DarthMauricius
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A raíz del hamérrimo hilo de @hitsfromthebong , en el cual comentaba que trabajaba en un hotel y qué mucha otra gente también comentó trabajar en el gremio y que se debía hacer un hilo, pues lo abro yo. Las secuencias que he tenido trabajando en los dos hoteles son de mucho Lol, pero no del nível de hitsfromthebong. Al lío.
En 2013 comencé a trabajar en mi primer hotel. Yo vivo en Palma de Mallorca y este hotel quedaba en el otro lado de la isla, a 67 km de mi casa. En aquel entonces no tenía curro, ni cobraba subsidio alguno con lo cual el ir a pedir a Caritas y que me negaran por blanquito era cuestión de días o quizás de semanas. Por lo cual acepté. En la entrevista, con el director y la jefa de recepción, me preguntaron si sabía artes marciales o algún tipo de autodefensa. Me pareció una pregunta un poco gñé, pero luego me comentaron que era porque el turismo esa temporada iba a ser fundamentalmente ruso y que quizás en algún momento alguno se pondría un poco farruco. En ese momento una alarma debería haber sonado en mi cabeza, pero no le dí mucha importancia. Vamos, que se iban a ahorrar tener un segurata a cambio de que los recepcionistas supieran defenderse. Y vaya que tuve que hacer uso de ello un par de veces.
El tema de escatimar en seguridad, pues era una de tantas cosas en las que escatimaban ya que era un hotel de la cadena Catalonia, así que como buenos catalanes soltar pasta en seguridad, en mantenimiento o personal, como que no. El hotel era un tres estrellas, que quizás cuando lo habían abierto en los 70 sí que lo fuera, pero sin apenas reformar y con el gasto mínimo, pues apenas llegaría a tres asteriscos. Respecto al personal, pues el mínimo de recepción, cocina y bar. El resto niñatos estudiantes de turismo de la UAB o la UB, no recuerdo, que venían a trabajar gratis a cambio de pasarse el verano en Mallorca. Un par de niñas estuvieron en recepción y me tuvieron loco toda la temporada, tuve a tiro a una, pero pequé de beta y no hice nada. Y no solo estudiantes de Barcelona, también de una escuela de turismo de Chequia que vinieron y no hablaban ni español ni inglés.
Yo trabajaba básicamente en el turno de tarde y hacía alguna que otra noche. Una de ellas, me vinieron un trío de rusos bastante perjudicados y me empezaron a dar palique. Se soprendieron de que hablara algo de ruso y con buen acento pero en un momento pronuncié algo mal y uno de ellos me da una colleja. Le digo, qué que mierda le pasa y se disculpa, que en Rusia eran así y tal, que fue por mi mala pronunciación y tal. Le digo que si lo intenta de nuevo, que iba a haber problemas. Seguimos de charla, se ve que vuelvo a pronunciar algo incorrectamente y el tipo ya me estaba soltando otra colleja. En ese momento le hago una llave, le retuerzo el brazo y con la otra mano le agarro la cabeza y se la pongo a escasos milímetros de la dura mesada de mármol. Le digo que estoy deteniendome solo porque trabajo allí, pero que le advertí. Y le dije, la próxima no me detengo y te reviento la cabeza contra el mármol, hijoputa. Todo esto en español. El ruso, al ver tanto movimiento rápido y que se encontraba con un brazo retorcido y la cabeza inmovilizada contra el mármol, pues que se le pasó el pedo. Los dos amigos estaban atónitos. Lo solté y se fueron los tres bien calladitos. Aclaro que no soy un Bruce Lee ni nada, pero algunos añitos de hacer kung fu tengo y esta era la primera vez que había tenido que usarlo en la vida real.
