U
uno de los nuestros
Guest
Hace no mucho me enteré de que Jesús Gil hizo su primera gran fortuna tras vender su silencio.
El gordinflas tuvo un accidente de coche con una persona relevante en la política de aquellos años, personaje que iba acompañado de una putita que por supuesto no era su mujer. El incidente se resumió en el vuelque de una importante cantidad de dinero a la cuenta corriente de Gil, fortuna que le permitió empezar su conocida aventura empresarial y de corrupción.
Mirad como se lo pasó celebrándolo el salao:
Ser un gordo hijo de puta y carismático le llevó a lo más alto.
Rápidamente fue creciendo su lista de contactos y disfrutó de una gozosa existencia aliñada de putas y marisco hasta que finalmente, como todo hijo de buena madre, pinchó.
Es curioso como la vida puede dar un cambio e inundarte de buena suerte y fortuna en un santiamén.
Algo similar le ocurrió a un hombre que llamó a uno de estos programas radiofónicos nocturnos, en los que la gente acostumbra a contar sus penurias y desdichas a un locutor que probablemente esté machacándosela mientras hace que escucha. El sujeto en cuestión exponía su indignación, ya que tenía una jefa hija de puta, de las del OPUS de derechas, con puño de hierro, vaya.
La cuestión es que esta zorrita le puteaba, impidiéndole cogerse un sábado libre para acudir a no se qué importante evento, obligándole a realizar los trabajos más tediosos, etc. Mientras que a su compañero lo trataba con especial cariño y privilegios.
Resumiendo, la jefa puta se estaba tirando al compañero y el pavo les pillo trincando en la oficina, y sin que les viera hizo fotos con el móvil. El notas decía al locutor del programa que estaba barajando la posibilidad de negociar un aumento de sueldo, reducción de jornada y elección de días libres. ¿Vosotros lo haríais en su lugar? Yo sí, y también la forzaría sexualmente y la obligaría a comerse mi mierda literal, al igual que yo me he comido su mierda figurativa durante tantos años.
La suerte puede cambiar en cualquier momento amiguitos. Todo es cuestión de saber montárselo bien y no dejar escapar una oportunidad.
El gordinflas tuvo un accidente de coche con una persona relevante en la política de aquellos años, personaje que iba acompañado de una putita que por supuesto no era su mujer. El incidente se resumió en el vuelque de una importante cantidad de dinero a la cuenta corriente de Gil, fortuna que le permitió empezar su conocida aventura empresarial y de corrupción.
Mirad como se lo pasó celebrándolo el salao:

Ser un gordo hijo de puta y carismático le llevó a lo más alto.
Rápidamente fue creciendo su lista de contactos y disfrutó de una gozosa existencia aliñada de putas y marisco hasta que finalmente, como todo hijo de buena madre, pinchó.

Es curioso como la vida puede dar un cambio e inundarte de buena suerte y fortuna en un santiamén.
Algo similar le ocurrió a un hombre que llamó a uno de estos programas radiofónicos nocturnos, en los que la gente acostumbra a contar sus penurias y desdichas a un locutor que probablemente esté machacándosela mientras hace que escucha. El sujeto en cuestión exponía su indignación, ya que tenía una jefa hija de puta, de las del OPUS de derechas, con puño de hierro, vaya.
La cuestión es que esta zorrita le puteaba, impidiéndole cogerse un sábado libre para acudir a no se qué importante evento, obligándole a realizar los trabajos más tediosos, etc. Mientras que a su compañero lo trataba con especial cariño y privilegios.
Resumiendo, la jefa puta se estaba tirando al compañero y el pavo les pillo trincando en la oficina, y sin que les viera hizo fotos con el móvil. El notas decía al locutor del programa que estaba barajando la posibilidad de negociar un aumento de sueldo, reducción de jornada y elección de días libres. ¿Vosotros lo haríais en su lugar? Yo sí, y también la forzaría sexualmente y la obligaría a comerse mi mierda literal, al igual que yo me he comido su mierda figurativa durante tantos años.
La suerte puede cambiar en cualquier momento amiguitos. Todo es cuestión de saber montárselo bien y no dejar escapar una oportunidad.