Joyas infravaloradas

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paradox

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16 Ago 2003
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Como indica el titulo del post, el objetivo es claro, dar a conocer al resto de foreros que habitan esta santa casa determinados discos de algunas bandas que no han alcanzado el reconocimiento que merecían.

Empezaré yo con 3 albums que tienen un hueco en mi colección de cds, abriendose paso entre los oasis, muse, nine inch nails, radiohead, u2, pixies, smashing pumpkins, placebo, nirvana, pearl jam, soundgarden, etc...

FILTER - Short Bus (1995)

Descripción:
Banda liderada por Richard Patrick, ex nine inch nails, que decidió abandonar al señor Reznor y crear su propio grupo con la ayuda de keith hillebrandt. Este trabajo fué el primero y desde mi punto de vista, el mejor de la carrera de Patrick, dotado de una solida base de guitarras distorsionadas y loops imposibles que le conceden un aire industrial, aunque bastante alejado de pretty hate machine o los ministry de los últimos años de los 80. Filter publicaría 3 albums más hasta la fecha, Titled of a Record ( 1999 ), The Amalgamut ( 2002 ) y el último hasta la fecha, Anthems for the Damned ( 2008 ). Ninguno tan oscuro, agobiante y arrollador como Short Bus.

Canciones Destacadas:
Consider This, Dose, Under, Hey Man Nice Shot y Stuck In Here.

ejemplo:
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Filt Sho bu X Lococetorca.rar - Short, Bus
 
MY VITRIOL - Finelines ( 2001 )

Descripción:
Los hijos bastardos de My Bloody Valentine, comandados por Som Wardner, nacido en Sri Lanka. Hacen un pop/rock cercano al shoegaze de principios de los 90 que popularizaron gente como Ride, Slowdive o los ya citados MBV. Muro sónico y voces angelicales, santo y seña de este cuarteto, que fué sucedido por Between The Lines en 2002, otro trabajo reseñable con las mismas características que su antecesor. De los discos más infravalorados de la última decada, aún no entiendo porque esta gente no triunfó como merecian, tal vez por coincidir en aquel entonces con la explosión del Nu metal ( niños blancos llorando por las esquinas acerca de lo dura que es la vida en el ghetto, vistiendo con pantalones 3 tallas más grandes de lo necesario, camisetas de limp bizkit y mueca triste a los Jon Davies ) tal vez por falta de apoyo de su discográfica, falta de ambición, quien sabe, pero es triste que una banda con un futuro tan prometedor se quedará en un magnífico debut y poco más, dejando a mucha gente ( entre los que me incluyo ), con ganas de más.

Canciones Destacadas:
Always Your Way, Under The Wheels, Pieces, Grounded y Windows And Walls.


ejemplo:
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My Vitriol - Finelines.rar
 
SPARTA - Wiretap Scars ( 2002 )

Descripción:
Grupo que incluia a 3 integrantes de los ex At The Drive-in , Jim Ward, Paul Hinojos y Tony Hajjar, ya sabemos donde fueron a parar Cerdic y Omar, los otros 2 miembros de dicha formación.
Este fué el primer album que lanzaron al mercado en el año 2002 y desde entonces no he parado de oirlo asiduamente durantes este tiempo, con toques a At The Drive-in, pero sin llegar a ser una mera copia, ni mucho menos, tiene personalidad propia, una autentica delicia para todo aquel seguidor de rock, ni indie, ni alternativo, ni punk, ni demás etiquetas, es ROCK y de nivel. Lástima que sus posteriores cds no pudieron igualar a este Wiretap Scars ( Porcelain en 2004 y Threes en 2006 ). A dia de hoy poco se sabe de Sparta, aunque todo indica que su extinción está próxima.

Canciones Destacadas:
Sans Cosm, Cut Your Ribbon, Red Alibi, Vacant Skies y Assemble The Empire

ejemplo:
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wiretap scars.zip
 
Aprovecho este hilo para sacar reseñas que hice en tiempos de discos injustamente menospreciados.

