Darkiano
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Más allá del afeitado moderno de hoy día, existe todo un mundo que ha quedado casi sepultado y del que sólo son conocedores unos pocos privilegiados, y nuestros mayores. Vamos a hacer un intento de redescubrir el afeitado de toda la vida, el afeitado clásico.
Para ello, he tomado prestado de múltiples sitios de internet y de algún que otro foro especializado, y lo he condensado en esta pequeña guía que espero que os sea de ayuda y utilidad.
ÍNDICE:
Maquinillas de afeitar
Brochas de afeitar
Hojas de afeitar
Barritas de jabón (sticks)
Cremas de afeitar
Jabones de afeitar
Productos Pre y Post Afeitado: Aceites, After Shaves y Bálsamos
Pack de afeitado para principiantes
Colecciones
Descargas Manuales y Vídeos
Espero sea de su agrado:
Un Saludo.
Para ello, he tomado prestado de múltiples sitios de internet y de algún que otro foro especializado, y lo he condensado en esta pequeña guía que espero que os sea de ayuda y utilidad.
ÍNDICE:
Maquinillas de afeitar
Brochas de afeitar
Hojas de afeitar
Barritas de jabón (sticks)
Cremas de afeitar
Jabones de afeitar
Productos Pre y Post Afeitado: Aceites, After Shaves y Bálsamos
Pack de afeitado para principiantes
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- EL AFEITADO CLÁSICO
¿Qué es el afeitado clásico?
Se conoce como afeitado clásico a todo el que se realiza usando navaja de afeitar, y en su versión más moderna (pero casi más eficaz e igual de clásica) la maquinilla que usa hojas de afeitar.
Ventajas del afeitado clásico
Mayor apurado.
Seguramente muchos habréis oído hablar de afeitarse tan bien que “te ha quedado la cara como el culito de un bebé”. Ese es el apurado que se puede obtener con un afeitado clásico: un afeitado “culito de bebé”. Con un rasurado tan perfecto que podéis realizar un cunnilingus a la mujer más delicada del mundo, que no va a sentir más que suave, fresca, tersa e hidratada piel.
Eliminación de impurezas e hidratación.
El afeitado clásico es exfoliante a la par que hidratante. Eso hace que la salud de la piel sea en todo momento excelente, y todos aquellos que hayan sentido molestias tras el afeitado tradicional, van a notar una diferencia mayúscula.
Evitar granos, espinillas, rojeces e irritación.
Muchos de los que descubren el afeitado clásico, lo hacen por casualidad, buscando remedios para sus problemas de piel.
La mayoría tienen serios problemas de espinillas, poros infectados, irritación general, etc.
El afeitado clásico sólo requiere tiempo: en tres semanas desaparece cualquier tipo de espinilla, grano, rojez e incluso elimina la dermatitis seborreica en un alto grado de casos, y la mantiene a raya en todos.
Relajación
La realización de un afeitado clásico tiene un efecto secundario muy beneficioso: deja a la persona en un estado de relajación y elimina el estress. Tanto para empezar una nueva jornada diaria, como para antes de acostarse, deja a la persona en un estado mental idóneo. Para muchos (yo incluido) es el mejor momento del día.
De hecho, el afeitado clásico es considerado por muchos como un ritual, perfectamente comparable al ritual del té japonés.
Pues su objetivo es doble:
- Eliminar o perfilar la barba (obviamente).
- Eliminar el estres y llevar el cuerpo y la mente a un estado de relajación.
El tiempo mínimo recomendado para un afeitado clásico es de quince minutos, el tiempo para un Gran Afeitado Ritual suele ser de una media hora.
Inconvenientes del afeitado clásico
Requiere algo más de tiempo (no demasiado una vez tengamos práctica) y cuidado.
Requiere igualmente unos conocimientos y materiales previos, que vamos a intentar dar en este hilo.
