Historia de un divorcio

miliu

Cronista Alanordista
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8 May 2013
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Voy a abrir el hilo de los divorcios, para que el quiera cuente experiencias y que sirva sobre todo a los próximos a evitar los errores que otros hemos cometido.

Si hay niños por medio las cosas se complican exponencialmente, implicando además que hay un lazo y cierta comunicación que no vas a poder cortar con la loca de tu ex mujer.

Yo llevo tres años separado y algo más de uno divorciado, mis experiencias en juicios han sido lamentables y lo seguirán siendo, porque o te lo tomas con mucha filosofía o van a destrozarte. Ya me han avisado que esta semana me llega la citación para un enésimo juicio relacionado con mi divorcio. Y eso que ya he renunciado a luchar por un reparto de los bienes y otro por una custodia más justa.

No quiero ni pensar la tortura de los que han tenido falsas denuncias por acoso, amenazas y demás, si hay alguno aquí podría contarlo.

Lo que sí contaré pronto es la historia de Isidoro Niñotrola (nombre ficticio), un picapleitos tan soberbio como poco profesional al que acudimos para llegar a un acuerdo amistoso y cuya solución era desplumarme de tal manera que pudiese salir del hoyo el día de mi jubilación, y no solo eso, si no que tenía la inmensa caradura de cobrar el doble de lo que recomendaba el colegio de abogados y en negro. Tan subnormal y cretino era que me pedía el pago en B mediante sobre, y todo ello escrito en un email. Cabe decir que cuando le dije que o trabajaba y cambiaba las condiciones del acuerdo por algo más justo, y él conchabado con mi ex se negaba, no sólo no cobró por un trabajo que no hizo sino que lo denuncié a Hacienda, gracias a mi amiga Esther que es inspectora de Hacienda. Por otro lado, y posteriormente me enteré que le cayó una buena, creo que tanta que el chiringuito que tenía desde hace año y medio está de capa caída.
 
Lo que sí contaré pronto es la historia de Isidoro Niñotrola (nombre ficticio), un picapleitos tan soberbio como poco profesional al que acudimos para llegar a un acuerdo amistoso y cuya solución era desplumarme de tal manera que pudiese salir del hoyo el día de mi jubilación, y no solo eso, si no que tenía la inmensa caradura de cobrar el doble de lo que recomendaba el colegio de abogados y en negro. Tan subnormal y cretino era que me pedía el pago en B mediante sobre, y todo ello escrito en un email. Cabe decir que cuando le dije que o trabajaba y cambiaba las condiciones del acuerdo por algo más justo, y él conchabado con mi ex se negaba, no sólo no cobró por un trabajo que no hizo sino que lo denuncié a Hacienda, gracias a mi amiga Esther que es inspectora de Hacienda. Por otro lado, y posteriormente me enteré que le cayó una buena, creo que tanta que el chiringuito que tenía desde hace año y medio está de capa caída.
Esto también da para hilo: abogados de mierda. Ya tienes tarea otra vez :lol:

Espero que le hayas dejado caer así como quien no quiere la cosa que fuiste tú el que le hizo la jugarreta.
 
Otro que seguirá el hilo con interés.

No quiero ni pensar la tortura de los que han tenido falsas denuncias por acoso, amenazas y demás, si hay alguno aquí podría contarlo.
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Esto también da para hilo: abogados de mierda. Ya tienes tarea otra vez :lol:

Espero que le hayas dejado caer así como quien no quiere la cosa que fuiste tú el que le hizo la jugarreta.

Lo sabe.

Y no pongo su nombre porque me busca, pero es ligeramente parecido.

