Mr. Fister rebuznó:
Nunca he sido amante de las lumis argentinas: demasiada silicona, poca implicación y siempre dispuestas a una buena bronca. Por eso sitúo a Mica en la parte más alta de la lista de reinas fistingueras…
Hablé con ella por teléfono (trabajaba hasta mediados de Marzo/2007 en la casa de argentinas potentes) y le pedí un servicio a domicilio (una de las ventajas de vivir solo). Como buena porteña se quiso subir a la parra pidiendo el cielo, la luna y las estrellas… La bajé de golpe al decirle que si el servicio me gustaba podría repetir 2-3 veces al mes.
Mica se presentó bastante arreglada, casi elegante, y con pinta de estudiante de doctorado. Me hizo gracia que me confesara que sin gafas ve muy poco (miopía) y que por eso siempre le dicen que tiene un mirar muy sensual.
Pasamos al baño y me pidió que llenase la bañera (no es un jacuzzi, pero es grande) y nos bañásemos los dos, a lo que me olí que lo que quería era que corriera el taxímetro. Se lo comenté y me dijo que no me preocupara por el reloj, que ella ni traía (cosa que era verdad). Poco a poco Mica empezó a ganarse mi confianza y debo confesar que me gustaba más su forma de ser que su físico, pese a ser muy atractiva.
Desnuda se transforma en otra mujer, más agresiva, pasional, romántica y –en ocasiones– hasta puedes llegar a creerte que es tu novia, por el excelente trato que te brinda. Mica es una chica sumamente divertida, una vez te ganas su confianza. Me habló de las razones por las que "emigró" a España desde Argentina, de la situación política y económica de su país y de sus compañeras de trabajo argentinas, de las que (sin echar pestes) no me contó maravillas.
Pasamos a la cama y empezó con un francés sin muy profundo, sin llegar a garganta profunda, pero también sin dientes. Le dije que la quería estimular y cuando saqué mi –ya conocido– aparato de masaje (Hitachi Magic Wand) se rio mucho, al decirme que ella es adicta a él. Ella solita se empezó a masturbar (su clítoris no es pequeño) y yo a dilatarla con mis dedos. A los pocos (muy pocos) minutos ya tenía mi mano completamente en su vagina y sentía las contracciones previas al orgasmo. Micaela llega con mucha facilidad al orgasmo. Es de esas mujeres que hacen replantearse a uno si fue muy afortunado al nacer con una sexualidad tan restringida…
El servicio no fue barato, pero de la hora contratada pasamos a casi 3 horas, contando el laaaargo baño y los casi 45 minutos que pasamos en la cama hablando.
Repetí con Mica en varias ocasiones y nunca me sentí defraudado. El único punto malo llegó el día que me dijo que se regresaba a Buenos Aires. No me costó quedar con ella varias veces (fuera de agencia), para salir a cenar y hacerle de "cicerone" durante un fin de semana completo, en el que cada uno durmió en su casita…