Aquasilva es la mayor puta bazofia que he leido de un tiempo a esta parte, solo superada por la jodida rueda del tiempo del payaso del jordan, que gracias a dios, dejé en el libro catorce harto de la millonésima descripción de los jodidos bordados del vestidito de turno de cualquiera del centenar de protagonistas de la puta dragonada.
Y si cito esa puta mierda de saga, es porque su valor literario es parecido al de la de Audley, con esa puta manía de llenar cientos de miles de páginas rellenando el 50% de los espacios entre palabra y palabra con todo el elenco de adjetivos disponibles en la semántica del idioma, calificativos, participios, advervios, lo que sea, con tal de convertir un puto relato de fanzine de 40 páginas en un best seller de 3000.
Aquasilva prometía bastante, en las reseñas editoriales, claro, por su ambientación en un mundo acuático con escasas tierras emergidas, pero no hay más que eso. Después de leer los libros, el Waterworld de Costner me pareció todo un alarde de imaginación...
La historia se nota que la ha escrito un imberbe, que no es capaz siquiera de utilizar los recursos extraidos de cualquier otra dragonada del género para enganchar lo más mínimo en el transcurso de la historia.
Y no solo eso, sino que a ningún cerebrito de la editorial se le ha ocurrido realizar la más mínima correción de forma en el texto, aunque fuera para subsanar cualquiera de las 10000000 incoherencias de la trama que no casan ni con cola.
Los personajes son como marionetas que bailan al son de las órdenes del autor para propiciar los desenlaces pillados por los pelos que propician el devenir de la historia, pero sin coherencia alguna. Lo más parecido a un puto roboc, sin sentimientos, sin pasión, sin convicciones; muñecos de trapo sin vida propia.
Y el puto protagonista, Cathan, hijodelagrandísima puta, negado, mierdoso cobarde, que se pasa todo el puto libro sin tomar una puta decisión, es una caricatura burda y pretenciosa de lo que en otro lugar y situación hubiera sido un genial antihéroe.
Solo un palurdo niñato como Audley sería capaz de atreverse a narrar semejante saga en primera persona a tiempo completo, limitando el desarrollo de la acción a lo que sus ojos ven, y obviando todo aquello que escapa a su entorno inmediato, para después introducirlo con calzador (si se acuerda el hijoputa del autor) cuando le viene en gana.
El diseño de los personajes no puede ser más limitado y estereotípico, y además se nos presenta a todos y cada uno de los seres humanos que pululan en el planeta como si fueran a ser partícipes de la historia, cuando la mayoría se olvidan cuatro páginas después y no vuelves a saber de ellos.
Utilizar al amigo de la juventud del protagonista para transformalo a posteriori en su antagonista, podría haber dado mucho jugo, pero el chaval que al principio parece un buenazo, se transforma en un fanático con sed de sangre de pronto sin saber ni como ni porqué.
Como la fulana que manda un submarino que se presenta como salvadora del protagonista y después es una hija de la gran puta por que hace falta en un momento buscar a alguien que haga de hija de puta y por lo visto no había otra más a mano.
Y la historia del protagonista, su ascendencia y su puta hermana es motivo de pena capital. Qué puta falta de imaginación, joder.
Por no hablar de que la búsqueda del objeto que los ocupa los dos primeros libros y que mantiene un poco el interés, se queda en agua de borrajas, cuando al encontrarlo, deciden pasar de ello como de la mierda y no tiene trascendencia alguna en la historia.
Y si el autor no se molesta en explicar estos detalles a mi juicio necesarios para comprender por qué coño los protagonistas hacen lo que hacen y por qué la historia suecede y no es una puta tomadura de pelo, tampoco se molesta en establecer la más mínima coordinación entre sus decisiones y formas de actuar. De hecho, si no te fijas bien en los nombres, no eres consciente de quién es cada uno y por qué coño te están volviendo loco.
Y así transcurre la novela, sin ser consciente de las dimensiones espacio temporales de la historia, porque varían de escala a cada capítulo, por no hablar de lo que supuéstamente son errores de traducción, la cuál pone la puntilla a los libros.
En fin, que a mitad del segundo libro ya te empiezas a plantear cuando coño se acaba la puta trilogía y por qué no te vas a leer otra cosa.
Y todo eso a partir de un jodido niñato escritor de fórmula que no tiene ni puta idea de lo que significa el concepto de literatura, y al que se vendió en su momento como el "nuevo" Tolkien.
Pa su puta madre, que no se lo comen ni los cochinos.
Dios, es que es ver cualquiera de estos putos libros u oir hablar de ellos y me enciendo, joder.
Más o menos la misma puta mierda que eragon, vamos.