Sí que me he encontrado alguna brasileña viviendo en Tokio, pues en un barrio ya no tan turístico cercano a Asakusa.
Y negros maleantes pues los tenemos por todo el mundo.
Dicho ésto, le dedico las siguientes fotos a
mi amigo. ¿Qué digo amigo? A
mi hermano de sangre, y Señor de Los Sabandeños, también conocido como la Alegría de Delaware Ta, el único, el inimputable, el hijo de la grandísima puta cansacuerpos:
@ilovegintonic
Cuando uno entra en casa hay una zona para descalzarse. Te calzas las zapatillas de andar por casa, y te mueves por toda la casa, menos por la habitación del tatami, en la que sólo se puede con calcetines o descalzo.
Bandera de La Rioja made in PRC y una postal de Logroño detrás de la fotografía.
General de la cocina.
Botellas que me he bebido hasta ahora.
Puerta de entrada vista desde dentro.
Vista desde una ventana. Podría haber tomado mejores fotos, pero es para que se hagan una idea y no empiecen triangulando, aunque ya sé que soy hombre muerto.
Cuarto de baño literalmente de plástico con pocos objetos. Se le echa producto, se le pega un manguerazo con la ducha y a vivir. He visto cosas parecidas en hoteles de 4 estrellas en Tokio. La mayoría de los edificios parecen y son de pichiglás; es por el tema terremotos.
Frigorífico de una dragon lady con influencia logroñesa. Mucho hierbajo, mucha salsa y poca enjundia.
Lavadora llena de trastos porque no podemos poner a lavar porque está venga llover. Aquí lo del tendedero interior parece que no cuaja.
Cesta de la compra para el menú de hoy que van a ser croquetas de garam masala con queso azul, bacon y setas. Si me sobra energía igual hago huevos rellenos de txaka.
Cuarto de baño. Trono marca Toto, que es como el Armitage shanks de Reino Unido o Roca en España.
Vista desde otra ventana.
Para que haya agua caliente en el fregadero o en la ducha hay que darle al botón azul. Tarda como 30 segundos en salir caliente.
Piano y pavo real.
Su habitación y la mía separadas por puertas de cristal correderas. Mucha separación, pero al final, se me metío en el futón y me comió el cipotón.
Router Wi-Fi y muñecajos de buena fortuna.
Su habitación en un día gris.
Salón, que si se retira el futón del suelo queda plenamente operativo.
Vista desde la entrada de la cocina, a donde dan todas las habitaciones el baño y la ducha.
Un pequeño cementerio para desayunar viendo tumbas cristianas.
Mi futón y mis trastos.
Para encender la luz hay que darle al botón naranja del mando a distancia.
Cocina de gas en una casa que parece de finales de los 70 principios de los 80.
Útiles de cocina incluyendo ,cuchillos muy afilados, palillos varios y boles que tienen distintos cometidos: arroz, sopa, udon... A mí me parecen todos iguales.