Escribá de Balaguer
Clásico
- Registro
- 3 Feb 2005
- Mensajes
- 2.897
- Reacciones
- 2
-Frsss slurp, lamrhfm...
...perdonad, me estaba terminando mi piel de kiwi diaria rellena de orín de nutria, vello púbico de Songoanda y sudor anal de Jorge Javier Vázquez. Estaba derrechupete, previene el cáncer de gónadas y sabe a bombón. Además, me ayuda a ir al servicio, por lo que no me veo obligado a introducir mi puño en mi ano, como si estuviera desatascando las tuberías de un alopécico, cuando me duele el vientre.
Erf,,,sfm...vamos a ir entrando en materia. Y qué mejor para ello que poner una canción que destila clase...
¿Mucho mejor así, eh grumetes?
En el programa de hoy, tenemos como invitado a Hugo, al que en su día ayudé a superar su halitosis y su síndrome de Williams a base de nutritiva simiente de Antonio Hortelano y extracto de células madre del tejido mamario de una octogenaria recién violada por un grupo de albano-kosovares atracachalets.
¿Qué tal Hugo?
Enfanfado de eftaf en fu froframa, Zumafi.
Para el programa de hoy tenía pensado hacer una receta de chocolate muy buena para la regeneración de las células muertas por el alzheimer. Funciona muy bien. Lo llamo cacao. Como el programa es muy breve y no me da tiempo a mezclar y cocinar los ingredientes, simplemente cojo un buen ñordo de alguno de los miembros del equipo del programa y le dibujo un círculo en medio con mi dedo anular. Lo llamo caca-o...gñeeeeeerrrl
fueníiiifimo
El caso es que Hugo me ha dicho que está indignado con la progresiva pérdida de las cualidades del macho ibérico. Él, que es muy patriota (tiene una camiseta de Giner en el USA 94), teme que nuestros hombres no estén preparados de cara a la inminente invasión de España por parte de la todopoderosísima Portugal.
Poco bosque para elaborar mis mierdas hay allí
Yo le dije que no pasaba nada porque los hombres hayan dejado de lucir pelo en la espalda en Benidorm y que, por el contrario, se hayan acostumbrado a depilarse las ingles a la cera bebiendo Don Perignon en un Chateau de alguna ciudad de ese país de estúpidos comequesitos que nos tiran las fresas. Con lo buenas que son sus pepitas para la circulación introducidas en glande ajeno.
Pero él es muy terco, así que me pidió hacer un programa ESPECIAL y EJEMPLIFICADOR acerca de esas cosas que dejan en evidencia la masculinidad. Esas cosas que te hacen sentir un poco bujarra. Esas cosas que, después de hacerlas, te hacen sentir como un jodido maricón.
COSAS QUE TE HACEN SENTIR MENOS HOMBRE
-CAGAR Y MEAR A LA VEZ: Te levantas por la noche con un horrible dolor de estómago. Acudes al servicio, te sientas en el retrete y, tras un HOLOCÁUSTICO pedo, de tu interior sale una porción de mierda nada desdeñable. Es en ese momento, mientras ves asomar por la pulcra cerámica de tu váter ese consistente excremento, notas cómo desde tu pene comienza a salir orín de forma acompasada. Estás meando sentado. Te sientes como un marica, pero no lo has podido evitar. Es una acción conjunta de tus órganos, una conspiración de tu vejiga y tu intestino que te hace quedar como un
MARICÓN
- JUGAR A JUEGOS DE MESA: Tus compañeras de trabajo te han invitado a comer. Todo ha ido bien hasta ahora y has escuchado fingiendo interés sus anécdotas sobre vacaciones, el estatuto de los trabajadores, los tipos de peinado que se hacen y el lubricante que utilizan cuando las desgarra el ano Pandoro, el negro zumbón de la terraza del bar de al lado.
En la sobremesa, tras hincarte un buen café solo, un puro y un vaso de anís de Chinchón con hielo de vodka, aguarrás y anticongelante marca "tengo pelos en los cojones del tamaño de Alpedrete", ves una baraja que asoma de un mueble y comienzas a fantasear con una épica partida de mus o tute que se extienda hasta la madrugada, y en la que te jugarás hasta al taxi que te dejó en herencia tu puto padre asesinado.