Otra noche que trabajaba, baja una rusa a recepción llorando. Se sienta en un sofá y ahí a sollozar y mirar el móvil. Le preguntó qué le pasa, y me responde que su novio está en la habitación follandose a su mejor amiga. Yo me quedo a cuadros y evito reirme de la situación. Ella llorando en lugar de ir a partirle algún jarrón a la furcia de su "amiga" y tomar represalias contra su novio. Ella estaba bien. Sin ser un bellezón, sí que era guapa. La típica eslava: Alta, delgada, pelo oscuro y ojos claros. Me pide si por favor podría darle una cerveza. El bar había cerrado hacía horas, pero bueno, era un tugurio de todo incluído y no me costaba nada entrar a la cocina y servir un par de cañas, una para ella y otra para mí. Mención aparte, no había cámara alguna en ese hotel y en las noches que estuve más de una jarra de cerveza me serví.
Le doy la cerveza y me pongo a hablar con ella. Tenía 31 años y era policía de aduanas en no sé qué aeropuerto de alguna ciudad pérdida en la Siberia profunda. Sigue con la cerveza y se pone a llorar, pensando en lo que pasaba en su habitación y me dice algo como "Qué va a ser de mí ahora, que nadie me quiere ni va a querer y estoy vieja", yo flipando como las eslavas, ya con 31 años se consideran viejas y acabadas si no están ya emparejadas o casí casadas. Como solía ser antiguamente en nuestra, ahora decadente, sociedad occidental. Me pide otra cerveza, y otra, y otra y sigue con este tango de "Quién me va a querer que soy vieja y fea", le digo que se equivoca, que es joven y está buenísima y en ese momento se levanta y me da un morreo. En ese momento ya ni pensé en que quizás algo así me costaría el trabajo, la llevé al back office y allí me hizo una mamada de campeonato. Se tragó toda la cuajada y luego de eso, un trago de cerveza. Mientras estaba aún recuperandóme del mamadón que me habían hecho, la rusa se levanta, dice que se va a suicidar en el mar y se va... Nunca más la volví a ver por el hotel. A saber si realmente se suicidió, o qué. Noticias al respecto no leí en ningún diario.
Tengo más secuencias loleantes, tanto en ese hotel como en el que trabajo ahora, pero no quiero soltarlas todas de golpe. Tengo entendido que somos varios del gremio aquí y estaría bueno leer más historias. Yo seguiré escribiendo dependiendo el desarrollo y vida del hilo.
En 2013 comencé a trabajar en mi primer hotel. Yo vivo en Palma de Mallorca y este hotel quedaba en el otro lado de la isla, a 67 km de mi casa. En aquel entonces no tenía curro, ni cobraba subsidio alguno con lo cual el ir a pedir a Caritas y que me negaran por blanquito era cuestión de días o quizás de semanas. Por lo cual acepté. En la entrevista, con el director y la jefa de recepción, me preguntaron si sabía artes marciales o algún tipo de autodefensa. Me pareció una pregunta un poco gñé, pero luego me comentaron que era porque el turismo esa temporada iba a ser fundamentalmente ruso y que quizás en algún momento alguno se pondría un poco farruco. En ese momento una alarma debería haber sonado en mi cabeza, pero no le dí mucha importancia. Vamos, que se iban a ahorrar tener un segurata a cambio de que los recepcionistas supieran defenderse. Y vaya que tuve que hacer uso de ello un par de veces.
El tema de escatimar en seguridad, pues era una de tantas cosas en las que escatimaban ya que era un hotel de la cadena Catalonia, así que como buenos catalanes soltar pasta en seguridad, en mantenimiento o personal, como que no. El hotel era un tres estrellas, que quizás cuando lo habían abierto en los 70 sí que lo fuera, pero sin apenas reformar y con el gasto mínimo, pues apenas llegaría a tres asteriscos. Respecto al personal, pues el mínimo de recepción, cocina y bar. El resto niñatos estudiantes de turismo de la UAB o la UB, no recuerdo, que venían a trabajar gratis a cambio de pasarse el verano en Mallorca. Un par de niñas estuvieron en recepción y me tuvieron loco toda la temporada, tuve a tiro a una, pero pequé de beta y no hice nada. Y no solo estudiantes de Barcelona, también de una escuela de turismo de Chequia que vinieron y no hablaban ni español ni inglés.
