S
Sombrerero Cuerdo
Guest
-PRÓLOGO-
I lean my back against you thinkin' you were an oak
I knew the wind could bend you but I can't believe you broke
Now the wind could never break me only your false love
Honey I've been true I swear by God above
I thought you were a willow but you never wept for me
You went roamin' in the wildwood like a ship that roams the see
The willow tree is fickle and it weeps in the morning dew
My love is a pine tree cause that's the only tree that's true
If I was mistaken then take my eyes away
You made a bed in the wildwood and that's where I saw you lay
Honey your eyes deceived you it's true I touched the ground
But I never slept there I never let my long hair down mhm
Love is like a thorn bush touch it and you will find
You'll prick your fingers and leave the sweetest flower behind
Love oh love oh what you done to me
You set me a driftin' like a ship upon the sea
Yes a ship there is I see you and you belong to me
My love is the ocean and deeper love cannot be
Yeah well I guess I was mistaken and woman I want you back
You never have left my heart now honey baby that's a fact
Come to me pine tree and we will never part
We'll put our roots down in each other's heart
Come to me pine tree and we will never part
We'll put our roots down in each other's heart
I knew the wind could bend you but I can't believe you broke
Now the wind could never break me only your false love
Honey I've been true I swear by God above
I thought you were a willow but you never wept for me
You went roamin' in the wildwood like a ship that roams the see
The willow tree is fickle and it weeps in the morning dew
My love is a pine tree cause that's the only tree that's true
If I was mistaken then take my eyes away
You made a bed in the wildwood and that's where I saw you lay
Honey your eyes deceived you it's true I touched the ground
But I never slept there I never let my long hair down mhm
Love is like a thorn bush touch it and you will find
You'll prick your fingers and leave the sweetest flower behind
Love oh love oh what you done to me
You set me a driftin' like a ship upon the sea
Yes a ship there is I see you and you belong to me
My love is the ocean and deeper love cannot be
Yeah well I guess I was mistaken and woman I want you back
You never have left my heart now honey baby that's a fact
Come to me pine tree and we will never part
We'll put our roots down in each other's heart
Come to me pine tree and we will never part
We'll put our roots down in each other's heart
Una mañana de abril, cuando todavía no había despuntado el alba, a la hora en que aún no se han puesto las aceras, la calima inundaba las calles haciendo que las caladas del cigarro me quemaran el esófago.
Me encontraba en el parking del aeropuerto mirando cómo grupos de gente, caminando como zombis, atravesaban la puerta automática. En el umbral, y ante la mirada de dos guardias civiles, tiré el cigarro y volví a entrar. Recorrí de nuevo el pasillo hacia la sala de embarque. Ahí estaba ella; la veía alejarse tras el cristal y pensaba en cuanto la quería, en que todo se había acabado, en que mi mundo quedaba hecho pedazos… Cruzamos la mirada. Ella se levantó y vino hacia mí: “Cómo te quiero” pensé, mientras notaba cómo me empezaban a dar calambres en la mandíbula y los ojos me escocían. Me di la vuelta y fui hacia el coche.
Ella me había dejado. Mis actividades “lúdicas”, mis “negocios” y mis amistades hicieron que la perdiese. Era lo peor que me podía pasar; si ella había conseguido, con su presencia en mi vida, que viese una posibilidad de cambiar, ahora que desaparecía de mi lado para siempre, me sentía perdido y solo.
Me apetecía irme a casa a escuchar música a todo volumen en mi cuarto durante semanas, pero sabía que no me lo podía permitir.
Pensaba que mi vida era una puta mierda. Llevábamos toda la vida persiguiendo la idea romántica del rockstar: experimentar lo que los demás no se atrevían, tomar drogas que nos permitiesen sentir y vivir lo que otros no podrían ni soñar, sentir una total alteración de las percepciones, disfrutar más horas seguidas que nadie, ingerir las mayores cantidades… Autodestruirse. También llevar una estética dura; siempre nos gustaron los pendientes, los tatuajes, las cadenas y los cortes de pelo radicales. Vamos, las grandes horteradas del metal. Pero ahora sentía que quería quemar todo con napalm. Mi forma de pensar había cambiado y quería volver con ella más que nada que en mi vida. Mi mundo, ese por el cual la había perdido, pasó a ser una puta mierda.
Me apunté al gimnasio, castigándome en él de una forma malsana, y dejé definitivamente de fumar porros. Ya había empezado a bajar el consumo con ella pero finalmente tomé la decisión de dejarlo por completo. De las otras drogas ya me había olvidado en cuanto la conocí.
El segundo día que iba para ir al gimnasio, tras salir de casa y meter la llave en la cerradura del coche, escuché tras de mí lo que parecía el portón de una furgoneta abriéndose: “¡no puede ser!” pensé. Me giré un poco para poder mirar de reojo y vi salir a 7 policías nacionales de una grillera.
– No pienso hacerlo. ¿Ves eso? - dije señalando mi casa - Ahí viven mis padres y ahí vivo yo, acabo de dar tres pasos fuera de casa y no te pienso dar nada ¿lo entiendes? No me vas a registrar ni a hacer nada por que a ti te lo parezca – le espeté sin darme la vuelta y con evidente tono de mosqueo.
– Bueno, bueno, con que nos des la documentación y confirmemos que vives ahí ya vale –intentó tranquilizarme él.
– No, y ya se están asomando las vecinas así que me voy a meter en el coche e irme. Adiós. – y me piré.
