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Frikazo
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Good Omens (Miniserie de TV) (2019)
Género: Serie de TV | Sinopsis: Miniserie de TV (2019). 6 episodios. El mundo está al borde del apocalipsis mientras la humanidad se prepara para su juicio final. Pero Azirafel, un ángel algo quisquilloso, y Crowley, un demonio, no ...
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La temática y el reparto invitan a ver esta mini serie. Menudo despliegue actoral, Dios santo (guiño, guiño, codazo, codazo). Y está detrás el mismísmo Neil Gaiman, viejo conocido de los más veteranos del cómic desde sus inicios en el famoso Arkham Asylum y la serie Sandman.
En el infierno deciden que ya es hora de que el anticristo venga y nos mande a la mierda a todos, así que trazan un plan, ponen una fecha y quieren dar el cambiazo a un alto dignatario yanky cuando su mujer de a luz. Para ello los obligan a ir a un convento de monjas satánicas, lo normal vamos. Allí, un demonio de alto rango (David Tennant) es el que tiene la responsabilidad de pegar el cambio, pero como es un puto vago vividor se lo deja hacer a unas monjas que son más tontas que malas, y claro, se lía parda, porque cambian el que no es por otro, que a su vez también termina con otra familia.
El demonio, que en realidad es colega de toda la vida de un ángel con pluma, y no precisamente en las alas, Michael Sheen, trazan un plan para educar al enano y que no le apetezca hacer el fin del mundo, pero no por ética ni salvación ni pollas, sino porque oye, que aquí viviendo del cuento ellos están de puta madre.
Está curiosa la serie. Sobre todo se apoya en la química desde el principio de ambos actores protagonistas, que tienen escenas muy chulas y diálogos de lo más original. El ritmo está bien pero a veces roza peligrosamente la lentitud, aunque por fortuna está controlado y siempre hay algo que anima el cotarro. Ayuda al entretenimiento los numerosos flashbacks de las aventurillas del dúo protagonista a lo largo de la historia, que en realidad van cimentando lo que es evidente a todas luces, que son dos solitarios enclavados en bandos opuestos de una guerra y sin embargo se han hecho muy amigos, y están hasta la polla de sus jefes.
El único "pero" es que todo el rato da la sensación de que se le podía haber sacado más jugo, y eso que son 6 episodios nada más, pero la cosa para mí se queda en buenas ideas, buenos momentos aislados, los dos protagonistas en estado de gracia y la sonrisilla cómplice todo el rato, si, pero ya está, no termina de despuntar. Aún así, merece la pena porque es cortita y sobre todo, insisto, curiosa de ver.
Freak
Muerto por dentro
Freak total