Por decir públicamente que cobraba en negro me dijo que me iba a denunciar por infamias y por poner en duda su profesionalidad, y que su equipo penal se pondría en marcha si no me retractaba en 24 horas. Mi contestación fue que de su honorabilidad y profesionalidad no dudaba en absoluta, era nula y el un incompetente, vago y en absoluto profesional. Respecto a las infamias lo serían si hubiese mentido, pero tenía un correo suyo (cuya captura le mandé) pidiendo el dinero en negro y yo exigiéndole que la cantidad la pagaba y desglosaba el IVA y no cometía fraude, pagando 300 de esos 1500 a Hacienda.

Dejé pasar dos días, y evidentemente no había demanda, así que le llamé al despacho y le di 24 horas para que mandase a mi equipo de T.I. un certificado en el que constase que había borrado todos mis datos y cómo lo habían hecho, si no le denunciaría inmediatamente a Protección de datos. No tenía contratado a nadie, así que se llevó otra denuncia.

Eso pasa a los que se pasan de listos.
 
Última edición:
Se me han adelantado.
Me estoy divorciando desde el mes de mayo y voy a compartir con vosotros mi experiencia y os daré también consejos para esquivar la puta ley de viogen que me trae frito.

El amor en un matrimonio hay veces que se acaba. Desde antes de que naciera mi hija tuvimos una crisis bastante fuerte. Ella, después del parto, apenas podía conciliar el sueño y eso hizo que empezáramos a dormir en habitaciones separadas, como el poemario de García Montero. A los seis meses, mejoró algo la relación, sobre todo porque yo puse de mi parte. Antes era seguro y no me temblaba el pulso a la hora de irme en una discusión y aparecer al día siguiente. Pero ya no era lo mismo. Ahora tenía a mi hija y por ella aguantaba algo que ya estaba más que muerto. Teníamos una vida de pareja demasiado pobre, pues ya el sexo solo aparecía en las discusiones cada vez más fuertes. Los dos nos centramos en mi hija y todo giraba alrededor de ella. El último año, nos mudamos y mejoró de nuevo nuestra vida. Tenía la ilusión de que quizá otro cambio a mejor, podría darnos ese punto de felicidad que nos faltaba. A pesar de todo, estábamos muy unidos. Siempre íbamos los tres. Era a ojos de los demás una familia envidiable.

Pero, llegó el confinamiento y acabó con todo. Ella pensó que era el fin del mundo y estuvo muy mal como un mes. Después, se volvió muy vitalista y cuando salíamos, saltaba, brincaba y cogía flores. Cuando se anunció la fase dos, ella me dijo que me quedara con la niña y nos divorciáramos. Vi el cielo abierto. No os podéis imaginar hasta que punto. Era mi sueño hecho realidad. Pero no me fiaba del todo y me fui a un bufete bastante bueno, porque intuía lo que después ha pasado.

En cuatro días exactos, hice dos mudanzas, contraté a la abogada, se elaboró el convenio, que me daba la custodia total a mí (ella se quedaba con las visitas que se suelen quedar los padres: fin de semana alterno y los miércoles), todos los preparativos de un divorcio. Un divorcio ventajosísimo, porque a pesar de que le había dado algo de dinero más del que correspondía por los gananciales, pues yo asumí determinados gastos, no había perdido viviendas, hija, ni tenía que pagar pensiones. Vamos, lo que todo hombre en este país quiere.

El divorcio se firmó el uno de junio, aunque ella pensaba que yo me iba a arrepentir y le estuvo dando muchas vueltas para ir a firmar. Se puso ropa nueva y se maquilló. Me hizo ir a recogerla. Fuimos los dos juntos. Estaba hecho.

Después, durante el primer mes, venía a mi casa casi todos los días o yo iba a la suya. Estábamos bastante juntos, aunque yo estaba cansado, porque estaba siempre a lo que ella quería. Pero, de pronto empezó a desaparecer y creo que conoció a alguien. No me gustaba la situación y empecé a ver como todo se torcería.