Antes de hablar de cómo se realiza un afeitado clásico, veamos los materiales necesarios, y despejemos algunas dudas sobre estos.
El coste: ¿es caro cambiar del afeitado moderno al afeitado clásico?
En absoluto. De hecho el afeitado clásico es de media unas diez veces más económico que el afeitado moderno más barato que podáis encontrar.
Si usáis, como supongo la mayoría hará, maquinillas de “alta calidad” como son las Mach (III, turbo y demás, no estoy al tanto), el precio del afeitado moderno se dispara.
Para haceros una idea: con veinte euros poco más o menos, podéis haceros con un equipo y consumibles para iniciaros en el afeitado clásico para un año. Ya sólo necesitaréis renovar las hojas de afeitar y el jabón, que no debería exceder los ocho euros anuales.
Dicho esto, diré que hay auténticos sibaritas del afeitado clásico que gastan cientos de euros anuales en esto, pero eso ya es más afán de coleccionismo y fetichismo que otra cosa.
Como en todo, hay cosas económicas, caras y muy caras. También existe gran diversidad de instrumentos y consumibles, que el coleccionista compulsivo va adquiriendo con el tiempo, con el consiguiente gasto añadido. Eso ya según el gusto.
En mi caso me he decantado por el término medio, que suele ser lo normal.
El aprendizaje: ¿es complicado aprender a afeitarse de forma clásica?
No. La mayor parte de lo necesario ya lo tenéis aprendido con el afeitado moderno (si lo sabéis realizar correctamente, cosa que luego pasamos a comentar).
Es necesario, sin embargo, un conocimiento mínimo tanto por seguridad como para maximizar un buen resultado.
El afeitado no es cosa de niños, eso está claro. Y aquí usamos materiales que mal usados tienen cierto riesgo.
Con unas precauciones básicas, no tendréis nunca problemas en este sentido. Yo por ejemplo jamás he sufrido ningún percance. Las poquísimas veces que me he cortado ha sido por las prisas y por ejecutar mal el afeitado, y aun así, los pequeños micro cortes han sido siempre mucho menores que os que me he llegado a hacer con una Mach 3. Así que se puede decir sin miedo a equivocarse, que el afeitado clásico es completamente seguro si lo realizáis correctamente. Y por correctamente me refiero a que no hagáis barbaridades como poner la hoja de afeitar desnuda en la mano y la cerréis.
El material: ¿Qué se necesita para pasarse al afeitado clásico?
Bien, aquí ya entramos en el meollo del asunto. Vamos a ver paso a paso los materiales que se usan en este tipo de afeitado.
Al final explicaré cómo se debe realizar dicho afeitado, así que pido un poco de paciencia, y no os preocupéis si uso términos que en principio os suenan a chino, pues más adelante, cuando explique el proceso, quedarán aclaradas las dudas. Aquí sólo presento los materiales y productos necesarios.
La primera y más conocida es la navaja de barbero de toda la vida de dios. De la que hablo extensamente al final del hilo, aquí solo para presentárosla.
Bien, pues por ahora olvidaos del asunto.
Para afeitarse con una de estas maravillas, hay que tener un grado de experiencia y habilidad que ahora mismo, los que usáis y siempre habéis usado desechables, no tenéis, es así y más vale que lo asumáis de entrada.
Si alguien lo duda, que lo intente, pero luego que no me venga llorando porque se le ha quedado la cara como al desfigurado de la película de Hannibal.
No es que sea extraordinariamente difícil, pero hay que saber hacerlo, y para eso yo siempre recomiendo llevar un tiempo realizando el afeitado clásico con la siguiente herramienta que vamos a ver a continuación.
Al final comento sobre el afeitado a navaja, pero ya os digo que de entrada yo no lo recomiendo.