Liaison Dangereuses - liaisons dangereuses

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Si consideramos la repercusión de un grupo de música en función de baremos cuantitativos (con varias unidades de medida a elegir: canciones, singles, long plays, años en activo, etc etc), el bagaje del grupo que hoy me ocupa es realmente pobre, pues por mucho que busquemos nos vamos a encontrar con sólo diez canciones publicadas en un único disco. Ahora bien, si nos atenemos a lo que importa, la influencia de este atípico artefacto es palpable hasta para el musicólogo más cegarruto y obtuso. Veintiséis años después de su alumbramiento sigue siendo más atrevido, extraño, fascinante y radical que el noventa por ciento de la música editada en lo que llevamos de 2007 (y eso que no ha habido mala cosecha… un oso panda ha devuelto cierto interés a la música pop contemporánea). Si sois de los que precisan de una luz para poder conciliar el sueño, facturas de electricidad aparte, deberíais ir dejando de leer ya, porque esto es oscuro. Casi tanto como caerse a un pozo de brea.
Chrislo Haas (ex miembro y fundador de D.A.F., criando malvas desde Octubre de 2004) y Beate Bartel (colaboraciones ocasionales con Einsturzende Neubauten y Malaria) eran, como casi todo germano de pro de la época, gente con una obsesión importante por las máquinas y los ruidos. Esto podría haberles convertido en campeones de pinball de su lado del muro, pero era por otro tipo de máquinas por las que se pirraban: las aptas para componer música… o algo cercano a ello. Con la experiencia previa de cuatro cassettes ruidistas de diez minutos cada una publicadas en fecha anteriores a 1981 ya se sentían lo suficientemente confiados como para acometer la tarea de publicar un disco, producido por ellos (con ayuda de un tal Mika Zahl en labores técnicas de apoyo). Sólo faltaba que alguien aportara textos y voces. Ese alguien sería Krishna Goineau, persona muy pero que muy bizarra. Y esta afirmación procede de alguien que ha visto cosas innombrables, así que no penséis que levanto falso testimonio.

Mystére Dans Le Brouillard da inicio al disco, con un bombo seco acompañado de ecos metálicos que más que llevar el ritmo parecen querer anticipar que este disco es una pesadilla postindustrial, un Eraserhead auditivo. Krishna recita en francés acompañado de la voz infantil de Joanna, y nosotros vamos cayendo en la cuenta de que este disco es de todo menos normal. Los rechinares de instrumentos no identificados consiguen mantener la inquietud en el oyente, como avisándole de que si se relaja igual hasta su oído sufrirá daños irreversibles. Los Niños Del Parque es una concesión al relajo del oyente, y a toda persona con camisetas de Vicentín y espíritu gambitero le sonará. Un tema hiper popular, rescatado cada cuatro años del limbo electrónico al que le envían las modas cíclicas por algún diyei con buena memoria y mejor gusto (DJ Hell y The Hacker ya no lo rescatan, lo queman más bien). Con una base memorable (sampleada por Torsten Fenslau en su famoso remix del Play It Again de 1989) y una letra que mezcla el alemán y el castellano loco (como cuando los Pixies hacen spanglish), parece ser un tema pro Herodes, pues viene a significar que los niños son unos cabrones y unos terroristas en potencia. Igual todavía había cierta alarma social por el otoño alemán y las Baader Meinhoff… En cualquier caso, una canción muy apreciable.

Etre Assis Ou Dancer saca a relucir todo lo que aprendió Chrislo en D.A.F, con un ritmo acelerado, unos sintes raretes y un instrumento de viento (¿un saxo?) que parece tener entidad propia, pues entra cuando le viene en gana y se retuerce como si le afectasen los gritos del Coro del Manicomio de Bonn que suena en el tema mientras Krishna dice franchutadas. Aperitif De La Mort, aparte del piscolabis que el amigo gótico que todos tenemos nos podría servir si alguna vez visitáramos su casa, es el título del siguiente corte, un recitado en francés sobre un lodazal de ruido que, al desconocer el idioma hablado en Francia, no sé si trata sobre la muerte, el positivismo o lo bien que tradujo Jiménez Losantos a Lyotard. Ni me importa, oye.

Kess Kill Fe Show continúa con la línea experimental de la ¿canción? anterior, y no es algo que pudiera calificar de bailable. O sí, porque las go-gos bailan lo que les pongan, tenga ritmo, compás o no; todo sea por mostrar la complicada coreografía de tres movimientos que han inventado con no pocas dificultades en su casa. Por cierto, aquí vuelven a escucharse cosas en castellano ciertamente extrañas. Pert Etre-Pas vuelve a los ritmos bailables, pero sin descuidar la extraña atmósfera de casa de locos que campa a sus anchas por todo el disco. Curioso plagio se marcaron hace no mucho Carl Craig y Laurent Garnier bajo el seudónimo de Tres Demented de este tema en Demented Drums, por lo de los gritos y demás. Que poner un se agradece en los créditos no cuesta nada, señores, y hasta nos puede evitar problemas con la justicia.