Al final, el día treinta me la hizo. Se puso muy pesada el día antes con que volviéramos a vivir juntos, los tres. Ella me propuso una relación abierta. Yo no quería. Ella sabía que no iba a volver. Tuvimos unas cuantas discusiones, que se empalmaron, hasta que, después del sexo, me encerró en su piso, me quitó el móvil y comenzó a gritar socorro mientras me increpaba, diciendo que si no paraba y me iba con ella, me iba a joder la vida. En esos momentos, sabes que estás colgando de un hilo. Veinte minutos de socorro, a intervalos, pasaron hasta que llegó la policía. Sentado en el suelo, los vi como salvadores. Ella dijo que le había pegado y me detuvieron, pasé diez horas en el calabozo como un perro. Desorientado, sin saber qué estaba pasando, sin llamar a mi abogada porque ni atinaba de los nervios. Cuando salí, ella me estaba esperando en la puerta de los juzgados. Un poco antes, cuando me dieron la orden de alejamiento le dije a la funcionaria que si había venido sola o con la niña. Habían venido las dos. Le tuvieron que decir que se marchara. Pero yo sabía que me estaba esperando y me escondí hasta coger un taxi. Esa noche dormí en casa de mi hermano.

Al día siguiente, fue la vista oral y ella se enfureció porque había llevado a mi abogada en lugar del abogado de oficio. Me dio a la niña y declaró mil historias, según luego me contaron. Cuando la niña me dijo que se había mareado en la ambulancia, me di cuenta de que lo peor estaba ahí. Se había hecho un parte de lesiones. No tenía más que una magulladura en los brazos, dos chupetones, uno en el pecho izquierdo y otro la parte izquierda del cuello, además de un golpe en las rodillas que ya estaba en proceso de curación. El día catorce fue el juicio. Tenía a priori mucho en contra con el puto parte de lesiones, pero gracias a un atestado del día veinte de mayo y a otras cuestiones que allí se adujeron, tenía alguna posibilidad de demostrar mi inocencia.

Mi hija y yo estuvimos sin tener noticia alguna de ella hasta que pasaron veintiún días. Entonces me la empezó a pedir a través de mi hermana. Todos los días un par de horas o tres. Todo iba de lujo, hasta que en el proceso de divorcio, el día 27 de julio, sale un requerimiento de fiscalía para que ella pague algún tipo de pensión de alimentos. Ese mismo día, me solicitó a la niña y me dijo que se había buscado una abogada. Se la iba a llevar para una semana y hasta el día de hoy.

Al día siguiente, ella habló con mi hermana, diciendo que quería un acuerdo de custodia compartida. Por la tarde, se plantó en mi casa, saltándose la orden de alejamiento. Yo le dije que se fuera y se fue antes de que llegara la policía. Estuvo muy nerviosa y no hacía más que merodear por lugares donde creía que yo podía estar. Habló con amigos míos y con familiares. Hasta que el lunes, salió la sentencia. Estaba absuelto y el alejamiento había terminado. Ahora tocaba matricular a la niña en un colegio. Yo solicité uno, pero ella se negó. Ahora estoy esperando a mañana para enterarme de dónde la ha matriculado.

El martes hablé con mi hija por vídeo llamada, pero no la he vuelto a ver en persona desde julio.

Esa es la historia, por ahora.
 
Casualidad, mientras os leía sonó esta canción:

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Pese a lo que ponga aquí y lo que se pueda translucir, yo ando en un momento bueno y muy muy tranquilo, pero sé que me la juego a veces por mi forma de hacer las cosas, que entiendo que es la manera justa y más cuando te encuentras que estos juicios son un auténtico cachondeo, que la jueza se está rascando el coño queriendo acabar y que tú y el futuro de tus hijos se la sopla pero que muy mucho.
 
