-Strasser-
Forero del todo a cien
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A continuación reproduzco un par de artículos que atacan el mito de la España mestiza. Uno desde la historia, con la firma del gran historiador
Erik Norling, y otra desde la genética (resumido por un amigo). El debate está servido...
HISTORIA:
Uno de los mitos mas ampliamente difundidos es la pretendida mescolanza racial del español. ¿Cuantas veces no hemos odio a nuestros ilustres intelectuales y políticos defender la inmigración y tolerancia fundándose en la pretendida España mestiza? En las tertulias y las columnas de los medios de comunicación se nos recuerda una y otra vez que el pueblo español es fruto de la confluencia de razas varias, en especial de los semitas (Árabes y hebreos). Sin embargo, que hayde realidad en ello?
Raza española
A finales del siglo XIX los nacionalismos estaban en boga. El racialismo y el análisis racionalista de los tipos humanos se empeñaban en afán legitimidad a las ideologías nacionalistas que sirvieron de base pare crear nuevos Estados como Alemania o Italia, fomentar el amor a las pequeñas patrias (son los inicios del nacionalismo independentista de pueblos como el vasco, el flamenco, etc.), mientras los Imperios se desmoronaban estrepitosamente. Algunos autores (Gobineau, Chamberlain) comprendieron que la cuestión no eran los pequeños localismos sino la defensa de la raza "Aria", termino que englobaba a la raza blanca y excluía a los "blancos" no europeos (entiéndase turquestanos, semitas, etc.).
En España el nacionalismo conservador se acentúo al tiempo que crecía la euforia entre nuestros pensadores. El desastre del 98, las crisis sociales, la no participación en la 1ª G.M., propiciaron un aislamiento de nuestro país de las nuevas corrientes intelectuales que recorrían Europa. Los historiadores nacionalistas conservadores pretendieron igualmente hallar la figura racial del "español" como algo genérico y diferenciado del denostado "europeo" al tiempo que pudiera combatir doctrinalmente con las teorías autonomistas de la burguesía vasca y catalana que bebían de fuentes racialistas (Sabino Arana, el Dr. Robert, por poner algunos ejemplos). Una corriente historiografía que llegara a monopolizar el espectro durante el franquismo cuando la autarquía y el renovado aislamiento le llevo a revivir estas teorías.
La escuela de Menéndez Pidal sentaba cátedra en nuestras universidades. España ni era europea ni era una mezcla de judíos y moros, para la ideología dominante el "español" era un prototipo racial individualizado. De esta forma se podría explicar el aislamiento de España del contexto europeo y fundamentar una supuesta singularidad "española" dando satisfacción a los sentimientos antieuropeos y racialistas al mismo tiempo de los reaccionarios españoles. Sin embargo fue el germen en la década de los años 30 para la aparición de otro mito igualmente falseado: la supuesta mescolanza del pueblo español. Autores como Americo Castro, procedentes del campo liberal, encabezaron la teoría que España era un "crisol de razas", singular por tanto, producto de la mezcla racial de todos los pueblos que habían pasado por ella durante miles de años. Con ello seguían manteniendo la teoría de la singularidad del "español"adaptaban el sentir ecuménico/internacionalista de los católicos españoles que seguían las doctrinas de la Iglesia que se oponía a cualquier forma de racismo. Se lograba de esta forma atraer al campo "políticamente correcto" , como lo denominaríamos hoy, una visión de España que podía ser admitida incluso por los nacional-catolicos que monopolizaron e1 franquismo en su intento de lograr una apertura hacia el exterior, hacia con mayor grado de tolerancia la inmigración masiva.
Formación racial de España
La realidad es, sin embargo, muy distinta. España no forma ni mucho menos un conjunto homogéneo racialmente. Ello es fácilmente palpable cuanto se viaja de norte a sur, de este a oeste. No obstante, las facilidades de movilidad geográfica que se han producido en la segunda mitad del siglo XX han unificado mucho las distintas regiones. Cuando se analiza detalladamente la composición racial de España se puede decir, sin animo de generalizar, que el "español" como raza o etnia no existe. El "español " es, y es algo de lo que debiéramos orgullecernos, el ejemplo perfecto del europeo.