Me metí en el coche y me fui. Ellos no me siguieron, pero sabía que era por mi aspecto, ya no era algo sin importancia que me hacía sentir atractivo y cool, si no algo que realmente me empezaba a obsesionar, a dónde iba con pantalones militares llenos de cadenas con más de veinte años, con 14 aros enormes en las orejas que me hacían parecer el terrorista más buscado cada 3 meses, la gente me miraba en las cafeterías y en los restaurantes, tenia limitado el acceso a los garitos del rollo y con la policía había un encontronazo diario por lo menos, no deje de pensarlo mientras hacía pesas en el gimnasio, dejar las drogas no era suficiente, había que exteriorizar el cambio, que los que no me conociesen no pueden ni imaginar a que me había dedicado o qué tipo de persona había sido;
Salí del gimnasio directo a la peluquería y… ¡adiós melena! Una de las cosas que más me había servido como gancho para ligar, que más piropos me había hecho recibir de las tías, que tanta fuerza me había hecho sentir, que me había acompañado durante años de conciertos y en definitiva en mis mejores años, no representaba hoy más que el recuerdo de que quería cambiar por encima de todo.
Casi no comía, y a diferencia de la anterior vez que me habían roto el corazón no tenia sueño sino más bien lo contrario, no podía parar así que me pasaba las horas en casa haciendo abdominales. Mis años de consumo crónico de canutos hacían que sin ellos las sensaciones de hambre, sueño y cansancio desaparecieran de mi vocabulario, si no fuese porque en algunos momentos me daban ganas de lanzarme por la ventana el futuro parecía prometedor.
Tras unos cuantos días sin quedar con nadie, me puse hablar por el msn con los colegas y me animaron e insistieron para ir a un concierto de narco, Cuando me vieron todos alucinaron;
Me comentaron que aparte del corte de pelo, se apreciaba que estaba más delgado, también soltaron los típicos consejos de amigos "era una zorra" "hoy te follas a 3 y ya esta" que no sirven para nada, además el concierto me pareció una puta mierda. Todo el rato mis colegas demostraron ser los más yonkis del concierto pasándolo casi todo él en la furgoneta, venga a pintar líneas en la mesa plegable. Tras el concierto pasamos la noche en los mismos bares de siempre, ya no los soportaba, no soportaba a los drogadictos que nos saludaban, los oscuros callejones donde nos metíamos a esnifar intentando evitar a la policía, los bares que también seleccionábamos por la tolerancia sobre el consumo, lo que hacía que aparte de nosotros hubiese también un porcentaje alto de macarras, drogadictos e hijos de puta que tenían la entrada vetada otros sitios con porteros; ambientes siempre llenos de peleas, drogas y gentuza que a estas alturas de la película no quería ver ni en pintura.
Ella me había gustado por que pertenecía a un mundo “normal”, ninguno de sus amigos estaba en la cárcel, ninguno de sus amigos había muerto, casi todos tenían estudios superiores y tenían más temas de conversación que la cantidad de dinero que puedes sacar de un kg, a quién le han metido 3 tiros anoche o qué hija de puta es la policía, mis amigos seguían buscando como el primer día estar más subidos que nadie, disfrutar de la música, llegar a un grado de intoxicación que podría tumbar a un caballo, yo ya no quería eso, yo quería ser normal, alguien que se levanta todos los días pronto entre semana y no teme que la policía un buen día le pare y le arruine la vida, quería ser alguien de quien ella se pudiese volver enamorar.
Estaba muy rallado. No paraba de pensar en ella, así que decidí irme ya a casa. Además mis amigos lo único que hacían era tomar Voll-damm mientras ganaban a críos al futbolín. Mis amigos me pillaron por banda y me presentaron a dos crías de unos 18 años. Las dos tenían las líneas de los ojos pintadas como Cleopatra, una llevaba collar de pinchos, la otra dos pulseras de pinchos también; podía haber estado bien otro día pero no ese. Dije que me tenía que ir, pero una de ellas me pidió por favor que le hiciese un porro que mi amigo les había dicho que yo me los hacía invertidos y que querían aprender. No tenía el coño para fiestas, pero no se rechazar una oportunidad de impresionar a una tía, así que le dije “dame esa china” y me puse a hacerlo, lo hice lo más rápido posible, mientras ella me contaba no sé qué hostias de la música que no me importaba y que por un oído me entraba y por otro me salía. Lo terminé y se lo di, en ese momento llego otra amiga suya con pintas de ser mas cría, el pelo alborotado y las tetas a punto de salirse del escote dice: “ ¡tía, tía! ¡Acompáñame al baño!” Y empieza a potar como un puto un cromo de la pandilla basura, a su amiga, a mí, a las cazadoras de mis colegas…
Así que ya me cagué en Dios, me piré del bar, pillé el coche y me fui para casa, pero… me tope con un control en el que evidentemente me pararon, me vieron potado, me hicieron soplar y encima di bien… 0’76 así que juicio rápido para el lunes.
Pase el fin de semana cagándome en Dios, pensando en ella, en el juicio y haciendo abdominales…
El lunes me presente en el juzgado con mi abogado y me salió la broma por 720 eypos, 10 meses de retirada y 22 días de servicios en beneficio de la comunidad, pero como cuando las cosas salen mal solo pueden ir peor el “curro” resulto que era en un poblado chabolista, aunque claro que me iba a imaginar yo que la cosa aun podía mejorar mas.
Capitulo1:
22 días con Los lérélés
22 días con Los lérélés