Luego plantearse la presentación, nudo y desenlace.
Los manuscritos que le entrega Cachondo a su psicóloga no tienen estructura argumental y tienen un valor incalculable. Escritura libre, echo de menos esa técnica por aquí, alguien que haga ese ejercicio de escribir a toda hostia sin pensar lo que pone, bueno, quizás Norteño y Liachu si que les he visto alguna vez realizar esta práctica. A no ser que sean subnormales de verdad y esté yo equivocado, claro.
Pero nadie cuando habla se hace primero una estructura mental de por dónde va a ir la conversación y va soltando su parrafada como un pianista interpreta un tema. No, uno habla y la conversación tiene vida propia, puede ir por un derrotero u otro, nadie es dueño de su destino a no ser que seas Mundele y des candado al hilo y ban a los implicados.
Necesitamos hilos sin pies ni cabeza, misceláneas, diarreas mentales, que el forero se vacíe y escriba lo que su cabecita discurre, sin filtros, sin prejuicios, sin miedo a la censura de los malvados moderadores. Ya no quedan foreros con un par de huevos capaces de abrir hilos sin más pretensiones que contar al resto su individual y personal visión sobre una ocurrencia, una opinión, una observación, una reflexión, una genialidad.
Vuelo sin motor, es lo que estoy planteando, estamos acostumbrados al piloto automático que nos lleva a un destino fijo sin tener que pensar mucho. Con Gint y Mundele de pilotos y sus azafatos de vuelo. Pues no, la sensación de la caída al abismo sin tener la situación controlada mientras sientes la inexorable presencia de la fuerza de la gravedad y la cuenta atrás para salvar la vida o fenecer en el intento. Hablo de sentir la espada de Damocles cada vez que se abra un hilo y estar a un paso del ban eterno o alcanzar la gloria y entrar en el panteón de las vacas sagradas foriles. Eso ya no existe, porque los valientes ya no están, todos muertos por sobredosis de adrenalina al intentar una y otra vez la sensación de tirarse al vacío. Solo quedamos los cobardes, los que nunca saltamos, los que nos asomamos al acantilado y nos entra la risa, damos un paso atrás y nos situamos a una distancia prudencial para ver el salto del próximo loco.
Dice mi compadre que en esta vida hay solomente dos tipos de personas; los actores, que son los que actúan, y los espectadores, que somos los que observamos y aplaudimos. Ahora mismo el foro está a rebosar de público, queremos que salgan ya los actores.