Independencia de Kosovo: análisis foril.

Catullus

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7 Mar 2007
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Abro este hilo con la intención de charlar acerca de un conflicto actual: Kosovo y su posible independencia.

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He aquí un análisis de interese:

Kosovo es la última pieza que queda por encajar en el complejo rompecabezas de la antigua Yugoslavia. La negativa de Rusia ha dado al traste con los planes de Occidente de conducir a Kosovo de la mano de la ONU por una transición sin tropiezos hacia la independencia. El 20 de julio, los países occidentales, en vista de la oposición rusa, abandonaron finalmente los intentos de aprobar una resolución relativa a Kosovo en el Consejo de Seguridad.

Resumen: Los diplomáticos occidentales han invertido un considerable esfuerzo en planear la independencia de Kosovo y esperaban que, a estas alturas, Kosovo estuviera ya cerca de conseguirla. No esperaban que Rusia fuera a echar por tierra sus planes. Ahora cabe esperar más negociaciones sobre el futuro de esta provincia serbia, pero es discutible que pueda extraerse algo de ellas. La mayoría de etnia albanesa de la población kosovar exige la independencia de la provincia y el no conseguirla podría dar lugar a actos de violencia. A lo sumo, las negociaciones son sencillamente una idea para tratar de ganar tiempo hasta que la UE y EEUU estén preparados para desafiar a una Rusia en pleno resurgimiento y reconocer una declaración unilateral de independencia de los albanokosovares.

Análisis: La primera norma al hablar de los Balcanes es “esperar lo inesperado”. Y esa norma ha demostrado ser tan aplicable como antaño cuando se trata de encontrar una solución a la controvertida cuestión de Kosovo, la provincia meridional de Serbia. De hecho, lejos del optimismo que caracterizaba las expectativas y los escenarios previstos por los diplomáticos occidentales el año pasado, un diplomático de la UE cercano al proceso resume hoy la situación de la siguiente manera: “Estamos en un punto muerto”. Sin embargo, el motivo de ello no radica en los Balcanes, sino en Rusia, que ha conseguido echar por tierra toda esperanza de una transición sin tropiezos hacia la independencia del territorio, bajo jurisdicción de la ONU desde 1999.

El 26 de marzo, el ex presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari, a quien la ONU pidió en 2005 que presidiera la búsqueda de una solución al problema kosovar, presentó al Consejo de Seguridad un plan de “independencia supervisada”. Desde entonces se han distribuido numerosos proyectos de resolución sobre esta cuestión (cinco o seis, dependiendo de cómo se cuenten), todos ellos rechazados por Rusia, cuyos diplomáticos afirman oponerse a cualquier solución que no haya sido acordada por serbios y albanokosovares. El 12 de julio, Sergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, declaró: “Como saben, únicamente podemos apoyar un proyecto de resolución que resulte aceptable para ambas partes, Pristina y Belgrado”. De esta forma, dejó claro que haría uso de su poder de veto si los países occidentales insistían en poner sobre la mesa una resolución que no contara con su previa aprobación. Hacia la tercera semana de julio parecía cada vez más probable que la siguiente fase del intento de resolver el problema de Kosovo fuera a producirse fuera del marco de la ONU. Zalmay Khalilzad, embajador de EEUU ante las Naciones Unidas, declaró el 18 de julio: “O el Consejo de Seguridad se encarga de este asunto, con una actitud constructiva por parte de Rusia, dando un paso en la dirección adecuada, o ésta será responsable de que el proceso salga del Consejo”. Esto es exactamente lo que sucedió el 20 de julio, cuando los países occidentales llegaron a la conclusión de que los intentos en curso de encontrar una solución en el marco de la ONU habían fracasado.

Kosovo, cuya población se calcula en torno a los dos millones, es el último gran problema sin resolver resultante del desmembramiento de la antigua Yugoslavia. A diferencia de los seis Estados sucesores de Yugoslavia (Serbia, Montenegro, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Eslovenia), Kosovo no era una república yugoslava de pleno derecho, sino una provincia autónoma de Serbia. Sin embargo, el 90% de su población, de etnia albanesa, pedía desde antes de la desintegración de Yugoslavia el estatuto de república para la provincia, y desde entonces ha venido pidiendo su plena independencia.

En 1989, el líder serbio Slobodan Milosevic abolió la autonomía de Kosovo. Cuando estallaron las guerras en Croacia y Bosnia a principios de la década de 1990, los albanokosovares, por aquel entonces dirigidos por Ibrahim Rugova, decidieron optar por una resistencia pasiva. Carecían de los medios necesarios para emprender una guerra contra Serbia y, por otro lado, temían que la provincia fuera objeto de una limpieza étnica en caso de hacerlo. Sin embargo, esa situación cambió radicalmente en 1997, cuando el colapso del Gobierno y las autoridades de Albania condujo a una situación en que era posible adquirir decenas de miles de armas a bajo precio y pasarlas de contrabando al otro lado de la frontera. En ese momento, una serie de hombres que hasta entonces habían estado al margen de la política pasaron a ocupar una posición central, y así estalló la rebelión del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK).

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El ELK no tuvo de por sí mucho éxito desde el punto de vista militar; su triunfo radicó en involucrar a la OTAN de parte de los albaneses. Tras la campaña de bombardeos de la OTAN en 1999, que duró 78 días, las fuerzas de seguridad serbias (y la Administración de ese país) abandonaron la provincia.

Los bombardeos acabaron con la resolución 1244 del Consejo de Seguridad, por la que se estableció una Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK). En ésta, también se especificaba que Kosovo era una parte de la entonces República Federativa de Yugoslavia, de quien Serbia constituye el Estado sucesor actualmente, pero añadía que en el momento de la solución definitiva debían tenerse plenamente en cuenta los acuerdos de Rambouillet de 1999 (rechazados por Serbia), en los que se hablaba de “una solución definitiva sobre la base de la voluntad del pueblo”. En otras palabras, incluía una contradicción fundamental entre dos aspectos que en la actualidad vuelven a atormentar a los diplomáticos, ya que éstos encuentran enormemente difícil, por no decir prácticamente imposible, conciliarlos. Esos dos aspectos son el derecho a la autodeterminación de los albaneses y la integridad territorial de Serbia.

