Historias y anécdotas de cuando éramos crios: pandillismo, peleas, tirachinas, etc .

Vicente Niente

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Que esta es otra cosa que da para hilo: los clubs ULTRASECRETOS de cuando éramos niños. De cuando los niños jugábamos en la calle y subíamos a casa con las rodillas negras y raspadas, no como los niños de hoy.

Hilo creado por deseo expreso de ILG.

No es un secreto que ésta nuestra casa es un geriátrico (lo cual explica el éxito del hilo de las esquelas, por ejemplo). Sin embargo, la edad nos da una ventaja, pues nacimos en la era predigital y, donde ahora los niñatos subnormales se crean una cuenta de youtube para llamar pedófilo a Torbe, nosotros de crios ya dimos porculo lo nuestro a los adultos de entonces.

Ahora te banean la cuenta de twiter y Torbe se descojona de ello en un vídeo, entonces te zurraban a base de bien por tu trastada y se descojonaban de tí igualmente. Este hilo va de eso: ¿Qué hiciste para que te zurraran de niño? Cuéntanos tus trastadas, anécdotas divertidas, ¿formaste una pandilla?, ¿hiciste algún estropicio?, ¿te peleaste con los del pueblo/barrio de al lado?, ¿troleabas a los adultos?, trompos y tirachinas. Ya sabéis, cuando lo peor que te podía pasar no era un "no me gusta" en tu cuenta de youtube. Porque vivimos peligrosamente.

Por otro lado, si eres un triste sin infancia, cuentanos tus tardes grises para que nos riamos de tí.
 
En una calle muy cercana a la mía había un solar que tenia hechas zanjas para cimientos y bastantes paquetes de ladrillos. Pero llevaba así años.

Los del barrio empezaron a construir allí de forma clandestina refugios y cosas varias. Los gitanos empezaron a participar también y se hicieron los encargados del cotarro.

Estaba todo casi terminado. Un trabajo duro de semanas y semanas. Iba a ser la base de nuestro club ultrasecreto al que todo el que fuese del barrio podría ir y jugar.

Mis padres esa mañana de sábado tras la bronca y gritos de rigor de cada día por existir, me regalaron unas zapatillas de deporte blancas muy bonitas. La amenaza de paliza si las manchaba estaba implícita.


Decidí que no sólo yo debía pasarlo mal cada día.

Estábamos en el refugio y nos fuimos todos a merendar quedando en volver en una hora.

Yo hice como que me iba, pero no.


Volví y con cuidado use mis nuevas zapatillas para derribar y echar abajo todas las construcciones.en veinte minutos todo era un gran montón de escombros.

Las zapatillas fueron limpiadas con agua y amoniaco. Apenas se mancharon porque puse cuidado.

Volví a la hora prevista y dos de los mayores me cogieron cada uno de un brazo y un gitano de los más peligrosos me inspeccionó las zapatillas mientras yo preguntaba que pasaba.

Quede libre de sospecha.

Uno de los que volvió había estado ayudando a su padre y trajo las zapatillas llenas de tierra bien manchadas.

Mientras le daban la paliza de su vida me dijeron que me fuese a mi casa que mejor no viese lo que le iban a hacer.

Merende y me sentí superior y especial.


Nunca lo había contado a nadie.
 
Última edición por un moderador:
Je, la historia del Club de Ninjas me ha recordado otra de otro Club que montamos nosotros. Un Club de Detectives. Primero empezó como una tontería, vimos un rastro de sangre un día en las losetas de pizarra que formaban el pavimento de mi barrio, típico barrio construido a finales de los años 60's, y decidimos seguirla.

Por el camino íbamos siguiendo el rastro, y cada uno iba con sus teorías. Uno decía que seguramente era alguien con una nariz sangrando, otro que podría ser un dedo, otro que sería un yonki de los que se picaban en el antiguo Centro Cívico Polideportivo de enfrente, y así íbamos, describiendo las manchas en plan CSI.