Pero una vocecilla de mujer semi ebria de repente suena y dice: "¿os hace un Scatergories?", "¿jugamos a la Oca?", "¿quién se puede resistir ahora a una tronchante partidita de Quién es Quién?". En ese momento, bajas la cabeza, miras la alfombra de Ikea y piensas que eres un
MARICÓN
-LAS FOTOS DE TRANS: Estás con tu novia en casa y, antes de irte, te metes en putalocura o 4chan para enseñarle el último demotivator que te hizo defecarte de gracia (jugador cojonudo de la Real, por cierto). De camino a la preciada imagen, encuentras unas fotos de bellas mujeres de rasgos orientales, que se contonean enseñando sus voluptuosos pechos al son de esa música de geisha que te sugestiona hasta poner tu nabo on fire.
Sigues bajando con tu ratón hasta que descubres que tiene un rabo como el tronco de un abedul. Cierras la página de repente y aguantas las coñas de tu querida (que fijo, por otra parte, que te pone los tochos con uno que la tiene aún más grande que el trans).
Cuando se marcha, vuelves a abrir la página y miras las fotos de esa bella dama de pene elefántico y comparas su miembro con el tuyo. Por pura curiosidad. Pero, mientras haces esa comprobación totalmente científica, una vocecilla suena en tu interior y te hace sentir como un
MARICÓN
-EL HILO DENTAL: Estás de viaje. Has dormido toda la noche en la estación de autobuses de Méndez Álvaro y has utilizado el cepillo de dientes para repeler el ataque de un afroamericano que quería robarte la mitad del kit kat por el que habías pagado 12 euros en monedas de 5 céntimos en la máquina expendedora.
Uno de tus amigos, tras comerte ese delicioso manjar de chocolate y galleta, te dice que si quieres lavarte los dientes, a lo que asientes. De repente, saca de su bolsa de aseo una cajita de la que extrae un hilillo para que te restriegues por los dientes. Mientras ejecutas la acción limpiadora te miras al espejo y no evitas sentirte como un
MARICÓN
- EL ALMAX Anoche te metiste catorce cubatas de Doble V con Gold Cola, seis chupitos de tequila, cuatro litros de cerveza, un kebab, una baguette de jijas y cuatro docenas de chicles para refrescar tu aliento cada vez que veías a cinco metros de ti una mujer menor de 70 años.
Te levantas con ligeras ganas de vomitar y un leve dolor de estómago. Le dices a tu madre que estás al borde de una cruel muerte y te dice: "toma hijo, esto te ayudará", mientras te pone de la mano un sobrecito azul y blanco.
Lo abres y te metes su contenido en la boca. Mientras lo sientes en tu paladar, te das cuenta que su textura y su viscosidad se asemeja al de ese líquido que expulsas a borbotones por el troncho cuando ves los vídeos de Torbe percutiendo a checoslovacas. Para más huevos, sabe a menta. Y para más cojones, te alivia el dolor de estómago. En ese momento, te sientes como un
MARICÓN
- LAS PRENDAS DE MODERNOS QUE NO TE PRUEBAS AL COMPRARTE: Entre toneladas de ropa de maricas, de colores estridentes y costuras de dudoso gusto, encuentras una camisa cojonuda, con motivos del Ejército de Tierra, que te hace pensar que con ella puesta te parecerás a Rambo y ensartarás a zorritas adolescentes con tu falo como Arguiñano a la sepia cuando la hace en pincho moruno con piña y aceitunas.
Llega el viernes. Has sacado el medallón de plata que te entraba en la caja de los Argan Boy y te has puesto los calzoncillos de marca que te compraste hace unos años. Te pruebas la camisa y ves cómo las mangas son más cortas de lo que parece. Por debajo, te la estiras y ves cómo no te llega mucho más abajo del ombligo y notas cómo te tira de tus desarrollados pectorales. Te miras al espejo y te pareces más a Guti que al jodido Bruce Willis. Aspiraste a ser un boina verde semental pero, por contra, no pareces más que un patético
MARICÓN
- LA PRESENTACIÓN DE CRISTIANO RONALDO: Llegó el momento esperado. Tras varias semanas esperando, Cristiano Ronaldo, el macarra mejor pagado del mundo, aparece en el Bernabeu. Está encima del estrado y, de repente, dice: "a la de tres: una, dos y tres", y tú dices: "hala Madrid". Revolcándote por tu sofá de alegría, aplaudes y balbuceas el himno del Madrid imitando a Plácido Domingo. De repente, te paras a pensar. Eso que has hecho es de
MARICÓN
Podríamos extendernos mucho más exponiendo todas aquellas situaciones en las que te has sentido como un marica en tu vida, querido forero. Sin embargo, ahora es tu turno. Pon aquí esas experiencias que te han hecho agradecer que tu abuelo el legionario esté muerto para que no te corra a hostias por maricón.