Europeos eran los pueblos que vivían en el territorio que hoy conocemos por España cuando llegaron las sucesivas inmigraciones celtas. Europeos los romanos que de todos los confines del Imperio llegaban a Hispania, como europeos los cartagineses, los vándalos, los suevos, germanos que llegaron en la Alta Edad Media que fueron forjando la herencia biológica prerromana de los pueblos peninsulares. Incluso nos atreveríamos a decir que europeos fueron los pueblos beréberes del norte de África, hoy en decadencia gracias a la infiltración de las razas de color subsaharianas.
España se forjo con la integración de los diferentes pueblos que fueron llegando y los que existían, decimos integración pues no es un mestizaje cuando se produce entre pueblos étnicamente compatibles y complementarios.
La creación de España como Nación es consecuencia de la unión entre europeos, los escasos elementos extraeupeos que residían aquí fueron sucesivamente expulsados (judios y moros en el siglo XV, moriscos mas tarde, en el XV111) hasta lograrse la unidad nacional que pasaba por una unificación racial también, al igual que sucediera en países como Francia o Alemania.
Árabes y judios
El elemento semita, entiéndase árabe y hebreo, únicamente dejara un poso cultural y religioso, nunca demográfico. La España musulmana, tan popular hoy en día. era europea, con otros atuendos, religión y lengua, pero europeos racialmente tanto como lo eran los cristianos del Norte. Escribe Menéndez Pidal al respeto, que en el siglo XIV de los 200.000 habitantes de (Granada apenas si 500 fueran moros de raza. Incluso los "moros", cuya clase dirigente en muchos casos eran europeos islamizados (No olvidemos que en Siria, donde estaba el califato de Damasco o en Irán, Bagdag, el elemento blanco es considerable). Los califas de Córdoba eran conocidos por sus ojos azules y porte europeo. Los Árabes que llegaron a España debieron no ser mas que unos miles de hombres, a los que los guerreros de las tribus beréberes se les unieron. El Estrecho era entonces, no como ahora , un paso infranqueable para pueblos nada habituados a practicas marineras.
En cuanto a la supuesta mezcla con los hebreos, cuya clasificación como pueblo o etnia es dificil, esta tampoco existió. Una voz tan cualificada como la de Salvador de Madariaga se quejaba precisamente de no haber logrado mantener este grupo en España pues "al des-hebraizarse... España se deseuropeizo en igual proporción ". Ya Sánchez Albornoz nos ha demostrado de manera clara que jamas hubo confraternizacion sanguínea entre los judios de España y el pueblo llano, quizás algunos que se diluyeron en la sociedad española tras siglos desde su conversión al catolicismo y cuyo porcentaje, ínfimo en el conjunto del pueblo español, no puede calificarse como mestizaje en modo alguno. Los judios, por otro lado, que residían en España eran de origen sefardita, quedando muy pocos de aquellos hebreos que vinieran de Oriente próximo en la época del Imperio romano. Un grupo que en nada se parecen a los judíos de hoy, encarnados en la figura del judio oriental, asquenazi, de procedencia eslava y turcomana. Se podría incluso aventurar que muchos de los judios
residentes aquí serian judios de religión que no racialmente, fruto de las conversiones en la etapa de conclusión cristiano/judia de principios del milenio.
Tras la expulsión de los judios y la derrota de los musulmanes, con la emigración de las clases dirigentes que aun conservaban el tronco racial semita, España se purifica racialmente. Los caballeros godos y sus hombres, llegados de todas partes de España pero también de Europa, se asentaran por toda la geografía. Los soldados gallegos y Cántabros de los monarcas que establecen en las sierras andaluzas, hay muchos toponimicos que así lo recuerdan, como borgoñones, alemanes, italianos los que deciden que quedarse. Los catalanes marchan hacia Alicante y Murcia. Se producirán repoblaciones demográficas con campesinos holandeses, franceses y alemanes que llegaron durante las guerras de religión que asolaron Europa durante los siglos XVI-XVII.