Yo me comí un rico finde en los calabozos porque a la puta de mi ex le dio por decir que le pegaba y la maltrataba, poniendo ella cuernacos de los buenos. Por suerte su familia se puso de mi parte y retiro la denuncia.
Y gracias a Dios no la dejé preña, y no teníamos nada juntos. Ojalá ardieras puta perra
 
Joder @Alano, muy bien explicado, y lamento lo que tiene que pasar. Y la cuestión es la siguiente... ¿usted no vio venir todo esto? quiero decir, una persona no cambia de un día para otro, una persona no se vuelve violenta de un día para otro, ni maltrata, ni se vuelve una hija de puta... ¿usted no vio visos de ese comportamiento que tuvo con usted cuando empezaron?
 
Joder @Alano, muy bien explicado, y lamento lo que tiene que pasar. Y la cuestión es la siguiente... ¿usted no vio venir todo esto? quiero decir, una persona no cambia de un día para otro, una persona no se vuelve violenta de un día para otro, ni maltrata, ni se vuelve una hija de puta... ¿usted no vio visos de ese comportamiento que tuvo con usted cuando empezaron?
@Empty Words en mi caso fue una sorpresa el que me dijese de separarnos, no andábamos en ese momento en el mejor momento económico pero vivíamos bien y aunque las cosas estaban más frías las achacaba a una serie de circunstancias que no nos permitían estar más cerca (dos mudanzas y mi suegra por medio durante unos meses). Lo que has de saber es que por mucha complicidad que tengas con tu pareja y pienses que "esto no me va a pasar a mí", en cuanto se habla de separación para ella es la guerra y aquí no hay prisioneros. Átate los machos, búscate un abogado muy hijo de puta y trata de eliminar tus sentimientos, porque no hacerlo es tu muerte en vida.
 
Deduzco que de este hilo vamos a aprender de lo lindo los que no estamos casados.

Al final, el día treinta me la hizo. Se puso muy pesada el día antes con que volviéramos a vivir juntos, los tres. Ella me propuso una relación abierta. Yo no quería. Ella sabía que no iba a volver. Tuvimos unas cuantas discusiones, que se empalmaron, hasta que, después del sexo, me encerró en su piso, me quitó el móvil y comenzó a gritar socorro mientras me increpaba, diciendo que si no paraba y me iba con ella, me iba a joder la vida.
Esto es de lo más común. Que tu ex te la líe, poniéndote sexo como cebo. Si te divorcias, te divorcias con todo, sin vuelta atrás, y menos sin posibilidad de picoteo. No serás el primer hombre que haya caido en esa trampa, ni el último. Tengo varios amigos que cayeron igual que tú, y pasaron por calvarios similares o peores.

También sé de alguna lagarta que me ha contado su trauma provocado por su ex- con supuestas agresiones después de follar y siempre he creído que más bien ella urdió una trampa final para su interés.

@miliu anímate a contar lo tuyo en un ladrillo si hace falta. Seguro que aprenderemos muchísimo.
 
Última edición:
" ella me dijo que me quedara con la niña y nos divorciáramos. "
" de pronto empezó a desaparecer y creo que conoció a alguien "
" Se puso muy pesada el día antes con que volviéramos a vivir juntos, los tres "
A mi me suena que conocio alguien, que le sobraba hasta la cria y que a la hora de la verdad el otro con buen ojo la manda a la mierda,y paso al plan B y como el B tampoco le sale fue a por el V , de viogen .
 
Última edición:
Joder @Alano, muy bien explicado, y lamento lo que tiene que pasar. Y la cuestión es la siguiente... ¿usted no vio venir todo esto? quiero decir, una persona no cambia de un día para otro, una persona no se vuelve violenta de un día para otro, ni maltrata, ni se vuelve una hija de puta... ¿usted no vio visos de ese comportamiento que tuvo con usted cuando empezaron?
En principio, no era demasiado mala. Había tenido arranques gordos con otras personas, pero lo normal. Aunque siempre habíamos discutido bastante, fue cuando nació la niña cuando ella se sintió más fuerte. Durante el confinamiento se puso como un energúmeno en su sentido literal. Luego, con la firma del divorcio, se puso muy suave y tras, me dio como a los conejos.

