Esperanza Aguirre, la antisistema.

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Así es. Esta mujer, que le cuesta horrores llegar a fin de mes, ayuda ahora a los objetores de conciencia (LOL) para que sus hijos no tengan que sufrir la temible asignatura para la ciudadania.

Las Asociaciones Familiares arremeten contra Esperanza Aguirre
EFE. 15.05.2007

La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) aseguró ayer que las declaraciones en las que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, planteaba una opción alternativa a la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos son "impropias".

Aguirre anunció el domingo que, si sigue gobernando la comunidad, creará una "opción de voluntariado" para los alumnos de ESO cuyas familias muestren "objeción" ante la nueva materia.

"Invitación manifiesta a incumplir la ley"

La presidenta de la Unión de Asociaciones Familiares, Carmen Toledano, asegura en un comunicado que la objeción planteada por Aguirre supone una "invitación manifiesta" a incumplir la ley y recordó a la presidenta que el principal cometido de una persona que ostenta un cargo público es cumplir y hacer cumplir la ley.

Toledano muestra su desacuerdo con estas declaraciones y explica que las Comunidades Autónomas no tienen competencias sobre las asignaturas que se imparten, por lo que considera que las declaraciones de Esperanza Aguirre son "imprudentes" e "impropias de una persona que representa a todos los madrileños".

Ante las declaraciones de Aguirre, el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) recordó ayer que la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, que se impartirá en Primaria y Secundaria, es "obligatoria" y que así está declarada por la Ley Orgánica de Educación, aprobada por las Cortes en 2006.


Claro. Es que es muy perjudicial enseñar a los niños desde normas basicas de convivencia hasta la carta de derechos humanos ¿Donde vamos a llegar? Aunque realmente el tema no es ese. El tema es que una funcionaria del estado como es ella no puede erigirse como antisitema al margen de la ley, haciendo lo que se le antoje.

La educacion para la ciudadania es una asignatura obligatoria como las matematicas o literatura. ¿Acaso uno tiene derecho a objetar sobre ellas? Pues eso.
 
Efectivamente, es muy perjudicial que EL GOBIERNO asuma el rol de los padres.

Veo que es fácil de comprender y que no hace falta que le pongan fotos de la cubierta de 1984 de G. Orwell, ¿verdad?

Y respecto a la infeliz que va de antisistema... pues no se queje, que no es la única que se pasa la ley por el forro, yo me sé de un presidente del gobierno, un líder de la oposición, y varios de sus lacayos que van por ahí llenándonos de ilegales el país al margen de los deseos de los votantes.

Esto no es más que una mera anécdota y se puede considerar hasta entrañable.
 
Si, está claro que es malísimo una asignatura sobre formación ciudadana. Cualquier paseo por las calles de la capital o de las grandes ciudades de España nos da la conclusión de que nuestra población, natural e inmigrante (especialmente ésta, de nobles costumbres y respetuosa) es rica en valores de respeto y tolerancia.

Si, que innecesaria asignatura, y qué bien hace Esperancita en dar una saludable alternativa (que a saber cuál será) para tan innecesarios valores.
 
Es la politica que ha adoptado la Esperanza. Gallardon tira para el centro, y la Esperanza para la derecha de corte antisistema para lo que le interesa.

Esa será la lucha en el PP. Ambos se preparán para la presidencia del gobierno cuando la ralea caiga en las proximas elecciones. ¿Quien ganará?.
 
mentefloja rebuznó:
Efectivamente, es muy perjudicial que EL GOBIERNO asuma el rol de los padres.

Veo que es fácil de comprender y que no hace falta que le pongan fotos de la cubierta de 1984 de G. Orwell, ¿verdad?

No se trata de eso. La educacon para la ciudadania trata sobre aspectos básicos de convivencia y conocimiento de la realidad en la que uno vive, ademas asignaturas muy similares se dan en Francia y otros paises de Europa aunque es normal que el retarded de turno sin tener ni puta idea se dedique a sacar las cosas de quicio, no te preocupes.

Una fotico para decorar el hilo:

esperanzaaguirrehw9.jpg


Por cierto, segun ese argumento no se podria estudiar "Etica", ni "Filosofia" ni nada por el estilo. De todas maneras, la ley es la ley, y una presidenta de una comunidad autonoma no puede saltarsela a la torera. Si hubiera sido Ibarreche a ver que diriamos.

PD. ¿Quien mejor para aglutinar a una panda de retromongoles que una retromongola?
 
