Sekhmet
Freak
- Registro
- 4 Jul 2009
- Mensajes
- 6.777
- Reacciones
- 3.659
Hola amigos, os escribo en un momento de bajona, porque ahora es cuando me apetece cascar las cosas tal y como me salen. Además yo siempre soy muy sincera y directa como pene en boca de norteño. Esto va para todos, especialmente para los que no saben qué hacer con su vida.
Por motivo de una larga depresión que tuve hace un tiempo, tuve que tratar (desgraciadamente) con todo tipo de psicólogos de doctrina y de condición. Pese a que unos son conductistas, psicoanalistas y otro tipo de puñetas, todos tienen algo en común. Pretenden que nos autoengañemos.
Lo que decían absolutamente todos, incluyendo aquellos psicólogos autores de libros que leí entonces, vídeos de youtube, etc. todos coinciden en que excluyendo aquellos casos de depresión causada por un desajuste bioquímico, la gran mayoría de los trastornos depresivos son autocreados. Es decir, que los pensamientos de uno están ''equivocados''. Vaya, que si resulta que has hecho algo mal porque no le has puesto suficiente empeño o eres un negado, no puedes ser sincero contigo mismo; tienes que decirte las cosas con el amor y cariño con el que lo haría una madre, para no afectar a tu autoestima.
Es decir, supongamos que un licenciado en Derecho lleva 10 años intentando sacar una oposición. No lo consigue, no es lo suyo. Por mucho empeño que le ponga, no alcanza su meta ni lo conseguirá. Esto hace que sus frustraciones le causen tristeza, desgana y posteriormente, depresión. Entonces irá al psicólogo y le hará creer y adoptar ideas falsas, edulcoradas, para que el pobre Manolito, abogado de Murcia, no se desanime.
El problema de Manolito, el mío y seguramente el de casi todos, es que aceptar las derrotas DUELE y cuesta renunciar algo que nos motiva y nos hacía ilusión. Nos duele tener que acostumbrarnos a una situación que no nos gusta, a aprender a vivir sin X.
No hay que trabajar el autoestima, no hay que trabajar en el gimnasio para que la mente esté sana, ni todas esas paridas de mente sano in corpore sano, eso son MIERDAS que vendrán después. Lo que hay que trabajar es a tolerar la frustración, a aceptar ascéticamente las nuevas mierdas que nos trae la vida.
El problema de mucha gente con depresión es que quiere que un día todo empiece a cambiar y la vida sea JUSTA, porque si el vecino tiene X, y yo no tengo nada es que la vida está equivocada y algún día me tendrá que devolver todo lo que me ha quitado. Error. La vida no te ha quitado nada, ni tu vecino tampoco. No te corresponde nada, no eres digno por el mero hecho de existir de tener cosas, dinero, buenas relaciones. Te lo tienes que grabar a fuego: trabájatelo. Y si te lo trabajas y no lo consigues, o si lo consigues y se esfuma, acéptalo con resignación, pasa tu duelo y a volver a empezar. Si no eres capaz de entender esto, es mejor que vayas a comprar un taburete y una cuerda, porque no hay de otra. Todo lo demás es un camino más largo para llegar al mismo punto, pero sufriendo más. No seamos lloricas, que ninguno de nosotros está viviendo en la calle y comiendo barras de pan de 30 céntimos.
Todo esto no me lo ha enseñado ningún psicólogo, sino que lo he sacado de mi propia experiencia. Es todo una puta mierda, y además, últimamente me sale TODO mal, así que sé de lo que hablo.
Total, que esta mañana me he llevado un sofoco. Pero escribiendo esto ya se me ha pasado. Venga, ciao, ahí os lo dejo pa' que comentemos.
La Rosalía. @Häskelärk
Por motivo de una larga depresión que tuve hace un tiempo, tuve que tratar (desgraciadamente) con todo tipo de psicólogos de doctrina y de condición. Pese a que unos son conductistas, psicoanalistas y otro tipo de puñetas, todos tienen algo en común. Pretenden que nos autoengañemos.
Lo que decían absolutamente todos, incluyendo aquellos psicólogos autores de libros que leí entonces, vídeos de youtube, etc. todos coinciden en que excluyendo aquellos casos de depresión causada por un desajuste bioquímico, la gran mayoría de los trastornos depresivos son autocreados. Es decir, que los pensamientos de uno están ''equivocados''. Vaya, que si resulta que has hecho algo mal porque no le has puesto suficiente empeño o eres un negado, no puedes ser sincero contigo mismo; tienes que decirte las cosas con el amor y cariño con el que lo haría una madre, para no afectar a tu autoestima.
Es decir, supongamos que un licenciado en Derecho lleva 10 años intentando sacar una oposición. No lo consigue, no es lo suyo. Por mucho empeño que le ponga, no alcanza su meta ni lo conseguirá. Esto hace que sus frustraciones le causen tristeza, desgana y posteriormente, depresión. Entonces irá al psicólogo y le hará creer y adoptar ideas falsas, edulcoradas, para que el pobre Manolito, abogado de Murcia, no se desanime.
El problema de Manolito, el mío y seguramente el de casi todos, es que aceptar las derrotas DUELE y cuesta renunciar algo que nos motiva y nos hacía ilusión. Nos duele tener que acostumbrarnos a una situación que no nos gusta, a aprender a vivir sin X.
No hay que trabajar el autoestima, no hay que trabajar en el gimnasio para que la mente esté sana, ni todas esas paridas de mente sano in corpore sano, eso son MIERDAS que vendrán después. Lo que hay que trabajar es a tolerar la frustración, a aceptar ascéticamente las nuevas mierdas que nos trae la vida.
El problema de mucha gente con depresión es que quiere que un día todo empiece a cambiar y la vida sea JUSTA, porque si el vecino tiene X, y yo no tengo nada es que la vida está equivocada y algún día me tendrá que devolver todo lo que me ha quitado. Error. La vida no te ha quitado nada, ni tu vecino tampoco. No te corresponde nada, no eres digno por el mero hecho de existir de tener cosas, dinero, buenas relaciones. Te lo tienes que grabar a fuego: trabájatelo. Y si te lo trabajas y no lo consigues, o si lo consigues y se esfuma, acéptalo con resignación, pasa tu duelo y a volver a empezar. Si no eres capaz de entender esto, es mejor que vayas a comprar un taburete y una cuerda, porque no hay de otra. Todo lo demás es un camino más largo para llegar al mismo punto, pero sufriendo más. No seamos lloricas, que ninguno de nosotros está viviendo en la calle y comiendo barras de pan de 30 céntimos.
Todo esto no me lo ha enseñado ningún psicólogo, sino que lo he sacado de mi propia experiencia. Es todo una puta mierda, y además, últimamente me sale TODO mal, así que sé de lo que hablo.
Total, que esta mañana me he llevado un sofoco. Pero escribiendo esto ya se me ha pasado. Venga, ciao, ahí os lo dejo pa' que comentemos.
La Rosalía. @Häskelärk
Última edición: