Max_Demian
Puta rata traicionera
- Registro
- 17 Jul 2005
- Mensajes
- 34.054
- Reacciones
- 29.537
La vida se compone de ciclos más o menos extensos. Como parte de la vida, el foro también se compone de ciclos, así como los foreros. Muchas veces me pregunto por qué no podré desaparecer como hicieron muchos, sin hacer ruido, disimuladamente. Con indiferencia. Mi problema es que yo percibo que no despierto indiferencia, y eso me gusta y me disgusta. Envidio a la gente que no despierta grandes simpatías ni grandes antipatías, porque a esa gente nadie les pide cuentas, nadie les dice "tío, antes foreabas mucho mejor, ¿qué te ha pasado?". Tengo vocación por entretener a la gente, nace de la mano de mi afán por comunicarme y expresarme. Por eso siempre soy juzgado y, a veces, condenado.
Desde que tengo internet he estado enganchado a alguna comunidad cibernética. Sin saberlo no he parado de buscar algo aquí dentro, en este cibermundo, y no consigo encontrarlo, ni siquiera consigo saber qué es lo que busco. He encontrado grandes entretenimientos, he aprendido cosas, me he relacionado con montones de gente pero no he encontrado un sólo amigo equiparable a los de ahí fuera, a los de la fría calle. En la internet todo es demasiado artificial, la gente se encuentra de una forma muy determinada, confluyen gustos, aficiones o formas de ver la vida. Por eso nada que haya nacido dentro de un servidor prospera.
Le tengo envidia a mi ordenador. Ojalá yo pudiera pasarme un antivirus para eliminar todo el malware de mi alma. Este foro es una especie de gusano en mi mente que no es que me robe tiempo, más bien me hace estar frente al ordenador cuando no tengo nada que hacer, que es casi siempre. He adquirido el hábito de estar aquí sentado mirando la pantalla, de un sitio a otro, desganado y apático, haciendo efecincos. Es un hábito muy profundo, muy antiguo, es un vicio. Y como tal, debe ser combatido.
Mi relación con este foro siempre ha sido un poco patológica. En mí, las pulsiones de muerte siempre han dominado a las pulsiones de vida, soy un ser que encuentra placer autodestruyéndose, poniéndose en tela de juicio. Por eso, supongo, encuentro gran gozo escribiendo este hilo, sabiendo que lo van a leer personas que odian a Max Demian y van a decir "ya sabía yo que eras un mierda, Max Demian, que eras un triste, un desgraciado". Pero no, nunca he tenido miedo.
Ahora... es tiempo de morir.
Desde que tengo internet he estado enganchado a alguna comunidad cibernética. Sin saberlo no he parado de buscar algo aquí dentro, en este cibermundo, y no consigo encontrarlo, ni siquiera consigo saber qué es lo que busco. He encontrado grandes entretenimientos, he aprendido cosas, me he relacionado con montones de gente pero no he encontrado un sólo amigo equiparable a los de ahí fuera, a los de la fría calle. En la internet todo es demasiado artificial, la gente se encuentra de una forma muy determinada, confluyen gustos, aficiones o formas de ver la vida. Por eso nada que haya nacido dentro de un servidor prospera.
Le tengo envidia a mi ordenador. Ojalá yo pudiera pasarme un antivirus para eliminar todo el malware de mi alma. Este foro es una especie de gusano en mi mente que no es que me robe tiempo, más bien me hace estar frente al ordenador cuando no tengo nada que hacer, que es casi siempre. He adquirido el hábito de estar aquí sentado mirando la pantalla, de un sitio a otro, desganado y apático, haciendo efecincos. Es un hábito muy profundo, muy antiguo, es un vicio. Y como tal, debe ser combatido.
Mi relación con este foro siempre ha sido un poco patológica. En mí, las pulsiones de muerte siempre han dominado a las pulsiones de vida, soy un ser que encuentra placer autodestruyéndose, poniéndose en tela de juicio. Por eso, supongo, encuentro gran gozo escribiendo este hilo, sabiendo que lo van a leer personas que odian a Max Demian y van a decir "ya sabía yo que eras un mierda, Max Demian, que eras un triste, un desgraciado". Pero no, nunca he tenido miedo.
Ahora... es tiempo de morir.