Bueno, pues leído el tocho del post, os cuento. Por un compromiso con el párroco de mi barrio, me hice cargo de la preparación de los chiquillos para la primera comunión. Una tarde, como no tenía ganas de abrir el salón parroquial, me puse a darles la "charla" en la misma iglesia, que data del siglo XVI. Los niños estaban sentados en los bancos mirando al altar mayor y yo, ante ellos, le daba la espalda a éste. En un momento de la clase, vi que se pusieron a mirar algo que sucedía a mis espaldas, mire y no había nadie. Ellos aseguraban, TODOS, que habían visto a un cura con sotana. No le hice el mínimo caso, ya que pensé que se trataba del párroco o del vicario parroquial, que habían pasado por allí, para llevar la comunión a los enfermos. Pues cuando termine con los chavales, en la cafetería más cercana a la iglesia, vi al párroco tomando café. El hombre me vio y me invitó a sentarme con él. Me pedí un café y le comente que me habían dicho los niños que había estado en la iglesia. El me contestó que no había entrado aún, que acababa de llegar. Esto me hizo ponerme un poco nervioso. Al rato apareció el vicario parroquial diciendo que iba a entrar en la iglesia a tomar las hostias para llevarlas a los enfermos. Ante esto le pregunte si no había estado allí, respondiéndome que no. Ya me mosquee pues ninguno de los dos curas había entrado a la iglesia. Contando que solo había dos curas ¿Qué es lo que vieron aquellos críos? Desde entonces cada vez que recuerdo el suceso, se me ponen los pelos de punta.