EL BARÓN ROJO

Laerthes

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10 Nov 2003
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Un caza británico ha dejado caer un mensaje sobre el aeródromo de la
I Ala de la Aviación Imperial alemana, situado en Cappy:

" Al cuerpo de aviación alemán: El Barón Manfred von Richthofen
ha muerto en combate el 21 de abril de 1918. Ha sido enterrado
con todos los honores militares. Fmdo: La Real Fuerza Británica."

***

Richthofen era con mucho el mayor As de la Primera Guerra Mundial,
y posiblemente uno de los mejores pilotos de caza de todos el tiempos.

Nacido en 1892 en el seno una familia Junker o de nobles prusianos,
asiste a una escuela militar donde demuestra excelentes habilidades
como soldado, llegando a oficial de los Ulanos ( unidad de caballería)
en 1911.

Cuando la guerra comenzó en agosto de 1914, los ulanos se ven
relegados a combatir a pie, destinados a tareas de reconocimiento
y enlace, pues los caballos se hunden en los barrizales provocados
por el intenso fuego artillero que remueve el suelo, y las ametralladoras
hacen impracticables los asaltos de caballería.

Richthofen pretende luchar con el honor propio de un caballero y se
matricula como piloto a pesar de carecer de experiencia con aeroplanos.

Es destinado al frente ruso como observador, y luego pasa al frente
occidental para combatir abordo de un caza sobre los cielos de
Francia, derribando su primer avión en abril de 1916, la primera
de una incesante serie de victorias.

Su coraje, astucia y pericia le convierten en imbatible, creciendo
su fama a lo largo del conflicto.

Richthofen obtiene la mayoría de sus triunfos abordo de un caza
Biplano Albatros D. III, armado de dos ametralladoras fijas LMG
08/15 de 7,92 mm, y que podía alcanzar unos 186 Km/h, con un
techo de vuelo estimado de 5.700 metros.

En junio de 1917, se crea el Jagdgeschwader o Ala de Caza 1,
con los Jasta o grupos de caza 4, 6, 10 y 11, es pues una gran
formación de aparatos, que se pone al mando de Richthofen, que se
encarga de elaborar las técnicas de combate, la organización y las
tácticas de este Ala, elaborando el más destacado grupo de pilotos
alemanes. Tienen su base en el aeródromo de Cappy.

Richthofen hace pintar su aparato de rojo, para que los aviadores
enemigos puedan localizarle con más facilidad, un desafío que
emulan el resto de pilotos de la escuadrilla que lidera, pintando
todos ellos sus aparatos de vivos colores: es el Circo Volante,
la formación aérea alemana más temida por los aliados.

Los pilotos pintaban sus aviones siguiendo patrones de colores
y esquemas individuales, cada cual a su gusto, de tal forma que
podían reconocerse unos a otros fácilmente cuando volaban.

En octubre de 1917, Richthofen recibe el nuevo Dreideker o
Triplano Dr.I, número de matrícula 425/17, con el que pasaría
a la historia.

No era especialmente bueno para los estándares de la época,
pues ya estaba siendo superado por los cazas de exploración.
De armamento similar al Albatros, pero de inferior velocidad;
su única ventaja era su maniobrabilidad en manos de un piloto
experto, con la cual podía superar a aparatos mejores, podía
volar hasta una altura de 6.700 metros.

En 1918 Richthofen ya no solo es un As de la Aviación germana,
si no de toda la contienda.

El 20 de abril de 1918 puede confirmar 80 derribos de aparatos
enemigos, aunque se cree que pudieron llegar a 100, mucho más que
cualquier otro piloto de ambos lados de las líneas. La confirmación
de los derribos es un asunto delicado, y aunque a veces se utilizan
los partes de guerra enemigos para cotejar el número de aviadores
enemigos abatidos, es imprescindible el testimonio de un
compañero de escuadrilla que los avale ( algún piloto recurre al
expeditivo método de descender para cortar la escárpela del
avión derribado...)

Supera en victorias al resto de los ases aliados: el francés René
Fonk (75), el británico Edward Mannock (73) o el canadiense
Bishop (72). En su propio bando, le sigue de lejos Ernst Udet,
con 62 derribos.