Eso sí, seré un poco cabrón y os diré que si os afeitais correctamente con una de estas navajas, el macho alfa más ligón de la discoteca más cercana os va a parecer una piltrafilla, porque vais a saber lo que es sentiros un hombre en el más pleno sentido de la palabra. Hasta la autoestima ayuda a subir el afeitado clásico, coño, hasta eso.
La maquinilla de afeitar.
A diferencia del afeitado moderno. La maquinilla de afeitado clásico no es desechable.
Una maquinilla tradicional no tiene fecha de caducidad, conozco a uno que usa la de su abuelo, que anteriormente la usó su padre casi toda su vida de adulto, y está en perfectas condiciones.
De hecho, en ebay y otras páginas de subastas, se venden a un precio más que asequible maquinillas que tienen cincuenta, ochenta y hasta cien años. Y afeitan tan bien como el primer día, sin tener nada que envidiar a las modernas maquinillas clásicas que se fabrican hoy día.
Modelos hay a rabiar, desde la más barata, para aquellos que por curiosidad quieren probar el afeitado clásico, que no es otra que la Wilkinson de plástico negro, que se puede conseguir en cualquier Corte Inglés por seis o siete euros (o al menos eso costaba hace un par de años)…
…hasta la más cara, la mítica Futur, que se es actualmente la mejor maquinilla clásica del mercado, y que es la que usaba el capitán Lee Adama en la serie Galáctica.
Hay una variedad increíble, incluso chapadas en oro las he visto. Y una vez iniciados en el afeitado clásico, requiere informarse bien a la hora de elegir la maquinilla que probablemente uséis el resto de vuestra vida.
Diré que todas ellas, todas, son mejores que la mejor maquinilla de afeitar moderna del mercado, así que elijáis la que elijáis, no podéis sino acertar.
Los grandes grupos de maquinillas clásicas suelen distinguirse principalmente por la forma de colocar y sostener la hoja de afeitado, teniendo así las de mariposa, de dos piezas, o de tres piezas.
Las tres son perfectamente aptas, y será cuestión de gustos y preferencias elegir una.
Personalmente, yo empecé con una maquinilla de apartura de mariposa que compré en un pack de afeitado clásico, pero a los tres meses y tras mucho mirar, me hice con una Edwin&Jagger de tres piezas, de acero inoxidable y mango marfil, que no la cambio por ninguna.
El precio de las maquinillas de afeitar es variable, la Futur puede llegar a los ochenta euros, pero es la crema de la crema de la paja a la crema, pero lo normal es que cuesten entre 25 y 45 euros.
La mía me costó 34 euros y como digo dura toda la vida.
La brocha:
La brocha de afeitar es conocida por todos, pero lo que se suele desconocer es que hay una gran variedad de ellas, cuya principal distinción está en el tipo de pelo o mezcla de pelos que lleve, así como el tamaño de estos.
Si habéis comprado alguna en los chinos, ya podéis tirarla a la basura. Eso no es una brocha de afeitado, es un insulto a las brochas de verdad.
Una brocha está compuesta de un mango, que puede ser de plástico, madera, incluso cristal, y es lo que menos debe preocuparnos a la hora de elegirla.
Luego está el nudo, que es lo que hace que el pelo de la brocha quede sujeto al mango, y evidentemente debe ser bueno, pues una buena brocha puede y debe durar toda la vida. Un buen nudo garantiza que la brocha no vaya perdiendo pelos hasta quedar inutilizable.
Y finalmente tenemos el pelo en sí, que puede ser largo o corto, y salvo excepciones los hay de pelo de cerda, pelo de tejón, pelo de caballo o pelo artificial. También se fabrican combinaciones de todo tipo
Las brochas de afeitado son un mundo en sí mismo, y eso ya lo debéis investigar vosotros, pero abreviando, y a título personal, yo prefiero las brochas de pelo de cerda para espumar en la cara usando barritas de jabón, así como para espumar con jabones propiamente dichos. Para el espumado en bol con cremas de afeitado también sirven muy bien, por lo que normalmente suele ser la primera brocha que un iniciado suele comprar.
Asimismo la de pelo de tejón la veo ideal para jabones blandos y para algunos tipos de cremas.
La brocha de pelo de cerda suele ser más dura que la de pelo de tejón, que destaca por su suavidad y delicadeza con la piel.
Las de pelo artificial no las he probado, pero una de calidad, según comentan, no tiene nada que envidiar e incluso supera en calidad a las dos anteriores (yo personalmente lo dudo, pero no puedo opinar objetivamente).
Y para finalizar: El bol.
El bol de afeitado es aquel que se usa para hacer espuma, usando cremas, pastas de jabón, e incluso barritas de afeitado, depositándolas dentro del bol y espumando sobre ellas.
No tiene más misterio que usar cualquier bol que tengáis en casa. Vale cualquiera y de cualquier material.
Si sois un poco torpes, os recomiendo uno de plástico, para evitar problemas si se os cae al suelo.
Yo uso uno de cerámica, y un amigo mío usa uno tallado en cristal, lo cual me parece ya demasiado sibarita, pero sobre gustos nada hay escrito.
El bol resulta innecesario si usáis barritas de afeitado para espumar directamente sobre la cara, o hacéis la espuma directamente en la lata o frasco del jabón. Incluso para cremas, se puede espumar con ellas sobre la mano. Pero por ser un recipiente que está casi en cualquier hogar, yo recomiendo tener uno para reservado para el afeitado.
Los consumibles:
Entramos ahora en los consumibles necesarios para el afeitado clásico, de los cuales también se puede hablar largo y tendido:
El primero es la piedra de alumbre, que ya he comentado en otro hilo y por tanto os hago un copipaste:
La piedra de alumbre.
Gracias a sus propiedades cicatrizantes y desinfectantes (no, no te cortas casi nunca usando hojas de afeitar, eso es un mito)
Pues resulta que tiene otra propiedad muy interesante: mata las bacterias que producen el mal olor corporal de los sobacos, ingles y demás.
Pero en el caso del afeitado, tras aclarar con agua, la piedra de alumbre humedecida impide cualquier tipo de problemas de la piel y ayuda mucho con los cortes.
Crema de afeitar:
En el afeitado moderno suelen usarse espumas de bote de afeitar, y gel, igualmente en botes de afeitar.
Algunos realmente caros para lo que ofrecen.
Bien, este tipo de productos no son válidos para el afeitado clásico, así que si tenéis reservas de ellos, una vez empecéis con el afeitado clásico no os va a quedar otra que regalarlos, porque no los vais a querer volver a ver nunca más.
En el afeitado clásico se usan tres tipos de productos, de los cuales hay un amplio abanico de ofertas.
1. Las barritas de afeitado.
La barrita de afeitado consiste, como su propio nombre indica, en una barra compacta de jabón para afeitado, cuya finalidad es la de aplicarla húmeda sobre la cara igualmente húmeda, para posteriormente aplicar la brocha, o para hacer espuma creándola con la bocha directamente sobre la barrita de jabón.
Ambas son perfectamente válidas, pero para mi gusto, el mejor espumado es el que se realiza aplicando primero el jabón sobre la cara, para después realizar el masaje con la brocha, sintiendo como se produce la espuma en la cara (posteriormente explico cómo realizarlo).
Las más conocidas en España son la de LaToja y la de Lea, pero hay auténticas joyas por descubrir, como el jabón turco Arko, que desde hace cien años no ha variado en absoluto ni su composición ni su fabricación (manual), y que se usa en todas las barberías a navaja de Turquía.
2. El jabón de afeitado.
Un jabón de afeitado se diferencia de la barrita tanto en su presentación, que suele venir dentro de una lata o tarro de plástico, como en su composición, pues por lo general incluye más ingredientes y suele ser de mayor calidad. Esto último siempre será discutible, pero la verdadera excelencia la encontraréis en los jabones de afeitado.