En 2004 se desató una ola de violencia que se propagó como la pólvora en toda la provincia. Esto empujó a la ONU a pedir a Ahtisaari que trabajara en la cuestión del estatuto definitivo de la provincia. Durante gran parte de 2006, serbios y albanokosovares celebraron desganadas negociaciones en Viena. Obviamente, no consiguieron ponerse de acuerdo sobre si Kosovo debería o no ser independiente, de forma que el equipo de Ahtisaari trabajó en un plan que terminaba recomendando una “independencia supervisada” de la provincia. En él se preveía un Kosovo que, aun disfrutando de todo lo que implica una categoría de Estado, estaría en realidad sometido, durante los próximos años, a un férreo control internacional. En el plan se preveía no sólo mantener la actual fuerza de mantenimiento de la paz de la OTAN, compuesta por 16.000 efectivos, sino también que otras dos instituciones reemplazaran a la UNMIK. La mayor de ellas sería una misión de policías y jueces de la UE que ayudaría a mantener la seguridad en el país y la segunda sería la Oficina Civil Internacional (OCI), dirigida por un “representante” y que funcionaría de forma parecida a la Oficina de un gobernador general, con competencias considerables para intervenir en la vida diaria. En esto, la idea de la OCI se basó en el ejemplo de la Oficina del Alto Representante en Bosnia y Herzegovina, en la cual, al igual que estaba previsto para Kosovo, el representante ejercería al mismo tiempo las funciones de representante especial de la UE. El plan también preveía un elevado nivel de autonomía para las áreas habitadas por serbios (se calcula que en Kosovo hay en torno a 130.000).

Aunque la misión de Ahtisaari era técnicamente una misión de la ONU, a todos los efectos prácticos fue creada, alentada y seguida por el Grupo de Contacto, que también estableció una serie de directrices para las negociaciones. El Grupo de Contacto está constituido por seis países de gran tamaño y desde hace tiempo sirve de foro para tratar de coordinar las políticas en la antigua Yugoslavia. Estos seis países son EEUU, el Reino Unido, Rusia, Francia, Alemania e Italia.

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Aunque los rusos aceptaron todo esto, incluido el papel de Ahtisaari, siempre dejaron muy claro que se oponían a la independencia de Kosovo, citando desde la posibilidad de que pudiese sentar un precedente para los separatistas en España hasta los “conflictos congelados” de la extinta Unión Soviética. Sin embargo, en ningún momento durante 2006 los diplomáticos occidentales se tomaron en serio esa oposición. Dieron por sentado que la creciente, y cada vez más audible, oposición rusa no se trataba más que de un intento de aumentar el precio que habría que pagar si finalmente se terminara acordando intercambiar la independencia de Kosovo por alguna otra cosa en otro lugar. Un diplomático de alto nivel de la UE procedente de un antiguo país comunista declaró: “Les dije a mis colegas que esta vez los rusos iban en serio, que hablaban en serio, (...) pero se limitaron a contestar que sabían lo que hacían”.

A partir del 26 de marzo se distribuyeron en el Consejo de Seguridad diversos proyectos de una posible resolución; básicamente, en todos ellos se aprobaba el plan Ahtisaari y, por tanto, se preveía la independencia de la provincia. Rusia se opuso a todos ellos. A principios de junio, Kosovo fue objeto de debate durante la Cumbre del G-8 celebrada en Heiligendamm, Alemania, en la que Nicolas Sarkozy, el nuevo presidente francés, sugirió que se atrasara seis meses la finalización del proceso relativo a Kosovo para seguir negociando. Aun así, Sarkozy también dejó claro que la independencia de Kosovo era inevitable y nombró como ministro de Asuntos Exteriores a Bernard Kouchner, primer jefe de la UNMIK y conocido partidario de la independencia de la provincia. Las ideas de Sarkozy se incorporaron a los últimos proyectos de la ONU, que habían dejado de prever de forma tan evidente la independencia de Kosovo pero que aun así fueron rechazados por Rusia. Vitaly Churkin, embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, declaró: “Prácticamente todo el texto... está impregnado del concepto de una independencia para Kosovo” y señaló que la probabilidad de que se aprobara en su redacción actual era “nula”, por dos motivos inmediatos. En primer lugar, los rusos sospechaban que cualquier resolución que no reiterase la afirmación sobre la integridad territorial de Serbia incluida en la resolución 1244 se emplearía para justificar el posterior reconocimiento de un Estado independiente. Y en segundo lugar, los rusos consideraban, con razón, que el proyecto era una forma de llevar a Kosovo a una independencia de forma subrepticia.

El motivo de ello es que EEUU llevaba tiempo insistiendo en que si Rusia se negaba a permitir que Kosovo adquiriera su independencia por medio del Consejo de Seguridad, entonces la otra opción principal era que Kosovo se declarara independiente de forma unilateral y que los países reconocieran esa independencia de forma bilateral. El problema al que se enfrentaban es que la UE no se sentía cómoda con esa idea, y sigue sin sentirse, dado que muchos de sus propios países (entre ellos, España y Eslovaquia) muestran una clara animadversión hacia la idea de que Kosovo se independice, al tener ellos mismos temores separatistas propios. Por ese motivo se ha considerado necesario, por lo menos hasta ahora, que el proceso cuente con la aprobación de la ONU para dotar de legitimidad a la misión de la UE y la OCI. Lo que se teme es que una declaración unilateral de independencia genere una situación de caos si se retira la Misión de la ONU y a su vez la parte norte de Kosovo ocupada por serbios declara su propia independencia de Kosovo. Por ello, en el proyecto definitivo distribuido en julio se pedían 120 días más para negociar, durante los cuales la ONU transferiría el control a la UE y la OCI. En otras palabras, cuando fracasaran esas negociaciones, algo que sucedería de forma inevitable, resultaría mucho más fácil proceder a una declaración unilateral de independencia, ya que la misión de la UE y OCI ya estarían allí y por tanto podrían mantener las operaciones, y en ese punto resultaría muy difícil que España o Eslovaquia pidieran que se pusiera fin a la misión de la UE.