Estos PePitos aun no han entendido que ya no están en el gobierno y no pueden hacer lo que les salga de los cojones.
 
Lamanoizquierda rebuznó:
Estos PePitos aun no han entendido que ya no están en el gobierno y no pueden hacer lo que les salga de los cojones.
Eres más repetitivo que escuchar de seguido toda la discografia de Mana.
 
Me parece de puta madre, la nueva asignatura de zETApé no es más que un montón de tópicos de izquierdas y de multiculturalismo de mierda.

Que se la den a las hijas de zapatero y deje a los demás en paz.
 
Astronauta Urbano rebuznó:
Si, está claro que es malísimo una asignatura sobre formación ciudadana.

Una asignatura sobre formación ciudadana es inútil, más cuando el nivel educativo está en dónde está: la escuela no puedo suplir la educación que dan los padres. ¿Vas a ser mejor persona porque te pongan un ocho?

Educación para la ciudadanía es otro brindis al sol, tan rimbombante como inútil. Tampoco, por supuesto, debería haber alternativa. Simplemente sobra.
 
La asignaturita esa de los cojones que quieren colarnos los estrategas sociologicos de la izquierda cavernicola y rencorosa que disfrutamos en la peninsula iberica no es mas ni menos que una nueva forma de adoctrinar al pueblo y hacer mas facil la digestion de su ideario cuando lleguen a la mayoria de edad... :cry:

Todos los gobiernos mas o menos totalitarios y fascistas lo han intentado alguna vez en la historia, con el ya consabido exito...

Es su manera de gestionar la politica. Adormezco a la sociedad civil y fagocito todo lo que ideologicamente no se alinee con mis teorias.

Eso si, a la Espe se le va la pinza. No creo que sea posible lo que quiere hacer, seria un descontrol. Bueno , las aulas ya estan jodidas de por si, un poco mas no creo que se notara... :lol:

Este pais se va al puto carajo. Como los moromierdas no se den prisa , no van a encontrar nada.
 
THOR68 rebuznó:
La asignaturita esa de los cojones que quieren colarnos los estrategas sociologicos de la izquierda cavernicola y rencorosa que disfrutamos en la peninsula iberica no es mas ni menos que una nueva forma de adoctrinar al pueblo y hacer mas facil la digestion de su ideario cuando lleguen a la mayoria de edad...

La verdad es que al menos podían tener la gallardía de ponerle el nombre de lo que es: Formación del Espíritu Nacional.

Entre esto y el Ministerio de la Vivienda, si Franco viviese, estaría rico de cobrarle royalties al PSOE.
 
y a mi que esta asignatura me suena mucho a esa otra de FORMACION DEL ESPIRITU NACIONAL que hubo hace la tira de años (mi padre dixit, que yo aun soy joven)


UN SALUDO
 
los padres? toda la educación de los padres hoy en día se limita a comprar la colección completa en dvds de disney y una playstation, y que el niño no joda que vengo cansado de currar 13 horas al día.

Por supuesto que es necesaria una asignatura de educación para la ciudadanía, donde se enseñe a convivir y no tan solo por nosotros, también por todos los que están viniendo de fuera.

Además mucho mejor será que se les enseñe, bién o mal, a tener unas mínimas normas de comportamiento ¿o es que es mejor y más educativo enseñar a los niños a cantar misa?
 
karpov rebuznó:
Además mucho mejor será que se les enseñe, bién o mal, a tener unas mínimas normas de comportamiento ¿o es que es mejor y más educativo enseñar a los niños a cantar misa?

Pues releyendo un poco el temario de la jodida asignatura, lo que seguro que le enseñan es a cantar la Internacional, a desfilar el dia del Orgullo Gay y lo guay que es polinizarse desde la pubertad por que hay una pildora del dia despues que lo soluciona TODO ...