El espumado siempre debe ser bien en un bol, bien usando el propio recipiente en el que viene el jabón. Particularmente para los jabones blandos, y si hay tiempo, prefiero tomar una pequeña cantidad (minúscula) y hacer la espuma en el bol. Pero si el jabón es duro o viene en una lata o tarro grande, es más práctico espumar sobre el propio recipiente.
Para mí, el mejor jabon del mundo se fabrica a nivel casero, aquí, en España.
3. La crema de afeitado.
La crema de afeitado siempre debe espumarse en un bol, o en su defecto sobre la mano en caso de no disponer de uno.
Su consistencia, evidentemente, es blanda, equivalente a la de la pasta de dientes, y su composición puede ser tan similar a las de las barritas de afeitado, como compleja hasta superar a muchos jabones de afeitado.
Para iniciados recomiendo la crema Latoja, que hace un espumado denso y cremoso, con una calidad muy superior a la de la barrita de afeitado del mismo nombre, pero si queréis excelencia, hay docenas de marcas. Yo uso Musgo Real, que en mi opinión es una de las mejores, y no es ni con mucho la más cara.
LA HOJA DE AFEITAR
La clave del afeitado es sin duda la hoja de afeitado, de ella depende todo.
Una hoja de afeitar, que todos hemos visto como mínimo en el cine, está afilada siempre afilada por ambos lados, lo que nos da una mayor duración, así como una mayor calidad de afeitado, pues podemos usar un filo para las primeras pasadas, y luego el otro, aun virgen, para un apurado final.
Las hay de muchos tipos y calidades, con un precio que ronda de los cinco céntimos al euros y medio (cada hoja). La durabilidad en afeitados de una hoja, dependiendo del tipo, puede ser desde uno, hasta una docena.
El grado de afilado también hay que tenerlo en cuenta.
Las de peor calidad suelen tener un afilado bajo y un control de calidad inexistente. Que no os engañe esto, pues para un sólo uso pueden dar un afeitado excelente, aunque probablemente no será tan suave como con otro tipo de hojas.
Las hojas de filo medio son lo habitual. Suelen durar unos dos o tres afeitados, y dependiendo de la marca, se nota una mayor resistencia de la hoja o una mayor suavidad. Dependiendo del tipo de barba y piel, cada uno debe ir probando y escogiendo la hoja que mejor le venga.
Las hojas ultra afiladas son evidentemente las que proporcionan un mayor apurado y tienen mayor durabilidad, pero también son las que se deben usar más delicadamente, pues alguien que no sea diestro en el afeitado clásico puede llegar a hacerse una carnicería si usa este tipo de hoja la primera vez.
En mi caso tengo un tipo de piel delicada y grasa, con una barba muy cerrada y de dureza media – alta, de rápido crecimiento, por lo que suelo usar este tipo de cuchillas cuando llevo más de dos días sin afeitarme.
Las mejores son las Feather, también conocidas como las “Cuchillas Ninja”, pues son las más afiladas del mundo.
Suelen venir en paquetes de cinco o de diez, de cartón o plástico y que se pueden manejar sin dificultad gracias a su envoltorio.
Su mantenimiento es simple: pueden dejarse dentro de la maquinilla, ligeramente abierta para la libre circulación de agua al lavarla, así como para que se seque con mayor rapidez. O puede extraerse de la maquinilla y volver a su envoltorio original, o dentro de papel higiénico, por ejemplo.
Jamás, no hace falta decirlo, debe tocarse su filo, y la forma correcta de manipularlas es cogiéndolas siempre con el dedo índice y pulgar, por uno de sus dos extremos.
After Shave / Bálsamo:
Aquí poco hay que explicar. Pues precisamente en esto el afeitado moderno exige un buen after shave o bálsamo, debido a las auténticas carnicerías que realiza sobre la piel, así que probablemente el que uséis habitualmente os valdrá.