Yo trabajaba básicamente en el turno de tarde y hacía alguna que otra noche. Una de ellas, me vinieron un trío de rusos bastante perjudicados y me empezaron a dar palique. Se soprendieron de que hablara algo de ruso y con buen acento pero en un momento pronuncié algo mal y uno de ellos me da una colleja. Le digo, qué que mierda le pasa y se disculpa, que en Rusia eran así y tal, que fue por mi mala pronunciación y tal. Le digo que si lo intenta de nuevo, que iba a haber problemas. Seguimos de charla, se ve que vuelvo a pronunciar algo incorrectamente y el tipo ya me estaba soltando otra colleja. En ese momento le hago una llave, le retuerzo el brazo y con la otra mano le agarro la cabeza y se la pongo a escasos milímetros de la dura mesada de mármol. Le digo que estoy deteniendome solo porque trabajo allí, pero que le advertí. Y le dije, la próxima no me detengo y te reviento la cabeza contra el mármol, hijoputa. Todo esto en español. El ruso, al ver tanto movimiento rápido y que se encontraba con un brazo retorcido y la cabeza inmovilizada contra el mármol, pues que se le pasó el pedo. Los dos amigos estaban atónitos. Lo solté y se fueron los tres bien calladitos. Aclaro que no soy un Bruce Lee ni nada, pero algunos añitos de hacer kung fu tengo y esta era la primera vez que había tenido que usarlo en la vida real.
Otra noche que trabajaba, baja una rusa a recepción llorando. Se sienta en un sofá y ahí a sollozar y mirar el móvil. Le preguntó qué le pasa, y me responde que su novio está en la habitación follandose a su mejor amiga. Yo me quedo a cuadros y evito reirme de la situación. Ella llorando en lugar de ir a partirle algún jarrón a la furcia de su "amiga" y tomar represalias contra su novio. Ella estaba bien. Sin ser un bellezón, sí que era guapa. La típica eslava: Alta, delgada, pelo oscuro y ojos claros. Me pide si por favor podría darle una cerveza. El bar había cerrado hacía horas, pero bueno, era un tugurio de todo incluído y no me costaba nada entrar a la cocina y servir un par de cañas, una para ella y otra para mí. Mención aparte, no había cámara alguna en ese hotel y en las noches que estuve más de una jarra de cerveza me serví.
Le doy la cerveza y me pongo a hablar con ella. Tenía 31 años y era policía de aduanas en no sé qué aeropuerto de alguna ciudad pérdida en la Siberia profunda. Sigue con la cerveza y se pone a llorar, pensando en lo que pasaba en su habitación y me dice algo como "Qué va a ser de mí ahora, que nadie me quiere ni va a querer y estoy vieja", yo flipando como las eslavas, ya con 31 años se consideran viejas y acabadas si no están ya emparejadas o casí casadas. Como solía ser antiguamente en nuestra, ahora decadente, sociedad occidental. Me pide otra cerveza, y otra, y otra y sigue con este tango de "Quién me va a querer que soy vieja y fea", le digo que se equivoca, que es joven y está buenísima y en ese momento se levanta y me da un morreo. En ese momento ya ni pensé en que quizás algo así me costaría el trabajo, la llevé al back office y allí me hizo una mamada de campeonato. Se tragó toda la cuajada y luego de eso, un trago de cerveza. Mientras estaba aún recuperandóme del mamadón que me habían hecho, la rusa se levanta, dice que se va a suicidar en el mar y se va... Nunca más la volví a ver por el hotel. A saber si realmente se suicidió, o qué. Noticias al respecto no leí en ningún diario.
Tengo más secuencias loleantes, tanto en ese hotel como en el que trabajo ahora, pero no quiero soltarlas todas de golpe. Tengo entendido que somos varios del gremio aquí y estaría bueno leer más historias. Yo seguiré escribiendo dependiendo el desarrollo y vida del hilo.
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