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Para Rusia la cuestión nunca ha girado en torno a Kosovo en sí, sino en torno a Rusia y la exigencia de recuperar el respeto que perdió tras el desmembramiento de la Unión Soviética. Sin duda, entre muchas de las principales figuras involucradas, como Churkin y Lavrov, también ha imperado el sentimiento de que ha llegado el momento de desquitarse con los países occidentales por lo que consideran una humillación sufrida en la década de 1990, cuando Rusia no logró impedir el bombardeo de la entonces Yugoslavia. De hecho, Sergei Karaganov, asesor político de la Administración del presidente ruso Vladimir Putin, dijo exactamente eso cuando comentó el 16 de junio: “Muchos en Moscú quieren ahora que norteamericanos y europeos paguen con creces sus acciones con respecto a Kosovo, aunque no quieran admitirlo públicamente”. En la escena geopolítica mundial, Kosovo es una moneda de cambio pequeña pero de gran utilidad para otras cuestiones que incluyen aspectos como la seguridad energética o el escudo antimisiles propuesto por EEUU. Como afirmó Victor Yasmann en una declaración a RFE, Kosovo es un “punto débil” de la política occidental y “Rusia se da cuenta de que cualquier declaración unilateral de independencia para Kosovo que no se ajuste al procedimiento de la ONU no será reconocido por todos los miembros de la Unión Europea, lo cual podría generar una división en el bloque”. Como para subrayar este punto y causar consternación en la UE, que, por rodear a la antigua Yugoslavia, la considera, más que su patio trasero, su patio interior, Putin, en una declaración formulada en Zagreb, la capital de Croacia, durante una cumbre celebrada el 24 de junio, afirmó que los Balcanes siempre habían sido una “esfera de especial interés” para Rusia y que “era natural que una Rusia en pleno resurgir volviese a la zona”. La declaración se produjo poco después de que el presidente Bush, al hablar de Kosovo en Tirana el 10 de junio, declarase ante los albaneses: “Hay que empezar a moverse... y el resultado final es la independencia”.

En el propio Kosovo, los dirigentes albaneses se pusieron aún más nerviosos a medida que iba siendo aparente que el denominado Plan A, por “Ahtisaari” y a favor de la independencia, se les escapaba de las manos. Alentados por los diplomáticos occidentales, habían anunciado ya que Kosovo sería independiente para finales de 2006. Al no suceder esto, prometieron que la independencia llegaría para finales de mayo. Cuando eso tampoco sucedió, empezaron a temer que su credibilidad fuera puesta en tela de juicio y, además, con esas fechas en mente habían dado por hecho una celebración de elecciones locales (ya vencidas) y generales (previstas para finales de año) en situación de independencia. Ahora parece que tendrán que celebrarse antes, posiblemente el 24 de noviembre, lo cual abre las puertas a una dura campaña en las que se intercambiarán acusaciones acerca de por qué la situación de Kosovo sigue sin resolverse. Aparte de eso, también existía el temor de volver a una situación no sólo de inestabilidad política, sino también de violencia. Como declaró Karen Pierce, representante permanente adjunta del Reino Unido ante las Naciones Unidas: “Hay que tener presente que, si no abordamos las preocupaciones del pueblo kosovar, puede que llegue un momento en el que los acontecimientos sobre el terreno, especialmente en los Balcanes, se adelanten a lo que queramos hacer nosotros aquí en Nueva York”.

Y parece que eso se está intentando ya. Dirigiéndose a los veteranos del ELK, Avdyl Mushkolaj, presidente de una de las principales asociaciones de veteranos, dijo que la organización, oficialmente disuelta, no se encontraba más que en un “alto el fuego”. Refiriéndose a la sangre derramada de los compañeros caídos, declaró: “Ya he dicho miles de veces, y lo vuelvo a repetir, que si se hace peligrar la cuestión nacional, y Serbia es la única que puede hacerla peligrar, sin duda tendremos otra guerra”.

A corto plazo, no parece inminente un regreso a la violencia. Según Visar Reka, antiguo portavoz del ELK, “los albaneses han desarrollado esta conciencia colectiva de que cualquier tipo de disturbio jugaría en su contra, y principalmente en contra de la independencia de Kosovo, ya que daría a los diplomáticos rusos amplios argumentos para afirmar que no somos más que agitadores”. Aun así, aunque a principios del verano la balanza se incline hacia no regresar a la violencia, la probabilidad de que cambie de inclinación hacia el lado contrario aumenta a medida que va avanzando el año.

Al alcanzar la tercera semana de julio la frustración iba en aumento, y no sólo entre los albanokosovares. A medida que se iba haciendo evidente que la vía hacia una solución por intermediación del Consejo de Seguridad estaba bloqueada, se intentó encontrar un modo de salir del punto muerto fuera de la ONU. Y ello a pesar de la advertencia del primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, de que eso no era posible y de que Serbia se enfrentaba actualmente a EEUU en una extraordinaria lucha entre la “fuerza y el derecho” en la que “sólo podían triunfar el derecho para el caso de Kosovo”. El 17 de julio, Javier Solana, responsable de la política exterior comunitaria, declaró, tras reunirse con Ahtisaari, que se estaba haciendo un último intento para tratar de aprobar una resolución en la ONU, pero que, “de no resultar eso posible”, creía “que el Grupo de Contacto reanudaría las negociaciones durante 120 días más”. Y parece que eso es lo que está a punto de suceder. El 25 de julio se informó de que se había previsto en Viena una reunión de Grupo de Contacto para decidir qué próximas medidas adoptar.

Realmente, parecía que la finalidad de esas negociaciones (y ahora hasta acciones) era ganar tiempo, a falta de una idea mejor. Después de todo, Rusia es miembro del Grupo de Contacto, al igual que del Consejo de Seguridad, y como señaló Veton Surroi, miembro del equipo de negociación albanokosovar y ministro de Asuntos Exteriores de facto, en realidad nadie estaba diciendo “de qué debían hablar”. Aunque los diplomáticos declararon que el período adicional de negociaciones, requerido por Rusia y Serbia, era necesario para “dar ese paso más”, Surroi respondió que una vez que ya se ha corrido una maratón, “¿de qué sirve dar un paso más?”. Pues parece que para dos cosas. En primer lugar, más allá de ganar tiempo, ni EEUU ni la UE estaban aún preparados para enfrentarse a Rusia en torno a la cuestión de Kosovo ni de animar a éste a declarar su independencia de forma unilateral, algo que según Agim Ceku, primer ministro de la provincia, están dispuestos a hacer. En segundo lugar, presuponiendo que las negociaciones no lleven a ningún acuerdo, fuentes de la UE apuntaron a que emplearían ese tiempo para lograr una masa crítica de Estados miembros dispuestos a reconocer un nuevo Estado kosovar sin la aprobación de la ONU. Con esa masa crítica se pensaba que el Gobierno de Kosovo, a cambio del apoyo y el reconocimiento, invitaría a la misión de la UE y a la OCI a entrar en él.

En el momento de redactarse este informe circulaban diversas ideas sobre las nuevas negociaciones. Una de ellas es que las negociaciones adoptarían la forma de una diplomacia itinerante. Otra era que en otoño se convocaría una conferencia siguiendo la línea de la celebrada en Dayton, que puso fin a la guerra de Bosnia en 1995. Algunas mencionaban París como un posible emplazamiento, lo cual hizo recordar las fallidas negociaciones de Rambouillet, que se celebraron justo a las afueras de esa ciudad en 1999 y que precedieron al inicio del período de bombardeos de la OTAN. Otras mencionaban Bruselas. Entretanto, mientras los diplomáticos discutían nuevas ideas sobre las negociaciones, no parecía estar nada claro lo que podría conseguirse con ellas, más allá de ganar tiempo. También existía bastante confusión en torno al concepto en sí de las nuevas negociaciones, ya que un diplomático explicó que, a pesar de ellas, se mantendría en pie en plan Ahtisaari y que, a pesar de que estuviera circulando la idea de buscar otro negociador, Ahtisaari permanecería en su puesto.

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Sin duda esa nube de confusión se disipará pronto, pero entretanto ha hecho que la vieja idea de la partición cobre fuerza de nuevo. Aún está por ver si esa opción llegará a materializarse, pero es cierto que actualmente está siendo debatida abiertamente por diplomáticos, políticos y miembros de la prensa. La idea sería que Kosovo adquiriera la independencia a cambio de renunciar a la parte norte de su territorio, habitada por serbios, donde se calcula que viven menos de la mitad de los serbiokosovares. Puede que los albanokosovares no se opongan a esa opción si realmente llega a ponerse sobre la mesa, a condición de que, a cambio, Serbia ceda a Kosovo las áreas habitadas por albaneses del valle de Presevo, algo poco probable, especialmente porque la principal carretera norte-sur de Serbia y el eje ferroviario que la conecta con el puerto griego de Tesalónica atraviesan justo esa zona. Dicho esto, el principal problema de la partición sigue siendo el de siempre: si se pueden cambiar las actuales fronteras de Kosovo, ¿por qué no redefinir las de Macedonia y Bosnia y después también las de los países fuera de la antigua Yugoslavia?

Conclusión: Si se analiza el origen de los conflictos en Yugoslavia, puede argüirse fácilmente que Kosovo fue la mecha que encendió una serie de conflictos que acabarían por destruir el país. Desde la desaparición de Yugoslavia, se ha predicho en numerosas ocasiones que, al final, para cerrar el capítulo de la historia yugoslava, el conflicto volvería a sus raíces: Kosovo. Lo que se ha visto claro ahora es que la cuestión de esta minúscula porción de terreno ha pasado a formar parte de una empresa mayor, que tiene que ver con el regreso de Rusia a la escena internacional, de forma que sus dos millones de personas se ven obligadas de momento a permanecer en el limbo, sin saber cuál será su futuro.


Breve repaso histórico

Los albaneses se dicen descendientes de los ilirios (ya existentes antes de los romanos) y los eslavos (protoserbios) aparecieron por el norte allá por el siglo VI. Gracias a estos "invasores", durante el reinado de la dinastía Nemanjicel (siglos XII-XIII) el territorio que hoy llamamos Kosovo o Metohia en serbio (es decir, "tierra poseída y gobernada por los monasterios") conoció un esplendor hasta entonces desconocido convirtiéndose en el centro cultural, económico, demográfico, religioso y político del Reino Serbio, sin perjucio de ninguna etnia (incluso llegaron emigrantes sajones o ragusos).

Fue cuando se crearon las iglesias más prominentes en Kosovo - el Patriarcado en Peç, la iglesia en Graçanica y el monasterio en Visoki Deçani cerca de Deçani, no superadas desde entonces. Fue cuando Kosovo llegó ha ser económicamente importante,pues su capital Pristina, era el principal centro de comercio sobre las rutas que conducen a puertos sobre el Adriático, a la vez que la minería era una industria muy pujante.
Allí por 1355, el estado serbio colapsó a la muerte del Zar Stefan Dusan y se disolvió en feudos que bregaron. El Imperio Otomano vio la oportunidad de explotar la debilidad serbia e invadió, derrotando al ejército serbio en el campo de Kosovo Polje el 28 de junio de 1389. A partir de entonces comenzó un proceso que se denomina islamización. Parece que muchos habitantes cristianos ("ilirios" y eslavos) se convirtieron directamente al Islam, más que ser sustituidos por musulmanes (v.gr turcos) provenientes de fuera de Kosovo. Una gran parte de la razón de la conversión era probablemente económica y social, ya los musulmanes tenían bastante más derechos y privilegios que los cristianos que no tenían ningunos. La vida religiosa cristiana sin embargo siguió a pesar de las dificultades, pero tanto iglesias Ortodoxas como las Católicas y sus fieles padecieron niveles altos de impuestos.