Es algo que lo ves venir, por eso me fui a un bufete caro, pero hasta que no te pasa, no te lo quieres creer. Es difícil asimilar. Una persona con la que has tenido una vida, de repente es tu mayor enemigo. Te la puede jugar en cualquier momento. Tengo una paranoia importante, porque ella es cíclica, como las estaciones. Quizá se olvida de alguien durante una temporada, pero luego vuelve como una pesadilla.
 
" ella me dijo que me quedara con la niña y nos divorciáramos. "
" de pronto empezó a desaparecer y creo que conoció a alguien "
" Se puso muy pesada el día antes con que volviéramos a vivir juntos, los tres "
A mi me suena que conocio alguien, que le sobraba hasta la cria y que a la hora de la verdad el otro con buen ojo la manda a la mierda,y paso al plan B y como el B tampoco le sale fue a por el V , de viogen .
Estoy casi seguro de que eso fue así. Creo que cuando el tipo la mandó a la mierda, volvió a buscarme, pero como yo no quise volver, se enfureció y me denunció. Lo de la niña creo que es por no pagar, aunque suene fuerte.
 
Si la custodia es tuya ya con sentencia de un juez matricula a la niña en el cole que salga de los huevos, si no te paga pension denuncia al canto y por supuesto si se ha quedado a la niña un mes por la cara denuncia por secuestro que espero que ya hayas puesto, cuando sea mayor te lo agradecera.
En mi caso la cosa fue facil, la relacion personal era y aun es buena, llegamos a un acuerdo razonable fuimos a un abogado que tramitara el asunto fuimos al juzgado a firmar y se acabo, lo que no quita que cualquier dia se le cruce el cable y me la lie cualquier dia.
Eso si, en mi entorno profesional ha habido bastantes divorcios y todas son amistosas hasta que alguna amiga o abogado les come la cabeza y les dice que por que se conforman con amargarte si pueden machacarte, a partir de ahi comienzan las reclamaciones de pasta, la exigencia de la custodia y para ello las mas peregrinas denuncias y acusaciones, las comeduras de olla a los hijos para ponerlos en tu contra, las denuncias viogen (los viernes siempre les recomiendan sus abogados, que asi te pegas todo el finde en el calabozo), las ordenes de alejamiento (que intentan que rompas para denunciarte, en viernes tambien por el mismo motivo) y mil perrerias mas.
 
Eso si, en mi entorno profesional ha habido bastantes divorcios y todas son amistosas hasta que alguna amiga o abogado les come la cabeza y les dice que por que se conforman con amargarte si pueden machacarte, a partir de ahi comienzan las reclamaciones de pasta, la exigencia de la custodia y para ello las mas peregrinas denuncias y acusaciones, las comeduras de olla a los hijos para ponerlos en tu contra,

Ese es mi caso.

@miliu anímate a contar lo tuyo en un ladrillo si hace falta. Seguro que aprenderemos muchísimo.

lo haré por partes, como hace jits con su hilo. Es muy largo y tengo cansancio vital con este tema.
 
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¿También os sale está publicidad s vosotros?
 
Última edición:
Os leo aquí en penumbra y me aterro vivo. Peor que la que quieras de Stephen King, mucho peor. Tengo el vello erizado, de hecho.

No concibo además el tener un hijo y usarlo para estas cosas, dañar al ser que ha sido tan querido antes. Sé que pasa a menudo, pero vamos. No me entra en la cabeza.

Duro ahí y que se acuerden de que tenían un padre que se vestía por los pies. Por las ex, que más da ya a estas alturas si ya os están jodiendo la vida a placer.

Que mayor venganza que la que se sirve en plato frío, con unos niños con los ojos abiertos respecto de la puta de su madre.

Mucho ánimo cracks.
 