Creando monstruos es lo que hacemos. :(
 
Sobre la denominada
«Educación para la Ciudadanía»

Demetrio Pérez Fernández

Ante la propuesta del Ministerio de Educación para la inclusión en España de una nueva asignatura en educación primaria y secundaria denominada «educación para la ciudadanía»

Sobre la justificación de este escrito

Ante la propuesta del Ministerio de Educación y Ciencia para incluir en la educación obligatoria un área o materia denominada «Educación para la Ciudadanía» y su impartición en la ESO por parte, entre otros, de los profesores de Filosofía, los miembros del Departamento de Filosofía del IES Concejo de Tineo nos vemos en la obligación de intervenir en este punto del documento «Una educación de calidad entre todos y para todos». Y no podíamos hacerlo de otro modo que desde el terreno mismo del análisis filosófico, que es nuestro terreno. Así, entendemos que el discurso de fundamentación del apartado «Los valores y la formación ciudadana» en su punto 9 («Qué valores y cómo educar en ellos»), es un discurso, un logos, una melodía biensonante pero que adolece de dos graves defectos:

1) La ausencia total de profundización en el análisis de conceptos e ideas fundamentales como respeto, tolerancia, libertad, solidaridad, ética, moral, &c., inadmisible desde un punto de vista filosófico.

2) La presencia de graves aporías, paradojas, contradicciones, inadmisibles desde un punto de vista formal.

Pues bien, estos dos defectos convierten dicho discurso más que en un logos cuasivacío e idealista en un mito confusionario y oscurantista. Y ante mitos de tal índole, el discurso filosófico no puede hacer otra cosa que mostrar su poder desmitificador.

Sobre la fundamentación de la propuesta

El texto Los valores y la formación ciudadana, en su punto 9, «Qué valores y cómo educar en ellos», es un texto profusamente adornado de conceptos e ideas muy bellos, sin duda, pero falto de un serio análisis de los mismos. Tomaremos, a modo de ejemplo, unos pocos fragmentos sin extendernos demasiado. Así, ya en el primer párrafo de la página 93 alude al papel que debe desempeñar la educación en la sociedad actual:

«... la educación debe contribuir a formar personas que puedan convivir en un clima de respeto, tolerancia, participación y libertad y que sean capaces de construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma.»

Es obvio que, aunque no lo explicite en estas líneas (sí lo hará al final del punto 9), los valores a los que se refiere son los valores asociados a la sociedad democrática: respeto, tolerancia, libertad, participación, &c. Sin embargo, desde el punto de vista filosófico es de toda necesidad aclarar, salvo que lo demos por supuesto, en qué consisten el respeto, la tolerancia, la participación, &c. Así por ejemplo, sobre el respeto o la tolerancia cabría preguntarse, además, qué debemos respetar y qué no debemos o si debemos ser respetuosos y tolerantes con todos y con todo o no. A este respecto, merece la pena recordar un artículo del profesor Fernando Savater publicado por el diario El País, el sábado 2 de Julio de 1994 y que llevaba por título «Opiniones respetables». Decía Savater:

«En nuestra sociedad abundan venturosa y abrumadoramente las opiniones. Quizá prosperan tanto porque, según un repetido dogma que es el non plus ultra de la tolerancia para muchos, todas las opiniones son respetables. Concedo sin vacilar que existen muchas cosas respetables a nuestro alrededor: la vida del prójimo, por ejemplo, o el pan de quien trabaja para ganárselo, o la cornamenta de ciertos toros. Las opiniones, en cambio, me parecen todo lo que se quiera menos respetables...».

Y qué decir del respeto o la tolerancia hacia determinadas costumbres culturales de kikuyus, bambarras, fulas, mandicas, soninkes, halpulaares que argumentando que forma parte de su irrenunciable identidad cultural practican las más variadas formas de mutilación genital femenina apoyándose, además, en razones de lo más peregrinas desde el punto de vista «científico». En esta línea apunta el profesor David Alvargonzález en un artículo publicado por el diario La Nueva España el domingo 3 de noviembre de 2002 y que llevaba por título «Del Relativismo cultural y otros relativismos». Decía Alvargonzález:

«No tiene ningún sentido apelar a la tolerancia para defender estas prácticas contrarias a la ética: los principios éticos universales nos exigen tener una posición intolerante en este asunto. Lo contrario sería estar viendo a esos millones de mujeres como hormigas, como si no fuesen personas humanas, como si fuesen animales de una reserva (aunque ahora la reserva sea reserva cultural). Es decir, el respeto por esas personas, por esos dos millones de mujeres que esperan ser mutiladas cada año, nos impide respetar las pautas culturales correspondientes y nos obliga a ser intolerantes.»

Cabría igualmente rechazar frontalmente la inclusión de la valoración ética y moral dentro de un mismo saco, tal y como hace el documento-propuesta. Paradójicamente, es muy frecuente, tratando de simplificar al máximo, no distinguir entre ética y moral introduciendo así un confusionismo total. Desde un punto de vista filosófico, la ética y la moral son dos campos perfectamente definidos y diferenciados y que en muchas ocasiones entran en conflictos que resultan cuasi-irresolubles. Además, no es lo mismo valorar desde el punto de vista ético que hacerlo desde el punto de vista moral.