Avanzando el tiempo, consecuencia de la guerra otomana-austriaca (1683-1699), tuvo lugar la "gran migración", un enorme éxodo de cientos de miles de refugiados serbios de Kosovo y de la tomada Serbia que dejó un vacío lleno por una inundación de inmigrantes albaneses. El mismo Arsenije escribió una cifra de "30.000 almas" quienes huyeron con él a Hungría, una cifra confirmada por otras fuentes.
Después de la Primera Guerra Balcánica de 1912, Kosovo fue internacionalmente reconocido como una parte de Serbia y Metohia (Tratado de Londres, de 1913). En ese momento aproximadamente el 60% de la población de Kosovo era serbia.

La división de Yugoslavia, a partir de 1941 y 1945, los Poderes de Eje concedieron la mayor parte del territorio a la Gran Albania, ocupada por los italianos, y una parte más pequeña a Serbia y la Gran Bulgaria, ocupada por alemanes. Durante la ocupación, los grupos armados albaneses locales (Vulnetari) violentaron a más de 100.000 serbios de Kosovo y mataron más de 10.000 hasta 1945. Después del final de la guerra y del establecimiento del régimen Comunista de Tito, a Kosovo le fue conferido un estatuto de región autónoma de Serbia en 1946 y se convirtió una provincia autónoma en 1963.Con la pasada constitución de Yugoslavia de 1974, Kosovo ganó la autonomía. Las escuelas fueron capaces de aplicar un plan de estudios albanés. Así hasta que en agosto de 1987, durante los días del agonizante régimen comunista de Yugoslavia, Kosovo fue visitado por Slobodan Milošević.


Opinión personal

La historia nos dice que Kosovo ha sido parte de Serbia desde hace siglos, siendo además territorio histórico de este país, en donde se ubican las obras y edificaciones más magnas de la cultura serbia. Es por tanto un enclave de alto valor simbólico. Conceder la independencia a ese emplazamiento sería visto en Serbia como una profunda humillación, lo cual se convertiría en un foco de conflictos a medio o largo plazo.
Por otra parte no hay que soslayar que muy probablemente de otorgársele la independencia acabaría siendo anexada por Albania, país con pretensiones de expandirse.
En mi opinión sería un craso error que la secesión tuviese lugar por las ulteriores consecuencias que tendrá en la zona. Tal vez una opción sería que gozasen de una mayor autonomía si con ello evitamos un infausto desenlace.

¿Cuál es vuestra opinión?, ¿veis factible que Kosovo se independice?, ¿sería aceptable o una completa desvergüenza?.


Salu2 cordiales.

Fuente#1
Fuente#2
Fuente#3

PD: Disculpad el
Melendez_ladrillo_farol_m.JPG
 
¿Qué obtiene Rusia de Serbia y porqué exáctamente Europa y EEUU no reconocen la independencia de Kosovo y punto?

El tochazo es un tochazo pero está muy currado todo hay que decirlo.

Sólo he llegado a la mitad, es que me picaban los ojos.
 
Serbia es importante para Rusia porque es el único aliado que le queda en la zona. Es normal que la defienda.
Como el único producto conocido del Kosovo son las mafias y los delincuentes no creo que sea un pais muy viable económicamente. Probablemente acabe realmente asociado a Albania, pero no creo que el Kosovo separado de Serbia vaya a cambiar gran cosa en la región
 
Pero los aliados son útiles en la medida en que sirven para algo.
¿De qué le sirve a Rusia defender a Serbia? ¿Tienen petróleo, oro, platino o cualquier otro material raro?

Creo que más que nada es tocamiento genital ruso. Y algo me dice que a los rusos seguramente les importará una mierda lo que pase en Serbia o en Kosovo.

Pero no sé nada de esto.
 
DENWO rebuznó:
Pero los aliados son útiles en la medida en que sirven para algo.
¿De qué le sirve a Rusia defender a Serbia? ¿Tienen petróleo, oro, platino o cualquier otro material raro?

Creo que más que nada es tocamiento genital ruso. Y algo me dice que a los rusos seguramente les importará una mierda lo que pase en Serbia o en Kosovo.

Pero no sé nada de esto.


Serbia es un país eslavo, y me parece que en la defensa rusa del país hay mucho de orgullo étnico, pero de todos modos, un país no tiene porque tener petroleo o cualquier otra riqueza material tangible para que otro lo ayude. Las élites dirigentes y el estado mayor ruso tendrán sus motivos estratégicos para defender a Serbia, lo cual tal vez les sea beneficioso a largo plazo.

Por fortuna no todos los países son como la España de Zetapé, que acaba de vender el Sahara a Marruecos, nuestro principal enemigo, privándonos de un país aliado para poder contrarrestar las maniobras alauitas.
 
Si no recuerdo mal quien regaló el Sahara a los marroquíes fue el régimen franquista

Edito: ya se que este hilo es sobre lo del Kosovo y tal, pero es que hay gente que no se como se lo monta y aunque se hable de la extinción del lobo marsupial acaba siempre saliendo con las mismas chorradas
 
El tochaco habla de la relación Rusia-Kosovo.
Con respecto a Zapatero y Kosovo, ayer mismo lei en la prensa que Sarko veía inevitable que Kosovo se independizase, mientras que comentaban que ZP guarda aún silencio. No creo que apoye la secesión en tanto en cuanto ello influiría seriamente en los separatismos patrios, complicándole nuestro conflicto casero sobremanera.
 
DENWO rebuznó:
Pero los aliados son útiles en la medida en que sirven para algo.
¿De qué le sirve a Rusia defender a Serbia? ¿Tienen petróleo, oro, platino o cualquier otro material raro?

