Lo de las ideologías de género y el discurso femilerdo ya viene de los años 60, con episodios grotescos y vergonzantes que venían reproduciéndose con el tiempo en todo el orbe "occidental", lo único que pasa es que no habían implementado el discurso hasta los límites de paroxismo y oligofrenia de nuestros días. Ya desde esa época la Fundación Rockefeller financiaba toda esta basura.
La figura de la femilerda fea y amargada, con el calzonazos/pagafantas/omvre estrogenizado, es algo que ya venía produciéndose desde hace tiempo. Ahora lo han consolidado con ingenierías sociales más invasivas y con la acción del lobby de turno, completamente institucionalizado y con la basura de la ley viogen. Hasta los años 90 y comienzos del 2000 era pura retórica y era algo que todavía no se había asentado sobre las conciencias débiles y sumisas del rebaño. Lo bueno es que ahora, con la inclusión de los hombres con tetas y sus diferentes variables, son las femilerdas quienes están empezando a probar un poco, no demasiado, de su propia medicina. Una guerra entre femicharos de pelo frito de colorines contra trainis podría ser emocionante y divertida, con peleas callejeras y esas cosas, a la espera de poder organizarse y movilizar ejércitos en campos de batalla reales.