El problema está en el árbol. Si estás desnudo y tu pene se mantiene en el campo de contraste de un árbol de 4 metros, recio, imponente y muy ancho, tu potencial queda muy
mermado.
Es lo inverso a las mujeres y los caballos. Las mujeres siempre han sido pintadas y fotografiadas con caballos porque sirven de gran contraste y de fuente a multitud de evocaciones.
Evoca el amor
imposible, el amante hiperdesarrollado que ellas desean y no
tienen, el poder macho callado, dócil y abstraído.
Y como contraste son óptimos a una mujer: potencian su fragilidad, pequeño tamaño, deseo admirativo, al estar junto a seres más inútiles mentalmente que ellas les dan un punto de inteligencia, al ser ellos sumisos les dan un punto de atrevimiento que no tendrían al lado de ningún otro objeto. Todos los valores femeninos que las hacen atractivas.
En tu caso, mi consejo es que pruebes a contrastarte con un bonsai.
El efecto podría ser
DEVASTADOR.