuda más importante fue sin duda el suministro de agua para los soldados, en un día que los cronistas señalan como "especialmente caluroso" —en una región que ya de por sí registra elevadísimas temperaturas en esa época—. El suministro de agua no fue menos importante para las piezas de la excelente artillería española, que no dejaron de cumplir su cometido contra las tropas francesas; en el bando contrario, sin embargo, la efectividad de la artillería estuvo sustancialmente reducida por el exceso de calentamiento de los cañones.

Después de varios episodios de lucha muy virulenta, en unas condiciones climáticas asfixiantes, el general Dupont, fue derrotado por las tropas del general Castaños antes de que las tropas del general francés Vedel, que volvían desde La Carolina al haber finalmente adivinado las intenciones del general Castaños, pudieran unirse a él. Unos 17.600 soldados franceses depusieron sus armas.

Las condiciones de rendición fueron suaves e incluían que las tropas francesas fueran repatriadas a Francia. Sin embargo, estas condiciones no fueron cumplidas nunca: aunque Dupont y sus oficiales fueron liberados y trasladados a Francia, sus hombres fueron deportados a la desolada isla de Cabrera. No más de la mitad seguían vivos al finalizar la guerra.

La derrota del general Dupont en Bailén tuvo graves consecuencias para el esfuerzo de guerra francés. La noticia se extendió por toda la península y forzó al rey José I Bonaparte a abandonar Madrid, además de poner en duda la aparente invencibilidad de los franceses. Napoleón tuvo que acudir a la península con un nuevo y numeroso ejército para consolidar su dominio.

En el escudo de la ciudad de Bailén figura en lugar preferente un cántaro, que se dice representa a María Bellido; según la tradición, esta mujer habría utilizado el cántaro precisamente para suministrar agua a los soldados españoles; parece más bien, sin embargo, que se trata de un personificación simbólica: todo el conjunto de la ciudad habría colaborado con ese suministro durante la batalla, y el personaje de María Bellido se habría creado precisamente para personalizar el gesto.


Rendici%C3%B3n_de_Bail%C3%A9n.jpg



Añado también un artículo de Pérez-Reverte.

El día que cobraron los gabachos

ARTURO PÉREZ-REVERTE | XLSemanal | 15 de julio de 2007

Hoy toca batallita, porque es buena fecha. El 19 de julio de 1808, a un ejército francés de 20.000 fulanos que se retiraba desde Andújar hacia Despeñaperros lo hizo polvo, en Bailén, una fuerza de tropas regulares y paisanos españoles. Y como aquél fue el primer desastre napoleónico en Europa, y también la primera vez que un ejército imperial capituló por la patilla, hoy me apetece recordarlo. Más que nada, porque ni siquiera estoy seguro de que el asunto figure todavía en los libros del cole. Se trata de una batalla, con gente haciéndose pupa; todo lo contrario, en fin, del diálogo de civilizaciones y el buen rollito macabeo, acostumbrados como estamos a confundir Historia con reacción, memoria con guerra civil del 36, pacifismo con izquierda, guerra con derecha y militares con fascistas. Pero la cosa no es nueva. Los complejos y la soplapollez no son exclusivos de ningún partido político. Hace décadas que para los sucesivos titulares y titularas de Cultura y de Educación españoles, las batallas tienen mala prensa. Da igual que sin ellas la Historia sea incomprensible. Mejor olvidarlas, para no contaminar de violencia militarista a nuestros futuros analfabetos. Además, en innumerables batallas y durante ocho siglos, aquí –era lo que había– se escabecharon moros. Figúrense. Genocidio, etcétera. Santiago y cierra España. Para qué les voy a contar.