Prestigio. Capacidad de cortar el bacalao. Rusia y Serbia siempre se han considerado pueblos hermanos, tienen raíces raciales y culturales similares, porque ambos son pueblos eslavos. Rusia siempre ha apoyado a Serbia (quizás exceptuando la época de Tito cuando Yugoslavia formaba parte del movimiento de países no alineados) y hasta la propia I Guerra Mundial comenzó por la movilización del ejercito Ruso cuando Austria-Hungria atacó a Serbia. Lo de 1999 con los bombardeos de la OTAN fue algo humillante para Rusia que no pudo hacer nada para evitarlo, y ahora que Putin quiere volver a poner a Rusia a un nivel de superpotencia no están dispuestos a que se haga nada sin su aprobación. Y además los albano-kosovares del UCK son unos hijos de puta de cuidado. Recordad que intentaron montar lo mismo en Macedonia.

Respecto al tema, por poner un símil esto es como si todos los mojames que viven en España se juntan en Asturias, ponen el moruno como idioma oficial y se dedican a expulsar a los asturianos, y después se quieren declarar independientes.

Sin embargo, esto ya no hay quién lo eche atrás. La única salida es la independencia, porque la vuelta a Serbia es imposible después de todo lo que ha pasado. Pero si se hace debería ser por mandato de la ONU, porque la independencia unilateral de Kosovo y reconocerla posteriormente es un precedente bastante peligroso. Vamos, que si, que en definitiva es una tocada de huevos de Rusia.
 
inutil rebuznó:
Si no recuerdo mal quien regaló el Sahara a los marroquíes fue el régimen franquista

Edito: ya se que este hilo es sobre lo del Kosovo y tal, pero es que hay gente que no se como se lo monta y aunque se hable de la extinción del lobo marsupial acaba siempre saliendo con las mismas chorradas


Marruecos detectó debilidad y mordió en una coyuntura muy delicada para España, no hace falta decir porque. Lo cierto es que el PSOE ha vendido a los saharahuis dando luz verde a la anexión autonómica marroquí.


Justo lo contrario de lo que hace Rusia con Serbia.
 
Pue sí, el mayor interés de los rusos es tocar los huevos. No creo que les interesen mucho los serbios, su afán es mas que todo el de volver a tener protagonismo en el panorama mundial y que la resolucion de independencia de Kosovo pueda influir en conflictos internos como Chechenia.

Ahora una breve reseña sobre los albaneses: Estos hijos de puta son la peor escoria que ha podido existir en Europa, ratas cobardes que con tal de que se las metan mas suave por el culo, se bajaron los pantalones ante el invasor turco y olvidandose de siglos y siglos de tradiciones, le dieron la espalda a europa y se volvieron moros. Hijos de puta, valga la redundancia.

Ahora bien, Kosovo siempre ha estado ligadísima a
Serbia culturalmente hablando, no por nada los monasterios e iglesias ortodoxas mas importantes para ellos estan en Kosovo. Tiempo atrás esta region era 100% serbia, pero los albaneses (fieles vasallos de los turcos y con ayuda de éstos claro está) fueron avanzando e invadiendo mas y mas zonas y poblados. Y resulta que como ahora esta de moda en la política mundial la correccion política y el buen rollito pues se ha vuelto muy popular darle tierras a cualquier muerto de hambre que este ocupando territorio que pertenecio a otros aunque haya llegado hace dos días.

Y he ahí el dilema. Lo que más me jode es que si nadie se hubiese metido en el conflicto entre serbios y albano-kosovares, los últimos serían comida de gusano a estas alturas. Pero como siempre vinieron a meterse los norteamericanos donde nadie los llama y por medio de la ONU le salvaron el pellejo a la mierda albanesa.

Los albaneses son la peor escoria de los balcanes y si alguien lo duda, que le pregunte a alguno de la zona: griegos, rumanos, croatas, etc. A estas alturas y con el talante que impera actualmente la mejor solucion (que no la mas justa) sería dividir Kosovo: la parte norte (y con mayoría serbia) para Serbia y el resto para Albania.
 
Sí, aunque también he empleado otras fuentes como el gran capitán y la wikipedia (entre otras).
¿Qué opinas tú, Arisgo?.


Salu2 cordiales.
 
Kosovo es Serbia, vaya manera de trocear una nacion, joder y la proxima que sera Vjovina como se escriba
 
Boca de Cloaca rebuznó:
Respecto al tema, por poner un símil esto es como si todos los mojames que viven en España se juntan en Asturias, ponen el moruno como idioma oficial y se dedican a expulsar a los asturianos, y después se quieren declarar independientes.

En mi opinión es una analogía perfectamente válida. Además la independencia de Kosovo sería un trauma para Serbia y dejaría una peligrosa impronta, y no es que los serbios sean poco nacionalistas. Sería un error.

Trimegisto rebuznó:
Los albaneses son la peor escoria de los balcanes y si alguien lo duda, que le pregunte a alguno de la zona: griegos, rumanos, croatas, etc. A estas alturas y con el talante que impera actualmente la mejor solucion (que no la mas justa) sería dividir Kosovo: la parte norte (y con mayoría serbia) para Serbia y el resto para Albania.

Los albaneses son la leche. Su expansión por tierras adyacentes es increíble, son raudos en la cópula. En Macedonia ya representan una potente minoría (25% de la población) con amplios derechos no siempre recíprocos con respecto a los macedonios, y de hecho se puede observar en uno de los mapas la cantidad de albanófonos que hay en el país.
 
Me resulta extrañísimo que los países europeos estén dispuestos a conceder la independencia a kosovo, y sentar así el precedente de en todo lugar que hayan refugiados o inmigrantes que se junten y expulsen a los nativos puedan montar su propio país à la carte. Que Francia se prepare con Marsella y sus morituri.

Primero tienen que juzgar a los albanokosovares por crímenes de guerra, igual que hicieron a los generales serbios. Segundo tienen que ver la historia: Catullus ya la ha resumido. Conclusión: los serbios eran la mayoría hasta que empezaron las migraciones y en la época del desmembramiento balcánico los kosovares empezaron a expulsar a los serbios.