Tendríamos unos 10-11 años, y a uno que era un par de años mayor se le ocurrió que era interesante esto para matar el tiempo, y que podríamos formar un Club de Detectives, más bien fisgones. Y así empezamos a hacernos unos carnets al uso, y a reunir el material. Yo aporté un extraño artilugio mezcla de lupa, prismáticos, brújula y alguna cosa más que mi viejo se había comprado en los años 60's (esta época del Club serían los 80's) en esos anuncios chiquititos en las contraportadas de las revistas (dónde aparecían los monos marinos y similares). Otro trajo una lupa enorme de casa, pues su viejo coleccionaba sellos de correos, otro polvo de no se qué mierda del Quimicefa para las huellas, otro un cepillo, en fin, lujo a tope de materiales.

Y luego buscábamos casos. Pero hete aquí que el oficio de detective es duro porque normalmente faltan clientes, y entonces decidimos que antes de encontrar un verdadero caso había que entrenar. Y empezamos a ponernos de acuerdo para por ejemplo, seguir a un menda que pasaba trajeado todos los días por delante de nuestra calle, pero haciéndolo bien, por turnos. Primero iba uno y lo seguía hasta una zona, luego otro que había dado un rodeo lo enganchaba donde lo dejaba otro, y así el tema. Este tío nos pilló y se nos quedó mirando con ganas de darnos una ostia, y poco a poco fuimos perfeccionando la técnica.

Otro sugirió que podíamos redactar informes y tal con los chismes de la calle. Cosas de ésas que oyes de pasada en casa y dejas pasar, no es tu tema. En mi portal se decía que la señora del 9ºC le ponía los cuernazos al marido, que trabajaba en Fenosa, cosa que yo pillé de oídas porque el menda aun encima era un baranda que llevaba todo tipo de trastos al portal y los dejaba por su tramo de escalera. Te podías encontrar allí una maquinita de marcianos de tanques de las primeras que se hicieron o tramos de cable distraído. El caso es que nos pusimos manos a la obra, a controlar las salidas del menda y que personas a la media hora aparecían por el portal.

Efectivamente, el tío tenía unos tochazos que no sé ni como entraba por la puerta. Salía el tipo a trabajar, y en poco aparecía un señor de bigote bajito, trajeado y oliendo a colonia. Llegamos incluso a subir al rellano y llegar a pegar la oreja y casi nos pillan. Pero lo más gracioso es que la señora le ponía los cuernos también a este con uno con pinta de encargado de una ferretería.

Luego crecimos y nos interesaba más la cosa de las chavalas, pero algo siempre queda, porque analizábamos al detalle todo. Si el de bigotito venía con flores o similar sabíamos que estaban a punto de "celebrar". La pinta que tenía cuando salía el menda, si se había duchado dentro. Estos detalles luego uno los va aplicando a su vida diaria..

pd: Encontré el invento en internet, LOL:
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Estaba yo con 2 conocidos de la época (11-12 años)de los cuales ni me acuerdo de su nombre, uno de ellos se saca un globo del bolsillo, lo llena de agua de una fuente de al al lado y lo lanza atravesando una ventana abierta de uno de los chalets adosados que estaba muy cerca de mi casa.

En eso que a los 30 segundos un vieo pero que debía de tener la velocidad de Flash sale de la casa y se dirige a nosotros soltando improperios, cuando me volvi para decirselo a los otros 2, veo que ya no están a mi lado, vamos que habían salido por patas. El vieo me agarra del brazo fuerte y me lleva a su casa donde su mujer estaba alli preguntándose que pasaba y en eso que el vieo "Suelta este es el gamberro que nos ha tirado el globo de agua", "IOPUTA"

Total que me preguntan "¿Como te llamas, donde vives"?, y les suelto "No me acuerdo".....otra vez "¿Como te llamas", y de nuevo "No me acuerdo", todo ello con una cara que ni Marlon Brando repitiendo curso en el "Actor's Studio" :lol:

En fin, que viendo el panorama, los vieos me dijeron que no volviera a hacerlo y que me fuese a tomar por culo :lol:....El Oscar ese año creo que se lo llevo Daniel Day Lewis por MI PIE IZQUIERDO
 
Yo me acuerdo que el día más feliz de mi vida fue uno en el que a la salida del colegio, justo debajo de un coche, me encontré una bolsa enorme llena de soldados MONTAPLEX, de todos los países. Había también tanques y aviones. Creo que llegué a casa excitado, como si me hubiera fumado un cigarro de farlopa.
También recuerdo algo que no se hace ahora. En la puerta del colegio, cada cierto tiempo, había una señora que repartía álbumes y cromos para que comenzáramos la colección.
Ahora todo son Cards. Hay menos cromos. Comencé una de STAR WARS hace tres meses y cerró a los dos, fijo que por poca audiencia . Me dejó a medias. Luego sacaron los cromos pero ya pasé de ellos. Son carísimos, joder. Se les va la pinza.
 