En las páginas 94 y 95 se habla de la co-responsabilidad de docentes, familias, televisión, medios de comunicación e información en la formación de esos valores democráticos:

«Una de las mayores novedades de nuestro tiempo consiste en la gran influencia que ejercen la televisión, los medios de comunicación o la información a la que se accede a través de Internet, que son también instancias educativas que se escapan al control de las familias y de la escuela. Al igual que los centros, los docentes y las familias, también estos medios tienen una responsabilidad social en la formación en valores de los ciudadanos que no puede ser soslayada. La confluencia o la contraposición de los mensajes transmitidos desde unas y otras instancias tiene un gran impacto educativo.»

Se olvida en este punto que cada una de estas partes exhiben una gran multiplicidad de valores que, aunque sin hacer apología de ellos, salen a la luz constantemente reflejando así las luces y las sombras, las virtudes y miserias de la condición humana. Siendo así, que tal multiplicidad e incluso tal contraposición de mensajes, aún teniendo un gran impacto educativo, no tiene por qué ser un impacto negativo en tanto que sirvan para ejercitar la reflexión cuidadosa y reposada. Lo contrario sería tanto como querer implantar la uniformización de conductas, de pensamiento (único), la fabricación de un «hombre unidimensional», súbdito de un «Gran Hermano», muy alejado, sin duda, de ese ciudadano autónomo y crítico que se pretende.

En esta misma línea, en la página 95, bajo el título «Educar en valores desde la escuela» se deja entrever una cierta preocupación por la presencia de esa pluralidad (¿negativa?) de códigos de conducta percibidos por nuestros niños y jóvenes y:

«la aparición de un ciudadano más individualista, que tiende a basar sus valores y comportamientos en elecciones personales y a depender menos de la tradición y del control social ejercido por aquellas instituciones que tradicionalmente eran las depositarias y las intérpretes de los códigos de conducta: familia, iglesias, grupos sociales, partidos políticos, &c. Frente a los códigos grupales emerge una escala de valores menos uniforme, una moral de situación que parece fragmentar la vida personal y social en mil visiones distintas y, muchas veces, contrapuestas. Un individualismo, en fin, que incita al individuo a desarrollarse de espaldas a su contexto cultural e histórico de manera atomizada».

En la «España plural», de la que tanto hablan nuestros gobernantes, no parece recomendable, o al menos parece una contradicción, restringir la pluralidad de códigos de conducta. Por otra parte, cabe recordar aquí que, buena parte de los valores y derechos asociados a la ideología democrática, asociada a su vez al modo de producción capitalista, van dirigidos directamente al individuo: privacidad, intimidad, competencia, &c. De todos modos, esa «huida de lo político», de la ciudad ya fue pregonada como una virtud por Epicuro y sus discípulos tres siglos antes de nuestra era.

En la misma página 95 y ya en la 96 se apunta la influencia del fenómeno de la inmigración:

«... el fenómeno de la creciente inmigración hacia Europa en general y a nuestro país en particular, tan positivo en aspectos demográficos, económicos y culturales, ha introducido en las distintas instancias sociales y en la escuela un abanico de creencias, costumbres y prácticas de socialización muy diversas, a veces contradictorias, cuando no ocasionalmente enfrentadas a principios democráticos comúnmente aceptados en nuestra sociedad.»

Afirmaciones éstas muy discutibles cuando se habla en términos de valoración positiva. La realidad de la inmigración lleva consigo virtualidades y problemas muy diversos (demográficos, económicos y culturales) que deberíamos analizar muy seriamente en lugar de simplificar burdamente. Por otra parte, se reconoce que algunas creencias, costumbres y prácticas de socialización de la población inmigrante de nuestro país son contrarias a los principios democráticos establecidos. Se trata, en efecto, de una cuestión muy preocupante cuya única salida no parece ser otra que «...reconocer que la multiplicidad de códigos morales es una característica propia de nuestro tiempo» (página 96), con lo cual volvemos a instalarnos en el problema del Relativismo Cultural al que hacíamos alusión con anterioridad: ¿debemos respetar o tolerar toda pauta cultural porque todos los sistemas culturales son iguales en valor?

