Libros Claudio Rodriguez

Sir Ano de Bergerac

La becaria de Aramís Fuster.
Registro
10 Abr 2007
Mensajes
15.926
Reacciones
9.845
Abro este hilo en parte porque me dio envidia volver a leer el de Pessoa y ver cómo la gente iba pegando poemas y los comentaba.

Claudio Rodriguez, a parte de paisano mío, es para mí el mejor poeta del siglo pasado. Un profesor lo conoció personalmente y tuvo bastante trato con él. Me contó cómo en Zamora, hará unos 40 años, se formó una corriente intelectual donde unos cuantos poetas, pintores, algún filósofo y demás gente de mal vivir se pasaban el día chuzándose en las tabernas y conversando a lo París.



claudio_rodriguez_g.jpg




Haciendo el esfuerzo de distanciarme del hecho de que sea paisano y de las leyendas que me han contado los que le conocieron, me parece el mejor poeta español de siglo pasado. No digo que esté infravalorado porque sé que los amantes de la poesía lo conocen y le tienen en su justa estima, pero a un nivel más popular aún merece subir mucho más.



https://books.google.es/books?id=_o...rta, donde crecí durante quince años.&f=false



Si me pongo a señalar versos hermosísimos vuelvo a pegar el poema entero, pero me conmueven especialmente:


Y al mismo tiempo quiero calentarme
en ella, ver
cómo amanece, cómo
la luz me da en mi cara, aquí, en mi cama.
La vuestra, padre mío, madre mía,
hermanos míos,
donde mi salvación fue vuestra muerte.

¿Y está la herida ya sin su hondo pétalo,
sin tibieza,
sino fecunda con su mismo polen,
cosida a mano, casi como un suspiro,
con el veneno de su melodía,
con el recogimiento de su fruto,
consolando, arropando mi vida?


Aún no hay sudor, sino desenvoltura;
aún no hay amor, sino las pobres cuentas
del engaño vacío.


Cómo me está dañando la mirada
al entrar tan a oscuras en el día.
Cómo el olor del cielo, la luz hoy cruda,
amarga, de la ciudad,
me sanan la herida que supura con su aliento y con su podredumbre,
asombrada y esbelta,
y sin sus labios ya, hablando a solas con sus cicatrices muy seguras,
sin eco, hacia el destino,
tan madrugador,
hasta llegar a la gangrena
Pero la renovada aparición del viento, mudo en su claridad,
orea la retama de esta herida que nunca se cierra a oscuras.
Herida mía, abrázame. Y descansa.
 
Perdedorcillo rebuznó:
¿Rodríguez no es con tilde?

Vengo a recordarte que la ortografía no es algo baladí.



¿Eres Barley? Esa frase era tuya ¿verdad? Me acuerdo que la tuve mucho tiempo de firma, muchas risas.

Va:

Espuma

Miro la espuma, su delicadeza
que es tan distinta a la de la ceniza.
Como quien mira una sonrisa, aquella
por la que da su vida y le es fatiga
y amparo, miro ahora la modesta
espuma. Es el momento bronco y bello
del uso, el roce, el acto de la entrega
creándola. El dolor encarcelado
del mar, se salva en fibra tan ligera;
bajo la quilla, frente al dique, donde
existe amor surcado, como en tierra
la flor, nace la espuma. y es en ella
donde rompe la muerte, en su madeja
donde el mar cobra ser, como en la cima
de su pasión el hombre es hombre, fuera
de otros negocios: en su leche viva.
A este pretil, brocal de la materia
que es manantial, no desembocadura,
me asomo ahora, cuando la marea
sube, y allí naufrago, allí me ahogo
muy silenciosamente, con entera
aceptación, ileso, renovado
en las espumas imperecederas.
 
Atrás
Arriba Pie