España igual a Europa
Si hemos de buscar un país europeo que mejor refleje el sentir de Europa este seria España. A pesar de los intentos de destruir la conciencia europea, el español siempre se ha considerado parte de este proyecto común, aunque décadas de adoctrinamiento hayan querido llevarnos por otros derroteros. Aparte de
la lengua y la religión, que es ciertamente un elemento integrador importante, no hay nada que nos una a la Hispanomerica indijena aunque sea un sueño imperial que levante pasiones. Un polaco se integrara en la sociedad española sin problemas, en cuanto aprenda el idioma, mientras que un negro dominicano siempre será un elemento extraño. Un hijo de rumanos llegados a España será español sin fisuras, pero un indio quechua que haya nacido en Madrid jamas formara parte de nuestra concepción vital de la historia, para el (Carlomagno, las Cruzadas, los héroes y leyendas, en definitiva (que como interpreta Carlyle conforman los pueblos) serán elementos con los que no se puede identificar, como tampoco lo estaban sus descendientes.
Esta es la mejor prueba de que España es Europa, los europeos están unidos por un extraño vinculo de sangre.
GENÉTICA:
El mito de la España mestiza hace tiempo que fue desterrado,tanto historicamente como genetica y antropologicamente,que al fin y al cabo es lo que demuestra su validez.
Por la parte genetica,nos encontramos curiosamente con que la Peninsula Iberica es el origen del haplogrupo R1b del cromosoma Y,y del haplogrupo H del cromosoma X. Bueno,haciendo un pequeño resumen,estas mutaciones se dieron tras la ultima glaciacion en la que la Peninsula se convirtió en un refugio,y tras el fin de la glaciacion,migraron poblaciones estableciendose en lo que hoy es Europa,y por supuesto gran parte de los europeos llevan en sus genes ese codigo genetico que por decirlo de alguna manera,es nuestro,asi que no es nada descabellado decir que somos los padres y madres de Europa.
En lo referente al dichoso mestizaje que tanto gusta a "progres" y antifas,pues esta bien claro, muy al contrario de lo que se pensaban,los habitantes de la Peninsula Iberica son la segunda publacion mas aislada geneticamente junto con britanicos e irlandeses,paradojico ¿verdad?
A nivel general, los españoles poseen en su codigo genetico aproximadamente un 75% del haplogrupo R1b,20% del I(mutacion posterior a la R1b pero de origen tambien europeo) y un 5% de E3b (mutacion de origen norteafricano) y algunos R1a (origen europeo) y J,(origen asiatico),estos 2 ultimos muy aislados y que son excepciones. Como se puede comprobar ese mestizaje es casi anecdotico, y esta muy localizado como ahora veremos.
Hablando de la Peninsula Iberica,el mapa genetico es bastante homogeneo en contra de lo que muchos puedan pensar,distribuyendose los haplogrupos R1b por toda le peninsula,en especial entre vascos,al igual que el haplogrupo I,que tambien esta presente en toda la peninsula pero en numero mucho menor de personas,el haplogrupo R1a parece patrimonio exclusivo de zona de Valencia y otros puntos muy señalados...y los 2 haplogrupos no europeos,J y E3b,los encontramos casi exclusivamente en Andalucia,Murcia y sur de Portugal,alcanzando en Andalucia un 15% del total,con lo que el aporte genetico no europeo en la peninsula es patrimonio casi exclusivo de Andalucia y poblaciones muy señaladas como los pasiegos.
Asi bien,los argumentos historicos se pueden criticar y discutir,pero los argumentos basados en la ciencia como es la genetica no,y deja bien claro lo que somos.
Para terminar la conclusion final de una de las investigaciones llevadas a cabo sobre este tema:
El mayor aporte ‘exterior’ es de poblaciones africanas venidas durante la invasión islámica en su mayoría beréberes, con un aporte del 5% en la media global de la península y con picos de hasta un máximo de 15% en zonas de Andalucía.
