Muy de acuerdo con lo que escribió Torbe sobre el “cine” español.
Cada vez que oigo rebuznar a uno de estos del "cine" español, mi bolsillo se pone a temblar. Lo de las pegatinas de la guerra del Golfo ha comenzado ya a pasar por caja: les duplicaron las subvenciones a ese hatajo de golfos (ni hablemos de la excursión que los chicos de la $GAE hicieron a la Moncloa para ir a cobrar derechos de pernada por el numerito de las pegatinas).
Veamos; tampoco voy a decir que los muchachos del espectáculo no sean listos; tienen las cosas muy claritas:
El presupuesto para sus engendros sale del dinero de los impuestos....>cada vez menos gente quiere gastar seis euros en ver una "película" española y pierden tres millones de espectadores...> solución: hacer un corte de mangas a esos espectadores, diciéndoles que aunque no vayan a ver películas españolas les cobrarán de todas formas la entrada pidiendo más subvenciones, con cargo a nuestros impuestos, que les serán concedidas en premio a favorcillos pasados.
De todas formas, a los individuos estos, cara no les falta. Entre otros horribles males que acechan a sus maravillosas obras de arte (maléfica presión del cine americano que no tienen otra cosa mejor que hacer que producir cine de entretenimiento que roba espectadores a los culturalmente superiores productos hispanos, escasa formación del espectador medio que no se encuentra a la altura de los “artistas” españoles, complots judeomasónicos de los exhibidores que retiran enseguida las obras de arte españolas por el tonto motivo de que no las van a ver ni dios...), ahora dicen que la culpa es de la PIRATERÍAAA (música tétrica de fondo –tchinnn!!!-).
Oigan, no, ahí sí que no paso. Vale que me llamen idiota, lerdo o analfabeto, vale que en lugar de emplear 60 millones de euros de los impuestos en buscar la cura del cáncer lo usen en subvencionar el cambio de sexo de la nueva diva de Almodóvar, vale, sí, pero no me toquéis las pelotas, por favor. Yo soy pirata. Sí, pirateo hasta que me dan calambres y le sale humo a mi línea telefónica, pirateo hasta fundir al Nero. pero... ¡Jamás, jamás, he pirateado una película española!
O qué, además de lerdo, ¿voy a tener mal gusto?
Cada vez que oigo rebuznar a uno de estos del "cine" español, mi bolsillo se pone a temblar. Lo de las pegatinas de la guerra del Golfo ha comenzado ya a pasar por caja: les duplicaron las subvenciones a ese hatajo de golfos (ni hablemos de la excursión que los chicos de la $GAE hicieron a la Moncloa para ir a cobrar derechos de pernada por el numerito de las pegatinas).
Veamos; tampoco voy a decir que los muchachos del espectáculo no sean listos; tienen las cosas muy claritas:
El presupuesto para sus engendros sale del dinero de los impuestos....>cada vez menos gente quiere gastar seis euros en ver una "película" española y pierden tres millones de espectadores...> solución: hacer un corte de mangas a esos espectadores, diciéndoles que aunque no vayan a ver películas españolas les cobrarán de todas formas la entrada pidiendo más subvenciones, con cargo a nuestros impuestos, que les serán concedidas en premio a favorcillos pasados.
De todas formas, a los individuos estos, cara no les falta. Entre otros horribles males que acechan a sus maravillosas obras de arte (maléfica presión del cine americano que no tienen otra cosa mejor que hacer que producir cine de entretenimiento que roba espectadores a los culturalmente superiores productos hispanos, escasa formación del espectador medio que no se encuentra a la altura de los “artistas” españoles, complots judeomasónicos de los exhibidores que retiran enseguida las obras de arte españolas por el tonto motivo de que no las van a ver ni dios...), ahora dicen que la culpa es de la PIRATERÍAAA (música tétrica de fondo –tchinnn!!!-).
Oigan, no, ahí sí que no paso. Vale que me llamen idiota, lerdo o analfabeto, vale que en lugar de emplear 60 millones de euros de los impuestos en buscar la cura del cáncer lo usen en subvencionar el cambio de sexo de la nueva diva de Almodóvar, vale, sí, pero no me toquéis las pelotas, por favor. Yo soy pirata. Sí, pirateo hasta que me dan calambres y le sale humo a mi línea telefónica, pirateo hasta fundir al Nero. pero... ¡Jamás, jamás, he pirateado una película española!
O qué, además de lerdo, ¿voy a tener mal gusto?