Yo de niño era un pequeño cabrón pero sabiendo las hostias que me daba mi madre me contenía bastante de hacer el monger. Ahora bien, era más influenciable que un forero tras amenaza de mundele.

Así que quiso el destino que me juntara con los más subnormales de mi colegio. Con uno empezó la tontería de querer ser mayor y montamos "el club x", que no era otra cosa más que escondernos y decir todos los tacos posibles en el menor tiempo. Éramos realmente malos.

Cuando decir putaputaputa se me quedó pequeño me fui juntando a otro tipo de subnormales. Y éstos para tener 7/8 años eran unos auténticos hidepus. Quitar los tapones de las ruedas de los coches que aparcaban en nuestra calle, tirar cristales rotos o clavos a la salida de una curva, tocar culos de mujeres mientras llevábamos pasamontañas... De ésta última trastada recuerdo que uno que iba conmigo sólo tocaba a gordas, le hacía gracia, pensad que a esa edad no te fijas en las mujeres y mucho menos en el físico, así que iba donde ellas por la facilidad del objetivo. En ésto que se vino arriba y en vez de dar la clásica palmada fue con los dedos por delante para palpar intestino.

Se ve que la gorda iba aguantando un pedo porque tenía el culo cerrado y a mi colega se le quedó la mano atascada dentro. El que iba con la gorda se giró ante el grito de la diplodocus y de un tortazo le sacó la mano del culo y algún diente de leche.

Empezamos a correr como alma que lleva el diablo y de lo que me reía se me salió un poquito de pis.
 
Con el mismo subnormal del culo recuerdo otra cuando nos dio por llamar "glóbulos rojos" a las tetas. Ni puta idea de lo que era eso, supongo que lo oiríamos de pasada en "Erase una vez el cuerpo humano". El caso es que cuando nos cruzábamos con alguna tetona decíamos "glóbulos rojos" en alto. Es que ahora recuerdo la escena y no sé cómo podíamos ser tan retrasados [emoji38]

En una de esas veces el novio de la glóbulos rojos se coscó. Supongo que de crío se le ocurrirían cosas parecidas y no iba a dejar que fuera su novia víctima de tal desprecio por parte de dos mocosos cuya edad no llegaba a las 2 cifras. El tipo, que de aquélla tendría unos 16 años se vino arriba por la facilidad de su victoria, y se nos encaró. Mi colega no se achantó con la excusa de que éramos 2. O eso creía él, porque a mí siempre me dijeron que los toros mejor desde la barrera. El chico le soltó un bofetón de los de saltarte las gafas en caso de llevarlas. El hecho ocurrió cerca del bar que regentaba el padre de mi colega y para cuando salió y abofeteó al otro y a su hijo yo ya lo estaba viendo todo desde mi balcón con mi bocata de chorizo.

Te jodes, Mikel, jij.
 
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Que prolífico en historietas fue la juventud hasta que se acabó la era analógica podría contar como veo la juventud del hijo de mi prima que ahora tiene 9 años pero de eso no va el hilo.

Cuando teníamos unos 10 u 11 años junto con mis mejores amigos del cole osea 2 o 3 y edad en la ya me mataba a pajas a diario tuvimos una idea algo diferente a las relatadas, así le doy variedad al hilo.

