ruben_clv
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- 5 Sep 2005
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Hilo experimental.
No somos muchos foreros activos en el subforo y seguro que cada uno somos de una esquina distinta del país, pero al menos que el difunto hilo de Seleno sirva de germen para este esperpento.
Propongo lo siguiente. Que cada uno de nosotros escoja un libro de su colección, un libro cualquiera, y lo abandone en un lugar público de su ciudad con información detallada de cómo dar con este hilo. Conforme lo vayáis haciendo ponéis una foto aquí para tener la referencia y dar fe de la acción. Con el tiempo veremos si la cosa da sus frutos.
Personalmente creo que se debería dejar claro en el libro que el nuevo propietario debe abandonarlo tal y como lo encontró una vez lo lea, para multiplicar así las posibilidades de contacto y no alterar el karma.
No os apeguéis a vuestros volúmenes, compartid la dicha. Hay un precioso hotel en Costa Rica donde descansan dos libros que un día fueron míos, Los paraisos artificiales y Hojas de hierba; quizá ya estén de vuelta en España, quizá sigan allí o quizá se pudrán en la selva; pero es que quizá es una de las palabras más bellas que existen.
Mañana abandonaré un primer libro, si alguien se adelanta pues perfecto.
No somos muchos foreros activos en el subforo y seguro que cada uno somos de una esquina distinta del país, pero al menos que el difunto hilo de Seleno sirva de germen para este esperpento.
Propongo lo siguiente. Que cada uno de nosotros escoja un libro de su colección, un libro cualquiera, y lo abandone en un lugar público de su ciudad con información detallada de cómo dar con este hilo. Conforme lo vayáis haciendo ponéis una foto aquí para tener la referencia y dar fe de la acción. Con el tiempo veremos si la cosa da sus frutos.
Personalmente creo que se debería dejar claro en el libro que el nuevo propietario debe abandonarlo tal y como lo encontró una vez lo lea, para multiplicar así las posibilidades de contacto y no alterar el karma.
No os apeguéis a vuestros volúmenes, compartid la dicha. Hay un precioso hotel en Costa Rica donde descansan dos libros que un día fueron míos, Los paraisos artificiales y Hojas de hierba; quizá ya estén de vuelta en España, quizá sigan allí o quizá se pudrán en la selva; pero es que quizá es una de las palabras más bellas que existen.
Mañana abandonaré un primer libro, si alguien se adelanta pues perfecto.