Pero bueno. Estupideces aparte, lo de Bailén fue un puntazo. Y oigan. Si hay quien jalea goles del Madrid, o del Barça, por qué no aplaudir la goleada aquella. No fue una final de liga, pero sí un partido de infarto. Nadie le había dado nunca una somanta como ésa a los dueños de Europa. Y se la dimos. O se la dieron los que hace ahora ciento noventa y nueve años aguantaron toda una mañana, frente al pueblecito de Bailén, las acometidas del ejército gabacho del Petit Cabrón. Aunque luego nuestra fanfarria patriotera le echara demasiados adornos al asunto, lo cierto es que aquello no fue un prodigio de competencia militar, ni por parte franchute ni por la nuestra. Hubo coraje y sacrificio por ambos bandos, con cuarenta grados a la sombra y sin una gota de agua que llevarse al buche. Pero también hubo errores, confusiones, desaciertos e improvisaciones. Incluso la fase principal de la batalla, la defensa del pueblo y los cerros cercanos por parte de las dos divisiones del general Reding, se debió a que éste incumplió órdenes y estaba donde no debía estar. Pero hubo suerte. Y huevos. La tarde del 18 de julio, con el general Castaños detrás, llegaron a Bailén los franceses, que entre otras glorias llevaban el botín obtenido en el saqueo de Córdoba. Allí encontraron el paso hacia Despeñaperros y Madrid cortado por 18.000 cenutrios que les tenían muchas ganas. A las 8 de la mañana, después de tres horas de sacudirse estopa, los españoles sostenían sus posiciones pese a varios reveses parciales y a las cargas de dragones y coraceros enemigos, que los acuchillaban y obligaban a defenderse a tiros y bayonetazos, en campo raso y sin refugio donde guarecerse. Dos horas después, bajo un sol abrasador, enloquecidos de sed, los franceses habían atacado ya con todas sus tropas, sin lograr abrirse camino. Y a las 12 del mediodía, un último ataque masivo gabacho, encabezado por tres mil trescientos marinos de la Guardia Imperial, llegó hasta los cañones españoles, y allí se quedó. Siete años antes de Waterloo –«¡La Garde recule!»– la Guardia se comió, en Bailén, un marrón como el sombrero de un picador.

Si quieren ustedes ahondar en el asunto, déjense caer por una librería; y más ahora que, gracias a la recalcitrante estupidez del ex presidente Aznar, el Museo del Ejército de Madrid lo han hecho trizas, llevándose a Toledo los restos del naufragio. De los libros clásicos que conozco, los más completos me parecen Bailén, de Mozas Mesa, y Capitulation de Baylen, de Clerc; y entre los modernos considero excelentes los dos volúmenes de Bailén 1808: El águila derrotada, de Francisco Vela. Pero si el asunto los pone, lo mejor es que cojan el coche y den una vuelta por el viejo campo de batalla. Ha cambiado mucho, pero todavía es posible seguir las huellas de aquella jornada. Y si van la semana que viene, mejor, pues Bailén celebra el aniversario por todo lo alto. Aunque, para apasionados y otros frikis, el plato fuerte son las recreaciones históricas que allí representa anualmente la Asociación Napoleónica Española. La de este año fue en marzo, creo, y la próxima será en octubre de 2008. Eso prueba que en España aún es posible ganar batallas. Al menos, frente a la imbecilidad de tanto cantamañanas que confunde pacifismo con desmemoria.


Salu2
 
Dupont era ese que después de la guerra se dedicó a hacer mecheros, ¿no?
 
Mucha pupa hizo Bailén al ejército napoleónico. Allí se dieron cuenta que España no iba a ser suya y en el resto de Europa (especialmente Inglaterra y Prusia) que Napoleón no era invencible.
 
Grande Reverte!
Tan acertado como siempre.
 
Cuando he visto el post "Bailén, 199 años" he pensado automáticamete que se trataría de algún longevo, longevísimo filipino que había alcanzado los 199 años de edad y sería uno de los pasos a reafirmar mis teorías de la consecueción de la eterna longevidad.
 
pitercitonorth rebuznó:
Cuando he visto el post "Bailén, 199 años" he pensado automáticamete que se trataría de algún longevo, longevísimo filipino que había alcanzado los 199 años de edad y sería uno de los pasos a reafirmar mis teorías de la consecueción de la eterna longevidad.


