Clark Gable
Master of pucheritos
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Charlie Kaufman, guionista nacido en Nueva York en el 58, es AMO y SEÑOR de la estructura narrativa y de las relaciones humanas, porque él lo vale.
121:121
Empezó como guionista de series, firmando dos episodios de la mítica serie "Búscate la vida", en la que Chris Elliot hacía de un repartidor de periódico que vive con sus padres. Una de las series más absurdas de la televisión, heredera de los Monty Python y que a mi parecer ha inspirado a otras como South Park; Chris muere en doce episodios
Después escribió Cómo ser John Malkovich (1999), una película que se aparta de los cánones del género. Trata de un marionetista (John Cusack) que trabaja en media planta de una oficina, y un buen día moviendo un archivador (no lo recuerdo muy bien) descubre una puerta que le lleva al cerebro de John Malkovich durante quince minutos. Tras esta premisa, Kaufman nos sumerge en una paranoia surrealista en la que John Malkovich es poseído una y otra vez por varios personajes, surgiendo historias de celos, romances y dominación, deseo de pervivir. Una historia sobre el hastío de uno mismo y el deseo de ser otra persona, pero contada al estilo Kaufman, provocando algo muy cercano a la metaliteratura, cosa que explotará más tarde en Adaptation. Fue candidata a tres Oscar: director, actriz secundaria (Catherine Keener) y Guión original del tito Charlie.
Nominado a multitud de premios, Kaufman escribe Human Nature. Vale. Aquí es cuando te das cuenta de que este tipo no tiene una forma corriente de escribir. Trata la historia de un científico (Tim Robbins) y una ecologista (Patricia Arquette), pareja, que descubren a un "hombre salvaje" (Rhys Ifans) y mientras uno trata de educarlo para la sociedad, la otra intenta preservar el modo de vida salvaje del individuo. Reflexión sobre la distinción antropológica y primaria del ser humano frente a la educación e integración en la sociedad, adaptación del mito de Tarzán o el niño salvaje de Truffaut, la manipulación corrupta del ser humano a la pureza de un corazón limpio, en fin, multitud de interpretaciones para la que para mí es la película más floja de Kaufman y de Gondry.
Después ve la luz y hace Adaptation (El ladrón de orquídeas). Gracias a que ha ganado una pasta, Charlie Kaufman (gran Nicholas Cage) se ha hecho muy famoso, y no para de recibir ofertas, pero es un jodido neurótico inseguro, tanto en su vida personal como profesional, en parte debido al gran éxito de su hermano gemelo Donald (Nicholas Cage). Le contratan para adaptar "El ladrón de Orquídeas", un libro que trata de la búsqueda por parte de un cazador furtivo de flores (magnífico Chris Cooper) de una orquídea muy especial que crece en los Everglades. Charlie se ve absorbido por la historia y la pasión que rezuma, contagiada por la autora del libro (grandiosa Meryl Streep). Esta película es una jodida obra de arte, como antes decía, es puro metacine. Nunca sabes si estás viendo algo real o irreal (atentos a quién firma el guión), si es cierto o falso. Con una estructura narrativa realmente sobresaliente, sobre todo en el increíble tramo final, y unos actores en estado de gracia, Kaufman escribe una película sobre la pasión y la búsqueda de la felicidad. Pero a su manera. Cooper ganó un merecido Oscar, y Cage y Streep fueron nominados a mejores actores, al igual que Charlie y Donald Kaufman al mejor guión
Más o menos por la misma época escribió Confesiones de una mente peligrosa, pero de esta no hablaré porque Clooney metió mucha mano, hasta el punto de que el mismo Kaufman reniega del resultado final. Alguien que la haya visto que opine y tal.
Llegó el 2003 y Kaufman escribió una de las películas más bellas que conozco, tan irreal y sorprendente que hace que te la creas, un cuento de hadas en plena era tecnológica que trata del amor y el recuerdo, del olvido y el destino que, inexorable, guía nuestras vidas. Traducida de puta pena como ¡Olvídate de mí!, me dirigiré a ella como Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (algo así como El resplandor eterno de la mente inmaculada, basado en un poema de Pope). ¿Es una historia de amor a lo Love Story o una de ciencia-ficción a lo Desafío Total? Es una historia de amor sublime, trágica y resplandeciente, en la que Joel (enorme Jim Carrey) se enamora de Clementine (Kate Winslet), pero ella decide borrar todos los recuerdos que de él albergaba en su mente. Desesperado, decide hacer lo mismo, pero al aflorar los recuerdos se da cuenta de que la ama con locura y no puede quitársela de la cabeza por mucho que quiera. Lo absurdo de las situaciones y el surrealismo que destila todo hace que, por obra del mago Kaufman, humanicemos a los personajes, haciéndolos nuestros. Buceando otra vez en los recovecos de la mente humana, y con la ayuda del fascinante mundo visual de Gondry, otro puto genio, Kaufman crea una película redonda, donde nada es lo que parece y siempre se llega al mismo punto. Ganó un merecidísimo Oscar al mejor Guión y se llevó otros 35 premios y 48 nominaciones, repartidos entre Gondry, Kaufman, Winslet y Carrey.
Ahora es cuando yo digo que Charlie Kaufman es la salvación de la originalidad y los buenos guiones en Hollywood, que trata las relaciones personales magistralmente, adaptándolas a su idiosincrasia personal y metafísica, y aún así construyendo a personajes inmensamente cercanos a nosotros, humanos y vivos, y es cuando vosotros me decís que es un gafapasta intelectualoide y un pedante.
Comedme la polla.


