De la Sorna
Forero del todo a cien
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- 11 Nov 2009
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Barthes y Derrida son guays, pero también hay que defenderse de los excesos de los defensores del pensamiento postmoderno, que amenaza con convertirse en pensamiento único: están apoltronados, hasta el momento, en un modelo de interpretación heredero de la deconstrucción, la semiótica y la hermenéutica tan obsesionados por el descubrimiento de analogías formales (entre el arranque espectral de Hamlet y del Manifiesto Comunista, por ejemplo) que se despreocupan por completo del contenido del documento o, lo que es lo mismo, se entretienen en exhibir su conocimiento erudito y su capacidad asociativa, con independencia de la dudosa coherencia (e incluso inteligibilidad) del resultado.
Por otro lado, y respecto a los trabas que este pensamiento genera en el ámbito de la lucha política, es fácil pensar que, teniendo como tenemos millones de problemas que surgen por la propia dinámica del Sistema y sabiendo que mucha gente percibe esos desequilibrios e intenta solucionarlos, lo que falla es el enfoque que se da a esos problemas, muchas veces fragmentario.
Se hace más que patente que se necesita no solo un leve parcheado o un par retoques sino toda una estructuración teórica que permita dar una respuesta seria. Y esta amalgama de ideas muchas veces contradictorias no lo es. Precisamente muchos de quienes se consideran "anti-sistema" se oponen a esto ¿Por qué? por la sencilla razón de que no están realmente contra el sistema, se limitan a "limar sus asperezas" (inmigración, "género",...), pero no pueden llegar a aceptar que esas luchas no sólo no cuestionan el sistema sino que, actualmente (hubo un momento en el que no), lo refuerzan al darle la oportunidad de arrastrarlas al terreno del “espectáculo”. Que es, más o menos, lo que dice Zizek.
Por otro lado, y respecto a los trabas que este pensamiento genera en el ámbito de la lucha política, es fácil pensar que, teniendo como tenemos millones de problemas que surgen por la propia dinámica del Sistema y sabiendo que mucha gente percibe esos desequilibrios e intenta solucionarlos, lo que falla es el enfoque que se da a esos problemas, muchas veces fragmentario.
Se hace más que patente que se necesita no solo un leve parcheado o un par retoques sino toda una estructuración teórica que permita dar una respuesta seria. Y esta amalgama de ideas muchas veces contradictorias no lo es. Precisamente muchos de quienes se consideran "anti-sistema" se oponen a esto ¿Por qué? por la sencilla razón de que no están realmente contra el sistema, se limitan a "limar sus asperezas" (inmigración, "género",...), pero no pueden llegar a aceptar que esas luchas no sólo no cuestionan el sistema sino que, actualmente (hubo un momento en el que no), lo refuerzan al darle la oportunidad de arrastrarlas al terreno del “espectáculo”. Que es, más o menos, lo que dice Zizek.
Muerto por dentro