(Elena Bosch, Francesc Calafell, David Comas,
Peter J. Oefner, Peter A. Underhill and Jaume
American Journal of Human Genetics (2001) 68:1019-1029)
Erik Norling, y otra desde la genética (resumido por un amigo). El debate está servido...
HISTORIA:
Uno de los mitos mas ampliamente difundidos es la pretendida mescolanza racial del español. ¿Cuantas veces no hemos odio a nuestros ilustres intelectuales y políticos defender la inmigración y tolerancia fundándose en la pretendida España mestiza? En las tertulias y las columnas de los medios de comunicación se nos recuerda una y otra vez que el pueblo español es fruto de la confluencia de razas varias, en especial de los semitas (Árabes y hebreos). Sin embargo, que hayde realidad en ello?
Raza española
A finales del siglo XIX los nacionalismos estaban en boga. El racialismo y el análisis racionalista de los tipos humanos se empeñaban en afán legitimidad a las ideologías nacionalistas que sirvieron de base pare crear nuevos Estados como Alemania o Italia, fomentar el amor a las pequeñas patrias (son los inicios del nacionalismo independentista de pueblos como el vasco, el flamenco, etc.), mientras los Imperios se desmoronaban estrepitosamente. Algunos autores (Gobineau, Chamberlain) comprendieron que la cuestión no eran los pequeños localismos sino la defensa de la raza "Aria", termino que englobaba a la raza blanca y excluía a los "blancos" no europeos (entiéndase turquestanos, semitas, etc.).
En España el nacionalismo conservador se acentúo al tiempo que crecía la euforia entre nuestros pensadores. El desastre del 98, las crisis sociales, la no participación en la 1ª G.M., propiciaron un aislamiento de nuestro país de las nuevas corrientes intelectuales que recorrían Europa. Los historiadores nacionalistas conservadores pretendieron igualmente hallar la figura racial del "español" como algo genérico y diferenciado del denostado "europeo" al tiempo que pudiera combatir doctrinalmente con las teorías autonomistas de la burguesía vasca y catalana que bebían de fuentes racialistas (Sabino Arana, el Dr. Robert, por poner algunos ejemplos). Una corriente historiografía que llegara a monopolizar el espectro durante el franquismo cuando la autarquía y el renovado aislamiento le llevo a revivir estas teorías.
La escuela de Menéndez Pidal sentaba cátedra en nuestras universidades. España ni era europea ni era una mezcla de judíos y moros, para la ideología dominante el "español" era un prototipo racial individualizado. De esta forma se podría explicar el aislamiento de España del contexto europeo y fundamentar una supuesta singularidad "española" dando satisfacción a los sentimientos antieuropeos y racialistas al mismo tiempo de los reaccionarios españoles. Sin embargo fue el germen en la década de los años 30 para la aparición de otro mito igualmente falseado: la supuesta mescolanza del pueblo español. Autores como Americo Castro, procedentes del campo liberal, encabezaron la teoría que España era un "crisol de razas", singular por tanto, producto de la mezcla racial de todos los pueblos que habían pasado por ella durante miles de años. Con ello seguían manteniendo la teoría de la singularidad del "español"adaptaban el sentir ecuménico/internacionalista de los católicos españoles que seguían las doctrinas de la Iglesia que se oponía a cualquier forma de racismo. Se lograba de esta forma atraer al campo "políticamente correcto" , como lo denominaríamos hoy, una visión de España que podía ser admitida incluso por los nacional-catolicos que monopolizaron e1 franquismo en su intento de lograr una apertura hacia el exterior, hacia con mayor grado de tolerancia la inmigración masiva.
Formación racial de España
La realidad es, sin embargo, muy distinta. España no forma ni mucho menos un conjunto homogéneo racialmente. Ello es fácilmente palpable cuanto se viaja de norte a sur, de este a oeste. No obstante, las facilidades de movilidad geográfica que se han producido en la segunda mitad del siglo XX han unificado mucho las distintas regiones. Cuando se analiza detalladamente la composición racial de España se puede decir, sin animo de generalizar, que el "español" como raza o etnia no existe. El "español " es, y es algo de lo que debiéramos orgullecernos, el ejemplo perfecto del europeo.
