Bebedor de orín
Baneado
- Registro
- 15 Ene 2009
- Mensajes
- 59
- Reacciones
- 35
Seguro que a más de uno le ha pasado el encontrarse en la situación de tener el culo cagado y no saber que hacer. A mí me ocurrió en una fiesta de fin de curso, recuerdo que acababa de terminar 3º de ESO y nos reunimos las dos clases en el teatro del colegio para celebrar que una profesora muy hija de puta se daba de baja laboral porque se le había muerto un hijo y por lo tanto no la tendríamos por segundo año consecutivo de tutora al año siguiente, pero de modo que pareciese que celebrábamos el final del curso.
Bien, no me quiero enrollar con detalles, resulta que había bebido tanta fanta con cocacola y había comido tal cantidad de sandwiches de fuagrás que me empezó a doler la barriga de tal modo que el dolor se hizo tan insoportable que mi cuerpo tuvo que reaccionar sabiamente con una sonora flatulencia que nadie pudo escuchar debido al alto volumen de la música. Pero el pedo fue lo de menos, pues de él salió una cantidad de mierda tal que mis movimientos de cintura para abajo se verían mermados durante el corto y vergonzoso recorrido hasta llegar al baño, donde me quité los calzoncillos, me limpié el culo con ellos y los tiré al vater para proseguir con la fiesta como si nada hubiera ocurrido.
Tener el culo cagado en público es una de las situaciones más vergonzosas que le puedan pasar a uno, pero tener una reacción tan astuta como la mía no está al alcance de todos.
Bien, no me quiero enrollar con detalles, resulta que había bebido tanta fanta con cocacola y había comido tal cantidad de sandwiches de fuagrás que me empezó a doler la barriga de tal modo que el dolor se hizo tan insoportable que mi cuerpo tuvo que reaccionar sabiamente con una sonora flatulencia que nadie pudo escuchar debido al alto volumen de la música. Pero el pedo fue lo de menos, pues de él salió una cantidad de mierda tal que mis movimientos de cintura para abajo se verían mermados durante el corto y vergonzoso recorrido hasta llegar al baño, donde me quité los calzoncillos, me limpié el culo con ellos y los tiré al vater para proseguir con la fiesta como si nada hubiera ocurrido.
Tener el culo cagado en público es una de las situaciones más vergonzosas que le puedan pasar a uno, pero tener una reacción tan astuta como la mía no está al alcance de todos.