En la página 96 se insiste en que:

«Los niños y los jóvenes tienen que aprender que pertenecer a una sociedad democrática es formar parte de una colectividad que se ha dotado a sí misma de un conjunto de valores y normas que expresan el consenso, la racionalidad, la libertad, el respeto a los demás y la solidaridad que constituyen los cimientos de la misma.»

Aquí se da por supuesto que la democracia y sus valores son el resultado de una decisión democrática, olvidando que la sociedad que se constituye como democracia debe estar ya constituida anteriormente como sociedad; y en su origen, una sociedad humana estaría más cerca de la tiranía o de la aristocracia que de la propia democracia.

En las páginas 96 y 97 queda perfectamente definido, por si no lo teníamos claro, a qué tipo de sociedad y de valores nos estamos refiriendo:

«En una sociedad democrática, la educación en valores debe referirse a los que capacitan para el desarrollo de la ciudadanía. El desarrollo de actitudes de respeto, tolerancia, solidaridad, participación o libertad debe figurar entre los objetivos y las tareas del sistema educativo. (Ello) exige proporcionar a los alumnos un conocimiento suficiente acerca de los fundamentos y los modos de organización del Estado democrático. Por otra parte, requiere ayudarles a desarrollar actitudes favorables a dichos valores y a ser críticos con aquellas situaciones en que se nota su ausencia.»

Se trata, en suma, de extender democracia y sus valores asociados a raudales y por doquier. Sin embargo, una resolución democrática por el origen puede conducir, por sus contenidos, a situaciones difíciles para la democracia (por ejemplo: la aprobación de un «acto de suicidio» democrático). ¿No habría que ser crítico con semejante acto democrático».

En los dos últimos párrafos de la página 97 se nos habla de la transversalidad de esta «Educación en valores»:

«Aun aceptando la necesidad de seguir atribuyendo un papel relevante a los proyectos educativos de centro y a la participación de todo el profesorado en la educación en valores, es necesario superar esta situación haciendo que esta ocupe un lugar más destacado, sobre todo en lo que se refiere a la formación de los ciudadanos. Por esta razón se propone incluir una nueva área o materia de Educación para la ciudadanía, que aborde de manera expresa los valores asociados a una concepción democrática de la organización social y política.»

En efecto, tradicionalmente este tipo de enseñanzas tenían un carácter transversal. Por ello, no se entiende demasiado bien por qué tienen que ocupar un lugar más destacado incluyéndolas dentro de un área o materia. ¿Hay algún lugar más destacado que «todos los lugares»?

Finalmente, en la página 95, (dentro de las denominadas «Propuestas»), se puede leer:

«En la ESO, la educación para la ciudadanía será encomendada a los departamentos de geografía e historia y filosofía, y será impartida en dos cursos, uno en cada ciclo e incorporará los actuales contenidos de ética. Se impartirá asimismo en uno de los cursos de bachillerato.»

Se olvida en este punto que estos contenidos relacionados con la Filosofía política (formas de organización política, estado, derecho, individuo, persona, &c.) ya están incorporados en la propia área de Ética que actualmente se imparte en 4º de ESO. La medida pretende justo lo contrario, es decir, introducir los contenidos de Ética dentro de la «Educación para la Ciudadanía», lo cual es un sinsentido lógico: «la parte es más grande que el todo».

Sobre las cuestiones formales y sus contradicciones

Han pasado ya más de dos mil años desde que los atenienses (inventores de la Filosofía y de la democracia) regulasen la concesión del derecho de ciudadanía a través del nacimiento. En efecto, en la Atenas del siglo V antes de nuestra era, para ser ciudadano, para tomar asiento en la Asamblea del pueblo eran necesarias dos condiciones:

1) Ser padre ateniense y, a partir de la ley de Pericles del 451, que la madre también fuera ateniense.

2) Ser mayor de edad (18 años), mayoría de edad que se instalaba en los 20 años dado que se hacían dos años de servicio militar.

Por otra parte, los atenienses podían por decreto conceder la ciudadanía a un extranjero, y también podían retirársela a uno de los suyos acusándolo de atimía, es decir, inhabilitación cívica.