Debido a la alta calidad del jabón o crema de afeitado, la cantidad necesaria será menor. Yo recomiendo bálsamo si el afeitado ha dejado la piel irritada, para al rato aplicar el after shave.
Ahora bien, puntualizar una cosa:
Muchas marcas comerciales son una caca. Y hay verdaderas maravillas en after shave que se pueden pedir online y que os van a dar una agradable sorpresa.
Para andar por casa, para mi gusto nada como el Floid. Yo uso el vigoroso mentolado, pero el suave tampoco está nada mal en cuanto a calidad, si encontráis el otro excesivo.
Si queréis un término medio entre uno y otro, tomad un “grano de arroz” de mentol, divididlo en treinta partes en vuestra imaginación, y añadid una de esas partes al Floid suave. Tendréis un Floid “grado medio” estupendo.
Si os pasáis tendréis que tirar el producto, avisados estáis.
Pero ojo, que ni por asomo Floid el mejor after shave del mundo. Yo lo tengo como de uso común, y es magnífico, pero para ocasiones especiales, os presento al mejor After Shave del mundo de verdad, que deja a Floid un par de escalones por debajo:
Si seguís prefiriendo el frescor del Floid mentolado, pues nada, una cuarta parte de un grano de arroz de mentol dentro de Weleda y listo.
Sin irnos a lo más alto, otro que para mi gusto puede llegar a superar a Floid es:
Aunque tengo que admitir que están muy igualados.
Y por supuesto, para los que se inician en el afeitado clásico y quieren una excelente emulsión, nada como:
Esto último es gloria bendita, copón. Para pieles sensibles es la leche.
Aceite de preafeitado.
El aceite de preafeitado es un aceite con base de ricino (aceite de ricino), un poco de aceite de oliva puro y otros añadidos.
Es extremadamente denso y se usa para aplicarlo después de humedecer la cara, dejando que la piel lo absorba, y volviéndola a humedecer para posteriormente aplicar la brocha con el jabón.
El objetivo es crear una protección extra, así como hacer del afeitado una experiencia mucho más suave. También es muy apreciado para pieles delicadas, con espinillas, granos, dermatitis, etc.
Cuatro gotas son más que suficientes, que deben ser aplicadas sobre la piel húmeda, con las yemas de los dedos en un suave masaje.
Hay varias marcas, pero yo recomiendo Floid, que es cara (unos siete u ocho euros), pero que dura una eternidad y tiene una calidad grandiosa.
También se puede crear aceite de preafeitado casero usando tres cuartas partes de aceite de ricino (once euros el bote de 100 ml) y una parte de aceite de oliva.
Como protección extra tras un afeitado “accidentado”, nada como un suave masaje con diez o quince gotas de aceite de oliva una vez la piel haya asimilado el after shave. En la mayoría de los casos no es necesario.
Agua:
Por dios, que a nadie se le ocurra usar agua del grifo de baja calidad, con una alta cantidad de cloro y cal, para hacer la espuma de afeitado. Una garrafa de un litro de agua mineral o destilada puede duraos una eternidad para hacer el espumado, y la calidad de la espuma es infinitamente superior.
CÓMO SE REALIZA EL AFEITADO CLÁSICO CON MAQUINILLA
Ya era hora, ¿no?
Lo primero es tener paciencia. Yo me lo tomo como un ritual diario del que obtengo una gran satisfacción. De hecho mucha gente que ha tenido barba durante años (guiño guiño) ha renunciado a ella por el placer de poder afeitarse completamente todos los días.
Lo primero es poner la cuchilla en la maquinilla, que no tiene ningún misterio y dependerá de cada maquinilla. Eso es sólo coger la cuchilla con cuidado y colocarla en esta, que ya según el tipo y modelo, intuitivamente daréis con la forma.