...perdonad, me estaba terminando mi piel de kiwi diaria rellena de orín de nutria, vello púbico de Songoanda y sudor anal de Jorge Javier Vázquez. Estaba derrechupete, previene el cáncer de gónadas y sabe a bombón. Además, me ayuda a ir al servicio, por lo que no me veo obligado a introducir mi puño en mi ano, como si estuviera desatascando las tuberías de un alopécico, cuando me duele el vientre.
Erf,,,sfm...vamos a ir entrando en materia. Y qué mejor para ello que poner una canción que destila clase...
¿Mucho mejor así, eh grumetes?
En el programa de hoy, tenemos como invitado a Hugo, al que en su día ayudé a superar su halitosis y su síndrome de Williams a base de nutritiva simiente de Antonio Hortelano y extracto de células madre del tejido mamario de una octogenaria recién violada por un grupo de albano-kosovares atracachalets.
¿Qué tal Hugo?
Enfanfado de eftaf en fu froframa, Zumafi.
Para el programa de hoy tenía pensado hacer una receta de chocolate muy buena para la regeneración de las células muertas por el alzheimer. Funciona muy bien. Lo llamo cacao. Como el programa es muy breve y no me da tiempo a mezclar y cocinar los ingredientes, simplemente cojo un buen ñordo de alguno de los miembros del equipo del programa y le dibujo un círculo en medio con mi dedo anular. Lo llamo caca-o...gñeeeeeerrrl
fueníiiifimo
El caso es que Hugo me ha dicho que está indignado con la progresiva pérdida de las cualidades del macho ibérico. Él, que es muy patriota (tiene una camiseta de Giner en el USA 94), teme que nuestros hombres no estén preparados de cara a la inminente invasión de España por parte de la todopoderosísima Portugal.
Poco bosque para elaborar mis mierdas hay allí
Yo le dije que no pasaba nada porque los hombres hayan dejado de lucir pelo en la espalda en Benidorm y que, por el contrario, se hayan acostumbrado a depilarse las ingles a la cera bebiendo Don Perignon en un Chateau de alguna ciudad de ese país de estúpidos comequesitos que nos tiran las fresas. Con lo buenas que son sus pepitas para la circulación introducidas en glande ajeno.
Pero él es muy terco, así que me pidió hacer un programa ESPECIAL y EJEMPLIFICADOR acerca de esas cosas que dejan en evidencia la masculinidad. Esas cosas que te hacen sentir un poco bujarra. Esas cosas que, después de hacerlas, te hacen sentir como un jodido maricón.
COSAS QUE TE HACEN SENTIR MENOS HOMBRE
-CAGAR Y MEAR A LA VEZ: Te levantas por la noche con un horrible dolor de estómago. Acudes al servicio, te sientas en el retrete y, tras un HOLOCÁUSTICO pedo, de tu interior sale una porción de mierda nada desdeñable. Es en ese momento, mientras ves asomar por la pulcra cerámica de tu váter ese consistente excremento, notas cómo desde tu pene comienza a salir orín de forma acompasada. Estás meando sentado. Te sientes como un marica, pero no lo has podido evitar. Es una acción conjunta de tus órganos, una conspiración de tu vejiga y tu intestino que te hace quedar como un
MARICÓN
- JUGAR A JUEGOS DE MESA: Tus compañeras de trabajo te han invitado a comer. Todo ha ido bien hasta ahora y has escuchado fingiendo interés sus anécdotas sobre vacaciones, el estatuto de los trabajadores, los tipos de peinado que se hacen y el lubricante que utilizan cuando las desgarra el ano Pandoro, el negro zumbón de la terraza del bar de al lado.
En la sobremesa, tras hincarte un buen café solo, un puro y un vaso de anís de Chinchón con hielo de vodka, aguarrás y anticongelante marca "tengo pelos en los cojones del tamaño de Alpedrete", ves una baraja que asoma de un mueble y comienzas a fantasear con una épica partida de mus o tute que se extienda hasta la madrugada, y en la que te jugarás hasta al taxi que te dejó en herencia tu puto padre asesinado.
