Decir que negar los placeres de la carne es negar la existencia material es como decir que dejar de respirar demuestra que el aire no existe: pura estupidez disfrazada de filosofía. Pero no te preocupes, incluso la Biblia se burla de los extremos vacíos: Proverbios 23:20-21 advierte sobre los glotones y los borrachos, no sobre quienes saben disfrutar con medida. Parece que algunos confunden abstinencia con iluminación, y terminarán tan secos como un desierto mientras acusan a la carne de ser pecadora.