Es importante que ambos lados de la hoja queden igualados al quedar la hoja presionada y sujeta por el cabezal de la maquinilla.
Llenar el lavabo de agua. Parece una tontería pero en estos casos el orden de los sumandos sí altera el producto. Agua caliente o templada, pero siempre unos grados por encima de lo que queráis sentir cuando os la vayáis a aplicar sobre la cara.
Humedeceos la cara, pero no hasta el punto de reblandecer la piel. La clave es ablandar el pelo pero dejando la piel dura, eso ya es cuestión de práctica.
Espumar:
1. Si es con barrita, sobre la cara húmeda, mojando la punta de la barrita y frotándola haciendo pequeños círculos sobre esta hasta que quede una base visible de jabón. Otra forma es hacer círculos presionando suavemente y después con un grado medio con la brocha humeda y las puntas mojadas sobre la barrita, para después, una vez la espuma se haya producido, ir aplicándola sobre la cara.
2. Si es con crema, aplicar una pequeña cantida en el bol y hacer círculos, presionando alterativamente suave y con algo más de fuerza, hasta que la espuma vaya tomando consistencia. Se puede extraer el exceso de jabón de la brocha presionándola sobre el borde interno del bol, para proseguir con el batido de la espuma.
3. Si es con jabón, aplicar una pequeña cantidad en el bol, o hacer los círculos de la brocha directamente en el recipiente.
No merece la pena detalar más este punto, pues ya vosotros iréis descubriendo la forma optima de crear la espuma en cada caso, pero siempre debéis tener presente que una buena espuma de afeitado es muy densa y muy cremosa. Jamás debe tener burbujas o estar aguada.
Al aplicarla sobre la cara, siempre debe quedar una base de espuma muy densa sobre esta. El pelo de barba no debe verse en absoluto.
El afeitado en si:
Es muy importante tener en cuenta que la filosofía del afeitado clásico no es cortar la mayor cantidad de pelo posible, sino ir reduciendo la barba de forma progresiva.
De tal forma, que lo que en el afeitado moderno se compone de un solo espumado y afeitado, en el afeitado clásico nunca debe ser menor de tres aplicaciones de espuma y rasurado, reduciendo progresivamente la barba.
El ángulo de corte debe ser de unos cuarenta y cinco grados. La maquinilla sujetarse suavemente, aunque con firmeza, y el afeitado debe ejecutarse sin presionar. El propio peso de la maquinilla debería ser suficiente presión para realizar el afeitado.
Primera pasada:
Siempre hacia abajo en pasadas de unos cinco o seis centímetros, no pasar donde no queda espuma de afeitado, y no preocuparos si queda mucha barba aun en la piel. Recordad que la barba ha de ir reduciéndose de forma progresiva.
Tras la primera pasada, humedecer de nuevo la cara con agua, aplicar unas gotas de agua (dos o tres) en la punta de la brocha, y espumar de nuevo, para volver a aplicarla en la cara.
Segunda pasada:
En la dirección del corte de crecimiento del pelo.
Normalmente es hacia abajo, pero a veces en determinadas zonas de la cara, el pelo crece inclinado o casi de forma lateral.
Si os dejáis la barba unos días, no os costará trabajo saber en qué dirección crece, y en esta segunda pasada es así como debéis realizar el afeitado. Recordad, sin apretar, esto es un ritual y aquí no hay prisas.
Tercera pasada:
Se repite el proceso y se da una tercera pasada, nuevamente en dirección de crecimiento del pelo, o hacia abajo, aquí ya da igual.
En esta tercera pasada ya deberíais haber reducido la mayor parte de la barba, y sólo quedarán restos o muy poca.
Cuarta pasada:
Aquí viene la madre del cordero, amigos.
