Neutral Malvado
Veterano
- Registro
- 30 Dic 2007
- Mensajes
- 1.648
- Reacciones
- 7
Nos han engañado, hamijos. Nos han bombardeado con infinidad de ideas acerca del amor y del sexo que no eran verdad. Desde los padres y la familia hasta los amigos, pasando por cuentos infantiles, películas y medios de comunicación, no han hecho más que inculcarnos mitos, falacias y creencias erróneas acerca del sexo. ¿Qué cosas creísteis vosotros sobre sexo y relaciones de pareja que resultaron no ser verdad?
He aquí algunas de mis creencias erróneas que por suerte ya he superado:
Que a ellas el físico no les importa y que valoran más la "belleza interior". Aunque parezca increíble, yo esta falacia me la tragué de los 12 a los 16 años aproximadamente. A los 16 ya me dije: Not anymore.
Que a ellas les gusta el cunnilingus tanto como a nosotros una mamada. Falso. Ni lo disfrutan tanto sensorialmente, ni se sienten cómodas cuando el varón coloca la boca en lo que ellas consideran una cloaca infecta, ni te respetan como hombre cuando lo haces.
Que ellas quieren ser folladas con suavidad y ternura. Falso. A mí me vendieron esta falacia. Sin embargo, todas las tías que conozco dicen más bien lo contrario: "Me gusta que me follen fuerte". Me pregunto cuándo, cómo y por qué surgió el mito de que las mujeres quieren ser folladas con suavidad. Me imagino que este mito se forjó para contrarrestar la brutalidad de los hombres de antaño, que con el transcurso del tiempo se ha ido exagerando cada vez más y que finalmente ha confundido a las nuevas generaciones que ya habíamos crecido mamando la igualdad de sexos y el respeto hacia las mujeres y no necesitábamos que nos lo recalcaran.
Que el amor era cosa de dos. Falso. Siempre hay un tercero o tercera en discordia, siempre hay un triángulo o cuadrángulo amoroso, siempre gustas porque ya tienes pareja o porque ya gustas a otra, siempre ligas porque un ex les ha hecho daño y necesitan un repuesto inmediato, etc.
Que si amas, las ruedas del cosmos giran a tu favor para ser correspondido. Falso. Muchos cuentos y películas explotan la idea de que el amor es correspondido con amor, de que hay una especie de compensación cósmica para todo aquel que ama a una mujer. Incluso tenemos aquella falacia proverbial que dice "El que la sigue, la consigue". Y una mierda. No hay mujeres que aprecien que las quieras (a menos que ellas te quieran a ti), no hay compensación cósmica, no hay justicia, no hay nada. Pura soledad y caos. Y quien no lo vea así, vive en una ficción psicoafectiva (por otro lado, necesaria para sobrevivir).
Que las mujeres son seres sensibles a los que hay que amar y tratar con delicadeza. Falso. Uno de los descubrimientos más perturbadores para el joven varón es darse cuenta de que ellas no aman ni respetan al varón atento y servicial, sino al macho agresivo e intimidador que las trata como a perritas. De hecho, ésta es una de las Grandes Decepciones del Joven Varón (a partir de ahora GDJV), una decepción que a muchos nos produjo una profunda congoja en su momento. Es un verdadero chasco descubrir que la mujer no es la criatura angelical y compasiva que nos venden en cine y cuentos infantiles, sino una hembra salvaje y depredadora que se excita con la agresividad y la sangre casi tanto como el macho más sanguinario. Descubrir que ni siquiera podemos confiar en la bondad de la mujer, en la bondad de la santa madre, que pocos se atreverían a poner en duda, es uno de los golpes más demoledores para la moral del joven macho. Si la mujer falla, todo falla.
Que como hombre tienes el poder y la responsabilidad de hacer feliz a una mujer. Falso. Se nos ha vendido a través de tradiciones orales y escritas, de cuentos, cine y literatura, que el amor y el sexo constituyen un ingrediente básico para alcanzar la felicidad. A mí me costó años entender que no es así. Los varones no somos responsables de hacer feliz a una mujer del mismo modo que ellas no son responsables de hacernos felices a nosotros. Que cada palo aguante su vela. Que cada uno construya su felicidad, si es que puede. Si te acompañan en el camino, bien. Y si no, también.
