Capitan_Spaulding
Veterano
- Registro
- 27 Feb 2006
- Mensajes
- 1.332
- Reacciones
- 121
En el ascensor:
- Buenos días.
- Buenos días.
- Parece que hace fresco.
- Hombre, ya estamos en la época.
- Pues sí, es que ahora ya casi no hay otoño.
- Sí, es verdad.
- Pues nada, adiós
- Adiós
En la cola del supermercado:
- Hombre, qué tal. A comprar un poco, ¿no?
- Pues sí, un par de cosas que me hacían falta
- Pues como yo, que me faltaba leche y huevos.
- Ah, vaya
- Pues nada, hasta otra
- Adiós, adiós
En la cola de las loterías:
- Qué tal, a ver si te haces millonario, ¿no?
- Pues sí, a ver si dejamos de trabajar.
- Ya sabes lo que dicen, jugar por necesidad, perder por obligación.
- Sí, jejejeje.
- Jajajajaja.
- Pues nada, hasta otra.
- Adiós.
No sé vosotros, pero yo tengo una vida más allá de internec y me enfrento a estas conversaciones continuamente. Y lo peor de todo es que suele ser con gente con la que apenas tengo una amistad, simplemente nos conocemos de algo. Es entonces cuando el forero de mi interior se rebela y me impulsa a salirme del guión, pero siempre prevalece la parte sensata de mi ser. Así que aprovecharé esta mierda de hilo para relatar todo lo que diría en tales situaciones.
En el ascensor:
- Buenos días.
- Buenos días, no sabe lo que me alegra coincidir de nuevo con usted.
- ¿Y eso?.
- ¿Acaso no lo nota?, ¿no ve que estoy locamente enamorado de usted?
- Eh, pero, oiga, si tengo 30 años más que usted y además soy hombre.
- Ya, es que tengo un trauma desde mi más tierna infancia. Mi padre me obligaba a disfrazarme de Mayra Gómez Kemp y abusaba de mí. Por eso me van tanto los maduritos.
- Eh, glups, ya estoy en mi planta, hasta luego, adiós, adiós.
- A ver cuándo volvemos a coincidiiiiiiiiir.
En la cola del supermercado:
- Hombre qué tal, a comprar un poco ¿no?
- Pues sí, lo que pasa es que iba a comprar 100 kilos de fertilizante y no tienen.
- Coño, y para qué quieres tanto fertilizante.
- Pues para qué va a ser, voy a fabricar una bomba casera y voy a petar la oficina de Correos, esos cabrones, se acordarán de mí, muhahahahaha.
- Ah, sí, bueno, adiós, adiós.
- Oye, espera, no sabrás dónde puedo encontrar más cantidad, oyeeee, espera, espera.
En la cola de las loterías:
- Qué tal, a ver si te haces millonario, ¿no?
- Pues sí, aunque para lo que me iba a servir.
- ¿Y eso?
- Pues nada, que he pillado el sida y me ha dicho el médico que me quedan dos meses, cof, cof, aunque si me tocaran unos cuantos millones quizás podría, cof cof, viajar a USA y hacerme alguna terapia especial, cof, cof.
- Ah vale, vale, hasta luego.
- Oye, cof, cof, espera no te vayas, que no tengo tu móvil, cof, cof, esperaaaa.
Rediós, o que iba a disfrutar.
- Buenos días.
- Buenos días.
- Parece que hace fresco.
- Hombre, ya estamos en la época.
- Pues sí, es que ahora ya casi no hay otoño.
- Sí, es verdad.
- Pues nada, adiós
- Adiós
En la cola del supermercado:
- Hombre, qué tal. A comprar un poco, ¿no?
- Pues sí, un par de cosas que me hacían falta
- Pues como yo, que me faltaba leche y huevos.
- Ah, vaya
- Pues nada, hasta otra
- Adiós, adiós
En la cola de las loterías:
- Qué tal, a ver si te haces millonario, ¿no?
- Pues sí, a ver si dejamos de trabajar.
- Ya sabes lo que dicen, jugar por necesidad, perder por obligación.
- Sí, jejejeje.
- Jajajajaja.
- Pues nada, hasta otra.
- Adiós.
No sé vosotros, pero yo tengo una vida más allá de internec y me enfrento a estas conversaciones continuamente. Y lo peor de todo es que suele ser con gente con la que apenas tengo una amistad, simplemente nos conocemos de algo. Es entonces cuando el forero de mi interior se rebela y me impulsa a salirme del guión, pero siempre prevalece la parte sensata de mi ser. Así que aprovecharé esta mierda de hilo para relatar todo lo que diría en tales situaciones.
En el ascensor:
- Buenos días.
- Buenos días, no sabe lo que me alegra coincidir de nuevo con usted.
- ¿Y eso?.
- ¿Acaso no lo nota?, ¿no ve que estoy locamente enamorado de usted?
- Eh, pero, oiga, si tengo 30 años más que usted y además soy hombre.
- Ya, es que tengo un trauma desde mi más tierna infancia. Mi padre me obligaba a disfrazarme de Mayra Gómez Kemp y abusaba de mí. Por eso me van tanto los maduritos.
- Eh, glups, ya estoy en mi planta, hasta luego, adiós, adiós.
- A ver cuándo volvemos a coincidiiiiiiiiir.
En la cola del supermercado:
- Hombre qué tal, a comprar un poco ¿no?
- Pues sí, lo que pasa es que iba a comprar 100 kilos de fertilizante y no tienen.
- Coño, y para qué quieres tanto fertilizante.
- Pues para qué va a ser, voy a fabricar una bomba casera y voy a petar la oficina de Correos, esos cabrones, se acordarán de mí, muhahahahaha.
- Ah, sí, bueno, adiós, adiós.
- Oye, espera, no sabrás dónde puedo encontrar más cantidad, oyeeee, espera, espera.
En la cola de las loterías:
- Qué tal, a ver si te haces millonario, ¿no?
- Pues sí, aunque para lo que me iba a servir.
- ¿Y eso?
- Pues nada, que he pillado el sida y me ha dicho el médico que me quedan dos meses, cof, cof, aunque si me tocaran unos cuantos millones quizás podría, cof cof, viajar a USA y hacerme alguna terapia especial, cof, cof.
- Ah vale, vale, hasta luego.
- Oye, cof, cof, espera no te vayas, que no tengo tu móvil, cof, cof, esperaaaa.
Rediós, o que iba a disfrutar.