El como surgió la idea no lo recuerdo pero el caso es que llegamos a la conclusión de que ibamos a escribir el libro del sexo y nos pusimos a ello, cogimos un cuaderno de anillas cuadriculado de uno de mis amigos que como pasaba de todo solo había escrito 3 o 4 hojas que arrancamos inmediatamente y armados con un lapicero ya que el boli era para los mayores empezamos lo que acabó siendo un libro impactante que descolocaría a personas catalogadas como del "foro profundo" la cosa empezó mas o menos a principio de curso y en el cada uno iba dibujando y escribiendo, pollas, coños, chicas que nos gustaban y actos sexuales de lo mas varipintos que se nos iban ocurriendo, lo soliamos rellenar en la hora del recreo, el libro al carecer de toda inocencia que nos debería caracterizar a nuestra edad y no ser conscientes de ello se fue completando poco a poco con sus ilustraciones y comentarios, actos deprorables y demás imaginación sin límites, llegó a estar tan completo que incluso una de las ilustraciones no era un dibujo perturbador a mano alzada si no un condón usado, por aquel entonces el colegio estaba en medio de la nada todo rodeado de campo y por lo que fuera estaba rodeado de condones usados a partir de los 10 metros de lejanía y miles de latas de refesco vacias junto a la vaya que nos separaba del analógico mundo exterior, uno de mis compinches no se si al que se le ocurrió la idea no tardó en encontrar su objeto de deseo, un condón usado, y armado con un palo protector que había al lado comprobó que tenía la sufciente frescura y que era apto para ser incorporado a nuestro futuro bet-seller, por aquel entonces el SIDA campaba a sus anchas, lo colocó como mejor lo pareció y lo cerró de golpe hasta el día siguiente que comprobamos que había quedado perfectamente pegado y así permaneció por siempre sin moverse ni un milímetro.

El curso fue avanzando al igual que el libro que página a página iba aumentando en "dureza" hasta que acercándose Junio se terminaron las hojas y con ello nuestra obra, seguramente la mejor que hemos hecho en nuestras vidas aunque ya no temenos contacto hace tiempo para comprobarlo, nos empezamos a dar cuenta de lo que teníamos en nuestras manos y que habíamos estado guardando en nuestros cajones como un cuaderno mas, nos empezó a parecer demasiado fuerte y a darnos asco, habíamos creado el necronomicón del sexo, a mi ya me daba autentico terror y ganas de vomitar ya no quería saber nada de el, finálmente llegó el último día de clase y había que tomar una decisión, como nadie lo queráimos fuimos los últimos en salir de clase y lo dejamos encima de una mesa de clase que no fuera nuestra ya que los profesores ese día eran los primeros en salir con mucho tiempo de antelación, no se porque.

Nunca mas volvimos a hablar del libro, el primer día del curso siguiente lo empecé con miedo que aun me duró un par de días mas porque alguien tuvo que encontrarlo y tirarlo (o quemarlo) probablemente una señora de la limpieza que ni siquiera lo mirara, o tal vez no, que ella o algun profesor o primero ella y luego algún profesor lo abriera para mirar el nombre de quien se le había olvidado, no se que es lo que ocurrió después de verlo encima de una mesa por última vez pero no se volvió a saber jamás.
 
En el barrio, tendría yo 11-12 años, había un super, Cada Día se llamaba. La cosa no tendría mayor significado sin en verano tirara género de la frutería a espuertas, y a un bandarra se le ocurriera la feliz idea de lanzar un tomate a la Blasa ( autobús que hace prácticamente todas las rutas del Sur de Madrid).

De repente vimos la posibilidad de aquella acción. En principio se empezó con un pequeño comando de 6-7 chavales, pero hubo efecto llamada y se apuntó chavalada de otros barrios.

Aquello era digno de ver. Una veintena de chavales, hurgando en la basura del super en busca de cualquier cosa pútrida que pudiera ser lanzable, apostados y escondidos, entre las hileras de los coches aparcados estratégicamente ubicados, para que nadie fuera víctima de fuego amigo, y que cuando llegaba el autobús a la zona de emboscada, aparecíamos para ametrallar el vehículo sin perdón. Las vías de huida estaban bien previstas.

El género putrefacto, duraba en el mejor de los casos para dos o tres ametrallamientos, pero un día al super se le debió pudrir todo por una avería de las cámaras, nos ofreció munición para decenas de ataques.

Aquello era épico. Algunos autobuses llegaban a pararse y bajar el conductor, que algún impacto se llevaría.

Hasta que de pronto apareció una Blasa con las luces apagadas y con una velocidad inusualmente lenta. Poco antes de llegar a nuestra altura se paró y empezaron a bajar conductores y personal de la empresa, pero es que por otra calle, por donde nunca pasaba el autobús apareció otra con el mismo modus operandi. Aquello fue impresionante, huida a lo loco, regateando a puretas que iban soltando insultos. Yo estuve corriendo hasta que alguien me dijo que ya no venía nadie.