Que ellas se masturbaban en la adolescencia tanto como nosotros. Falso. A los que hemos crecido en las décadas de los 80 y los 90 se nos ha inculcado la idea de que la sexualidad femenina es tan lujuriosa como la masculina. Se nos ha vendido la idea de que hay una especie de simetría sexual (y muchos foreros son víctimas de este engaño). Y una mierda. La mayoría de mujeres empiezan a masturbarse a raíz de tener las primeras relaciones sexuales y no antes, la mayoría no se pajean ni una décima parte de lo que dicen, la mayoría no se acuerdan de masturbarse ni de follar a menos que haya un varón cerca al que retener.
Que las relaciones hombre-mujer se producen exclusivamente entre ente psicofísico varón y ente psicofísico mujer. Falso. Las mujeres rara vez aman al varón en su dimensión física o mental. Valoran sobre todo su dimensión social y económica. Una mujer no te quiere por ser TÚ, sino por tener coche o piso, por trabajar de tal o cual cosa, por vestir con traje y corbata, etc. Yo, en mi ingenuidad juvenil, llegué a creer que las mujeres me amarían a MÍ, a mi persona física, con independencia de mi posición social. Qué ingenuo que fui. No te quieren por lo que eres, sino por lo que significas en la sociedad.
Que hay que respetar cuando a una mujer no le gusta hacer tal o cual práctica sexual. Falso. Otra de las Grandes Decepciones del Joven Varón (GDJV) es cuando se entera de que aquella ex novia que a él no se la chupaba está ahora hinchándose a comer pollas de machos más asertivos que él. Descubrir la doble moral femenina (con este sí; con este no) y la plasticidad sexual femenina (antes no me gustaba, pero con Fulanito es diferente) es uno de los momentos más acongojantes para un joven varón, un momento que lleva ineludiblemente a exclamar: "Pero qué PUTAS que son".
De momento no recuerdo más. Si se me ocurren más, las iré poniendo...
¿Y vosotros? ¿Qué mitos y falacias os tragasteis? ¿Qué GDJV tuvisteis? ¿Y las foreras? ¿Qué GDJH (Grandes Decepciones de la Joven Hembra) tuvisteis?
He aquí algunas de mis creencias erróneas que por suerte ya he superado:
Que a ellas el físico no les importa y que valoran más la "belleza interior". Aunque parezca increíble, yo esta falacia me la tragué de los 12 a los 16 años aproximadamente. A los 16 ya me dije: Not anymore.
Que a ellas les gusta el cunnilingus tanto como a nosotros una mamada. Falso. Ni lo disfrutan tanto sensorialmente, ni se sienten cómodas cuando el varón coloca la boca en lo que ellas consideran una cloaca infecta, ni te respetan como hombre cuando lo haces.
Que ellas quieren ser folladas con suavidad y ternura. Falso. A mí me vendieron esta falacia. Sin embargo, todas las tías que conozco dicen más bien lo contrario: "Me gusta que me follen fuerte". Me pregunto cuándo, cómo y por qué surgió el mito de que las mujeres quieren ser folladas con suavidad. Me imagino que este mito se forjó para contrarrestar la brutalidad de los hombres de antaño, que con el transcurso del tiempo se ha ido exagerando cada vez más y que finalmente ha confundido a las nuevas generaciones que ya habíamos crecido mamando la igualdad de sexos y el respeto hacia las mujeres y no necesitábamos que nos lo recalcaran.
Que el amor era cosa de dos. Falso. Siempre hay un tercero o tercera en discordia, siempre hay un triángulo o cuadrángulo amoroso, siempre gustas porque ya tienes pareja o porque ya gustas a otra, siempre ligas porque un ex les ha hecho daño y necesitan un repuesto inmediato, etc.
Que si amas, las ruedas del cosmos giran a tu favor para ser correspondido. Falso. Muchos cuentos y películas explotan la idea de que el amor es correspondido con amor, de que hay una especie de compensación cósmica para todo aquel que ama a una mujer. Incluso tenemos aquella falacia proverbial que dice "El que la sigue, la consigue". Y una mierda. No hay mujeres que aprecien que las quieras (a menos que ellas te quieran a ti), no hay compensación cósmica, no hay justicia, no hay nada. Pura soledad y caos. Y quien no lo vea así, vive en una ficción psicoafectiva (por otro lado, necesaria para sobrevivir).
Que las mujeres son seres sensibles a los que hay que amar y tratar con delicadeza. Falso. Uno de los descubrimientos más perturbadores para el joven varón es darse cuenta de que ellas no aman ni respetan al varón atento y servicial, sino al macho agresivo e intimidador que las trata como a perritas. De hecho, ésta es una de las Grandes Decepciones del Joven Varón (a partir de ahora GDJV), una decepción que a muchos nos produjo una profunda congoja en su momento. Es un verdadero chasco descubrir que la mujer no es la criatura angelical y compasiva que nos venden en cine y cuentos infantiles, sino una hembra salvaje y depredadora que se excita con la agresividad y la sangre casi tanto como el macho más sanguinario. Descubrir que ni siquiera podemos confiar en la bondad de la mujer, en la bondad de la santa madre, que pocos se atreverían a poner en duda, es uno de los golpes más demoledores para la moral del joven macho. Si la mujer falla, todo falla.
Que como hombre tienes el poder y la responsabilidad de hacer feliz a una mujer. Falso. Se nos ha vendido a través de tradiciones orales y escritas, de cuentos, cine y literatura, que el amor y el sexo constituyen un ingrediente básico para alcanzar la felicidad. A mí me costó años entender que no es así. Los varones no somos responsables de hacer feliz a una mujer del mismo modo que ellas no son responsables de hacernos felices a nosotros. Que cada palo aguante su vela. Que cada uno construya su felicidad, si es que puede. Si te acompañan en el camino, bien. Y si no, también.
Que ellas se masturbaban en la adolescencia tanto como nosotros. Falso. A los que hemos crecido en las décadas de los 80 y los 90 se nos ha inculcado la idea de que la sexualidad femenina es tan lujuriosa como la masculina. Se nos ha vendido la idea de que hay una especie de simetría sexual (y muchos foreros son víctimas de este engaño). Y una mierda. La mayoría de mujeres empiezan a masturbarse a raíz de tener las primeras relaciones sexuales y no antes, la mayoría no se pajean ni una décima parte de lo que dicen, la mayoría no se acuerdan de masturbarse ni de follar a menos que haya un varón cerca al que retener.
Que las relaciones hombre-mujer se producen exclusivamente entre ente psicofísico varón y ente psicofísico mujer. Falso. Las mujeres rara vez aman al varón en su dimensión física o mental. Valoran sobre todo su dimensión social y económica. Una mujer no te quiere por ser TÚ, sino por tener coche o piso, por trabajar de tal o cual cosa, por vestir con traje y corbata, etc. Yo, en mi ingenuidad juvenil, llegué a creer que las mujeres me amarían a MÍ, a mi persona física, con independencia de mi posición social. Qué ingenuo que fui. No te quieren por lo que eres, sino por lo que significas en la sociedad.
Que hay que respetar cuando a una mujer no le gusta hacer tal o cual práctica sexual. Falso. Otra de las Grandes Decepciones del Joven Varón (GDJV) es cuando se entera de que aquella ex novia que a él no se la chupaba está ahora hinchándose a comer pollas de machos más asertivos que él. Descubrir la doble moral femenina (con este sí; con este no) y la plasticidad sexual femenina (antes no me gustaba, pero con Fulanito es diferente) es uno de los momentos más acongojantes para un joven varón, un momento que lleva ineludiblemente a exclamar: "Pero qué PUTAS que son".
De momento no recuerdo más. Si se me ocurren más, las iré poniendo...
¿Y vosotros? ¿Qué mitos y falacias os tragasteis? ¿Qué GDJV tuvisteis? ¿Y las foreras? ¿Qué GDJH (Grandes Decepciones de la Joven Hembra) tuvisteis?