Avant Apres Mars es relativamente famoso, o por lo menos más escuchado que el resto (a excepción de Los Niños Del Parque, claro), debido a sus múltiples apariciones en diversos Cd Mixs. Electro de alto nivel, con un ruido trasero constante muy conseguido que acelera, decelera y modifica su intensidad sin variar el tempo del tema (como en el Mouth To Mouth de Audion). Después, un temazo que no sabría si incluir en el repertorio de El Payo Juan Manuel o en un recopilatorio de early-electro: un tema con ritmos bailables casi EBM en el que Krishna pone voz a tres personajes (un presunto violador, la futura menor violada y un tercero que aparenta ser el novio de la chica), todos castellano hablantes, y nos escenifica una escena preocupante. Si cuando os decía que lo de este señor era de un grotesco inaudito por algo era, joder. Que locura de persona y maneras de titular canciones (El Macho Y La Nena), ni Baltasar Garzón en un arrebato de megalomanía otoñal siquiera.

Dupont y Liaisons Dangereuses (curioso lugar ocupa el tema homónimo al álbum) terminan la cosa de un modo tranquilo pero ruidista, experimentando, tocando potenciómetros y haciendo cosas de esas raras que la gente califica o bien como una genialidad o como tomadura de pelo, sin término medio posible. Y después de esto, uno mira atrás, echa un vistazo a su colección de discos y hasta tiene cierto miedo por si le califican de persona inestable al encontrar discos de tal calaña en su colección.

No os voy a mentir: Los Niños Del Parque os gustará, porque os lleva gustando inconscientemente eones, y con El Macho Y La Nena os reiréis y rememoraréis antiguos acosos que os hicieron conseguir esa Orden de Alejamiento que con orgullo habéis enmarcado en vuestra habitación, pero el resto es de difícil escucha, como oír a vuestra compañera sentimental ayuntar con otra persona en el cuarto contiguo. Y si encontráis la primera edición publicada por Teldec robadla, que vale su peso en oro. Servidor se tuvo que conformar con la reedición en vinilo de Hit Thing del 2002.

http://www.youtube.com/watch?v=uo4IoLozMNk&feature=related

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White Noise - an electric storm

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Que difícil es hablar de un artefacto como este. An Electric Storm de The White Noise (da igual el artículo) es algo ante lo que descubrirse en cada escucha mientras se concede a lo que oímos toda la atención posible y hacemos un esfuerzo por incrementar dicha capacidad. El disco bien merece lo anterior, e incluso una ovación de 5 minutos tras terminar de escucharlo, tanto si es una audición individual como si es grupal. Los parabienes no son tanto por las innumerables innovaciones musicales de las que hace gala An Electric Storm a lo largo de las siete piezas que lo conforman (Love Without Sound, My Game Of Loving, Here Come The Fleas, Firebird, Your Hidden Arms, The Visitation y The Black Mass-An Electric Storm In Hell) como por el sorprendente hecho de que no suena dos veces igual. Años llevo escuchándolo en repetidas ocasiones y, si bien es cierto que la percepción de la música depende en gran medida de diversos factores personales (circunstancias, lugares, estados anímicos, etc), la mayor parte del mérito es del disco. Nos encontramos ante uno de los discos más importantes del pasado siglo XX; para el que esto escribe, sin ir más lejos, valen más dos segundos de The Visitations que toda la discografía de los sobrevaloradísimos Beatles. Tras esta aseveración, intentad lapidarme como pretendían con Amina Lawal, que ya encontraré el modo de que me absuelvan.

Bebiendo un poco de Raymond Scott, otro poco del kraut rock, de los espíritus inquietos de Robert Moog y Leon Theremin (así como de los fascinantes nuevos instrumentos resultantes de dichas inquietudes, el sintetizador y su precursor,el muy bizarro theremin) y sobre todo por su educación musical clásica, el americano David Vorhaus y los ingleses Brian Hodgson y Delia Derbyshire (ambos miembros de The BBC Radiophonic Workshop desde varios años atrás, en las épocas en las cuales todavía se permitían cosas como la experimentación y el talento en los medios audiovisuales estatales) se las apañaron, todavía no se sabe muy bien cómo, para sorprender a las diez mil personas que compraron su disco en 1968 y a bastantes más oyentes en los años sucesivos. Es imaginar la expresión de, yo que sé, un inglesito de Leeds cualquiera al poner la aguja en An Electric Storm (y, consiguientemente, empezar a escucharlo) y me sonrio a mi mismo, aunque esto sea propio de personas seriamente enajenadas: desde un what the fuck?! clásico maldiciendo con el puño por haber comprado tamaña mierda al socorrido fucking shit mientras deja el disco sin quitar y sale de casa dirección de la tienda donde compró el disco para tener unas serias palabras con el empleado que se lo recomendó hace no más de 20 minutos, con todo el abanico de sensaciones que se os ocurra entre medias. Extrapolandolo a nuestra triste península y realidad, lo más parecido en cuanto a reacciones del oyente sería ponerle a un cani algo de John Cage o el Metal Machine Music de Lou Reed ante su petición de musicón. Para que luego nos sorprenda diciendo que se quiere bajar el politono porque le ha gustado.