En el afeitado moderno, nunca, jamás, debe realizarse el afeitado a contrapelo, pues lo único que conseguiréis es que toda la porquería de pelo, jabón y piel muerta, tapone los poros, produciendo los consiguientes granos y espinillas, infecciones, pus y demás. Los que realizan el contrapelo creyendo que hacen lo correcto, es porque han heredado esa costumbre el afeitado tradicional.
En el afeitado tradicional, en cambio, el contrapelo se puede realizar sin ningún problema.
Es optativo, yo mismo no lo realizo siempre, pero si lo hacéis, recibiréis como recompensa el famoso “afeitado culito de bebé”, que para ocasiones especiales es más que recomendable.
Tranquilos que la piel no va a resentirse por ello, pues la hoja del afeitado clásico garantiza que no se acumule ningún tipo de suciedad o impureza dentro de los poros.
La forma de realizarlo todos lo sabéis: siempre en la dirección contraria al crecimiento del pelo.
Hay que hacerlo con delicadeza, pues es donde se pueden producir cortes si apretáis.
Finalmente, e independientemente si habéis hecho un afeitado a contrapelo como si no, hay que realizar la cuarta o quinta pasada, según el caso, consistente en hacer un repaso general de las zonas que conserven algo de rasposidad debido al pelo restante que aun no se ha eliminado.
Tras el afeitado
Hay que lavar bien la piel, aquí ya se puede hacer un lavado con abundante agua, y secarla muy ligeramente, dejándola ligéramente humedecida.
Es entonces cuando hay que aplicar la espuma de confort, que consiste en retirar la espuma que aun contiene la brocha con la mano y aplicarla en un suave masaje sobre la cara.
Debéis dejarla aplicada tanto tiempo como el que necesitéis para aclarar la brocha (secadla bien después y colocadla siempre boca abajo para que no quede humedad en el nudo), limpiar la maquinilla y la hoja, el lavabo, el bol, etc.
Tras la limpieza del material, se aclara la espuma de la cara si os habéis duchado antes, u os metéis en la ducha con la espuma aun en la cara.
Tras la ducha o el aclarado, siempre es bueno aplicar la piedra de alumbre ligéramente hÚmeda, para eliminar posibles infecciones y especialmente para cerrar cualquier micro cicatriz (o no tan micro si no habéis tenido cuidado), lo que hace de forma casi milagrosa este mineral.
Tras eso, aplicáis bálsamo si notáis la piel irritada (suele pasar a los novatos, con el tiempo casi nunca a no ser que realicéis un afeitado especialmente apurado o con prisas), aplicad el bálsamo y dejadlo unos cuatro minutos, y posteriormente aplicar el after shave, que como bien nos enseñó Patrick Bateman, debe ser sin alcohol o con poco alcohol, porque el alcohol reseca la piel.
Una ligera capa de aceite de oliva al final, para los nuevos que noten que la piel aun la tiene irritada, y poco más.
Ahora tocaos la piel de la barba y me decís si no vais a mandar a la mierda el afeitado moderno, las maquinillas desechables, las espumas de afeitar y su puta madre.
EL AFEITADO A NAVAJA
Aquí ya hablamos de palabras mayores. - -
Un afeitado a navaja nunca debe ser completo, sino irse realizando de forma progresiva, intercalándolo con la maquinilla clásica, hasta que vuestra maestría con la navaja vaya siendo notabe. - +
- -
Empezad siempre por los laterales de la cara y las patillas, después pues (cuando ya dominéis esto), por las mejillas y bigote, y posteriormente por el cuello y barbilla. Siempre haciendo movimiento de aserrar, y siempre en la dirección “hacia adelante”. - -
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Hay buenos vídeos en Youtube, realizados por barberos profesionales, que debéis ver antes. Ya si vais a una barbería y lo experimentáis directamente, mejor que mejor. - -
La navaja tiene un mantenimiento y afilado sobre el que no voy a entrar ahora, porque si os vais introduciendo en el afeitado clásico, cuando llegue el momento de usarla ya seréis expertos en el tema
Un Saludo.