Lo malo, es que cazaron a dos, apareció la policía municipal y los denunciaron los de la Blasa. Por supuesto cantaron y mi padre que encima era del mismo gremio gremio, le avergonzó enormemente mi participación en tal acción y me castigó todo el verano.

Edito: Mi padre, creía que por aquel entonces que yo había participado en aquello por ir con malas compañías y había imitado su mal comportamiento.

Nada más lejos de la realidad, el sinvergüenza que picaba a todo quisqui para tirar mierda a los autobuses y quien dirigía quién se ponía aquí o allí era su hijo
 
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Los avatares de PDR SNCHZ deberían de estar prohibidos:face:
No sé a qué te refieres con PDR SNCHZ, el tio de mi avatar es Stanislav Petrov

edito: LOL, ya sé de lo que va PDR SNCHZ. Sí que se da un aire. Perdón por el retraso y tal.

Vaya, ¿qué os parece, amigos? Tenemos un nuevo sabandeño por aquí.

Ni puta idea de quién es. Mi objetivo, al decir que la idea de abrir este hilo había sido originariamente de ILG, es por compartir la responsabilidad de su éxito o su fracaso. Es decir, esto funciona así:
-Si es un éxito, recordad que fui yo, Vicente Niente, quien abrió el hilo que dió color a vuestra vida.
-Si es un fracaso, recordad que toda la culpa es de ILG, él me obligó y yo no quería.
 
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Cuando niño (cincoaños) se es muy veleta; Y a los padres de él que fue mi amijo...

Yo y el nuevo nuevo amijo eramos Spetsnaz´s de tirar piedras (algo habitual y rutinario como coger a placer el bocata de nocilla o jamón de la cesta de todos los críos según se antoje)

Y en resumidas cuentas por aquel entonces el día que había llovido un torrente de agua se formaba un barro por la tierra de los arriates de unos edificios contiguos al colegio de párvulos. Pues aquello era muy arcilloso, la tierra se apelotonaba con gran facilidad.
La cancela del colegio solía estar abierta por las tardes ya que sería cuando estaban allí las limpiadoras. Y les pusimos jodidamente marrana la fachada de su casa tras la valla del cole, la de aquella familia que conocía ya que él también era amijo a la vez que enemijo que casualmente vivía enfrente. La idea era desternillante. Fue haber como queda una fachada de ladrillos vista con pegotes de fango que parecía caca. "Y el coche era blanco"

Lógicamente la familia nos cogió infraganti y se lo dijeron a nuestros tutores, el cabreo que pillaron fue monumental. Luego nos cayó una buena reprimenda, ya que casi denuncian.
 
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Cuando niño (cincoaños) se es muy veleta; Y a los padres de él que fue mi amijo...

Yo y el nuevo nuevo amijo eramos Spetsnaz´s de tirar piedras (algo habitual y rutinario como coger a placer el bocata de nocilla o jamón de la cesta de todos los críos según se antoje)

Y en resumidas cuentas por aquel entonces el día que había llovido un torrente de agua se formaba un barro por la tierra de los arriates de unos edificios contiguos al colegio de párvulos. Pues aquello era muy arcilloso, la tierra se apelotonaba con gran facilidad.
La cancela del colegio solía estar abierta por las tardes ya que sería cuando estaban allí las limpiadoras. Y les pusimos jodidamente marrana la fachada de su casa tras la valla del cole, la de aquella familia que conocía ya que él también era amijo a la vez que enemijo que casualmente vivía enfrente. La idea era desternillante. Fue haber como queda una fachada de ladrillos vista con pegotes de fango que parecía caca. "Y el coche era blanco"

Lógicamente la familia nos cogió infraganti y se lo dijeron a nuestros tutores, el cabreo que pillaron fue monumental. Luego nos cayó una buena reprimenda, ya que casi denuncian.

Jajajaja!!1!

No, en serio, me duele todo el cuerpo después de leer semejante despropósito gramatical.
 
Cuando niño (cincoaños) se es muy veleta; Y a los padres de él que fue mi amijo...