Europeos eran los pueblos que vivían en el territorio que hoy conocemos por España cuando llegaron las sucesivas inmigraciones celtas. Europeos los romanos que de todos los confines del Imperio llegaban a Hispania, como europeos los cartagineses, los vándalos, los suevos, germanos que llegaron en la Alta Edad Media que fueron forjando la herencia biológica prerromana de los pueblos peninsulares. Incluso nos atreveríamos a decir que europeos fueron los pueblos beréberes del norte de África, hoy en decadencia gracias a la infiltración de las razas de color subsaharianas.
España se forjo con la integración de los diferentes pueblos que fueron llegando y los que existían, decimos integración pues no es un mestizaje cuando se produce entre pueblos étnicamente compatibles y complementarios.
La creación de España como Nación es consecuencia de la unión entre europeos, los escasos elementos extraeupeos que residían aquí fueron sucesivamente expulsados (judios y moros en el siglo XV, moriscos mas tarde, en el XV111) hasta lograrse la unidad nacional que pasaba por una unificación racial también, al igual que sucediera en países como Francia o Alemania.
Árabes y judios
El elemento semita, entiéndase árabe y hebreo, únicamente dejara un poso cultural y religioso, nunca demográfico. La España musulmana, tan popular hoy en día. era europea, con otros atuendos, religión y lengua, pero europeos racialmente tanto como lo eran los cristianos del Norte. Escribe Menéndez Pidal al respeto, que en el siglo XIV de los 200.000 habitantes de (Granada apenas si 500 fueran moros de raza. Incluso los "moros", cuya clase dirigente en muchos casos eran europeos islamizados (No olvidemos que en Siria, donde estaba el califato de Damasco o en Irán, Bagdag, el elemento blanco es considerable). Los califas de Córdoba eran conocidos por sus ojos azules y porte europeo. Los Árabes que llegaron a España debieron no ser mas que unos miles de hombres, a los que los guerreros de las tribus beréberes se les unieron. El Estrecho era entonces, no como ahora , un paso infranqueable para pueblos nada habituados a practicas marineras.
En cuanto a la supuesta mezcla con los hebreos, cuya clasificación como pueblo o etnia es dificil, esta tampoco existió. Una voz tan cualificada como la de Salvador de Madariaga se quejaba precisamente de no haber logrado mantener este grupo en España pues "al des-hebraizarse... España se deseuropeizo en igual proporción ". Ya Sánchez Albornoz nos ha demostrado de manera clara que jamas hubo confraternizacion sanguínea entre los judios de España y el pueblo llano, quizás algunos que se diluyeron en la sociedad española tras siglos desde su conversión al catolicismo y cuyo porcentaje, ínfimo en el conjunto del pueblo español, no puede calificarse como mestizaje en modo alguno. Los judios, por otro lado, que residían en España eran de origen sefardita, quedando muy pocos de aquellos hebreos que vinieran de Oriente próximo en la época del Imperio romano. Un grupo que en nada se parecen a los judíos de hoy, encarnados en la figura del judio oriental, asquenazi, de procedencia eslava y turcomana. Se podría incluso aventurar que muchos de los judios
residentes aquí serian judios de religión que no racialmente, fruto de las conversiones en la etapa de conclusión cristiano/judia de principios del milenio.
Tras la expulsión de los judios y la derrota de los musulmanes, con la emigración de las clases dirigentes que aun conservaban el tronco racial semita, España se purifica racialmente. Los caballeros godos y sus hombres, llegados de todas partes de España pero también de Europa, se asentaran por toda la geografía. Los soldados gallegos y Cántabros de los monarcas que establecen en las sierras andaluzas, hay muchos toponimicos que así lo recuerdan, como borgoñones, alemanes, italianos los que deciden que quedarse. Los catalanes marchan hacia Alicante y Murcia. Se producirán repoblaciones demográficas con campesinos holandeses, franceses y alemanes que llegaron durante las guerras de religión que asolaron Europa durante los siglos XVI-XVII.