Hoy, sin embargo, se puede adquirir la ciudadanía de otras formas. No obstante, sigue prevaleciendo la vía natal: somos ciudadanos de un Estado desde el momento mismo de nuestro nacimiento y, sobre todo, desde nuestro «asentamiento» en el juzgado correspondiente. Es este último acto el que nos convierte en ciudadanos de pleno derecho del Estado que sea. Es obvio que la criatura recién nacida no tiene conciencia de su ciudadanía a pesar de estar en posesión de ella, pero cuando el niño (convertido en alumno) toma contacto con un centro escolar (último ciclo de primaria o ESO), es más que probable que, aunque a nivel práctico, ya sepa muchas cosas acerca de su condición. Y ello porque tales informaciones ya flotan en los distintos entornos en los que se mueve el ciudadano, especialmente el familiar. Así pues, y esta es la gran paradoja en la que se mueve la «Educación para la Ciudadanía», si ya somos ciudadanos, ¿cómo enseñar a serlo?

Tan sólo si suponemos que ya existen ciudadanos podemos enseñarles a ser ciudadanos. Pero entonces, ¿cómo enseñar a ser ciudadanos a individuos humanos{1} que ya lo son? En el fondo, ¿no se trata de una contradicción enseñarles a ser ciudadanos? Y aún más allá: quien pretenda impartir semejante enseñanza, ¿no será un impostor, un sofista? Estas paradojas y contradicciones quedan irónicamente retratadas en el Protágoras platónico por boca de Sócrates, a la sazón, uno de los ciudadanos más ilustres de Atenas:

«En efecto, yo opino, al igual que todos los demás helenos, que los atenienses son sabios. Y observo, cuando nos reunimos en asamblea, que si la ciudad necesita realizar una construcción, llaman a los arquitectos para que aconsejen sobre la construcción a realizar. Si de construcciones navales se trata, llaman a los armadores (...). Pero si hay que deliberar sobre la administración de la ciudad, se escucha (en la democracia) por igual el consejo de todo aquél que toma la palabra, ya sea carpintero, herrero o zapatero, comerciante o patrón de barco, rico o pobre, noble o vulgar; y nadie le reprocha, como en el caso anterior, que se ponga a dar consejos sin conocimientos, sin haber tenido maestro»{2}

En resumen, nos encontramos, pues, ante una situación dialéctica del máximo interés:

1) Por un lado, debemos suponer que este ciudadano, por el hecho de nacer y vivir en una sociedad política (una ciudad), ha de poseer un «saber político» aunque sea de carácter «mundano».

2) Por otro lado, ¿cómo podría serle enseñado este saber por algunos ciudadanos en especial?, es decir, ¿cómo podría constituirse esta sabiduría en un saber «académico»?

Dicho de otro modo: Si este «saber para la ciudadanía» es necesario para la ciudad (democrática), entonces los individuos (humanos) que viven en ella han de poseer ya una sabiduría política «mundana» sin necesidad de que nadie en particular y desde ningún área en particular se lo tenga que enseñar. Deberían aprenderlo por sí mismos a lo largo del proceso de su formación (y no precisamente de su formación académica). De otro modo, una «Educación para la Ciudadanía» (de un Estado (democrático)) se convertiría en una suerte de educación o adoctrinamiento ideológico a cargo de ese Estado.{3}

Con todo, siempre se podrá argüir en defensa de la implantación de un área como la que se propone, que se trata de un Estado democrático y de la enseñanza de los valores democráticos. Y aquí es donde, a nuestro juicio, una afirmación como la anterior da por supuesto quizás demasiado. Para empezar, da por supuesto:

1) Que existe una idea pura y unívoca de democracia y que las sociedades políticas consideradas como democráticas son realizaciones más o menos plenas de esa idea pura y unívoca de democracia.

2) Que esta idea pura de democracia es el fundamento de toda sociedad política, de tal manera que resulta absolutamente intolerable, impensable cualquier forma de sociedad política que no se ajuste a este modelo.

Estos dos supuestos ponen las bases para un fundamentalismo (democrático) que al fin y a la postre se convierte en un dogmatismo (democrático). Fundamentalismos y dogmatismos de los que precisamente una «Educación para la Ciudadanía» (democrática) abominaría de forma contundente.

