Me pasó eso varias veces en mi época de serial fucker, y siempre caí en la misma piedra: cuando tuve varias mujeres me obnubilaba, me subía, me confiaba, trataba de innovar, arriesgar e -inconscientemente- hacer algo que recordar a posteriori o para subir de nivel internamente, le daba menos valor a lo valioso, me lo tomaba como un triunfo a priori, y...
Al final, de las 5, 9, 3, o 2 mujeres posibles, la única por la que realmente hubiera pagado 300 euros para follarme, se perdía. Y con la segunda mejor posible, pasaba cualquier imprevisto, y fin, me quedaba plantado con un grupo de tías normales de las cuales ninguna iba a agradarme ni sorprenderme, ni lo hicieron, sumado a que perdía a todas las que no llamaba.
Una vez, un sábado, hace muchos años, me senté en el sofá Nacho Vidal Style con una lista larga de teléfonos recogidos de chavalas a lo largo de un mes -seguramente-, ordenándolas de más deseada a menos y seguidamente llamando a las posibles.
Iba a contar la larga historia de qué pasó ese día, y qué ocurrió posteriormente con cada una, pero al empezar a escribir la historia me ha dado el punto de aislar el primer caso, unirlo a otros también llamativos, y abrir un hilo que puede aportar más que carnaza para antifantasmas, es sobre lo potencialmente infieles que son todas las mujeres atractivas.
El resumen a la mínima es que la primera me vaciló, con la segunda hubo mala suerte, y quedé con la tercera perdiendo a la cuarta y quinta (y había unas cuantas más para llamar).
La moraleja que quiero transmitir es que la felicidad del hombre debe llegar después del polvo o justo antes. Nosotros no somos mujeres. Para una mujer la felicidad máxima vital sucede antes o en una realidad posible, tener a cientos de hombres detrás, su sueño máximo es salir en Playboy, Maxim o Vogue.
No quieren ser las mejores actrices, ni las que más follen, ni las que estén con el mejor hombre, quieren ser las más deseadas, nada más.
Somos inversos.
Para una mujer estar pretendida por muchos es lo mejor de la vida. Si un hombre tiene 10 para llamar, queda con la tercera, y no folla o echa un polvo no memorable, esa noche es una patética mierda.