Cepillan exactamente igual y tu dentista es o un viejo al que el comercial de oral B fascinó con el cepillo que nos regalan (seguramente tenga también una yogurtera) o una mujer. La única diferencia es que si tienes una discapacidad física o mental, el eléctrico hace la mayor parte del esfuerzo y te entretiene con melodías y pitidos. Los espacios interdentales, justo debajo del punto de contacto, no se pueden cepillar de ninguna manera y tienes que usar seda o, si ya tienes la encía suficientemente retraída y a juego, cepillos interdentales.
Al final lo importante es quererse a uno mismo.