España igual a Europa
Si hemos de buscar un país europeo que mejor refleje el sentir de Europa este seria España. A pesar de los intentos de destruir la conciencia europea, el español siempre se ha considerado parte de este proyecto común, aunque décadas de adoctrinamiento hayan querido llevarnos por otros derroteros. Aparte de
la lengua y la religión, que es ciertamente un elemento integrador importante, no hay nada que nos una a la Hispanomerica indijena aunque sea un sueño imperial que levante pasiones. Un polaco se integrara en la sociedad española sin problemas, en cuanto aprenda el idioma, mientras que un negro dominicano siempre será un elemento extraño. Un hijo de rumanos llegados a España será español sin fisuras, pero un indio quechua que haya nacido en Madrid jamas formara parte de nuestra concepción vital de la historia, para el (Carlomagno, las Cruzadas, los héroes y leyendas, en definitiva (que como interpreta Carlyle conforman los pueblos) serán elementos con los que no se puede identificar, como tampoco lo estaban sus descendientes.
Esta es la mejor prueba de que España es Europa, los europeos están unidos por un extraño vinculo de sangre.
GENÉTICA:
El mito de la España mestiza hace tiempo que fue desterrado,tanto historicamente como genetica y antropologicamente,que al fin y al cabo es lo que demuestra su validez.
Por la parte genetica,nos encontramos curiosamente con que la Peninsula Iberica es el origen del haplogrupo R1b del cromosoma Y,y del haplogrupo H del cromosoma X. Bueno,haciendo un pequeño resumen,estas mutaciones se dieron tras la ultima glaciacion en la que la Peninsula se convirtió en un refugio,y tras el fin de la glaciacion,migraron poblaciones estableciendose en lo que hoy es Europa,y por supuesto gran parte de los europeos llevan en sus genes ese codigo genetico que por decirlo de alguna manera,es nuestro,asi que no es nada descabellado decir que somos los padres y madres de Europa.
En lo referente al dichoso mestizaje que tanto gusta a "progres" y antifas,pues esta bien claro, muy al contrario de lo que se pensaban,los habitantes de la Peninsula Iberica son la segunda publacion mas aislada geneticamente junto con britanicos e irlandeses,paradojico ¿verdad?
A nivel general, los españoles poseen en su codigo genetico aproximadamente un 75% del haplogrupo R1b,20% del I(mutacion posterior a la R1b pero de origen tambien europeo) y un 5% de E3b (mutacion de origen norteafricano) y algunos R1a (origen europeo) y J,(origen asiatico),estos 2 ultimos muy aislados y que son excepciones. Como se puede comprobar ese mestizaje es casi anecdotico, y esta muy localizado como ahora veremos.
Hablando de la Peninsula Iberica,el mapa genetico es bastante homogeneo en contra de lo que muchos puedan pensar,distribuyendose los haplogrupos R1b por toda le peninsula,en especial entre vascos,al igual que el haplogrupo I,que tambien esta presente en toda la peninsula pero en numero mucho menor de personas,el haplogrupo R1a parece patrimonio exclusivo de zona de Valencia y otros puntos muy señalados...y los 2 haplogrupos no europeos,J y E3b,los encontramos casi exclusivamente en Andalucia,Murcia y sur de Portugal,alcanzando en Andalucia un 15% del total,con lo que el aporte genetico no europeo en la peninsula es patrimonio casi exclusivo de Andalucia y poblaciones muy señaladas como los pasiegos.
Asi bien,los argumentos historicos se pueden criticar y discutir,pero los argumentos basados en la ciencia como es la genetica no,y deja bien claro lo que somos.
Para terminar la conclusion final de una de las investigaciones llevadas a cabo sobre este tema:
El mayor aporte ‘exterior’ es de poblaciones africanas venidas durante la invasión islámica en su mayoría beréberes, con un aporte del 5% en la media global de la península y con picos de hasta un máximo de 15% en zonas de Andalucía.
(Elena Bosch, Francesc Calafell, David Comas,
Peter J. Oefner, Peter A. Underhill and Jaume
American Journal of Human Genetics (2001) 68:1019-1029)