Pather_Alba
Forero del todo a cien
- Registro
- 21 Dic 2003
- Mensajes
- 117
- Reacciones
- 0
Coplilla del 23-F
En las Cortes Españolas,
un día al caer el sol,
con los diputados dentro
verá usted lo que pasó.
Llegó un Civil con bigotes,
¡ ozu, que miedo, chavó !
y dijo: ¡ Todos al suelo !
que aquí quién manda soy yo.
¡ Ay que oló, ay que oló !
Aumentaba el oló.
Más de dos y más de cuatro
mancharon el pantalón.
El presidente en funsiones,
se levantó con un "moño",
y un Guardia Civil le dijo:
¡ Adolfo, siéntate, coño !
¡ Ay que oló, ay que oló !
Aumentaba el oló,
ya no eran dos o cuatro,
eran casi ciento dos.
Las diputadas marxistas
lloraban a más llorar,
porque se habían creido
se se iban a "realizar".
Tacatá, tacatá, tacatá, tacatá,
se quedaron con las ganas
toas las pobres diputás.
¡ Ay que oló, ay que oló,
aumentaba el oló !
Ya no eran ciento dos,
eran ciento ochenta y dos.
Y un diputado gordito,
Manué, para mas señá,
armo una marimorena
sólo pa hacerse notá.
¡ Ay que oló, ay que oló,
aumentaba el oló !
Ya no eran ciento ochenta:
TODOS. CON UNA EXCEPCION.
Y así termina el relato
del asalto de las Cortes,
que tuvo en vilo a toa España
¡ UN GRAN CIVIL CON BIGOTES
8) 8) 8)
En las Cortes Españolas,
un día al caer el sol,
con los diputados dentro
verá usted lo que pasó.
Llegó un Civil con bigotes,
¡ ozu, que miedo, chavó !
y dijo: ¡ Todos al suelo !
que aquí quién manda soy yo.
¡ Ay que oló, ay que oló !
Aumentaba el oló.
Más de dos y más de cuatro
mancharon el pantalón.
El presidente en funsiones,
se levantó con un "moño",
y un Guardia Civil le dijo:
¡ Adolfo, siéntate, coño !
¡ Ay que oló, ay que oló !
Aumentaba el oló,
ya no eran dos o cuatro,
eran casi ciento dos.
Las diputadas marxistas
lloraban a más llorar,
porque se habían creido
se se iban a "realizar".
Tacatá, tacatá, tacatá, tacatá,
se quedaron con las ganas
toas las pobres diputás.
¡ Ay que oló, ay que oló,
aumentaba el oló !
Ya no eran ciento dos,
eran ciento ochenta y dos.
Y un diputado gordito,
Manué, para mas señá,
armo una marimorena
sólo pa hacerse notá.
¡ Ay que oló, ay que oló,
aumentaba el oló !
Ya no eran ciento ochenta:
TODOS. CON UNA EXCEPCION.
Y así termina el relato
del asalto de las Cortes,
que tuvo en vilo a toa España
¡ UN GRAN CIVIL CON BIGOTES
8) 8) 8)