Pero una vocecilla de mujer semi ebria de repente suena y dice: "¿os hace un Scatergories?", "¿jugamos a la Oca?", "¿quién se puede resistir ahora a una tronchante partidita de Quién es Quién?". En ese momento, bajas la cabeza, miras la alfombra de Ikea y piensas que eres un
MARICÓN
-LAS FOTOS DE TRANS: Estás con tu novia en casa y, antes de irte, te metes en putalocura o 4chan para enseñarle el último demotivator que te hizo defecarte de gracia (jugador cojonudo de la Real, por cierto). De camino a la preciada imagen, encuentras unas fotos de bellas mujeres de rasgos orientales, que se contonean enseñando sus voluptuosos pechos al son de esa música de geisha que te sugestiona hasta poner tu nabo on fire.
Sigues bajando con tu ratón hasta que descubres que tiene un rabo como el tronco de un abedul. Cierras la página de repente y aguantas las coñas de tu querida (que fijo, por otra parte, que te pone los tochos con uno que la tiene aún más grande que el trans).
Cuando se marcha, vuelves a abrir la página y miras las fotos de esa bella dama de pene elefántico y comparas su miembro con el tuyo. Por pura curiosidad. Pero, mientras haces esa comprobación totalmente científica, una vocecilla suena en tu interior y te hace sentir como un
MARICÓN
-EL HILO DENTAL: Estás de viaje. Has dormido toda la noche en la estación de autobuses de Méndez Álvaro y has utilizado el cepillo de dientes para repeler el ataque de un afroamericano que quería robarte la mitad del kit kat por el que habías pagado 12 euros en monedas de 5 céntimos en la máquina expendedora.
Uno de tus amigos, tras comerte ese delicioso manjar de chocolate y galleta, te dice que si quieres lavarte los dientes, a lo que asientes. De repente, saca de su bolsa de aseo una cajita de la que extrae un hilillo para que te restriegues por los dientes. Mientras ejecutas la acción limpiadora te miras al espejo y no evitas sentirte como un
MARICÓN
- EL ALMAX Anoche te metiste catorce cubatas de Doble V con Gold Cola, seis chupitos de tequila, cuatro litros de cerveza, un kebab, una baguette de jijas y cuatro docenas de chicles para refrescar tu aliento cada vez que veías a cinco metros de ti una mujer menor de 70 años.
Te levantas con ligeras ganas de vomitar y un leve dolor de estómago. Le dices a tu madre que estás al borde de una cruel muerte y te dice: "toma hijo, esto te ayudará", mientras te pone de la mano un sobrecito azul y blanco.
Lo abres y te metes su contenido en la boca. Mientras lo sientes en tu paladar, te das cuenta que su textura y su viscosidad se asemeja al de ese líquido que expulsas a borbotones por el troncho cuando ves los vídeos de Torbe percutiendo a checoslovacas. Para más huevos, sabe a menta. Y para más cojones, te alivia el dolor de estómago. En ese momento, te sientes como un
MARICÓN
- LAS PRENDAS DE MODERNOS QUE NO TE PRUEBAS AL COMPRARTE: Entre toneladas de ropa de maricas, de colores estridentes y costuras de dudoso gusto, encuentras una camisa cojonuda, con motivos del Ejército de Tierra, que te hace pensar que con ella puesta te parecerás a Rambo y ensartarás a zorritas adolescentes con tu falo como Arguiñano a la sepia cuando la hace en pincho moruno con piña y aceitunas.
Llega el viernes. Has sacado el medallón de plata que te entraba en la caja de los Argan Boy y te has puesto los calzoncillos de marca que te compraste hace unos años. Te pruebas la camisa y ves cómo las mangas son más cortas de lo que parece. Por debajo, te la estiras y ves cómo no te llega mucho más abajo del ombligo y notas cómo te tira de tus desarrollados pectorales. Te miras al espejo y te pareces más a Guti que al jodido Bruce Willis. Aspiraste a ser un boina verde semental pero, por contra, no pareces más que un patético
MARICÓN
- LA PRESENTACIÓN DE CRISTIANO RONALDO: Llegó el momento esperado. Tras varias semanas esperando, Cristiano Ronaldo, el macarra mejor pagado del mundo, aparece en el Bernabeu. Está encima del estrado y, de repente, dice: "a la de tres: una, dos y tres", y tú dices: "hala Madrid". Revolcándote por tu sofá de alegría, aplaudes y balbuceas el himno del Madrid imitando a Plácido Domingo. De repente, te paras a pensar. Eso que has hecho es de
MARICÓN
Podríamos extendernos mucho más exponiendo todas aquellas situaciones en las que te has sentido como un marica en tu vida, querido forero. Sin embargo, ahora es tu turno. Pon aquí esas experiencias que te han hecho agradecer que tu abuelo el legionario esté muerto para que no te corra a hostias por maricón.