cuellopavo
El hombre y la caja
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- 23 Abr 2006
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En el otoño de 1941 los soldados españoles de la División Azul, enviados por Franco para luchar contra Rusia a las órdenes de Hitler, plantearon todo tipo de reclamaciones y protestas a las autoridades militares alemanas para que les permitieran desfogarse en los prostíbulos de Varsovia, después de varios meses de obligada continencia. Tantas fueron las protestas que los jefes militares, para calmar los ánimos de los soldados españoles, les autorizaron finalmente a visitar los prostíbulos de Varsovia, y le entregaron a cada uno un preservativo para evitar el contagio de enfermedades venéreas. Pero poco después llegó una contraorden, y al día siguiente, a modo de protesta, los más de diez mil soldados españoles inflaron los condones y los ataron a la punta del fusil, y de esta guisa desfilaron de forma festiva por los suburbios de Varsovia.