El viaje comenzó mal porque entre pitos y flautas, prisas y estreses de hacer y deshacer maletas metí la cámara pero sin ninguna tarjeta de memoria, que usa del tipo CF y no SD por l tanto son algo más difíciles de conseguir, teniendo en cuenta que estábamos en un lugar rural.
Acabamos en una urbanización para turistas en una de las villas que forman
Roccheta a volturno, Roccheta Alta si no recuerdo mal, perteneciente a la región italiana de
Isernia y colindante con el parque natural del Abruzzo, en los Apeninos centrales. Así que, región montañosa abundante en lagos de aguas turquesas o cristalinas, a no muy distantes de montañas aún más altas que en invierno se convierten en lugar de peregrinación para turistas de deportes de nieve, a los que les queda lejos los Alpes italianos supongo. El lugar sencillamente me ha parecido una maravilla aunque no lo hayamos visto a fondo ni mucho menos hacer un turismo de tipo serio enfocado al trekking o montañismo, yo francamente estaba muy feliz en la piscina de la urbanización tirado en una tumbona dejando pasar las horas, con una cerveza en la mano y los huevos en la otra. Me hacía y hace falta algo de temple en la piel.
el primer día recuerdo que fuimos a Isernia capital a por víveres, me recordó en cierta manera a Sahagún* en León (mi madre es de la zona y me lo conozco muy bien, que viva la tierra de campos y sus extraños paisajes infinitos, que invitan a la melancolía con el pardo veraniego y a la alegría con el verde de la vida creciendo en primavera; e imaginar al cid cruzando a caballo en busca de nuevas aventuras); por tamaño, por amago de ciudad siendo un pueblo grande en medio de la nada que atrae a gente de pueblos diminutos. Comida y una señora siesta para recuperarnos de la resaca que supuso el viaje a Lofoten, así que prácticamente perdimos el primer día y salimos a última hora de la tarde a visitar pueblos vecinos. O más bien a uno y no muy lejos, llegamos hasta
Castel San Vicenzo el cual, con un lago verde turquesa a los pies de unas montañas no muy altas, pero bastante verticales; me pareció una autentica joya.
Al día siguiente madrugamos para ir Hasta Napoles, y aquí, tras mucho rebuscar al final encontré donde comprar una tarjeta de memoria CF, cogí la de 64 gigas a 76 euros, teniendo en cuenta que la de 128 en noruega me costo doscientos eurazos ni lo dude. Off topic, tengo una de 16, de 32, 64 y 128 y absolutamente todas llenas de fotos y vídeos, tengo un desmadre muy serio.
Volviendo a Napoles. La ciudad ES UN PUTO CAOS como no he visto en mi vida. Mi suegro, muy viajado a países de absoluta mierda por motivos de trabajo dijo que pocas veces a visto un desmadre tan serio en cuanto al trafico. Hasta en India eran más ordenados dentro de su caos dijo. Tonto el que no tenga una moto, y si hay atasco se suben a la acera y siguen adelante. Hay que "cruzar a la italiana", es decir, tu cruzas pero no cambies de velocidad, se constante y no te pares. Los conductores te esquivan y es algo que acojona si no estas acostumbrado. Si os gusta ver iglesias es una buena ciudad, a mi me encanta meterme en ellas, hacer fotos, el arte y las esculturas. Vimos las
catacumbas de Napoles, que no es otra cosa que el antiguo sistema de agua de la ciudad desde que los griegos se asentaron ahí, después se levanto el imperio romano y vamos, diferentes usos a lo largo de su historia.
la parte vieja y el barrio español están que se caen a pedazos, le da cierto encanto supongo. El encanto de la miseria, basura en todas las esquinas y decadencia. No tenía la cámara pero algunas fotos con el teléfono si que hice:
Paseando por centro histórico:
Iglesia en el centro que ahora mismo ni recuerdo ni encuentro el nombre, pero que estaba la entrada a las catacumbas justo a un lado de ella
Polichinela, que en su versión española creo que lo más cercano sería el pícaro. Muy abundante encontrar su figura decorando heladerías o bazares de recuerdos artesanales o turísticos.
Uno de los altares en la catedral de Napoles.
Y la cripta de San Genaro, dentro de la catedral
TRANSFER
CANNOLIS ✓