Yo y el nuevo nuevo amijo eramos Spetsnaz´s de tirar piedras (algo habitual y rutinario como coger a placer el bocata de nocilla o jamón de la cesta de todos los críos según se antoje)

Y en resumidas cuentas por aquel entonces el día que había llovido un torrente de agua se formaba un barro por la tierra de los arriates de unos edificios contiguos al colegio de párvulos. Pues aquello era muy arcilloso, la tierra se apelotonaba con gran facilidad.
La cancela del colegio solía estar abierta por las tardes ya que sería cuando estaban allí las limpiadoras.

Y les pusimos jodídamente marrana la fachada de su casa tras la valla del cole, la de aquella familia que conocía ya que él también era amijo a la vez que enemijo que casualmente vivía enfrente. La idea era desternillante. Fue a ver como queda una fachada de ladrillos vista con pegotes de fango que parecía caca. "Y el coche era blanco"

Lógicamente la familia nos cogió infraganti y se lo dijeron a nuestros tutores, el cabreo que pillaron fue monumental.

Luego nos cayó una buena reprimenda, ya que casi denuncian.

mejor ya
 
Creo que te he comentado problemas gramaticales, no ortográficos. Para eso hay un clonc de un abuelo baturro con mala leche.



Cuando niño (cincoaños) se es muy veleta; Y a los padres de él que fue mi amijo...

Yo y el nuevo nuevo amijo eramos Spetsnaz´s de tirar piedras (algo habitual y rutinario como coger a placer el bocata de nocilla o jamón de la cesta de todos los críos según se antoje)

Y en resumidas cuentas por aquel entonces el día que había llovido un torrente de agua se formaba un barro por la tierra de los arriates de unos edificios contiguos al colegio de párvulos. Pues aquello era muy arcilloso, la tierra se apelotonaba con gran facilidad.
La cancela del colegio solía estar abierta por las tardes ya que sería cuando estaban allí las limpiadoras.

Y les pusimos jodídamente marrana la fachada de su casa tras la valla del cole, la de aquella familia que conocía ya que él también era amijo a la vez que enemijo que casualmente vivía enfrente. La idea era desternillante. Fue a ver como queda una fachada de ladrillos vista con pegotes de fango que parecía caca. "Y el coche era blanco"

Lógicamente la familia nos [TACHADO]cogió[/TACHADO] sorprendió infraganti y se lo dijeron a nuestros tutores, el cabreo que pillaron fue monumental.

Luego nos cayó una buena reprimenda, ya que casi denuncian.



Es verdad es mi dialéctica gramatical, no soy muy versado a la hora de escribir pero se me entiende para daler cierta gracia.
 
Pos yo fui siempre un niño correcto y educado. Todo el mundo quería mis pokemons clonados (Blastoise y Mewtwo al 100 y más tarde Feraligart y Tyranitar al 100 eran los más demandados) y fui el primero en llegar a Ganon en el Oracle of Seasons+Oracle of Ages.
Y los sábados de ciber, cuando jugábamos al cunter, nunca me pillaba la campera, porque eso era de hijos de la gran puta.
 
Pos yo fui siempre un niño correcto y educado. Todo el mundo quería mis pokemons clonados (Blastoise y Mewtwo al 100 y más tarde Feraligart y Tyranitar al 100 eran los más demandados) y fui el primero en llegar a Ganon en el Oracle of Seasons+Oracle of Ages.
Y los sábados de ciber, cuando jugábamos al cunter, nunca me pillaba la campera, porque eso era de hijos de la gran puta.
Te falto decir que no marcabas fronteras con los dedos cuando te pedían un bocado de tu bocadillo :lol:
 
No recuerdo ni un solo día de mi infancia en que no perteneciese a alguna banda. He sido toma mi vida un pandillero, entendí desde pequeño que la unión hace la fuerza y en mi pueblo si no eras de alguna banda estabas muerto. Un niño solitario era presa fácil de las hienas, pero perteneciendo a un colectivo tenías más posibilidades de repeler los ataques e incluso de contraatacar.