Finalmente, nos encontraríamos con otro problema de extrema seriedad política. Dado el actual clima político de reivindicaciones autonómicas varias y modificación de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía, cabría hacerse la siguiente reflexión:

Puesto que en el punto 9 del documento propuesto por el Ministerio de Educación (del Estado español) tan sólo aparece una vez la palabra «Estado» («democrático»), cuando se habla de una «Educación para la Ciudadanía», ¿de qué ciudadanos estamos hablando? No sería descabellado pensar que, puesto que España es, según algunos (entre otros el presidente del gobierno español), una nación de naciones, y, puestos a modificar, se podría modificar hasta el concepto de «ciudadanía de un Estado», ¿por qué no hablar de «ciudadanía de la nación» (vasca, catalana, gallega, &c.), como de hecho ya se está haciendo por parte de altos responsables políticos de algunas de estas «Comunidades-Nación»? Si esto es así, ¿no habría que introducir distintas «Educaciones para las Ciudadanías» respectivas?, ¿serían los mismos los valores a enseñar a la ciudadanía vasca que a la ciudadanía extremeña aún cuando ambas «naciones» fuesen democráticas? Y, como apuntábamos líneas más arriba, ¿por qué no reclamar el «derecho de ciudadanía» para algunos animales en tanto, según importantes etólogos, son sujetos dignos de reconocimiento de determinados derechos? Claro que, seguiríamos encontrándonos con la dificultad de qué «Educación para la Ciudadanía» enseñarles en función de su pertenencia a qué «Comunidad-Nación».
 
karpov rebuznó:
los padres? toda la educación de los padres hoy en día se limita a comprar la colección completa en dvds de disney y una playstation, y que el niño no joda que vengo cansado de currar 13 horas al día.

Pues entonces no hay nada que hacer, porque son los padres los que tienen que educar al niño y si ellos no lo hacen, no lo podrán hacer en ningún otro sitio.
 
No os vayais por los cerros de ubeda gañanes!!

La ley está para cumplirla y al igual que la exigis para ilegalizar ANV o para denunciar un robo, debeis respetarla aunque no la compartais, más aún si eres la presidnta de una comunidad autonoma.
 
Shoot rebuznó:
mentefloja rebuznó:
Efectivamente, es muy perjudicial que EL GOBIERNO asuma el rol de los padres.

Veo que es fácil de comprender y que no hace falta que le pongan fotos de la cubierta de 1984 de G. Orwell, ¿verdad?

No se trata de eso. La educacon para la ciudadania trata sobre aspectos básicos de convivencia y conocimiento de la realidad en la que uno vive, ademas asignaturas muy similares se dan en Francia y otros paises de Europa aunque es normal que el retarded de turno sin tener ni puta idea se dedique a sacar las cosas de quicio, no te preocupes.

Una fotico para decorar el hilo:

esperanzaaguirrehw9.jpg


Por cierto, segun ese argumento no se podria estudiar "Etica", ni "Filosofia" ni nada por el estilo. De todas maneras, la ley es la ley, y una presidenta de una comunidad autonoma no puede saltarsela a la torera. Si hubiera sido Ibarreche a ver que diriamos.

PD. ¿Quien mejor para aglutinar a una panda de retromongoles que una retromongola?

Veamos, la convivencia, mi querido y trisómico coforero, no es sino la acción y efecto de convivir, y convivir es vivir en compañía de otro u otros, ¿de qué modo se parece ésto a la ética o a la filosofía? ¿De qué modo es necesaria una asignatura que enseñe eso? ¿Por qué debería librarse a los progenitores de la enseñanza de algo tan básico y de cajón? Debo añadir, que cualquier persona que no sufra un serio trastorno, es capaz de conocer por sí misma la realidad en la que vive, luego no es más que otro eufemismo para esconder las verdaderas intenciones de la asignatura; comprendo que hay gente a la que le enseñan una galletita y empieza a comportarse como un terrier, pero jamás imaginé que la capacidad crítica hubiese alcanzado éste nivel de degeneración. El hecho de que en Francia y otros lugares similares sean subnormales perdidos, no implica en modo alguno que nosotros debamos imitarles en sus acciones mogólicas, no en vano gracias a absurdas y falsas moralinas como ésta, ardió Francia, todo un ejemplo a seguir, sí señor, además dicha asignatura para la convivencia ha demostrado ser harto efectiva, no es incierto que los francesitos han aceptado democráticamente a su presidente sin chistar, los disturbios y berreos propios de infraseres que hemos visto todos, han sido sin duda, un mal sueño.

Tenga usted una buena noche.
 
Es tipico. Si esta medida hubiera salido de la derecha, seguro que no os rasgariais las vestiduras y cual veleta la defenderiais a muerte, con lo cual intelectualmente este debate se vuelve tremendamente aburrido. Por eso no cabe discutir sobre la idoniedad o no de la ley, sino de si un politico serio puede y debe anunciar que se la va a pasar por los labios menores de su coño. Repito: si fuera Ibarreche quien hiciera algo similar a ver que diriais.