Y como siempre, estabas equivocado y no has dudado en exponerlo en público para quedar en el ridículo más bochornoso.
 
pitercitonorth rebuznó:
Cuando he visto el post "Bailén, 199 años" he pensado automáticamete que se trataría de algún longevo, longevísimo filipino que había alcanzado los 199 años de edad y sería uno de los pasos a reafirmar mis teorías de la consecueción de la eterna longevidad.

Disimula un poco, anda.
 
Impresionante. Aunque más impresionante fue ver como cayeron miles de españoles por defender una monarquía absoluta.

¡¡ qué vivan las cadenas !! - decían algunos
 
tardó tiempo en venir un troll a soltar la parida. Cayeron defendiendo su país y muchos no defendian precisamente a los Absolutistas. ¿has oido hablar de la pepa acaso?.
 
Bailén!... ¡Oh mágico nombre!
¿Qué español al pronunciarlo
no siente arder en su pecho
el volcán del entusiasmo?

En fin, no se lució mucho el Duque, pero había que citarlo.
 
el ojo rebuznó:
tardó tiempo en venir un troll a soltar la parida.

Los que no sigan tú opinión son trolls ?

vale.

Solo digo que gracias a Napoleón hoy tenemos una serie de derechos que si no hubiera sido por él quizá aún no tendríamos ( codigo civil, por ejemplo ).

Los franceses luchaban en toda Europa por una causa justa, liberar al pueblo de la opresión de los monarcas absolutos , que hicieran fechorías en su paso, desgraciadamente eso pasa en todas las guerras, ya sean justas o no. Si no preguntad cuantas chicas han sido violadas en Irak por enfermillos catetillos soldados de EEUU

Un saludo hombre, y no te ralles.
 
Djin rebuznó:
el ojo rebuznó:
tardó tiempo en venir un troll a soltar la parida.

Los que no sigan tú opinión son trolls ?

vale.

Solo digo que gracias a Napoleón hoy tenemos una serie de derechos que si no hubiera sido por él quizá aún no tendríamos ( codigo civil, por ejemplo ).

Los franceses luchaban en toda Europa por una causa justa, liberar al pueblo de la opresión de los monarcas absolutos , que hicieran fechorías en su paso, desgraciadamente eso pasa en todas las guerras, ya sean justas o no. Si no preguntad cuantas chicas han sido violadas en Irak por enfermillos catetillos soldados de EEUU

Un saludo hombre, y no te ralles.

Obviamente, las ideas revolucionarias eran ideales, libertad, igualdad, fraternidad... No en vano muchos españoles de bien veian con buenos ojos la invasión francesa como el fin del absolutismo.

Pero Napoleón era un cabrón con pintas que no tenía en mente precisamente esas ideas... como a muchos, le ofuscó la sed de poder.
 
Es que había muchos liberales españoles que no estaban afrancesados y mas teniendo en cuenta que el alzamiento fue de tipo popular, tachar de absolutistas a los que participaron en la batalla de bailén es completamente falso
 
el ojo rebuznó:
Es que había muchos liberales españoles que no estaban afrancesados

Grandes prohombres, sí señor, como don Gaspar Melchor de Jovellanos o don Agustín de Argüelles.

Y fuera de los hombres de letras, incluso el Empecinado murió ahorcado por defender la Pepa. Jiménez Losantos le tiene dedicado un bonito artículo.

Napoleón fue un hijoputa expoliador; y nosotros unos desgraciados ignorantes que creímos en la palabra del Felón.
 
caco3 rebuznó:
Napoleón fue un hijoputa expoliador; y nosotros unos desgraciados ignorantes que creímos en la palabra del Felón.

Pocos creían en la palabra del Felón, si acaso los anormales de Carlos IV y su hijo Fernando VII, dos de los peores reyes que sin duda alguna ha sufrido España.

Causa evidente es el levantamiento que hubo en toda España contra los gabachos y como se sorprendieron estos al ver como luchaban semejante chusma, según ellos.
 
Atrás
Arriba Pie