Una cláusula importante tendría que ser que, en caso de conseguir la independencia, no podrían unirse ni ser anexionado kosovo por otro país que no fuese su original, es decir, Serbia. Así no podrán unirse a Albania so pena de pérdida de independencia y cuando las pasen canutas por ser un cero a la izquierda, con pocos recursos, tuviesen que volver a Serbia.

A ver cuándo aprenderemos: Líbano: permite que se asienten los inmis palestinos (musul en su inmensa y aplastante mayoría) y el aumento de musulmanes en el país causa el alzamiento de éstos y el exilio de muchos cristianos, resultado: guerra. Kosovo: se permite que se asienten los refugiados (en vez de dispersarlos o directamente no permitir que pasen) y lo mismo. Granada en diez años: lo mismo: "reino moritu de garnata quiere independensia paisa" razones históricas: reino moritu desde que okuparon la península, ahora demográficas: mayoría morita. Seguro que si se juntan todos los españoles y judíos que viven en marruecos en una zona, no les dan la independencia amén de sí la expulsión.
 
XikoLoko rebuznó:
Kosovo es Serbia, vaya manera de trocear una nacion, joder y la proxima que sera Vjovina como se escriba

Creo que la Vojvodina es mayoritariamente serbia, y que solo hay una minoría importante, la húngara. Además están en el mismo caso que Kosovo, nunca fueron Repúblicas en Yugoslavia, sino simplemente regiones autónomas dentro de Serbia. No creo que tengan ansías separatistas.


En mi opinión es una analogía perfectamente válida. Además la independencia de Kosovo sería un trauma para Serbia y dejaría una peligrosa impronta, y no es que los serbios sean poco nacionalistas. Sería un error.


Sería un error, pero no creo que haya muchas alternativas. Quizás la independencia de Kosovo declarando las zonas de mayoría serbia como zonas internacionales sea una opción, ya que eso supondría la concentración de la población serbia en esas zonas y quizás permita delimitar con mayor precisión los territorios a ceder a Serbia. Pero si tal como dice el articulo, existen zonas de mayoría albanesa dentro de la propia Serbia y encima son importantes nudos de comunicación, no va a ser posible tal canje y por otra parte la mayoría de los serbios que no se han ido de Kosovo deben ser ultranacionalistas, de los que no se irán de su casa más que en cajón de pino.

La vuelta a la situación de antes, con una Kosovo autónoma bajo soberanía serbia o como República unida a Serbia está claro que es inviable. La mayor parte del gobierno kosovar son antiguos miembros del UCK.

La tercera opción sería mantener el status quo actual y congelar el problema, tal y como ha pasado en la Republica turcochipriota o en el Transdniéster, casos similares de territorios independientes de facto, pero no reconocidos internacionalmente como estados. El problema con Kosovo es que mientras en esos dos casos existen un par de países que se hacen cargo de la ocupación de esas zonas (Turquía y Rusia respectivamente, aunque en el caso del Transdniéster los rusos no han impedido que eso se convierta en una casa de putas) aquí tiene que hacerlo la comunidad internacional, porque pedirle esto a Albania sería como dejarle un Porsche a un aparcacoches gitano. Lo malo es que esta situación no va a durar siempre, esto es un grano en el culo de la ONU, especialmente de EEUU y de ahí tanta prisa en la independencia. ¿Quién se hace cargo de eso?

Cualquiera de las tres opciones va a ser mala, pero en mi opinión la única que puede acabar poniendo fin a esta situación es la independencia, por muy injusta que sea. La cuestión es que si al menos se declara la independencia (que va a suponer más problemas y muy posiblemente otra guerra de baja intensidad) con una resolución de la ONU tendrá una mínima justificación. Si se hace unilateralmente crea un precedente malo para toda Europa. Lo que no entiendo es porque Sarkozy está a favor de esto, no veo que gana Francia con la independencia de Kosovo. Al menos ZP se calla.
 
Tema muy peliagudo.

Por un lado la independencia de Kosovo es un atropello a la legalidad internacional pues supondria una modificación por la fuerza en las fronteras de un estado, ademas de ir en contra de una resolución de la ONU. Ademas, y como ya se ha dicho, se sienta un peligroso precedente: si el dia de mañana una etnia emigrante es mayoría en una determinada zona o región de un pais europeo podria imitar el ejemplo de Kosovo y pedir la independencia.

Por otro lado, la independencia me parece inevitable, y ademas, todo hay que decirlo, los serbios se lo buscaron. Cuando Milosevic anuló la autonomía kosovar en 1989 y empezó el delirio de la Gran Serbia, sentó las bases para la desintegración de Yugoslavia, quien juega con fuego se quema, y Milosevic encendió demasiadas fogatas por los balcanes.

Claro que la solución adoptada no ha sido la mejor, si Milosevic soñaba con una gran Serbia a costa de sus vecinos, el resultado fue la discriminación de las minorías serbias de Croacia, Bosnia y en breve Kosovo. Extraño doble rasero el de la comunidad internacional, que reconoce el derecho a la autodeterminación de croatas, bosnios, etc. pero no así el de las minorías serbias en esos territorios. Y es que no me canso de repetirlo, aplicar el derecho de autodeterminación en Europa donde culturas, pueblos e idiomas están entremezclados es abrir la caja de pandora y provocar multitud de desgracias. Y si a estos, les sumamos por el otro lado los centralistas uniformizadores con Milosevic al frente, a nadie puede extrañarle el resultado. Lección que no deberiamos olvidar por estos lares.

Quiza la única solución viable a estas alturas sea darle la independencia a Kosovo, pero ademas trocear Kosovo separando las zonas mayoritariamente serbias para que queden integradas en serbia, para evitar que dicha minoría sufra en un futuro la opresión de la mayoria kosovar.
 
La independencia de kosovo es inevitable, la desproporción 9-1 en contra de los serbios de kosovo hace imposible que puedan siquiera defenderse y más cuando se les ha cortado la posibilidad de recibir ayuda de serbia.

Así pues es cuestion de tiempo que kosovo entre en el redil y en el plan fomentado principalmente por Alemania, USA y francia que buscan una europa de miniestados (la europa de las regiones) para ser fácilmente controlables debido a su pequeño potencial y a las malas relaciones con sus vecinos (de los que se separaron).