Y digo lo de la asignatura de etica porque me parece muy oportuno: haciendo una analogia "nadie le tiene que enseñar etica a mi hijo que ya se lo enseño yo en casa". Ya de paso los "liberales" podriais pedir que se elimine la escolarizacion obligatoria, aduciendo que es una imposicion represora de un estado totalitario.
 
Shoot rebuznó:

Hay que joderse.

Extracto de wikipedia:
La ética (del latín ethicus y éste del griego clásico ēthikós, «moral, relativo al carácter») es una de las grandes ramas de la filosofía. Tiene como objeto de estudio la moral y la acción humana. Su estudio se remonta a los orígenes de la filosofía moral en la Grecia clásica y su desarrollo histórico ha sido diverso.

Igualito, vamos.

Pues mire usted, otros no sé, pero si esa medida sale de la derecha, yo habría protestado exactamente igual.
 
Primero se quita Religion, por mi de puta madre.

Pero despues te ponen una asignatura de Formacion para el Rojerio, que hay a quien le puede parecer bien, pero hay padres que tienen que poder elegir que valores se les enseñan a sus hijos. Y esos valores los deben de aprender en su casa.

Si vamos a entrar en debates, entonces la asignatura de religion tambien es necesaria porque tambien enseña unos valores eticos y morales, aun a pesar de llenar los bolsillos de los curas ¿no?

Primero el tabaco, luego el vino, ahora esto. ¿Lo siguiente es votar ya directamente por nosotros?
 
Shoot rebuznó:
No os vayais por los cerros de ubeda gañanes!!

La ley está para cumplirla y al igual que la exigis para ilegalizar ANV o para denunciar un robo, debeis respetarla aunque no la compartais, más aún si eres la presidnta de una comunidad autonoma.

O se ganan las siguientes elecciones y se deroga todo lo derogable d eun plumazo y punto.

Limpieza ideologica y legislativa , como la que llevan haciendo estos del gobierno desde hace tres añoitos.

La verdad es que me pone palote...
 
Pero para derogar una Ley necesitas otra Ley y para hacer una Ley necesitas la mayoria del Congreso. Me puedes decir.............¿Como va a conseguir el PP esa mayoria que necesita cuando ha estado todos estos años poiendose en contra de todo el mundo?

Echa pestes del PNV, Echa pestes de IU, Echa pestes de ERC.....etc, etc, etc
 
Shoot rebuznó:
La ley está para cumplirla y al igual que la exigis para ilegalizar ANV o para denunciar un robo, debeis respetarla aunque no la compartais, más aún si eres la presidnta de una comunidad autonoma.

Shoot rebuznó:
Es tipico. Si esta medida hubiera salido de la derecha, seguro que no os rasgariais las vestiduras y cual veleta la defenderiais a muerte, con lo cual intelectualmente este debate se vuelve tremendamente aburrido. Por eso no cabe discutir sobre la idoniedad o no de la ley, sino de si un politico serio puede y debe anunciar que se la va a pasar por los labios menores de su coño. Repito: si fuera Ibarreche quien hiciera algo similar a ver que diriais.

Código:
Una falacia ad hominem o argumentum ad hominem (en latín, ‘dirigido al hombre’), es una falacia lógica que implica responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la persona que lo formula, en lugar de al argumento por sí mismo.

Lo que quiero decir es que adoctrinar a los niños está mal independientemente de que Esperanza Aguirre sea una hipócrita o no.

Si vais a defender la Educación Para la Ciudadanía, hacedlo sobre argumentos racionales, no con evasivas ni conjeturas acerca de lo que opinaría el contrario si lo hubieran hecho los suyos.

Y no, los liberales no estamos en contra de la escolarización obligatoria, estamos a favor de que los padres decidan en qué valores se van a educar sus hijos. Es inevitable que el aprendizaje escolar implique un aprendizaje de valores, y es por ello que los liberales reivindicamos el derecho de los padres a elegir bajo qué condiciones se han de impartir aquellas asignaturas que se consideren especialmente influyentes en ese sentido. Existe una cosa llamada sentido común, y el sentido común nos indica que las matemáticas y la formación del espíritu nacional no tienen la misma capacidad de adoctrinar. Por tanto es razonable que unas asignaturas sean obligatorias y otras sean, si no optativas, más flexibles a las preferencias de los padres.
 
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