El 21 abril de 1918, el Rittmeister Freiherr Manfred von Richthofen
partió de su basen en Cappy al frente de 15 triplanos. A las 10.30
estaban hacia el oeste del valle del Somme, cuando los germanos
avistaron a una patrulla de observación del 3º escuadrón de
aviación australiano. Cuatro aviones alemanes picaron contra los
2 aparatos enemigos, mientras las baterías antiaéreas británicas
trataban de proteger a sus aliados en apuros. Entonces, 8 Sopwith
Camel británicos, del 209º Escuadrón de la RAF, se unieron a
la pelea. Richthofen , desde una posición superior, ve a uno de
estos aislado y le persigue hasta dentro de las líneas enemigas,
cuando su aparato resulta alcanzado.

Richtoffen es malherido, pero logra nivelar su triplano e intenta
descender, iniciando una maniobra de aterrizaje. Sobrevuela las
posiciones británicas y toca tierra dando tumbos, en los
cuales salta una rueda, para luego derrapar violentamente sobre
el suelo, quedando inmóvil unos 3 km tras las líneas inglesas,
cerca de un puesto australiano. Hacia el aparato corre el sargento
mayor J.H. Sheridan, de la 3ª Batería británica, encontrando al
piloto con la cabeza inclinada adelante, echando sangre por la
boca y por un orificio de bala sobre el pecho; sus manos asían
aún la palanca de mando y el cierre de las ametralladoras.

No se sabe si fue derribado por artilleros australianos de la
53ª Batería de la 14ª Cía, emplazados alrededor de Amiens,
o por dos australianos de la 24ª Cia, de Ametralladoras cerca
de Corbie, o, lo más probable, por un piloto canadiense del
209º de la RAF, Arthur Brown, un canadiense de 24 años,
con 12 victoras confirmadas.

Manfred Richthofen tenía 25 años cuando murió, lo cual generó
su mito, el del caballero honorable que luchó con gallardía en los
cielos, como una divinidad, en el esplendor de su vida, en
contraposición a la guerra miserable que libraban los soldados
en tierra, envueltos en fango, padeciendo enfermedades y
parásitos, sacrificados como si fuesen ganado, en una lucha
de trincheras humillante, lenta, cobarde y sangrienta.

Según el general Luddendorf, comandante en jefe del Ejército
Imperial alemán, la pérdida de Richthofen supuso para la moral
germana el equivalente a la pérdida de 30 divisiones de infantería.

Los pilotos no tenían la misma consideración que los soldados.
Eran contemplados por la oficialidad de ambos bandos como
caballeros medievales que se batían en duelos con ametralladoras
en lugar de lanzas. Por ello Richthofen fue enterrado con todos
los honores por sus enemigos, que además sentían un gran
respeto por él. En 1925 será exhumado y llevado a Berlín.

El Barón Rojo es un leyenda de la historia militar.

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Gracias a De Re Militari
 
Como siempre Laerthes, sublime en sus posts :wink: hay otros muchos episodios de guerra que han sido miticos..Me viene a la cabeza un recuerdoº ¿Alguien sabria si realmente Navarone (de la pelicula los cañones de navarone) existio? En un libro de historia encontre una anecdota de una diminuta isla del mar egeo donde unos 2000 soldados britanicos quedaron aislados debido a que no se pudo proceder a su rescate hasta una especial intervencion militar que por suerte tuvo un final feliz... tan similar como narra la historia de la misma pelicula. Naturalmente navarone no viene en ningun mapa, por lo tanto me surgen mis dudas :? realmente existio la fortaleza de navarone?
 
b_rojo.jpg
 
Cremaster rebuznó:
para los que gusten de baron rojo, una pequeña informacion, por Zaragoza pulula un tipejo que es el hijo bastardo de Jose Luis Campuzano.
Su padre se follo a su madre, que ahora es puta en un concierto y de ahi salio su hijo.
 
En la peli de Roger Corman, "The Red Baron", salían fragmentos de entrevistas reales con los personajes y una de ellas era la de Arthur Brown. Ál tío el periodista le preguntaba: "¿Cómo le gustan las mujeres?" y el contestaba "Con brazos y piernas".

Ese fragmento de diálogo lo tuve durante un tiempo como firma.

Curiosa peli y fascinantes personajes. Sabían perfectamente que sus aviones eran verdaderos ataudes volantes y, sin embargo, seguían volando en ellos con un fatalismo entre romántico y nihilista.
 
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