Última edición:
Pese a lo que ponga aquí y lo que se pueda translucir, yo ando en un momento bueno y muy muy tranquilo, pero sé que me la juego a veces por mi forma de hacer las cosas, que entiendo que es la manera justa y más cuando te encuentras que estos juicios son un auténtico cachondeo, que la jueza se está rascando el coño queriendo acabar y que tú y el futuro de tus hijos se la sopla pero que muy mucho.
Así es compi, la justicia en España no existe
 
" ella me dijo que me quedara con la niña y nos divorciáramos. "
" de pronto empezó a desaparecer y creo que conoció a alguien "
" Se puso muy pesada el día antes con que volviéramos a vivir juntos, los tres "
A mi me suena que conocio alguien, que le sobraba hasta la cria y que a la hora de la verdad el otro con buen ojo la manda a la mierda,y paso al plan B y como el B tampoco le sale fue a por el V , de viogen .
Yo pasé justo por esa situación. Pasas de ser el marido y padre de unos hijos en común a ser enemigo de la madre de tus propios hijos.
 
Se me han adelantado.
Me estoy divorciando desde el mes de mayo y voy a compartir con vosotros mi experiencia y os daré también consejos para esquivar la puta ley de viogen que me trae frito.

El amor en un matrimonio hay veces que se acaba. Desde antes de que naciera mi hija tuvimos una crisis bastante fuerte. Ella, después del parto, apenas podía conciliar el sueño y eso hizo que empezáramos a dormir en habitaciones separadas, como el poemario de García Montero. A los seis meses, mejoró algo la relación, sobre todo porque yo puse de mi parte. Antes era seguro y no me temblaba el pulso a la hora de irme en una discusión y aparecer al día siguiente. Pero ya no era lo mismo. Ahora tenía a mi hija y por ella aguantaba algo que ya estaba más que muerto. Teníamos una vida de pareja demasiado pobre, pues ya el sexo solo aparecía en las discusiones cada vez más fuertes. Los dos nos centramos en mi hija y todo giraba alrededor de ella. El último año, nos mudamos y mejoró de nuevo nuestra vida. Tenía la ilusión de que quizá otro cambio a mejor, podría darnos ese punto de felicidad que nos faltaba. A pesar de todo, estábamos muy unidos. Siempre íbamos los tres. Era a ojos de los demás una familia envidiable.

Pero, llegó el confinamiento y acabó con todo. Ella pensó que era el fin del mundo y estuvo muy mal como un mes. Después, se volvió muy vitalista y cuando salíamos, saltaba, brincaba y cogía flores. Cuando se anunció la fase dos, ella me dijo que me quedara con la niña y nos divorciáramos. Vi el cielo abierto. No os podéis imaginar hasta que punto. Era mi sueño hecho realidad. Pero no me fiaba del todo y me fui a un bufete bastante bueno, porque intuía lo que después ha pasado.

En cuatro días exactos, hice dos mudanzas, contraté a la abogada, se elaboró el convenio, que me daba la custodia total a mí (ella se quedaba con las visitas que se suelen quedar los padres: fin de semana alterno y los miércoles), todos los preparativos de un divorcio. Un divorcio ventajosísimo, porque a pesar de que le había dado algo de dinero más del que correspondía por los gananciales, pues yo asumí determinados gastos, no había perdido viviendas, hija, ni tenía que pagar pensiones. Vamos, lo que todo hombre en este país quiere.

El divorcio se firmó el uno de junio, aunque ella pensaba que yo me iba a arrepentir y le estuvo dando muchas vueltas para ir a firmar. Se puso ropa nueva y se maquilló. Me hizo ir a recogerla. Fuimos los dos juntos. Estaba hecho.

Después, durante el primer mes, venía a mi casa casi todos los días o yo iba a la suya. Estábamos bastante juntos, aunque yo estaba cansado, porque estaba siempre a lo que ella quería. Pero, de pronto empezó a desaparecer y creo que conoció a alguien. No me gustaba la situación y empecé a ver como todo se torcería.

Al final, el día treinta me la hizo. Se puso muy pesada el día antes con que volviéramos a vivir juntos, los tres. Ella me propuso una relación abierta. Yo no quería. Ella sabía que no iba a volver. Tuvimos unas cuantas discusiones, que se empalmaron, hasta que, después del sexo, me encerró en su piso, me quitó el móvil y comenzó a gritar socorro mientras me increpaba, diciendo que si no paraba y me iba con ella, me iba a joder la vida. En esos momentos, sabes que estás colgando de un hilo. Veinte minutos de socorro, a intervalos, pasaron hasta que llegó la policía. Sentado en el suelo, los vi como salvadores. Ella dijo que le había pegado y me detuvieron, pasé diez horas en el calabozo como un perro. Desorientado, sin saber qué estaba pasando, sin llamar a mi abogada porque ni atinaba de los nervios. Cuando salí, ella me estaba esperando en la puerta de los juzgados. Un poco antes, cuando me dieron la orden de alejamiento le dije a la funcionaria que si había venido sola o con la niña. Habían venido las dos. Le tuvieron que decir que se marchara. Pero yo sabía que me estaba esperando y me escondí hasta coger un taxi. Esa noche dormí en casa de mi hermano.

Al día siguiente, fue la vista oral y ella se enfureció porque había llevado a mi abogada en lugar del abogado de oficio. Me dio a la niña y declaró mil historias, según luego me contaron. Cuando la niña me dijo que se había mareado en la ambulancia, me di cuenta de que lo peor estaba ahí. Se había hecho un parte de lesiones. No tenía más que una magulladura en los brazos, dos chupetones, uno en el pecho izquierdo y otro la parte izquierda del cuello, además de un golpe en las rodillas que ya estaba en proceso de curación. El día catorce fue el juicio. Tenía a priori mucho en contra con el puto parte de lesiones, pero gracias a un atestado del día veinte de mayo y a otras cuestiones que allí se adujeron, tenía alguna posibilidad de demostrar mi inocencia.

Mi hija y yo estuvimos sin tener noticia alguna de ella hasta que pasaron veintiún días. Entonces me la empezó a pedir a través de mi hermana. Todos los días un par de horas o tres. Todo iba de lujo, hasta que en el proceso de divorcio, el día 27 de julio, sale un requerimiento de fiscalía para que ella pague algún tipo de pensión de alimentos. Ese mismo día, me solicitó a la niña y me dijo que se había buscado una abogada. Se la iba a llevar para una semana y hasta el día de hoy.

Al día siguiente, ella habló con mi hermana, diciendo que quería un acuerdo de custodia compartida. Por la tarde, se plantó en mi casa, saltándose la orden de alejamiento. Yo le dije que se fuera y se fue antes de que llegara la policía. Estuvo muy nerviosa y no hacía más que merodear por lugares donde creía que yo podía estar. Habló con amigos míos y con familiares. Hasta que el lunes, salió la sentencia. Estaba absuelto y el alejamiento había terminado. Ahora tocaba matricular a la niña en un colegio. Yo solicité uno, pero ella se negó. Ahora estoy esperando a mañana para enterarme de dónde la ha matriculado.

El martes hablé con mi hija por vídeo llamada, pero no la he vuelto a ver en persona desde julio.

Esa es la historia, por ahora.
Si planea o sospecha que va a hablar con ella otra vez lleve un grabador. Los hay tamaño boli y le puede salvar la vida o arreglársela.
 
Así es compi, la justicia en España no existe

Ahora en serio. De esa disparidad legal tan brutal ¿cuántas denuncias conocéis surgidas desde la bancada mujeril? Sí, esa misma patulea que sale en manada cada 8M. Luego que por qué se generaliza contra ellas.
 
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