PepeHillo
Forero del todo a cien
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- 24 Oct 2021
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"Cuando el calor aprieta, asoman las tetas". El sabio refranero popular nos advierte de una de las bondades de la llegada del calor, pero esta parte positiva acarrea una negativa. A menos ropa, mayor es la piel que se deja ver. Es entonces cuando aparece uno de los inventos milenarios creados por el ser humano: los tatuajes. No reniego de ellos. Un sutil tatuaje puede resultar llamativo, sin embargo, cada vez son más los casos de tatuajes toscos, zafios y antiestéticos que se dejan ver por los cuerpos de aquellos que presumen orgullosos de ellos. A mí parecer son tres grandes grupos de tatuajes horrorosos los que habitan en estas pieles.
1- Las caras. Zona: muslos, espaldas y brazos. LLevar tatuada la cara de un familiar (en la mayoría de las ocasiones muerto), la cara de una mascota (en la mayoría de las ocasiones muerto) o , incluso, la cara de una celebridad roza lo grotesco. Además, estos tatuajes suelen ir aderezados con diferentes fechas escritas en números romanos. Con el tiempo, la tinta seempieza a difuminar y los cuerpos a perder la firmeza de antaño y dichas cara se asemejan más a las de Bélmez o la pintura del Ecce Homo que restauró la vieja aquella que a otra cosa.
2- Las frases. Zona: del cuello para abajo. Esas frases motivacionales cogidas de vete a saber dónde (aunque en la mayoría de los casos proceden de cualquier página de IG o de alguna cita del Principito -quizás el libro más sobrevalorado de la historia-) tatuadas a diferente cuerpo y tamaño cual Microsoft Word y exhibidas como si fueran lecciones de vida que el tatuado quisiera mostrar al no tatuado para introducirle en su mundo de "Carpe Diem", "Lo esencial es invisible a los ojos" o "Quiero, porque puedo". Lamentabla.
3- Los tribales. Zona: encima de la raja del culo. Qué decir de este último tipo. Salto y seña del chonismo que imperaba por las calles en la primera década de este siglo. Siluetas y líneas extrañas que vete a saber qué significaban, es sí, siempre encima de la raja del culo para que cuando la choni de turno estaba siendo percutida a 4, el percutidor se entretuviera descifrando tan misterioso mensaje. Con el paso de los años estos tribales fueron sustituidos por el logotipo del conejito de Playboy que empezó a hacerse hueco entre las nalgas de la nueva hornada de chonis y cerca del potorro de las susodichas (conejito cerca del conejo -ja,ja- ya lo dejo). Sería curioso ver las caras de las futuras auxiliares de enfermería cuando dentro de unos 40/50 años estén limpiando el culo a la Jenny y a Vane en las residencias y vean, apartando los excrementos y orines cual arqueólogo quitando la maleza del templo perdido, sendos tatuajes y, ajenas a todo el mundo chonístico de principios de siglo, se interroguen sobre su significado. "La señora Jennifer de la hab. 107 tiene un extraño símbolo encima del culo". "No me digas, la doña Vanessa de la 109 presenta un tatuaje de un conejo diabólico cerca del coño". Ruadas podrían iniciar una investigación a lo Extranjer Zin.
1- Las caras. Zona: muslos, espaldas y brazos. LLevar tatuada la cara de un familiar (en la mayoría de las ocasiones muerto), la cara de una mascota (en la mayoría de las ocasiones muerto) o , incluso, la cara de una celebridad roza lo grotesco. Además, estos tatuajes suelen ir aderezados con diferentes fechas escritas en números romanos. Con el tiempo, la tinta seempieza a difuminar y los cuerpos a perder la firmeza de antaño y dichas cara se asemejan más a las de Bélmez o la pintura del Ecce Homo que restauró la vieja aquella que a otra cosa.
2- Las frases. Zona: del cuello para abajo. Esas frases motivacionales cogidas de vete a saber dónde (aunque en la mayoría de los casos proceden de cualquier página de IG o de alguna cita del Principito -quizás el libro más sobrevalorado de la historia-) tatuadas a diferente cuerpo y tamaño cual Microsoft Word y exhibidas como si fueran lecciones de vida que el tatuado quisiera mostrar al no tatuado para introducirle en su mundo de "Carpe Diem", "Lo esencial es invisible a los ojos" o "Quiero, porque puedo". Lamentabla.
3- Los tribales. Zona: encima de la raja del culo. Qué decir de este último tipo. Salto y seña del chonismo que imperaba por las calles en la primera década de este siglo. Siluetas y líneas extrañas que vete a saber qué significaban, es sí, siempre encima de la raja del culo para que cuando la choni de turno estaba siendo percutida a 4, el percutidor se entretuviera descifrando tan misterioso mensaje. Con el paso de los años estos tribales fueron sustituidos por el logotipo del conejito de Playboy que empezó a hacerse hueco entre las nalgas de la nueva hornada de chonis y cerca del potorro de las susodichas (conejito cerca del conejo -ja,ja- ya lo dejo). Sería curioso ver las caras de las futuras auxiliares de enfermería cuando dentro de unos 40/50 años estén limpiando el culo a la Jenny y a Vane en las residencias y vean, apartando los excrementos y orines cual arqueólogo quitando la maleza del templo perdido, sendos tatuajes y, ajenas a todo el mundo chonístico de principios de siglo, se interroguen sobre su significado. "La señora Jennifer de la hab. 107 tiene un extraño símbolo encima del culo". "No me digas, la doña Vanessa de la 109 presenta un tatuaje de un conejo diabólico cerca del coño". Ruadas podrían iniciar una investigación a lo Extranjer Zin.
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