Rusia apoya a los serbios porque no quiere perder más capacidad de influencia en europa y esto es quizás lo último que les queda. Es una demostración de fuerza de una rusia que está llamad a poner las pilas a europa en unas pocas décadas en cuanto termine de arreglar su economía y sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) se recupere demográficamente y del éxodo masivo que supuso el fin del comunismo.

Lo de kosovo es una aberración y sólo tiene una solución para el lado serbio guste o no: la limpieza étnica. La única forma que les quedaría a los serbios de kosovo es equilibrar la balanza poblacional matando a los descendientes de los invasores albaneses.

Evidentemente esto no sucederá. Europa ha creado un precedente muy peligroso, pero ¿de que le sirven los estados al gobierno mundial?.

Se repetirá en muchos más casos.
 
brus lee rebuznó:
La independencia de kosovo es inevitable, la desproporción 9-1 en contra de los serbios de kosovo hace imposible que puedan siquiera defenderse y más cuando se les ha cortado la posibilidad de recibir ayuda de serbia.

Así pues es cuestion de tiempo que kosovo entre en el redil y en el plan fomentado principalmente por Alemania, USA y francia que buscan una europa de miniestados (la europa de las regiones) para ser fácilmente controlables debido a su pequeño potencial y a las malas relaciones con sus vecinos (de los que se separaron).

Rusia apoya a los serbios porque no quiere perder más capacidad de influencia en europa y esto es quizás lo último que les queda. Es una demostración de fuerza de una rusia que está llamad a poner las pilas a europa en unas pocas décadas en cuanto termine de arreglar su economía y sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) se recupere demográficamente y del éxodo masivo que supuso el fin del comunismo.

Lo de kosovo es una aberración y sólo tiene una solución para el lado serbio guste o no: la limpieza étnica. La única forma que les quedaría a los serbios de kosovo es equilibrar la balanza poblacional matando a los descendientes de los invasores albaneses.

Evidentemente esto no sucederá. Europa ha creado un precedente muy peligroso, pero ¿de que le sirven los estados al gobierno mundial?.

Se repetirá en muchos más casos.

Pues cuando los albanokosovares hicieron lo mismo con los serbios encima las naciones hundidas les dieron apoyo.
 
A ver, diferentes prismas:
Con un 90% de población albanesa, Kosovo acabará siendo una parte de Albania por cuanto no tiene en sí misma ninguna viabilidad económica. Y eso de hecho es exactamente lo que quiere la mayoría de la sociedad albanesa.
Albania?? Lo único que tiene a parte de un paupérrimo sector agrícola es la salida al mar, y la dependencia económica de los italianos, o mejor dicho, de los propios albaneses que emigran al país de éstos para volver a casa periódicamente. Aún así, cuenta con su "patria" kosovar para un futuro inminente. Y claro... con la ayuda del Tio Sam a quien veneran (tuve la ocasión de estar en Tirana este pasado Agosto y os aseguro que allí se venera a Bush como resulta dificil de imaginar) a cambio de que deje hacer a éste lo que quiera con su territorio.

Rusia??? Pues como se ha dicho más arriba creo que es hilar demasiado fino creer que realmente a Putin le importa el futuro de sus paisanos serbios, sino es solo por el hecho, de mantener la única influencia política que le queda ya en Europa.
Los rusos amenazan entonces con abrir el proceso independentistas de aquellos territorios en que formaron parte de su órbita. (Moldavia, Bosnia, y Georgia y Azherbaian) que claman por separarse de los Estados a los que pertenecen. Pero puede realmente creerse alguien eso?

La Unión Europea?? Pues una buena patata caliente entre sus manos. Están por la labor de la segregación territorial, pero no quieren ni imaginarse lo polítricamente incorrecta que resultaría la instantánea de 100000 serbios asumiendo el status de refugiados y teniendo que huir a su patria eslava. A ojos de la opinión pública eso resultaría fatal, y el fantasma de la limpieza étnica (esta vez, eso sí, sin presunta violencia ni bombas), volvería a recorrer Europa.
 
Los albaneses son la leche. Su expansión por tierras adyacentes es increíble, son raudos en la cópula. En Macedonia ya representan una potente minoría (25% de la población) con amplios derechos no siempre recíprocos con respecto a los macedonios, y de hecho se puede observar en uno de los mapas la cantidad de albanófonos que hay en el país.

Tú lo has dicho, aunque en el caso de FYROM (por sus siglas en ingles) se lo tienen bien merecido. Una "nación" artificial que nunca tuvo razón de ser, formada por bulgaros que se dicen los verdaderos descendientes de Alejandro Magno y que ademas tienen ambiciones territoriales en el norte de Grecia (la verdadera Macedonia). Simplemente les salió el tiro por la culata con los albaneses, que se jodan.

Incluso los propios yanquis, que fueron los primeros en defender a los "pobres" albaneses, ya se han dado cuenta de que éstos muerden la mano que los alimenta: Hace unos meses, un grupo de éstos infraseres trató de plantar una bomba en una base militar de Nueva York (o Nueva Jersey, no lo recuerdo bien). Por supuesto esto nunca lo verás en las noticias porque no es lo políticamente correcto.

Y para terminar, una turba de albaneses haciendo lo que mejor saben hacer:

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Boca de Cloaca rebuznó:
Creo que la Vojvodina es mayoritariamente serbia, y que solo hay una minoría importante, la húngara. Además están en el mismo caso que Kosovo, nunca fueron Repúblicas en Yugoslavia, sino simplemente regiones autónomas dentro de Serbia. No creo que tengan ansías separatistas.

Se agradece la aclaracion, este tema parece muy interesante, menudo revolitjo tienen en los Balcanes
 
Europa tendrá que ponerse las pilas tarde o temprano, el cáncer está muy extendido pero la situación todavía es reversible.

Lo de Kososvo es una vergüenza y sienta un precedente muy peligroso.
 
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