Empezó como guionista de series, firmando dos episodios de la mítica serie "Búscate la vida", en la que Chris Elliot hacía de un repartidor de periódico que vive con sus padres. Una de las series más absurdas de la televisión, heredera de los Monty Python y que a mi parecer ha inspirado a otras como South Park; Chris muere en doce episodios


Después escribió Cómo ser John Malkovich (1999), una película que se aparta de los cánones del género. Trata de un marionetista (John Cusack) que trabaja en media planta de una oficina, y un buen día moviendo un archivador (no lo recuerdo muy bien) descubre una puerta que le lleva al cerebro de John Malkovich durante quince minutos. Tras esta premisa, Kaufman nos sumerge en una paranoia surrealista en la que John Malkovich es poseído una y otra vez por varios personajes, surgiendo historias de celos, romances y dominación, deseo de pervivir. Una historia sobre el hastío de uno mismo y el deseo de ser otra persona, pero contada al estilo Kaufman, provocando algo muy cercano a la metaliteratura, cosa que explotará más tarde en Adaptation. Fue candidata a tres Oscar: director, actriz secundaria (Catherine Keener) y Guión original del tito Charlie.



Nominado a multitud de premios, Kaufman escribe Human Nature. Vale. Aquí es cuando te das cuenta de que este tipo no tiene una forma corriente de escribir. Trata la historia de un científico (Tim Robbins) y una ecologista (Patricia Arquette), pareja, que descubren a un "hombre salvaje" (Rhys Ifans) y mientras uno trata de educarlo para la sociedad, la otra intenta preservar el modo de vida salvaje del individuo. Reflexión sobre la distinción antropológica y primaria del ser humano frente a la educación e integración en la sociedad, adaptación del mito de Tarzán o el niño salvaje de Truffaut, la manipulación corrupta del ser humano a la pureza de un corazón limpio, en fin, multitud de interpretaciones para la que para mí es la película más floja de Kaufman y de Gondry.



Después ve la luz y hace Adaptation (El ladrón de orquídeas). Gracias a que ha ganado una pasta, Charlie Kaufman (gran Nicholas Cage) se ha hecho muy famoso, y no para de recibir ofertas, pero es un jodido neurótico inseguro, tanto en su vida personal como profesional, en parte debido al gran éxito de su hermano gemelo Donald (Nicholas Cage). Le contratan para adaptar "El ladrón de Orquídeas", un libro que trata de la búsqueda por parte de un cazador furtivo de flores (magnífico Chris Cooper) de una orquídea muy especial que crece en los Everglades. Charlie se ve absorbido por la historia y la pasión que rezuma, contagiada por la autora del libro (grandiosa Meryl Streep). Esta película es una jodida obra de arte, como antes decía, es puro metacine. Nunca sabes si estás viendo algo real o irreal (atentos a quién firma el guión), si es cierto o falso. Con una estructura narrativa realmente sobresaliente, sobre todo en el increíble tramo final, y unos actores en estado de gracia, Kaufman escribe una película sobre la pasión y la búsqueda de la felicidad. Pero a su manera. Cooper ganó un merecido Oscar, y Cage y Streep fueron nominados a mejores actores, al igual que Charlie y Donald Kaufman al mejor guión





Más o menos por la misma época escribió Confesiones de una mente peligrosa, pero de esta no hablaré porque Clooney metió mucha mano, hasta el punto de que el mismo Kaufman reniega del resultado final. Alguien que la haya visto que opine y tal.

Llegó el 2003 y Kaufman escribió una de las películas más bellas que conozco, tan irreal y sorprendente que hace que te la creas, un cuento de hadas en plena era tecnológica que trata del amor y el recuerdo, del olvido y el destino que, inexorable, guía nuestras vidas. Traducida de puta pena como ¡Olvídate de mí!, me dirigiré a ella como Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (algo así como El resplandor eterno de la mente inmaculada, basado en un poema de Pope). ¿Es una historia de amor a lo Love Story o una de ciencia-ficción a lo Desafío Total? Es una historia de amor sublime, trágica y resplandeciente, en la que Joel (enorme Jim Carrey) se enamora de Clementine (Kate Winslet), pero ella decide borrar todos los recuerdos que de él albergaba en su mente. Desesperado, decide hacer lo mismo, pero al aflorar los recuerdos se da cuenta de que la ama con locura y no puede quitársela de la cabeza por mucho que quiera. Lo absurdo de las situaciones y el surrealismo que destila todo hace que, por obra del mago Kaufman, humanicemos a los personajes, haciéndolos nuestros. Buceando otra vez en los recovecos de la mente humana, y con la ayuda del fascinante mundo visual de Gondry, otro puto genio, Kaufman crea una película redonda, donde nada es lo que parece y siempre se llega al mismo punto. Ganó un merecidísimo Oscar al mejor Guión y se llevó otros 35 premios y 48 nominaciones, repartidos entre Gondry, Kaufman, Winslet y Carrey.







Ahora es cuando yo digo que Charlie Kaufman es la salvación de la originalidad y los buenos guiones en Hollywood, que trata las relaciones personales magistralmente, adaptándolas a su idiosincrasia personal y metafísica, y aún así construyendo a personajes inmensamente cercanos a nosotros, humanos y vivos, y es cuando vosotros me decís que es un gafapasta intelectualoide y un pedante.

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