Aquí también cabe la experimentación propia del jazz, aportada por el batería Paul Lytton y alguno de los múltiples vocalistas, aficionados del género. Curiosamente, y pese a decir antes que The White Noise estaban influenciados por la aparición del sintetizador, no llega a sonar este instrumento en ningún pasaje del disco, por mucho que parezcan intuirse entre la amalgama de ruidos tratados, cortados y editados. Esa es otra: aquí se inventa el corta y pega que tantas alegrías daría décadas después a géneros como el ambient, el hip hop, el trip hop, la idm, el glitchcore y el illbient. Sin dejar de lado la comparación con los torpes Beatles (comparados con el grupo que hoy me ocupa) del primer párrafo, es necesario apuntar que ya sólo en los dos minutos quince segundos de Here Comes The Fleas hay más ediciones que en todo el Sgt. Peppers, y hablamos de cuando las ediciones requerían de pletinas de cassette pleistocénicas, paciencia infinita, espíritu revolucionario (para repetirlas tantas veces como fuera necesario hasta llegar a un sitio desconocido en lo musical) y tener las ideas muy claras en su forma abstracta mental, de tal modo que pudieran plasmarse de la manera más próxima posible a un sonido capturable en algún formato físico, con vistas a permanecer capturado sin más o ser manipulado hasta acercarse a lo pretendido, pues a veces la manipulación era imprescindible para llegar a lo pensado debido a la tecnología de la época, incapaz de reproducir el sonido desado de buenas a primeras. Así pasa que al oyente poco atento le puede parecer An Electric Storm un recopilatorio de efectos de sonido con melodías aisladas en vez de la obra maestra que es, cosa imposible de defender en directo. Lo más parecido para explicar la imposibilidad de su exposición en el formato directo quizá sea esa pregunta de Homer Simpson a la dobladora de Rasca y Pica en la inigulable serie acerca de si los dibujos animados eran en directo. Ya me entendéis.

¿Y la música? Pues como una película del David Lynch más onírico e introspectivo, en las que sólo vale la opinión subjetiva tras atravesar el drama, el horror, la comedia, el romance, el absurdo y miles de géneros más. De hecho sería una genial banda sonora para Carretera Perdida, Mulholland Drive e Inland Empire; para las películas enteras o para ciertos pasajes. Como esto no sirve para aclarar gran cosa, que mejor que lo que escribieron en la contraportada del disco los responsables del mismo, bajo la ingesta de peyote o algún similar probablemente:muchos sonidos nunca han sido oídos (por los humanos).Algunas ondas sónicas no se escuchan (aunque te alcancen). Las técnicas stormstereo combinan cantantes, instrumentistas y un complejo sonido electrónico. La intensidad emocional está al máximo así. Os quedais igual que antes, ¿no?. Entiendo. Y tampoco existen entrevistas con David Vorhaus que ayuden a describir el artefacto, pues se mostraba reacio a hablar de él, un poco por aquello de dotar a su obra de mayor misterio y otro por el miedo a estropear su creación con un par de tonterías dichas a destiempo que le resten valor. El muy pájaro comparte no pocas cosas con el último genio real de la electrónica, Richard D. James (Aphex Twin, entre otros alias menos conocidos e innumerables debido a que muchos esperan una confirmación real por su parte de que le pertenecen), y no sería de extrañar que también padeciera ese bizarro desorden sensorial llamado sinestesia, bien desde su nacimiento bien por la contínua ingesta de drogas alucinógenas. Si, el disco es sinestésico. E imprescindible. No pocos artistas consagrados hoy le deben todo lo que se han atribuído de él y han intentado hacer pasar por propio, sin conseguir llegar a la mitad de su calidad.

http://www.youtube.com/watch?v=vMWg92GGI-g
 
Infravalorado el Wiretap Scars de Sparta? Venga coño
 
Infravaloradísimo el finelines de My Vitriol si señor.Y el between the lines también qué cojones...
 
DEMIGOD - Slumber of Sullen Eyes.

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Una auténtica joya del Death Metal la que se marcaron estos finlandeses en 1992.
 
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