Werther
Veterano
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- 16 Mar 2004
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Cada día es un trajinar, un sin número de problemas a los que nos enfrentamos jornada tras jornada. La vida del hombre es muy menesterosa. No es únicamente que la naturaleza lo haya hecho extremadamente frágil y casi sin defensas ante las adversidades del entorno, sino que la infinidad de deseos que anhela y las continuas necesidades que ha de satisfacer hacen de su existencia una lucha sin cuartel. A todo estoy hay que añadir el hecho de que al ser consciente de que su existencia se desarrolla en el tiempo, y al poder proyectar todos sus sufrimientos pasados al presente y, también, al poder sentir en este momento todo el miedo por lo que le pueda deparar el futuro; el grado de angustia que puede experimentar en un punto de su existencia, que es siempre el mismo, se multiplica por cien. Sufrimos por los hechos pasados, por los que van a ocurrir y por el trajinar diario, y todo esto siempre en el presente.
Pero cada día tiene su afán ¿Para qué preocuparnos por un futuro contingente, no tiene el día a día ya suficientes quebraderos de cabeza? El momento hay que vivirlo en el sentido de que es lo único que podemos vivir, ni el pasado existe ni el futuro existirá jamás, la vida es siempre un continuo presente.
Cada día tiene su afán y no hay que añadirle nada más, es suficiente con lo que nos depara.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a que observo un grado de angustia en este foro porque no llega la mujer de nuestros sueños, que llega hasta la obsesión. También va para aquellas mujeres que ven como el tiempo poco a poco marchita su belleza, mientras que su príncipe azul cabalga por otros prados.
Cada día tiene su afán y la única manera de conseguirlo todo es despreocuparse por todo.
Pero cada día tiene su afán ¿Para qué preocuparnos por un futuro contingente, no tiene el día a día ya suficientes quebraderos de cabeza? El momento hay que vivirlo en el sentido de que es lo único que podemos vivir, ni el pasado existe ni el futuro existirá jamás, la vida es siempre un continuo presente.
Cada día tiene su afán y no hay que añadirle nada más, es suficiente con lo que nos depara.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a que observo un grado de angustia en este foro porque no llega la mujer de nuestros sueños, que llega hasta la obsesión. También va para aquellas mujeres que ven como el tiempo poco a poco marchita su belleza, mientras que su príncipe azul cabalga por otros prados.
Cada día tiene su afán y la única manera de conseguirlo todo es despreocuparse por todo.