La vida y la sociedad están diseñadas para que haya de todo. Hace pocos días la más potente de badoo (aquí muchos andáis por allí, y ya sabéis a quién me refiero, aunque probablemente no viérais sus fotos de puta en la piscina porque recientemente las tapó :1).
Esa puta que ronda la treintena busca cuarentones. Adinerados, por supuesto.
A mí, que soy muy previsor, también me ha preocupado este tema con treinta años que tengo -aparentando veinticinco además-, y he recopilado en el HD fotos de viejales con pavas de veinte, para motivarme y saber que me queda cancha hasta los sesenta mínimo. Berlusconi tiene setenta me parece, y podría ponerle aquí una captura con todas sus conquistas: decenas y decenas de modelos veinteañeras.
Si ustec a partir de los cuarenta y cinco no folla con teens, no es por edad, ni por físico. Simplemente es que no se desarrolló lo suficiente profesionalmente.
Así está establecido. Paralelamente los varones tenemos putas. Así que menos quejas. Jodido lo tienen ellas. Mucho más que nosotros. Muy jodido.
Por badoo y tuenti ya se ven los graves efectos que ocasiona el verse en el espejo las arrugas, las tetaflanes y los culonaranjas: intentan compensarlo ridículamente haciendo gala de una personalidad y una cultura que empiezan a desarrollar de modo precipitado y burdo tres días antes, a los treinta.
Y no sólo en las redes, en la calle es peor. El verano pasado sin ir más lejos, me hallaba en la playa de pie apretando abs para que las teens que paseaban tanga tuvieran algo mejor que la arena para mirar, y me percaté de que a poca distancia se ubicaba un tipo que me sonaba: alto, delgado, jovial, marcado, jugando con sus hijos. Al lado, una rubia con celulitis hasta en los gemelos, con las tetas que ni se las miré, mis ojos soslayaron esa masa informe, imaginad el culo de un viejo, haced copy&paste y ponédselo a la rubia, el pelo descuidadísimo amarillo pollo-dorado, ojeras y cara de no haber dormido en dos días (que habría dormido), expresión de que el Ayuntamiento le había embargado la casa, y la silueta como si hubiera metido una foto joven suya en el photoshop y se hubiera usado el efecto ondulado y luego el Random.
¿Ese e…? ¿Ha camb… de nov...? ¿Esa e…? La rubia era una de las mayores pibones de mi ciudad ocho años atrás. Clon de Marta Sánchez, tetas apabullantes, alta, figura de modelo. El novio era un capullo afortunado por entonces (no tenía nada destacable para beneficiarse tamaña pibón). Y ya ves… ocho años después el menda es un adonis a su lado, y cuesta imaginar por qué cojones se acuesta cada noche con eso.
Masacre de la naturaleza.
Pocos días antes o después, lo mismo con una ex amiga que pasó por allí: cuerpo para el arrastre.
Otra (todo esto el verano pasado): Una de las más putas y potentes de la ciudad, que ocho años atrás (si digo que hacía ocho años que no pisaba mi ciudad queda más coherente, ¿verdad?) me vaciló vilmente haciéndome, con malas intenciones, ir tras ella, yacía apartada con un novio. La susodicha pesaría quince o veinte kilos más que antaño. Anduve más de una hora echando miradas para descubrir si era ella o no, la cara era idéntica.
Hasta que alguien gritó su nombre más alto de la cuenta y me dio el flash.
Esas pavas ni pagando cubanos. Serán unas desgraciadas durante los cincuenta próximos años, tengan al hombre que tengan, les vaya la vida como les vaya, tengan mil hijos que las adoren. Porque para una mujer sólo hay una cosa importante en la vida: su imagen. 90%.
8% que la pretendan.
2% resto.
Diez años en un gimnasio mientras ellas meramente se maquillaban y compraban wonderbras. Quince años cultivándome profesional y culturalmente mientras ellas se rascaban el coño. Quince años aprendiendo a agradar mujeres mientras ellas eran "amadas" por sus tetas.
Pero la factura llega.
La vida del hombre correcto empieza a los treinta. La de la mujer acaba a los treinta. A no ser que se lo haya currado bastante; que es casi ninguna.