Recuerdo que en quinto de egb nos dijeron que teníamos que comprar unas ceras manley para la asignatura de plástica. Cuando se lo dije a mi madre me mandó a la mierda por caprichoso. A otros compañeros de pandilla les pasó lo mismo, éramos niños pobres que no se podían permitir una puta caja de ceras manley. Los pijos y los empollones las tenían y presumían de ellas, comparaban las de unos con las de otros, que si la mía es de 12 colores, que si la mía tiene 16 colores, que si mi padre me ha comprado una de 22 colores. Se burlaban y mofaban de los que aún no las teníamos, alardeaban de sus posesiones, trataban de ningunearnos y excluirnos, marginarnos, querían ser mejores a nosotros valiéndose de su condición de ser de familias pudientes.
La profesora nos dio un ultimátum, nos dijo que o traíamos las ceras para el próximo día o que llamaba a nuestros padres. Pero señorita, que no nos dan dinero para comprarlas, le decíamos. Hacía un mohín de asco y nos amenazaba con suspendernos la asignatura.

Había un armario en la clase donde cada uno guardaba su caja de ceras manley, tenían puesto el nombre del propietario a bolígrafo para no confundirlas. Todos los alumnos las dejaban allí, menos los cuatro matados muertos de hambre que no teníamos caja y teníamos que mendigar las ceras cada vez que había que hacer un dibujo con ellas. Muy penoso todo, porque te dejaban una o dos por lástima, pero a la tercera ya te ponían pegas y te decían que no, que la iban a utilizar ellos dentro de poco y que se la gastabas, y demás excusas peregrinas.

El día del ultimátum, uno de la panda, harto de tal injusticia, dijo de entrar al atardecer a la clase y robar unas ceras del mueble. Planeamos quitar un color a cada uno, es decir: a Roberto el rojo, a Juanjo el verde, a Laura el amarillo, y así hasta completar un juego con los colores básicos que el día que tocase plástica llevaríamos en una bolsa o en los bolsillos para ir sacándolas sin llamar mucho la atención.

No me acuerdo si éramos cuatro o cinco los que entramos; buena gente, menos al que se le ocurrió la idea que era un ser mezquino al que era mejor no tener de enemigo. No sé cómo, pero aquello salió mal y en vez de coger una cera de cada caja el mezquino empezó a acaparar cajas enteras que se escondía en los huevos. Se contagió el pánico y todos empezamos a coger cajas enteras, y una cosa lleva a la otra y arrasamos con todo lo que había por allí. Diccionarios nuevos, carpetas bloc de la profesora, en fin, todo. Pillaje puro y duro.

Salimos de allí con bolsas enteras de material y nos fuimos al arroyo para hacer inventario y repartir el botín. Entonces el mezquino dijo que para evitar que nos viesen con tanto material y que alguno, (uno de los que había participado en el golpe era más memo de lo normal) llevase ese material a clase y lo descubriesen, era mejor esconderlo todo debajo de una encina y que cuando pasase un tiempo prudencial lo repartiésemos.

Se armó la marimorena cuando fueron a echar mano al cajón de las ceras y faltaban más de la mitad, fue el director a ver qué había pasado, el jefe de estudios, en fin, sólo faltaba Sherlock Holmes. Las empollonas repelentes estaban indignadas, hacían aspavientos y exigían registros y que capturasen a los culpables o en su defecto un cabeza de turco. Hubo miradas incriminatorias y sospechas pero no se atrevieron a acusarnos. La venganza estaba servida, los niños de papá se habían quedado por un día sin ceras, estaban probando lo que era mendigar para poder colorear.

A la semana o así fuimos a descubrir el botín y repartírnoslo, pero ¡oh sorpresa!. Allí no había nada, se había esfumado. Nadie sabía nada, era todo muy extraño, teorías conspiratorias sobre si nos habían seguido el día del robo y después se llevaron el botín, etc.

Meses después fui a casa del mezquino, que era mi mejor amigo. Entré a su habitación con él, y en un descuido pude ver, detrás de la puerta, todas las carpetas, diccionarios y demás material que habíamos robado. El muy hijo puta se quedó con todo y el día del desentierro del botín era el más indignado porque allí no había nada.
 
Meses después fui a casa del mezquino, que era mi mejor amigo. Entré a su habitación con él, y en un descuido pude ver, detrás de la puerta, todas las carpetas, diccionarios y demás material que habíamos robado. El muy hijo puta se quedó con todo y el día del desentierro del botín era el más indignado porque allí no había nada.
Confucio dice: No hay honor entre ladrones.
 
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